La Generación Z es menos feliz que las generaciones anteriores

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De acuerdo a los investigadores, la necesidad de buscar un propósito claro, y tener mayor descanso, podrían ser las claves para mejorar esta situación.

La Generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) enfrenta más dificultades que las generaciones anteriores a su edad, según una nueva investigación. Sin embargo, el secreto para aumentar su felicidad puede encontrarse en los mismos datos.

La encuesta, realizada por Gallup en colaboración con la Fundación Walton, recopiló datos de más de 2.000 estadounidenses de la generación Z (de 12 a 26 años). Es una de una serie de cuatro encuestas sobre la generación Z, dijo el autor de la encuesta, Zach Hrynowski, investigador principal de Gallup.

“Lo que estamos tratando de hacer es armar una imagen completa de cómo es la vida de la Generación Z. ¿Qué es importante para ellos? ¿Cómo proyectan su futuro?”, dijo.

Hrynowski, señaló que las personas del rango etario de 18 y 26 años son menos propensas a calificar positivamente sus vidas que las generaciones anteriores cuando estaban en ese rango de edad. Para este análisis no hizo una comparación directa, sino que utilizó encuestas anteriores para evaluar los niveles de felicidad de la generación Z y sus predecesores.

Existen dos factores que tienen que ver con la percepción de felicidad de la generación Z: el tiempo que tenían para dormir y relajarse los fines de semana, además del sentido de propósito.

“Lo que es importante para la Generación Z es si sienten que su vida importa y están marcando la diferencia, más que si van a trabajar para ganar mucho dinero, obtener un gran ascenso, cosas así”, agregó.

Investigación en Datos:

  • 75% de los encuestados reportó ser al menos algo feliz.
  • La felicidad disminuye con la edad adulta.
  • Las personas de la Generación Z entre 18 y 26 años son menos felices que las generaciones anteriores a la misma edad.

Factores que influyen en la felicidad:

  • Tiempo para dormir y relajarse los fines de semana.
  • Sentido de propósito.
  • Tener un trabajo o escuela que se sienta importante.

¿Qué es el propósito?

  • No se trata solo de perseguir emociones positivas.
  • Se trata de tener un objetivo y entender que habrá altibajos en el camino.
  • Puede estar relacionado con un trabajo, causas sociales o relaciones.

La Dra. Chloe Carmichael, psicóloga clínica en Nueva York y autora de “Nervous Energy: Harness the Power of Your Anxiety“, sostuvo que no hay que perseguir las sensaciones positivas, sino más bien de encontrar un sentido, puede tratarse de causas que apoyas o las relaciones que formas. En esos casos, responsabilidades como tu carrera pueden sentirse más satisfactorias porque te están ayudando a trabajar hacia ese propósito de alguna manera.

¿Cómo encontrar el propósito?

  • Perseguir cosas que se conecten con tu sentido de identidad.
  • Practicar habilidades o adquirir educación que te acerquen a tu objetivo.
  • Hacer que los años de desarrollo se sientan como si estuvieran yendo a algún lugar.

Priorizar la salud:

  • Dormir bien es esencial para la felicidad.
  • El mal sueño puede afectar el estado de ánimo, la memoria y la concentración.
  • Consejos para dormir mejor:
    • Desconectarse de los dispositivos electrónicos una hora antes de acostarse.
    • No dormir con el teléfono cerca.
    • Limitar el tiempo frente a la pantalla.
    • Ser consistente con la hora de acostarse y despertarse.

La Dra. Rachel Salas, profesora de neurología en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, sostuvo que el sueño insuficiente o de mala calidad puede llevar a un estado de ánimo más bajo y más irritabilidad, así como problemas de memoria, concentración y enfoque, dijo.

“Básicamente, (el mal sueño) puede afectar sus relaciones e interacciones con las personas a su alrededor, lo que puede afectar su felicidad”, dijo Salas.

“Si te tomas en serio tu salud, dale prioridad”, dijo.

