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La FAO reconoce a la Asociación Forestal Argentina por su sistema de certificación laboral

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La Asociación Forestal Argentina (AFoA) fue distinguida con el Reconocimiento Técnico Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el área de producción y protección forestal sostenible.
El galardón destaca la efectividad del sistema argentino de certificación de competencias laborales, un modelo que transformó la seguridad, la productividad y la profesionalización del trabajo forestal en el país.

El reconocimiento fue entregado durante la Ceremonia Global de Reconocimiento Técnico realizada el 15 de octubre de 2025 en la sede de la FAO en Roma, Italia, en el marco de las celebraciones por el 80º aniversario de la FAO y del Foro Mundial de la Alimentación (World Food Forum).
De las más de 340 nominaciones provenientes de más de 100 países, la iniciativa argentina fue elegida por su impacto, solidez técnica y potencial de replicabilidad a escala global.

El sistema de certificación implementado por AFoA, en conjunto con la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y la UATRE (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores), cambió de raíz el enfoque de capacitación en el sector.
La metodología reconoce las competencias adquiridas en el puesto de trabajo e integra estándares de seguridad, promoviendo un diálogo permanente entre empresas, trabajadores y el Estado.

Gracias a esta política, el índice de accidentes laborales en el sector forestal argentino se redujo de 195 por cada 1.000 trabajadores en 2007 a 68 por cada 1.000, equiparando los niveles de riesgo al promedio del sector agropecuario.
Este descenso histórico posicionó al país como referente en buenas prácticas laborales forestales a nivel internacional.

Desde su implementación, el sistema ha mostrado resultados medibles y sostenibles:

  • 19 normas de puestos laborales desarrolladas.
  • Más de 8.000 trabajadores forestales evaluados.
  • Más de 100 evaluadores formados en todo el país.

Además, el programa revaloriza el conocimiento empírico y dignifica la experiencia laboral, fortaleciendo la empleabilidad y la formación continua.

El modelo argentino está alineado con la visión de la FAO de promover un trabajo forestal decente, seguro e inclusivo, en línea con su Plan de Acción Forestal 2024-2030.
Incorpora la participación de comunidades originarias, que actúan como evaluadoras de biodiversidad y transmisoras de saberes ancestrales, y se aplica también en áreas críticas como el manejo del fuego y la extensión rural.

El sistema utiliza estándares internacionales, entre ellos el Repertorio de la OIT sobre seguridad y salud en el trabajo forestal, lo que facilita su replicación en otros países.

“Un modelo que pone a las personas en el centro”

La directora ejecutiva de AFoA, Claudia Peirano, subrayó el valor del reconocimiento internacional: “Este reconocimiento de la FAO es un testimonio del impacto positivo que ha tenido este abordaje por competencias en la formación continua de los trabajadores. Cuando comenzamos en 2007, poner a los empleadores, los trabajadores y la seguridad en el centro del sistema permitió una reducción histórica de los accidentes y una rápida transferencia de mejores prácticas. Este premio valida el modelo argentino y demuestra que puede ser replicado globalmente”.

Trabajo conjunto y compromiso sectorial

El logro de AFoA refleja un trabajo articulado entre el sector privado, los sindicatos y el Estado, con el acompañamiento de:

  • AFoA (Asociación Forestal Argentina)
  • UATRE (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores)
  • Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social
  • Empresas forestales y contratistas
  • Equipos técnicos de evaluadores y formadores por competencia
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La FAO celebra su 80º aniversario en el Día Mundial de la Alimentación

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Cada 16 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Alimentación, instaurado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) con el propósito de sensibilizar sobre los desafíos alimentarios globales y promover la cooperación en la lucha contra el hambre, la malnutrición y la pobreza.

En esta ocasión, la conmemoración adquiere un valor especial: la FAO celebra 80 años de trabajo ininterrumpido acompañando a los países en la erradicación del hambre y en la construcción de sistemas agroalimentarios más justos, inclusivos y sostenibles. Como primera agencia de las Naciones Unidas, su labor ha sido clave para promover el derecho a una alimentación adecuada y el uso responsable de los recursos naturales, mediante la implementación de diversos proyectos en cooperación con gobiernos nacionales y provinciales.

