Palomas mensajeras, leprosos internados a la fuerza y permiso para ser mochilero, entre las leyes que quiere derogar Sturzenegger

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 El Gobierno Nacional envió hoy al Congreso el proyecto de Ley Hojarasca, que busca eliminar leyes obsoletas o que limitan las libertades de los ciudadanos y fueron aprobadas en los gobiernos militares y en las gestiones de presidentes constitucionales del siglo XX. Entre las normas a derogar aparecen un “permiso para ser mochilero”, el uso de palomas mensajeras y la internación a la fuerza de los leprosos -una ley de la dictadura-, aparecen entre las insólitas leyes todavía vigentes. También se propone eliminar el libre tránsito y estacionamiento para legisladores.

  La información fue suministrada por el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, quien detalló que se buscan eliminar unas 70 leyes entre las que figuran normas donde no se podían realizar protestas y se imponía cárcel por defender en ámbitos internacionales los derechos humanos o tener un carnet de mochilero.

   “La ley promueve la seguridad jurídica y remueve los obstáculos para el desarrollo personal y el conjunto del país“, agregó.  

 En un comunicado, señaló que se apunta a eliminar aquellas normas que “generaron gastos innecesarios para los contribuyentes a través de la creación de organismos como la Federación Argentina de Municipios, entre otros”.   

En ese sentido, el funcionario especificó a través de la red social X, que se derogan las leyes que “limitan la libertad individual y que restringen el derecho de propiedad”.  

 Entre ellas, mencionó una ley del Gobierno de Juan Domingo Perón que “impone pena de prisión para los argentinos que defiendan, en ámbitos internacionales, los derechos humanos en el país”.

 También informó que se busca eliminar la ley 18312 del Gobierno militar de Juan Carlos Onganía que “el Estado intentaba limitar la libertad de expresión al controlar la disponibilidad de papel de diario”.  

 El ministro también señaló que se busca anular la ley 19.787 del gobierno militar de Alejandro Lanusse que obligaba “a la difusión de ciertos tipos de música que el Estado consideraba se debía escuchar, lo cual es un ataque directo a la libertad de expresión”.  

 Otra norma que se busca eliminar es la ley 20.120 de la gestión de Lanusse que “obliga a los organizadores de reuniones públicas en lugares cerrados a dar previo aviso, y autoriza a la policía a ingresar a los mismos. Representa una violación flagrante de la libertad personal”.   

Otra de las que se deroga es la ley 20959 del gobierno de Isabel Perón por el cual se otorgaba a los legisladores libre circulación y libre estacionamiento que, para Sturzenegger, “hay pocos ejemplos de privilegio tan claros como el que deja en evidencia esta norma, inaceptable en una sociedad democrática”. 

  También se intenta eliminar la ley 20983 de 1975 que obligaba a los medios de difusión radial y televisiva a destinar un mínimo de 60 minutos diarios a temas de interés turístico nacional.

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Maradona y las gambetas a la teoría económica

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Como ya sabemos, este 2020 entre otras desgracias se llevó al máximo ídolo futbolístico, sobre el que hay canciones, pinturas, esculturas, chistes, memes etc. etc. No voy a entrar en polémicas sobre su vida personal ni profesional ya que de eso está todo saturado…

El dato poco conocido para muchos es que Maradona, años después de aquel inolvidable partido contra Inglaterra en México 86; inspiró con sus goles a nada menos que el gobernador del Banco Central de Inglaterra, Lord Mervin King, para escribir un trabajo sobre el rol de los Bancos Centrales en el combate de la inflación y la posición de las tasas de interés.

El texto compara los dos goles de Maradona a los ingleses con reglas que debe seguir un Banco Central para llegar a controlar la inflación;

Importante:

El texto habla exclusivamente sobre el manejo de la tasa de política monetaria, que en nuestro caso es la tasa de las Leliq, y  que en la era de Macri eran la Lebac.

Quiero agregarle al manejo del control del precio del dólar, ya que coincido con Martin Redrado en que en Argentina es más importante controlar el dólar que la tasa de interés, porque la divisa norteamericana es tomada más como referencia para el nivel de precios.

Esta ampliación no invalida las reglas de Mervin King, ya que en ambos casos se refiere a cómo la política monetaria influye sobre una variable.