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‘No nos quejamos’: mitos y realidades de la felicidad finlandesa

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Por Penelope Colston, New York Times. El 20 de marzo, la Red de Soluciones para el Desarrollo Sustentable de Naciones Unidas publicó su Informe mundial de la felicidad, que califica anualmente el bienestar en países de todo el mundo. Por sexto año consecutivo, Finlandia ocupa el primer puesto.

Sin embargo, los finlandeses dicen que la clasificación responde a una realidad más compleja.

“Yo no diría que somos muy felices”, opinó Nina Hansen, de 58 años, profesora de inglés en un colegio de Kokkola, una ciudad mediana de la costa occidental de Finlandia. “De hecho, desconfío un poco de esa palabra”.

Hansen fue una de más de una decena de finlandeses que entrevistamos —entre ellos una inmigrante zimbabuense, un violinista de folk metal, una exatleta olímpica y un granjero lechero jubilado— sobre lo que, supuestamente, hace tan feliz a la gente de Finlandia. La edad de los entrevistados oscilaba entre los 13 y los 88 años y representaban una gran variedad de géneros, orientaciones sexuales, orígenes étnicos y profesiones. Procedían tanto de Kokkola como de la capital, Helsinki; de Turku, ciudad de la costa suroccidental; y de tres pueblos del sur, este y oeste de Finlandia.

Aunque elogiaban la sólida red de seguridad social de Finlandia y se referían a las maravillas de los beneficios psicológicos de la naturaleza y las alegrías personales del deporte o la música, también hablaban de culpa, ansiedad y soledad. En vez de “felices”, eran más propensos a caracterizar a los finlandeses como “bastante sombríos”, “un poco malhumorados” o poco dados a sonreír innecesariamente.

Muchos también compartían la preocupación por las amenazas a su estilo de vida, como la posible victoria de un partido de extrema derecha en las elecciones del país, la guerra en Ucrania y la tensa relación con Rusia, que podría empeorar ahora que Finlandia entró en la OTAN.

Resulta que ni siquiera las personas más felices del mundo lo son tanto. Más bien podría decirse que simplemente están contentos.

Según Arto O. Salonen, profesor de la Universidad de Finlandia Oriental que ha investigado el bienestar en la sociedad finlandesa, a los finlandeses les satisface llevar una vida sustentable y perciben el éxito económico como la capacidad de identificar y satisfacer las necesidades básicas. “En otras palabras”, escribió en un correo electrónico, “cuando sabes en qué momento tienes lo suficiente, eres feliz”.

Hertta Kiiski, artista de técnica mixta, con su esposo, Teemu Kiiski, director ejecutivo de Finnish Design Shop. La pareja dice que la financiación pública de la educación y las artes les da libertad artística a finlandeses como Kiiski. Credit…Jake Michaels para The New York Times.



“A veces, se usa a la ligera la palabra ‘felicidad’, como si solo se tratara de lucir una sonrisa en el rostro”, comentó Teemu Kiiski, director general de Finnish Design Shop. “Pero creo que esta felicidad nórdica es algo más fundacional”.

La alta calidad de vida en Finlandia está muy arraigada en el sistema de bienestar del país, afirmó Kiiski, de 47 años y residente en Turku. “Hace que la gente se sienta protegida y segura de que no quedaron al margen de la sociedad”.

El financiamiento público de la educación y las artes, incluyendo las becas individuales para artistas, da a personas como su esposa, Hertta, artista de técnica mixta, la libertad de poder perseguir sus pasiones creativas. “También influye en el tipo de trabajo que hacemos, porque no tenemos que pensar en el valor comercial del arte”, agregó la artista de 49 años. “Así que lo que hacen muchos de los artistas es muy experimental”.