La oficial de programas de la representación de la FAO en Argentina, María Laura Escuder, destacó que la fecha invita a reflexionar sobre los avances alcanzados y los desafíos que persisten para garantizar una mejor nutrición, una mejor producción y un mejor ambiente. En ese sentido, subrayó que la transformación de los sistemas agroalimentarios, la reducción de pérdidas y desperdicios, el consumo responsable, la producción local sostenible y la protección de los ecosistemas constituyen ejes centrales del trabajo conjunto que la organización promueve.

El cumplimiento de estos objetivos requiere del compromiso tanto de los gobiernos como de la ciudadanía. Los Estados, a través de políticas públicas integrales e inclusivas, desempeñan un rol fundamental en el desarrollo sostenible de los sistemas agroalimentarios y en la protección del ambiente. Por su parte, la ciudadanía contribuye al cambio mediante decisiones cotidianas de consumo y producción responsables, que fortalecen la seguridad alimentaria y el bienestar común.

“De la mano, podremos construir sistemas agroalimentarios más justos y un futuro mejor, sin dejar a nadie atrás”, concluyó Escuder.

¿Cómo aportar desde el lugar de cada persona?

Algunas acciones posibles incluyen:

  • Elegir alimentos locales y de temporada, priorizando frutas, verduras, legumbres y granos integrales.
  • Adoptar hábitos saludables y promover dietas nutritivas en el ámbito familiar y social.
  • Diversificar la dieta para apoyar la biodiversidad, incorporando alimentos tradicionales y cultivados localmente.
  • Practicar la inocuidad alimentaria mediante una correcta manipulación y conservación de los alimentos.
  • Leer etiquetas para comprender la información nutricional y reducir desperdicios.
  • Apoyar a los #HéroesDeLaAlimentación, visibilizando el trabajo de productores y trabajadores del sector.
  • Reducir el desperdicio de alimentos mediante una mejor planificación de compras y comidas, además de aprovechar restos y compostar.
  • Colaborar como voluntario o realizar donaciones para asistir a quienes lo necesitan.
  • Informar y sensibilizar a otros compartiendo datos confiables sobre los desafíos alimentarios.
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Brasil sale del Mapa del Hambre de la ONU: una conquista histórica que refleja políticas públicas eficaces

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En solo dos años, el Gobierno de Brasil ha reducido la inseguridad alimentaria a menos del 2,5%, retomando el camino de la lucha contra el hambre y la pobreza. Brasil ya no está en el Mapa del Hambre. El anuncio fue realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO/ONU) este lunes (28 de julio) en Adís Abeba, Etiopía. El resultado refleja el promedio trienal 2022/2023/2024, que colocó al país por debajo del umbral del 2,5% de la población en riesgo de subnutrición o de falta de acceso a alimentos suficientes. Este logro se alcanzó en solo dos años, considerando que 2022 fue un período considerado crítico para el hambre en Brasil.

“Salir del Mapa del Hambre era el objetivo principal del presidente Lula al iniciar su mandato en enero de 2023. La meta era lograrlo para finales de 2026”, recordó el ministro de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Lucha contra el Hambre, Wellington Dias. “Demostramos que, con el Plan Brasil Sin Hambre, mucho trabajo duro y políticas públicas sólidas, fue posible alcanzar este objetivo en solo dos años. No hay soberanía sin justicia alimentaria. Y no hay justicia social sin democracia”, añadió. Los datos figuran en el Informe El Estado de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en el Mundo 2025 – SOFI 2025 – lanzado por la FAO durante la 2ª Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU (UNFSS+4). El encuentro se lleva a cabo hasta el 29 de julio en la capital de Etiopía.


Brasil Sin Hambre

La salida de Brasil del Mapa del Hambre es resultado de decisiones políticas del gobierno brasileño que priorizaron la reducción de la pobreza, el estímulo a la generación de empleo e ingresos, el apoyo a la agricultura familiar, el fortalecimiento de la alimentación escolar y el acceso a una alimentación saludable.