A continuación, transcribo una traducción del fragmento del trabajo donde propone la regla y daré mi explicación personal del tema:

Primer gol: el de la mano de Dios o el zigzagueo

“Esto es lo que yo llamo la teoría de tipos de interés de Maradona. El gran futbolista argentino, Diego Maradona, no suele asociarse con la teoría de la política monetaria. Pero su actuación contra Inglaterra en la Copa del Mundo en la Ciudad de México en junio de 1986, cuando marcó dos goles, es un ejemplo perfecto de mi punto. El primer objetivo de Maradona de la “mano de Dios” fue un ejercicio del antiguo enfoque de “misterio y mística” de la banca central. Su acción fue inesperada, inconsistente en el tiempo y contra las reglas. Tuvo suerte de salirse con la suya.”

Fuente:

https://www.bankofengland.co.uk/-/media/boe/files/speech/2005/monetary-policy-practice-ahead-of-theory#:~:text=As%20the%20Maradona%20theory%20of,Mais%20lecture%20has%20itself%20demonstrated

Explicación:

Con algo de frustración inglesa por el hecho (y algo de razón si se me permite) aquí el autor destaca que si bien convirtió el gol, lo que tuvo es “suerte” y que esa suerte es inconsistente en el tiempo. Es decir… , no te va a salir siempre.  

Segundo gol, la línea recta

“El segundo objetivo fue un ejemplo del poder de las expectativas en la teoría moderna de las tasas de interés. Maradona corrió 60 metros desde el interior de su propio campo batiendo a cinco jugadores antes de colocar el balón en la portería inglesa. Sin embargo, lo verdaderamente destacable es que Maradona corrió prácticamente en línea recta. ¿Cómo puedes vencer a cinco jugadores corriendo en línea recta? La respuesta es que los defensores ingleses reaccionaron a lo que esperaban que hiciera Maradona. Como esperaban que Maradona se moviera hacia la izquierda o hacia la derecha, pudo seguir recto. La política monetaria funciona de manera similar. Las tasas de interés del mercado reaccionan a lo que se espera que haga el Banco Central”.

Fuente:

https://www.bankofengland.co.uk/-/media/boe/files/speech/2005/monetary-policy-practice-ahead-of-theory#:~:text=As%20the%20Maradona%20theory%20of,Mais%20lecture%20has%20itself%20demonstrated

Explicación:

Entiéndase bien: la regla no trata de como hacer un gol…. Se trata de cómo se van a comportar tus adversarios en el objetivo. Maradona pudo hacer un gol en línea recta porque los ingleses esperaban de Él el zigzagueo o “la magia”. Si lo repite con insistencia, seguro no hace el gol pero consigue que todo el equipo contrario corra en el mismo sentido, porque eso esperan de Él. 

Vamos a la política monetaria: Si yo dejo que el dólar suba o baje, subo o bajo las tasas de interés, esto se va a transmitir a toda la economía y por ende todo va a zigzaguear, que en el caso de Argentina va a significar que el dólar se dispare y se disparen los precios. Si trazo un camino en línea recta y soy creíble de que voy a ir por ese camino, aunque a veces tenga que correrme para esquivar una patada, pero vuelvo a la línea, todo se va a terminar alineando. Si pongo una meta de inflación y del valor del dólar, y demuestro a la sociedad que voy a hacer todo para cumplirla, voy a conseguir calmar el dólar y los precios. Nadie compraría dólares para atesorar si sabemos que no va a subir… no sería negocio. Pero como no vemos la línea recta corremos a comprarlo; porque en la Argentina ya aprendimos todos que lo único que nos protege del zigzagueo de la política monetaria son los dólares abajo del colchón.

El caso:

El gobierno de Macri anunció un esquema de metas graduales para combatir la inflación controlando la tasa de política monetaria; si bien en los dos años que duró, no se cumplieron las metas, la diferencia entre lo deseado y lo real se iba achicando. Hasta que el 28 de diciembre de 2017 el ex Jefe de gabinete Marcos Peña tuvo la fantástica idea de cambiar las metas para 2018 de 12 a un 15 por ciento con la excusa de acelerar la recuperación económica. 