​​Jani Toivola, de 45 años, que vive en Helsinki con su esposo e hija, se convirtió en 2011 en el primer diputado negro del Parlamento de Finlandia. Credit…Jake Michaels para The New York Times

Como persona negra en Finlandia —país cuya población es blanca en más de un 90 por ciento—, Jani Toivola, de 45 años, pasó gran parte de su vida sintiéndose aislado. “Creo que con mucha frecuencia, al ser un homosexual negro en Finlandia, sientes que eres la única persona en la habitación”, afirmó Toivola. Su padre, de origen keniano, estuvo ausente durante gran parte de su vida, y Toivola, cuya madre es blanca, luchó por encontrar modelos a seguir de su misma etnicidad con los que pudiera identificarse.

En 2011, se convirtió en el primer miembro negro del Parlamento de Finlandia, donde ayudó a liderar la lucha por la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo.

Tras dos mandatos, Toivola dejó la política para dedicarse a la interpretación, la danza y la escritura. Ahora vive en Helsinki con su esposo y su hija, y sigue defendiendo los derechos del colectivo LGBTQ en Finlandia. “Como hombre gay, sigo pensando que es un milagro poder ver crecer a mi hija”, señaló.

A warmly lit hallway seen through the doorway of a dark classroom. A woman in a gray sweater and black pants sits on a bench in the hall talking to a teenage boy and girl, who lean on either side of the doorway facing her.
Nina Hansen, profesora de inglés en una escuela secundaria, cuestiona el uso de la palabra “feliz” para describir la mentalidad finlandesa.Credit…Jake Michaels para The New York Times

La creencia generalizada dicta que es más fácil ser feliz en un país como Finlandia, donde el gobierno garantiza una base segura sobre la que construir una vida plena y un futuro prometedor. Sin embargo, esa expectativa también puede crear presión para estar a la altura de la reputación nacional.

“Somos muy privilegiados y conocemos nuestros privilegios”, comentó Clara Paasimaki, de 19 años, una de las estudiantes de Hansen en Kokkola. “Por eso también nos da miedo decir que estamos descontentos con algo, porque sabemos que nos va mucho mejor que a otras personas”, sobre todo en comparación con quienes viven en países no nórdicos, explica.

Frank Martela, investigador de psicología de la Universidad de Aalto, se mostró de acuerdo con la valoración de Paasimaki. “El hecho de que Finlandia haya sido ‘el país más feliz del mundo’ durante seis años seguidos podría empezar a ejercer presión sobre la gente”, escribió en un correo electrónico. “Si los finlandeses somos todos tan felices, ¿por qué yo no lo soy?”.

Y continúa: “En ese sentido, dejar de ser el segundo país más feliz podría ser bueno para la felicidad de Finlandia a largo plazo”.

El estilo de vida finlandés se resume en el termino “sisu” que, según se dice, es un rasgo que forma parte del carácter nacional. La palabra podría traducirse como “firme determinación ante las dificultades”, como los largos inviernos del país: incluso en la adversidad, un finlandés debe perseverar sin quejarse.

“En la antigüedad, cuando no era tan fácil sobrevivir al invierno, la gente tenía que luchar, y eso se ha ido transmitiendo de generación en generación”, aclaró Matías From, de 18 años, un compañero de clase de Paasimaki. “Nuestros padres eran así. Nuestros abuelos eran así. Eran duros y no se preocupaban por todo. Simplemente vivían la vida”.

A woman wearing a red beaded headdress, gold earrings and a large red beaded collar over a long-sleeved white top. Her hands rest in front of her on a red upholstered surface. Her nails are painted red, and she wears a gold ring.
Julia Wilson-Hangasmaa, una mujer de 59 años que dirige su propia agencia de contratación y consultoría, distingue entre la satisfacción de los finlandeses y la alegría exuberante de la gente de Zimbabue, su país natal.Credit…Jake Michaels para The New York Times

Desde que emigró de Zimbabue en 1992, Julia Wilson-Hangasmaa, de 59 años, ha llegado a apreciar la libertad que ofrece Finlandia para que la gente persiga sus sueños sin preocuparse de cubrir sus necesidades básicas. Profesora jubilada, ahora dirige su propia agencia de contratación y consultoría en Vaaksy, un pueblo al noreste de Helsinki.