Esta es la segunda vez que el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva saca al país de esta situación: la primera fue en 2014, después de 11 años de políticas consistentes. Sin embargo, a partir de 2018, el desmantelamiento de los programas sociales hizo que Brasil retrocediera y regresara al Mapa del Hambre en el trienio 2018/2019/2020.

En dos años de gobierno, Brasil ha logrado reducciones históricas de la inseguridad alimentaria grave y de la pobreza. Las cifras nacionales del hambre, obtenidas mediante la aplicación de la Escala Brasileña de Inseguridad Alimentaria (Ebia) en las encuestas del IBGE, mostraron que, hasta finales de 2023, el país sacó a cerca de 24 millones de personas de la inseguridad alimentaria grave. En 2023, el país redujo la pobreza extrema al 4,4%, un mínimo histórico, lo que refleja la salida de casi 10 millones de personas de esa condición en relación con 2021. En 2024, la tasa de desempleo alcanzó el 6,6%, la más baja desde 2012, el ingreso mensual per cápita de los hogares batió récords, llegando a R$ 2.020, y el índice de Gini, que mide la desigualdad, retrocedió a 0,506 —el menor resultado de la serie histórica.

La caída de la desigualdad refleja la dinámica del mercado laboral, con la recuperación gradual del empleo y el aumento de la formalización. En 2024, los ingresos laborales del 10% más pobre de Brasil crecieron un 10,7%. Y el ritmo de este crecimiento fue un 50% mayor que el observado entre el 10% más rico. El ingreso laboral aumentó, en promedio, un 7,1% en el año.

De acuerdo con la información del Catastro General de Empleados y Desempleados (Caged), de las 1,7 millones de vacantes con contrato formal creadas en Brasil en 2024, el 98,8% fueron ocupadas por personas registradas en el Catastro Único del Gobierno Federal. Entre los contratados, 1,27 millones (75,5%) eran beneficiarios del programa Bolsa Familia.

Con el aumento de ingresos al conseguir un empleo estable o una mejor situación financiera como emprendedores, cerca de un millón de familias superaron la pobreza y dejaron de recibir el beneficio del Bolsa Familia en julio de 2025.

Salir nuevamente del Mapa del Hambre de la ONU —en un tiempo récord de dos años—, con la población teniendo mayor acceso a alimentos saludables, refleja el efecto de las políticas sociales del Gobierno Federal, que ha transformado la realidad de millones de brasileños con acceso a ingresos, empleo y dignidad.

“Esta victoria es fruto de políticas públicas eficaces, como el Plan Brasil Sin Hambre que engloba el Bolsa Familia, el Programa de Adquisición de Alimentos (PAA), el Programa Cocina Solidaria, la valorización del salario mínimo, crédito para la producción de alimentos por la agricultura familiar (Pronaf), incentivo a la calificación profesional, al empleo y al emprendimiento, además del incremento de la alimentación escolar. Todas las políticas sociales trabajando juntas para tener un Brasil sin hambre y soberano”, afirmó Wellington Dias.


Alianza Global Contra el Hambre y la Pobreza

Propuesta por el Gobierno de Brasil durante la presidencia del G20 en 2024, la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza tiene como objetivo unir los esfuerzos de países, organizaciones internacionales e instituciones financieras para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con un enfoque en la erradicación del hambre y la pobreza para 2030. Actualmente, la Alianza cuenta con más de 100 países miembros, además de diversas fundaciones, instituciones y organizaciones.

La idea es fortalecer la cooperación internacional y atraer recursos y conocimientos para la implementación de políticas públicas y tecnologías sociales eficaces en la reducción del hambre y la pobreza en todo el mundo. “El ejemplo brasileño puede ser adaptado en muchos países alrededor del globo. En Brasil, salir del Mapa del Hambre es solo el comienzo. Queremos justicia alimentaria, soberanía y bienestar para todos”, destacó el ministro.