El resultado: el mercado lo tomó como un avasallamiento del Ejecutivo sobre el BCRA, una pérdida de poder de Federico Sturzenegger y por ende de sus metas….en fin, se abandonaba la línea recta donde todos los jugadores iban entrando y volvía el eterno zigzagueo de la política monetaria argentina :

Seguro que en 2018 tampoco se iba a cumplir la meta original del 12 por ciento porque “pasaron cosas”; pero también es seguro que si no existía el bendito #28D y dejaban a Sturzenegger seguir la línea recta, el desastre no hubiera sido tal. Marcos Peña quería hacer “magia y mística” y no le salió.

Lo mismo aplica para el actual presidente del BCRA, Miguel Pesce: está desesperado por controlar el dólar; entonces endurece y ablanda el cepo, pone y quita el parking para el dólar ccl. Sube y baja la tasa de interés etc. Resultado: de tanto zigzagueo, los que pueden, corren detrás del dólar porque nadie espera que haya un toque de “magia y mística “ en esas medidas y solo esperan el desenlace caótico que siempre pasa. El mensaje sería este: Pesce “ Tampoco tenés la mano de Dios; trazá una línea recta de una vez”.

Conclusión:Así como saltar del noveno piso y vivir para contarlo solo puede hacerlo García, un gol con la mano de Dios sólo pudo salirle a Maradona. Si no sos Charly o Diego y en vez de dedicarte a la música o al fútbol se te da por ser presidente del Banco Central, no intentes tener suerte o “misterio y mística”, porque te puede salir bien una, pero es inestable en el tiempo.  Lo que necesitamos es que pienses, planifiques, traces una línea recta, hagas que todos los jugadores contrarios vayan por ahí y domines las expectativas, para que dé una vez para siempre seamos un país normal y no tengamos inflación.

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¿De qué podemos hablar estos días?

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Como ya sabemos se acaba de firmar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional por 50.000 millones de dólares para tratar de calmar las turbulencias financieras locales. El detalle del acuerdo no se conoce al momento de escribir esta nota, y seguro lo analizaremos en profundidad cuando tome estado público para entender cómo nos va a impactar, pero hasta que eso ocurra es útil revisar las pasadas intervenciones del organismo en nuestro país para saber si fueron o no exitosas.
Esta organización que nace en la postguerra de la mano de los países ganadores y sus aliados para evitar crisis de balanza de pagos de sus países miembros (traducido: para cuando te faltan dólares de reservas, pago de deuda o importaciones) tiene una muy mala reputación en esta parte del continente: algo de mérito tiene ganado, cuestión a la que ya nos referimos hace un tiempo aquí
https://economis.com.ar/veinte- anos-no-es-nada-para-aprender-la- leccion/ Y también véase en la conclusión del artículo citado como hicimos referencia a que si los datos de la economía te muestran peligro, no hay elogio de Christine Lagarde que te salve. (El artículo fue escrito con motivo de la visita de la directora gerente del organismo que no reparó en elogios a Macri, y en menos de
un mes empezaba la crisis financiera de la que todavía no salimos.).
Por si no quedó claro por que vamos al Fondo, encontramos la respuesta en su misión principal que es:“Proporcionar préstamosa los países miembros que están expuestos a problemas de balanza de pagos o ya los están experimentando es una de las principales funciones del FMI. Los programas de ajuste individuales se formulan en estrecha colaboración con el FMI y cuentan con el respaldo