No obstante, también ha observado el aumento del sentimiento antiinmigración, exacerbado por la crisis migratoria de 2015, y le preocupa la sustentabilidad de la alta calidad de vida en Finlandia. “Si tenemos actitudes del tipo ‘Finlandia es para los finlandeses’, ¿quién cuidará de nosotros cuando seamos ancianos?”, dijo, refiriéndose a un eslogan común de la derecha. “¿Quién manejará el camión que lleva la comida al supermercado para que puedas ir a hacer compras?”.

Cuando regresa a su país natal, le impresiona la “buena energía” que no proviene de la satisfacción del “sisu”, sino de la alegría exuberante.

“Cuando visito Zimbabue me doy cuenta de que lo que más extraño son las sonrisas”, dice. Y luego agrega: “Esa gente no tiene mucho, comparado con los estándares occidentales, pero es rica de espíritu”.

A man with gray hair in a long-sleeved black shirt sits at a white kitchen table. A woman with short brown hair, wearing a black long-sleeved sweater over a floral top, stands behind him, smiling, with her hands on his shoulders. Green teacups on black saucers sit on the table in front of them. At the far right, the shoulder of a young man in a ribbed white sweater is visible, but his face is out of frame.
Tuomo Puutio, agricultor jubilado de 74 años, y su hija Marjukka, directora de orquesta de 47 años. En Finlandia, “tienes la oportunidad de tocar el violonchelo, aunque seas la hija de un granjero”, dice Marjukka Puutio. Credit…Jake Michaels para The New York Times

Tuomo Puutio, de 74 años, empezó a trabajar a los 15 y durante décadas mantuvo a su familia como ganadero y lechero. Gracias al sistema escolar finlandés, que incluye educación musical para todos los niños, su hija Marjukka Puutio, de 47 años, pudo perseguir su sueño de una carrera musical más allá de su pueblo. “Tienes la oportunidad de ser violonchelista, aunque seas la hija de un granjero”, dijo.

La música es una fuente de bienestar para muchos finlandeses, muchos de los cuales cantan en coros, aprenden instrumentos o asisten con frecuencia a conciertos, sobre todo durante los largos y oscuros inviernos del país. No obstante, a Marjukka Puutio le preocupa que estas oportunidades no estén al alcance de las generaciones futuras: Finlandia celebrará elecciones parlamentarias el domingo, y el Partido Finlandés de extrema derecha, que obtuvo el segundo mayor número de escaños en 2019, ha prometido recortar el financiamiento de las artes si consigue una coalición mayoritaria este año.

“La música, que me apasiona, crea una mentalidad en la que puedes enfrentarte a tus sentimientos y miedos internos”, aseguró Marjukka Puutio, que ahora dirige una orquesta. “Toca partes de nuestra alma a las que de otro modo no podríamos llegar. Y, si nos arrebatan estas experiencias, eso tendrá un efecto a largo plazo en la vida de las personas”.

A woman with short brown hair and glasses sitting at a white kitchen table. She wears a magenta dress and sweater. Behind her is a living room with a black couch, magenta-and-white striped curtains and white-and-yellow floral wallpaper. She looks at a woman leaning against the wall at the front of the frame, out of focus.
Helina Marjamaa, a la derecha, representó a Finlandia en los Juegos Olímpicos de 1980 y 1984, en su casa de Kokkola con su hija Mimmi. Credit…Jake Michaels para The New York Times

Muchos de los encuestados citaron la abundancia de naturaleza como un factor crucial de la felicidad finlandesa: casi el 75 por ciento del país está cubierto de bosques y están abiertos para todo el mundo, gracias a una ley conocida como “jokamiehen oikeudet”, o “derecho de todos”, que da derecho a vagar libremente por cualquier zona natural, en terrenos públicos o privados.

“Disfruto de la paz y el movimiento en la naturaleza”, comentó Helina Marjamaa, de 66 años, atleta retirada que representó a su país en los Juegos Olímpicos de 1980 y 1984. “Ahí es donde recobro fuerzas. Los pájaros cantan, la nieve se derrite y la naturaleza cobra vida. Es increíblemente hermoso”.