El titular del MDS afirmó además que, a través de las políticas públicas internas y de iniciativas como la Alianza Global, el Gobierno de Brasil ha reafirmado su compromiso con la erradicación del hambre y con la construcción de un mundo más justo e igualitario, garantizando que sea posible alcanzar los ODS de la Agenda 2030.

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ONU: Una cuarta parte de la población no puede permitirse una dieta saludable en la región

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La Organización de las Naciones Unidas, a través de la FAO (Organización de Alimentos y Agricultura, por sus siglas en inglés) lanzó el informe sobre el Panorama regional de seguridad alimentaria y nutrición para América Latina y el Caribe, señalando que, a pesar de los avances en la materia, se está muy lejos de alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible (ODS).

14 June 2018, Los Vados, Guatemala – FAO

Esta nueva edición del informe sobre el Panorama regional de la seguridad Alimentaria y la nutrición de América Latina y el Caribe presenta los principales indicadores de hambre, inseguridad alimentaria, malnutrición en todas sus formas y, aquellos relacionados al costo y la asequibilidad de una dieta saludable, con el fin de contribuir en el análisis de la seguridad alimentaria y la nutrición como pilares fundamentales para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Uno de los aspectos que aborda este informe, tiene que ver con la desigualdad con respecto a la inseguridad alimentaria, la cual continúa afectando aún más a las mujeres y los habitantes de zonas rurales que son los más vulnerables. Si bien esta cifra se ha reducido en 2022, la brecha registrada a nivel regional es aún más elevada que la global.

Por otra parte, las poblaciones rurales y periurbanas presentan una mayor prevalencia de inseguridad alimentaria moderada o grave que aquellas que viven en zonas urbanas. Además de que la malnutrición en todas sus formas, incluyendo el retraso del crecimiento infantil, las deficiencias de micronutrientes, el sobrepeso y la obesidad continúan siendo un reto para la región.

El sobrepeso, es uno de los ítems que ha sufrido un crecimiento, donde los niños y niñas menores de 5 años estuvieron por encima de la estimación mundial, aumentando más rápidamente en nuestra región, que con respecto al mundo. La obesidad en adultos, también está en aumento y afecta a casi una cuarta parte de la población adulta de la región.

El informe en datos

Uno de los aspectos positivos es que hubo una tendencia a la mejora en la región, aunque esto aún no sea considerado suficiente. “América Latina y el Caribe, fue una de las dos regiones (junto con Asia) que entre 2021 y 2022 no presentaron una tendencia de aumento de la prevalencia de subalimentación, con una reducción de 7% en 2021 a 6,5% en 2022. Esto significa que 2,4 millones de personas dejaron de padecer hambre en nuestra región. La misma tendencia se aprecia respecto a la prevalencia de inseguridad alimentaria moderada o grave, la cual disminuyó de un 40,3% en 2021 a 37,5% en 2022. Es decir, que 16,5 millones de personas en América Latina y el Caribe dejaron de padecer inseguridad alimentaria”.

La influencia de la alimentación, en los padecimientos de la salud, son un enclave que profundiza el informe, sobre todo en la salud de las mujeres. “Finalmente, las últimas estimaciones de la anemia entre las mujeres de 15 a 49 años muestran que en 2019 la prevalencia en la región estaba muy por debajo de la estimación mundial. Estos indicadores muestran diferentes niveles y tendencias entre las tres subregiones”.

El informe sostiene que un 22,7% de las personas no pudieron acceder a una dieta saludable, esto en parte tiene que ver con “El 57% de la población del Caribe no tuvo acceso a una dieta saludable debido a su alto costo; en Mesoamérica, la cifra corresponde al 22,2% y en Sudamérica al 20,6%”.

De acuerdo a los datos desprendidos del informe desde el año 2021, la región registró uno de los costos más altos de la dieta saludable: “La inflación en los precios de los alimentos en la región ha impactado en el costo de la dieta saludable, haciéndola menos asequible, especialmente para los grupos más vulnerables. Como resultado, una cuarta parte de la población de la región no puede permitirse una dieta saludable”. Lo que dificulta el cumplimiento de los objetivos DOS 2, en varios incisos, que tienen relación con la posibilidad de establecer dietas saludables permanentes, además de entornos saludables.