de su financiamiento, cuya continuidad depende de la implementación eficaz de estos ajustes”.
Desde el primero, en 1958 hasta 2003, la Argentina celebró cerca de 30 acuerdos con el FMI. Podemos decir que a veces eran  necesarios (para evitar crisis mayores) por ejemplo en el 84, 87 y 2000 en los cuales se identifican tres indicadores de crisis claros: 1) pérdida de reservas del Banco Central. 2 Déficit de cuenta corriente. 3) fuga de capitales.
Pero si se analiza el contexto de los acuerdos de otros años, como los del 76, 77, 91 y 92 no se observan indicios de crisis de balanza de pagos para acudir al Fondo. ¿Entonces por qué fuimos? Muy sencillo. Nuestro país tuvo siempre una fuerte tendencia al déficit fiscal y una manera de financiarlo es con endeudamiento. Si bien el Fondo Monetario no te va a financiar el déficit público corriente, el acuerdo con te permite acceder a otros créditos internacionales y seguir gastando a cuenta de las generaciones futuras, y el crédito se sigue manteniendo porque está la garantía del FMI de respaldo.
De chico aprendí que si tomas remedios cuando no estas enfermo después te enfermas peor o traducido al caso vemos que nos sobreendeudamos cuando no era necesario para gastar de más, y cuando esto desemboca en crisis ya ni el FMI te ayuda por incumplimiento de las metas acordadas.
De hecho, los periodos de mayor endeudamiento de la Argentina vienen de épocas de acuerdos cuando no había crisis.
Otro tema a tener en cuenta: Las responsabilidades del Fondo sobre nuestras crisis las podemos dividir en dos:
1) Las recomendaciones de política económica: básicamente consisten en bajar el déficit fiscal, bajar el déficit externo y liberar precios regulados (incluido el precio del dólar). Si nos dieron esta receta es porque ya estábamos en problemas, y es por eso que fuimos al Fondo. Así que la crisis la tendríamos igual; pasa que es más fácil echar culpas afuera, sobre todo viniendo de Argentina.
2) La deuda en sí: y aquí hay que ser claro, desde el primer préstamo que solicitó la Argentina hasta el 2005, la deuda con el organismo nunca superó el 5% del total de la deuda externa; o sea, cuando en una manifestación veíamos una pancarta de no pago de la deuda al Fondo, si se cumplía nos quedaba por pagar el otro 95% con los demás acreedores.
Entonces podemos ver que hubo acuerdos que fueron útiles y otros no tan necesarios, pero las crisis que tuvimos no son culpa exclusivas del Fondo. ¿Y ahora?
Conocida la renuncia del presidente del Banco Central y el dólar a 28 vemos que esta vez no va a ser de gran ayuda. El Gobierno quiere normalizar la situación financiera para llegar al año que viene pero no está atacando el problema de fondo que es la falta de crecimiento, competitividad y disminución del déficit fiscal total. Miren el grafico:
Fuente elaboración propia.
En naranja va el dólar ajustado por inflación, en azul la cotización oficial que tuvo, la conclusión es simple…. siempre que se quiso atrasar el dólar, esto duró poco y costo mucho. Le pasó a Cristina y le pasó a Macri. Si fuimos al Fondo para seguir atrasando el dólar el resultado va a ser conocido: se va a frenar, la inflación va a seguir y un día de golpe van a volver a juntarse, y toda la deuda que tomaste va quedar en la herencia que va a tener que lamentar el que viene…. Y todos nosotros.