A woman in purple leggings, a dark grey tunic top and a white cap sitting on a mattress in a bedroom with gray striped wallpaper. To her right is a window with beige curtains, showing a snowy outdoor scene.
La hija de Helina, Mimmi, de 36 años, es profesora de danza y terapeuta sexual titulada. Dice que, como miembro de la comunidad LGBTQ, se siente animada al ver la franqueza de los jóvenes de la próxima generación. Credit…Jake Michaels para The New York Times

Su hija Mimmi, profesora de danza y terapeuta sexual titulada, se comprometió hace poco con su novia. Mimmi, de 36 años, dice que le anima la apertura y la comprensión más profunda del género y la sexualidad que ve en la próxima generación.

“Muchos adolescentes ya se muestran tal como son”, dijo. Como adultos, “tenemos que fomentarlo”.

A man kneeling in a snowy expanse at twilight, next to a burning log planted vertically in the snow. The sky is a deep cobalt blue, as is the snow.
El compositor Tuomas Rounakari se inspira en su entorno y le preocupa cómo afectarán al país las políticas contra el cambio climático. Credit…Jake Michaels para The New York Times

Los tesoros naturales de Finlandia, un tercio de los cuales se encuentran por encima del Círculo Polar Ártico, son especialmente vulnerables a los efectos de la crisis climática. Al igual que Marjukka Puutio, Tuomas Rounakari, de 46 años, un compositor más conocido en Finlandia como antiguo miembro de la banda de folk metal Korpiklaani, está preocupado por la creciente popularidad de grupos como el Partido Finlandés y las políticas contra el combate al cambio climático que defienden.

“Me preocupa el nivel de ignorancia que tenemos hacia nuestro propio medioambiente”, afirmó, citando las especies en peligro de extinción y el cambio climático. La amenaza, dijo, “aún no parece cambiar el pensamiento político”.

A teenage boy in a black shirt and black shorts playing badminton on an indoor court. The wall behind him is lined with gray plastic padding, with netting at the top.
El bádminton le ha enseñado a Niklas Hukari, de 13 años, que la perseverancia puede traer satisfacción. Credit…Jake Michaels para The New York Times

Las razones para sentir optimismo pueden ser personales. Para la familia Hukari, esa razón es el bádminton.

Unas instalaciones deportivas en la comunidad rural de Toholampi han permitido a Henna, de 16 años, y a Niklas, de 13, competir a nivel europeo, lo que les ha expuesto a nuevos lugares y jugadores de todo el continente. El juego ha proporcionado a los adolescentes un pasatiempo satisfactorio en una zona remota y sus padres, Lasse y Marika Hukari, son optimistas sobre el futuro de sus hijos.

Lasse Hukari, de 49 años, espera que, con el tiempo, los niños lleguen a comprender plenamente las oportunidades que les ha brindado el bádminton. “Ahora quizá no entiendan lo que tienen pero, cuando lleguen a mi edad, sé que lo entenderán”, afirmó.

A woman with short white hair wearing a thin gold necklace over a dress with a white-and-burgundy plaid pattern. She is looking off to her right and holding the hand of a younger woman with blond hair sitting beside her in shadow.
Eeva Valtonen con su nieta Ruut Eerikainen. A Eerikainen le sorprendió que Finlandia fuera el país más feliz. “Podemos ser bastante sombríos”, dijo. Credit…Jake Michaels para The New York Times

Nacida 17 años después de que Finlandia se independizó de Rusia, Eeva Valtonen ha visto cómo su patria pasaba de la devastación de la Segunda Guerra Mundial a años de reconstrucción hasta convertirse en un país ejemplar para el mundo.

“Mi madre solía decir: ‘Recuerda que la bendición de la vida está en el trabajo, y cada trabajo que hagas, hazlo bien’”, relató Valtonen, de 88 años. “Creo que el pueblo finlandés cumple con eso. Todos hacían todo juntos y se ayudaban mutuamente”.