Con registros de costos en la dieta, con una cifra de 4,08 dólares diarios por persona, cuando el promedio mundial es de 3,66 dólares diarios. A consecuencia, el informe señala que 133,4 millones de personas no pueden acceder a este tipo de dieta.

Este análisis sostiene que la situación de la región continúa siendo compleja: “La región enfrenta un escenario complejo, debido a una serie de crisis sucesivas: la pandemia de la COVID-19, las persistentes desigualdades, los niveles de pobreza, la crisis climática y los efectos del conflicto en Ucrania. Estos factores han contribuido al aumento de los precios de los alimentos y a la inflación alimentaria, amenazando el funcionamiento, la eficiencia y la resiliencia de los sistemas agroalimentarios”.

De acuerdo al informe, el hambre y la malnutrición siguen estando entre los principales desafíos para la región. Por lo que promueven la cooperación y la integración regional, como el Plan SAN CELAC desempeñan un papel fundamental para facilitar la implementación y aumentar el impacto de políticas, planes, legislaciones y programas agrícolas y alimentarios. Un punto clave para la mejora en estos aspectos es la necesidad de financiamiento e inversiones, tanto públicas, como privadas.

Si querés acceder al informe completo: FAO

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FAO propone crear “Puertos Azules” en el país para inclusión social, competitividad y sostenibilidad

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La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) impulsa la creación de una red local de “Puertos Pesqueros Azules” que integren la inclusión social, la competitividad, la sostenibilidad ambiental y la eficiencia en sus actividades.

La iniciativa de la FAO, que nació en 2019, prevé establecer una red global, incorporar proyectos piloto y fortalecer la colaboración entre los gobiernos, el sector privado, la academia y la sociedad civil.

En un taller realizado en los últimos días en la Escuela Nacional de Pesca de Mar del Plata se buscó identificar los desafíos para el desarrollo sostenible del sistema portuario pesquero en la Argentina y establecer las bases para la creación de una red local.

“Un Puerto Azul es el que genera valor, riqueza, bienestar y a la vez preserva el ambiente; esta iniciativa busca acompañar a los puertos, administraciones, universidades y a la sociedad a través de capacitación, desarrollo de herramientas y de proyectos”, explicaron Yolanda Molares y Lucía López de Aragón, consultoras en temas de pesca de la FAO.

Además, describieron que el acompañamiento se realiza en las tres dimensiones de la sostenibilidad: económica, ambiental y social, según la necesidad de cada caso, que puede ir desde capacitar en cuestiones de trazabilidad o gestión de residuos, pasando por actividades de economía circular hasta acciones que incluyen la recuperación de la biodiversidad de fondos marinos erosionados por la actividad portuaria.

Al respecto de la gestión de los residuos, tanto en los buques como en los puertos, se presentó el proyecto GloLitter que ayuda a los países en vías de desarrollo a prevenir y reducir los desechos marinos, especialmente los plásticos, en los sectores del transporte marítimo y la pesca.

Julián Suárez, de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura perteneciente a la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, expresó que la gestión de residuos se debe abordar de forma conjunta para lograr sinergia entre las distintas agencias del Estado nacional junto al sector privado y la sociedad.

En la misma línea, desde la Dirección de Protección Ambiental de Prefectura Nacional se destacó el trabajo que se realiza para prevenir la contaminación por basura desde buques y plataformas.

Por su lado, el subsecretario de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante, Patricio Hogan, enfatizó que la iniciativa está alineada con los objetivos de sostenibilidad de la cartera a su cargo, que tiene como premisa la protección del ambiente.

Del taller también participaron representantes del sector privado, como la empresa Moscuzza dedicada a la fabricación de redes y comprometida con la recuperación de las artes de pesca en desuso, que recolecta las redes abandonadas, las recicla y transforma en materia prima para distintos productos, como muebles plásticos y viseras de gorras.

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