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Miguel Boggiano, economista: Sturzenegger fracasó y deberían echarlo, como pasa con cualquier otro CEO

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A continuación, reproducimos una columna firmada por Miguel Boggiano, economista y CEO de Carta Abierta.
La inflación proyectada para el año 2016 fue del 25%; la efectiva fue del 40%. La inflación proyectada para el año 2017 fue del 17%; la efectiva fue del 24,8%. La inflación proyectada para el 2018 es del 15%; sería un logro que termine en la zona del 30%.
El Banco Central, con Federico Sturzenegger a la cabeza, ha fracasado a todas luces en alcanzar las metas de inflación que el mismo se ha puesto y alguien tiene que asumir la responsabilidad de los hechos. En cualquier trabajo, si uno falla sus objetivos de esta manera, termina en la calle. No veo por qué acá deba ser diferente.
¿Por qué es esto un problema? Porque toda política anti inflacionaria tiene un componente vital de credibilidad que en condiciones normales pone un techo a las expectativas de inflación. El BCRA ha perdido toda reputación, y la sociedad no le cree en absoluto. Todavía peor: la deja un camino cuesta arriba a cualquier otro Presidente del BCRA que lo suceda.
¿Por qué no se cumplieron las metas inflacionarias? Empecemos por decir que la responsabilidad es enteramente del actual gobierno. Si bien el kirchnerismo le dejó el terreno en muy malas condiciones, han habido errores técnicos que nos han llevado a donde estamos en cuanto a nivel de inflación y a depreciación del peso frente al dólar.
Una parte importante de los cambios propuestos por el FMI, que dicho por el mismo organismo surgieron por parte de la Argentina, es el calco de lo que los torpemente llamados “liberalotes” le recomendábamos al BCRA: desarmar las Lebac, cortar a cero los Adelantos Transitorios al Tesoro y dejar de emitir pesos para comprar los dólares de deuda del Tesoro.
De haber implementado estas medidas cuando se elevó en diciembre la meta de inflación al 15%, otro hubiera sido el recorrido del dólar, de la inflación y de las tasas de interés. Es decir que acá el BCRA llega 7 meses tarde (no estaría mal decir que el BCRA perdió por goleada como el 7 a 0 de Alemania a Brasil).
¿Por qué no implementó el BCRA estos cambios? Por arrogancia, por presiones políticas y por una falta absoluta de audacia. En su defensa utilizó todo tipo de excusas y construyó todo tipo de métricas que respaldaban sus argumentos, que hoy quedan a la vista como totalmente equivocados.
Necesitamos un BCRA que vaya por delante de los acontecimientos; que pueda anticipar. Tenemos un BCRA de reacciones pesadamente lentas e inefectivas. Todavía muchos nos estaremos preguntando para qué subió la tasa de interés de Lebac del 27% al 40%. Esa fue la herramienta que utilizaron para intentar contener al dólar, un objetivo que no había forma de cumplir, justamente porque el mercado se iba corriendo de las Lebac por la ausencia de credibilidad.
El que crea que el FMI nos prestó u$s 50.000 millones es porque compró ese gran titular. El FMI nos prestó u$s 15.000 millones y el resto es un monto condicionado a cumplir ciertos objetivos.
El efecto en los mercados es un optimismo muy moderado. Sin embargo, en la política celebran esto como una cuasi certeza de reelección. ¿Quién se pondrá a trabajar para cumplir los objetivos para que aparezcan (eventualmente) los otros u$s 35.000 millones?
El BCRA se empecina en el esquema de metas que no supo administrar. ¿Qué hará en caso de que las tasas de interés suban en el mundo y el dólar vuelva a escaparse? ¿Qué hará si el problema de la banca italiana dificulta el escenario internacional? En condiciones internacionales no muy adversas, demostró total impericia. Lamentablemente, tenemos a un BCRA que perdió por paliza con Islandia y todavía tenemos que jugar con Brasil.

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Para el FMI el Banco Central debe mantener su “mano dura” para bajar la inflación