Su nieta Ruut Eerikainen, de 29 años, se sorprendió al ver que Finlandia figura como el lugar más feliz de la Tierra. “Para ser sincera, los finlandeses no parecen tan felices”, opinó. “Afuera está muy oscuro, y podemos ser bastante sombríos”.

Quizá no es que los finlandeses sean mucho más felices que los demás. Quizá sea que sus expectativas de satisfacción son más razonables y, si no se cumplen, perseveran en el espíritu de sisu. “No nos quejamos”, concluyó Eerikainen. “Simplemente lo hacemos”.

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Finlandia es el “país más feliz del mundo” y Argentina subió cinco puntos en ranking

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Finlandia fue elegido como el país “más feliz del mundo” por sexto año consecutivo y la Argentina escaló cinco puntos en el ranking de la Felicidad respecto al año anterior, con lo que se ubicó en el puesto 52 a nivel mundial, según el índice elaborado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) y publicado hoy en el marco del Día Internacional de la Felicidad.

El Informe Mundial sobre la Felicidad, que fue publicado por primera vez en 2012, se basa en las evaluaciones que hacen las propias personas sobre su situación, su bienestar económico y distintos indicadores sociales.

En esta nueva edición, los factores clave que fueron contemplados para medir “los niveles de felicidad autoinformados” en todo el mundo son el apoyo social, ingresos, salud, libertad, generosidad y ausencia de corrupción en los distintos países.

De esta manera y por sexto año consecutivo, Finlandia encabezó el ranking como el país “más feliz del mundo”, seguido por Dinamarca, Islandia, Israel -que escaló cinco lugares respecto al año pasado- y Países Bajos.

Suecia, Noruega, Suiza, Luxemburgo y Nueva Zelanda completan el Top 10 del Índice de la Felicidad de la ONU, que una vez más posiciona a los países del norte de Europa “como las naciones más felices”.

En tanto, el primer país latinoamericano en el ranking es Costa Rica con el puesto 23, seguido por Uruguay con el 28, y Chile con el 35, casi 10 puntos más que el año anterior.

Argentina, por su parte, escaló cinco puntos respecto al último informe y se posicionó en el número 52 del ranking mundial.

Según sus autores, el Informe de Felicidad de este año muestra que, a pesar de “varias crisis superpuestas”, la mayoría de las poblaciones en todo el mundo continúan siendo “notablemente resilientes”, con promedios globales de satisfacción con la vida en los años de la pandemia por Covid-19 (2020-2022) “tan altos” como los de los años previos a la pandemia.

Sin embargo, advirtieron que en muchos casos la felicidad “se distribuye de manera desigual” dentro de los países, por lo que el informe indaga a su vez en “la brecha de felicidad entre las mitades superior e inferior de la población” de un país.

El reporte destacó la situación de Ucrania, uno de los países actualmente en guerra, que “mejoró su posición” al pasar del puesto 98 al 92 respecto a la edición anterior, que fue elaborada antes del inicio del conflicto con Rusia, consignó la agencia de noticias AFP.

Pese a la “magnitud del sufrimiento y los daños en Ucrania”, existe un “sentimiento mucho más fuerte de que hay un propósito común, hay benevolencia y confianza en el liderazgo ucraniano”, señaló el informe.

En tanto, Afganistán y Líbano, también “devastados por la guerra”, se mantuvieron en lo más bajo de la clasificación, en el marco de “una agudización de la crisis humanitaria”.

El informe fue publicado por la ONU en el marco del Día Internacional de la Felicidad, que se conmemora cada 20 de marzo, con el objetivo de que sus resultados sean un aporte para apoyar políticas públicas y privadas para ayudar a promover la felicidad y el bienestar.

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¿Las mujeres infieles son más felices?

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20 de marzo: Día Internacional de la Felicidad ¿Las mujeres infieles son más felices?

