Cómo aprender a identificar los excesos del mercado
Muchas veces se dan condiciones de sobrecompra o de sobreventa en el mercado y hay muchos indicadores para identificar cuándo se están dando. El Relative Strength Index o Índice de Fuerza Relativa, más conocido como RSI por sus siglas en inglés, tiene ese objetivo, por ejemplo. Siempre en el período más reciente, puede servir para analizar las acciones y otros activos financieros y medir la magnitud de las ganancias en comparación con las pérdidas. Es decir, podemos ver si está habiendo excesos en sentido positivo o negativo.
Aplicarla es la mejor manera de transformar una fórmula a priori compleja, es una herramienta más sencilla. El indicador RS es la media de las ganancias cerradas, dividida por la media de las pérdidas cerradas durante tiempo delimitado. El valor que se suele usar es el de 14 días, equivalente a los días de dos semanas laborables. Después habría que dividir 100 por el resultado de la operación anterior y restarle lo que nos quede a 100.
¿Cómo aplico el RSI cuando lo tenga?
Antes de comprar acciones tenemos que aprender a interpretar el número que nos resulta de la ecuación. Hay varias reglas para ello. Cuando el resultado está por encima de 70, se estima que el activo se encuentra en una condición de sobrecompra y eso nos podría indicar que es posible una revisión a la baja. Al contrario, si el resultado de la fórmula está por debajo de 30, quiere decir que hay una sobreventa de la acción y que podría haber un cambio que hiciera subir el precio. Efectivamente, si el RSI nos da un número algo por encima o por debajo de 50, estaríamos ante una situación de neutralidad en la que no se detectan excesos ni al alza ni a la baja.
De la teoría a la práctica: el uso del RSI
Para poner en marcha el indicador RSI los inversores utilizan distintas estrategias. La primera sería la Identificación de Reversiones, los momentos en los que la tendencia está a punto de cambiar. Los traders buscan dónde están las sobrecompras o las sobreventas para anticiparse a los cambios de la tendencia. Es decir, que aplican la fórmula para ver qué activos están por encima de 70 o por debajo de 30.
Otra estrategia que se puede poner en marcha es la Confirmación de Tendencias. En este caso, se usa la fórmula para confirmar la fuerza que tiene una tendencia que los inversores tiene que haber identificado previamente. Si el resultado del RSI está en niveles extremos puede confirmarse la tendencia. Esas son las dos estrategias principales, pero existe una última, la de Divergencias. Si el precio de un activo alcanza un nuevo máximo o mínimo pero el RSI no apunta en esa dirección de exceso de compra o de venta, puede ser que estemos ante una posible reversión. Pero para utilizar esta estrategia hay que tener un dominio y una experiencia asentadas.
Un ejemplo para poner en marcha el indicador RSI
Un ejemplo práctico puede terminar de disipar las dudas. Si analizamos una acción se puede ver más claro. Supongamos que esa acción ha ganado un promedio de 4% en los últimos 14 días y el promedio de las pérdidas es del 2%. En este caso, el RS quedaría tal que así: la división de 4 entre 2 nos da 2. Si el RSI es igual a 100, menos el resultado de dividir 100 entre el RS, que nos ha dado 2, tendríamos un resultado de 50.
La realidad es que estaríamos en una situación de neutralidad y nos tocaría esperar a hacer otra evaluación en un futuro próximo con nuevos datos para ver si se produce una una reversión a la baja o a la alta. Es una técnica valiosa a la hora de hacer nuestros análisis técnicos, pero no hay que olvidar que es un indicador como cualquier otro y su uso se tiene que combinar con otras herramientas y análisis antes de tomar decisiones.
¿Qué otros índices pueden influir en el mercado?
Además del RSI, hay otros índices que pueden influir en los momentos bajos y altos del mercado. También existen distintas noticias que hacen que el mercado sufra cambios. Recientemente, un juez de Argentina admitió una petición de la Superintendencia de Seguros de Salud y ordenó a las empresas del sector que retrotrajeran sus precios a los de diciembre para aplicar los incrementos según el Indice de Precios al Consumidor que elabora el INDEC.
Una noticia así, que además conlleva que lo pagado en exceso se convierta en crédito a favor de los usuarios y que las empresas deban presentar un plan para devolverle ese dinero a sus clientes, puede hacer que el mercado cambie.
La información con la que se toman las decisiones tiene que ser amplia y estar pensada más allá de las normas principales. Otro ejemplo es el de la economía china, que entró en deflación en agosto de 2023. Los precios bajaron por primera vez en más de dos años durante el verano hasta un 0,3%. Además, hacía meses que las importaciones y exportaciones presentaban datos algo débiles que despertaron dudas sobre la recuperación de la economía tras la pandemia. La presión sobre el gobierno para reactivar la demanda aumentó y eso tuvo consecuencias en los mercados de todo el mundo porque China es la economía más grande del planeta.