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Ahora el país tiene un veedor internacional, que sigue de cerca la evolución de variables clave. Una de ellas es el costo del dinero. En las negociaciones, funcionarios del BCRA se llevaron un “reto” por un par de decisiones tomadas en el pasado. ¿Por qué Sturzenegger festeja?
La economía argentina post acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) traerá muchas novedades y algunas confirmaciones sobre el plan de acción que debe llevar a cabo el Banco Central.
Durante un buen tiempo, uno de los aspectos más resistidos por el “ala política” del Gobierno fue -y seguramente seguirá siendo- la utilización de las tasas súper altas, como las que se observan hoy en día.
El Banco Central, ya con plena libertad para enfocarse en la batalla contra la inflación, no tiene en sus planes inmediatos reducir el costo del dinero, ahora en el 40%. Incluso, ha tenido un inesperado aliado en su cruzada por mantener los elevados tipos de interés: el mismísimo FMI.
Este tema fue abordado en varias de las reuniones que se llevaron a cabo en Washington entre los emisarios del BCRA y los técnicos del organismo. También claro está, fue uno de los ejes centrales de la negociación.
Si bien no hubo ningún pedido explícito por parte del Fondo (de hecho, no es un tema que esté en la letra chica del entendimiento), los funcionarios de Christine Lagarde sugirieron mantener la “mano dura” hasta que la inflación no baje en forma contundente.
Por cierto, esto fue música para los oídos de Federico Sturzenegger, quien siempre se mostró proclive a insistir en esta postura.
En las conversaciones con Ricardo Cardarelli, jefe de la misión del Fondo para la Argentina, los funcionarios del BCRA hasta se llevaron un “reto” por haber reducido las tasas en el pasado sin la constatación fehaciente de que el índice de precios había sido domado y estaba “condenado” a caer.
“Ustedes bajaron la tasa dos veces cuando la inflación corría al 17% anual. Una fue a mitad del 2016, la otra durante el tercer cuatrimestre del 2017. Finalmente ambas decisiones se volvieron en su contra”, recordaron.
“Demuestran empeño en bajar la inflación y hasta han sido efectivos en eso, pero después no se han mantenido firmes. Tienen que ser más consistentes con las políticas que adoptan”, les hizo saber el Fondo.
“En general, los bancos centrales fijan la tasa de interés y hasta que no está clarísimo que el índice de precios cae, no la mueven”, insistió el organismo.
La chicana de los integrantes del FMI a los funcionarios del Banco Central, lejos de condicionar una futura reducción del costo del dinero, reafirmó la idea oficial de que la actual referencia del 40% debe ser mantenida en ese nivel por un tiempo incluso más prolongado de lo que algunos pensaban.
El organismo de crédito puso como ejemplo el caso de México en 1995, país que mostró suma lentitud en bajar el costo del dinero para así poder contener el alza de los precios.
Si bien el tema de las altas tasas no es una meta, lo cierto es que las autoridades del Central se llevaron la clara señal de que el Fondo avala completamente la dureza monetaria que imparte Sturzenegger.
El número uno del BCRA cree que hay que dar señales muy contundentes para poder domar los precios. Y suele repetir que hasta que no decrezca la inflación esperada no hay que aflojar en mantener la política monetaria.
Es cierto que su plan no dio los resultados esperados (el índice rondaría el 27% este año, según el promedio tomado entre más de 50 consultoras y economistas relevados en el REM). Pero también es verdad que tras el firme apoyo del FMI intentará que esta vez sí tenga el efecto deseado.
Para el Central, su política de “mano dura” funciona. De hecho, recuerda que los precios subieron 8% durante todo el segundo semestre del 2016.
Pero lo que le está exigiendo el FMI es que tenga una mayor consistencia. Es decir, en mantenerlas elevadas todo el tiempo que haga falta.
Revisiones trimestrales
En el BCRA creen que la baja del déficit ayuda para reducir el índice de precios, pero están convencidos de que –por encima de ello- el manejo de la tasa es una herramienta mucho más contundente.
De hecho, desde la entidad afirman que es el instrumento “número uno”, el más importante y el que pueden controlar plenamente.
Se verá si, como creen entonces el Fondo y el Central, una política dura y persistente en el tiempo es capaz de doblegar la alta inflación.
Una forma de medir esto será la revisión trimestral de las metas que se han pactado en las negociaciones.
El organismo revisará la marcha cada tres meses para ir monitoreando si se encamina hacia los objetivos anuales: 17%, 13% y 9% para 2019, 2018 y 2020 respectivamente.
Esto quiere decir que el FMI evaluará sobre fines de junio, septiembre, diciembre y marzo las metas trimestrales interanuales.
Esta noticia (que no aún es pública) quedará reflejada en el memorándum que firmó el país y que tendrá efectos inmediatos.
De hecho, hacia fines del mes en curso el Fondo evaluará cómo están los precios en la Argentina.
Sturzenegger adelantó en la conferencia de prensa compartida con Nicolás Dujovne que la inflación interanual de junio debería ser del 22%.
Como el Fondo tomará examen trimestralmente, y sabiendo que puede haber desvíos en las metas (los números exactos no trascendieron), le permitirá al país la fijación de “bandas” para minimizar el margen de error.
En otras palabras, le brindará cierta “protección” en caso de que la inflación sea mayor. Habrá una “banda interna” y una “externa”.
– Si el desvío del índice de precios queda en la banda interna, el Gobierno tendrá que comunicarle al Fondo porqué resultó más elevado y qué hará para corregirlo.
– En caso de que meta trimestral se haya ido muy lejos y quedado en la banda externa, el Central tendrá que ir a Washington para reunirse con el directorio del Fondo y explicarles qué fue lo que ocurrió.
Como el Gobierno ya enterró las metas de inflación 2018, inicialmente en un 15%, el organismo de crédito, para evaluar el cumplimiento de las metas trimestrales este año, se basará en el REM (relevamiento de mercado que hace el mismo Central).
Es decir, la nueva “meta” a la que le apuntará el Central para cumplir el target que pide el Fondo es lo que surge de esa consulta al mercado. Algo así como el 2016 cuando el BCRA tampoco tuvo cifras explícitas.
De todas formas, estas revisiones trimestrales están encapsuladas en lo que se denominan cláusulas consultivas (y no cualitativas).
Esto significa que si se incumplen, no peligran los desembolsos al país del organismo de crédito.
Fuente iProfesional

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