El 34% de las mujeres infieles afirma que la emoción de vivir una aventura extraconyugal les hace sentir más felices y vivas. Casi la mitad de infieles afirma que sus relaciones extraconyugales van más allá del sexo, ya que mantienen conversaciones buenas y agradables con sus amantes.

El próximo domingo, 20 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Felicidad, fecha decretada por la ONU en 2012 para conmemorar la importancia que tiene la felicidad como parte integral en el desarrollo y bienestar de todos los seres humanos.

Con la llegada del esta fecha, es inevitable reflexionar y plantearse la pregunta “¿Qué nos hace felices?” Llegados a este punto, es muy difícil no recordar el clásico de Palito Ortega y tararear “La felicidad me la dio tu amor”. Sin embargo, está claro que no existe una única respuesta y que son muchos los factores que deben analizarse para entender qué hace a las personas más felices y en concreto, porqué las mujeres infieles parecerían ser más felices que aquellas que eligen la fidelidad.

LA FELICIDAD DE LAS INFIELES EN DATOS

De acuerdo a una encuesta realizada por Gleeden entre sus usuarias*, el 34% de las infieles afirman, efectivamente, que iniciar una aventura extramatrimonial hace que vuelvan a sentirse felices y vivas.

Al consultarles, los principales motivos fueron:
En primer lugar, confesaron que el hecho de esconder una aventura no solo resulta un gran impulso para su autoestima, sino que además hace que se sientan deseadas y libres.

En segundo lugar, parecería que las mujeres usuarias de Gleeden, además de encontrar en sus amantes una gran satisfacción sexual, logran desarrollar una relación personal. Eso es lo que afirmaron el 60% de las encuestadas, quienes confesaron haber generado un vínculo más allá de lo sexual con su amante, donde se hablan de temas que no conversan con otras personas.

Finalmente, el tercer motivo -y el más obvio- es que las mujeres infieles disfrutan mucho más el sexo. Con una infidelidad, las mujeres pasan de lo que puede ser una vida monótona, en la que no se sienten importantes, a ser el objetivo principal de alguien, a sentirse protagonistas de un deseo. Eso, sin dudas, contribuye al estado de felicidad.

“El relato en el que la mujer encuentra su felicidad a través del amor de una pareja terminó hace años. Hoy tenemos ante nuestros ojos la oportunidad de preguntarnos qué es lo que verdaderamente es lo que nos hace felices y, aún más importante, romper con un tabú que nos acompaña hace muchos años. Si la mujer es feliz teniendo más de un compañero sexual, ¿por qué condenarlo?” reflexiona Silvia Rubies, Directora de Comunicación de Gleeden para Latinoamérica y España.

*Sondeo online de Gleeden.com realizado entre 2.330 usuarias femeninas.

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Finlandia sigue siendo “el país más feliz del mundo” y Argentina se ubica en puesto 57 del ranking

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Finlandia fue elegido como “el país más feliz del mundo”, por quinto año consecutivo, por la clasificación “World Happiness Report” (Informe sobre la felicidad mundial), que en esta edición 2022 ubica a la Argentina en el puesto 57 del ranking integrado por 146 países.

Con una nota de 7,82 sobre diez, Finlandia lidera el listado de la publicación de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, seguido por Dinamarca, Islandia, Suiza y Países Bajos, en tanto que en el último puesto se sitúa Afganistán.

El informe se basa en sondeos que preguntan a las personas por su sensación de felicidad y cruzan estas informaciones con datos del PIB, de los niveles de libertad individual o de la corrupción, entre otros.

Entre los países latinoamericanos, se destacan Costa Rica (23º), Uruguay (30º), Brasil (38º), Chile (44º), México (46º) y Argentina (57º)

“La lección que se saca del informe, en estos diez años, es que la generosidad entre las personas y la honestidad de los gobiernos son cruciales para el bienestar”, según Jeffrey Sachs, uno de sus coautores, según reportó la agencia AFP.

“Los dirigentes mundiales tendrían que tomarlo en cuenta”, agregó.

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