Alertan sobre el aumento de la dependencia digital en los niños y adolescentes
Se denomina dependencia digital o ludopatía digital al impulso incontrolable por las apuestas o el juego de azar, a pesar de las pérdidas económicas y de sus consecuencias negativas en todos los ámbitos: personal, familiar, social, académico y laboral. Esta problemática incluye tanto al juego en Internet como a las apuestas en línea. Puede afectar a todas las clases sociales y generar problemas financieros, laborales y familiares, con un mayor riesgo de desarrollar trastornos persistentes en la adultez.
Así lo advierte un documento de la Sociedad Argentina de Pediatría titulado Comportamientos problemáticos en línea: apuestas y videojuegos. Dependencia digital, que señala: “Cada vez con mayor frecuencia, los pediatras recibimos en las consultas a niños, niñas y adolescentes con problemas relacionados con el uso inapropiado de la tecnología, que se manifiestan con síntomas como la falta de atención, alteraciones en la memoria y bajo rendimiento académico. A esto se agregan cuadros de ansiedad, aislamiento social, síntomas depresivos y comportamientos problemáticos”.
En opinión de la doctora Silvina Pedrouzo, presidenta de la Subcomisión de Tecnologías de Información y Comunicación de la Sociedad Argentina de Pediatría, “en la adolescencia, etapa en la que transcurren múltiples cambios, se presenta una especial vulnerabilidad asociada a un desequilibrio entre el control de los impulsos, reducido por inmadurez cerebral, y una mayor sensibilidad a las recompensas. Esto incrementa las conductas de riesgo y los consumos problemáticos. Las interacciones en las redes sociales, los videojuegos o las apuestas desencadenan liberación de dopamina a nivel cerebral, un neurotransmisor ligado al placer y la gratificación instantánea que genera la repetición de estas conductas”.
El documento incorpora datos de una encuesta realizada en 2025 por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), denominada Niños en línea, que relevó las percepciones y hábitos de 5.910 niños, niñas y adolescentes argentinos de entre 9 y 17 años. La doctora Pedrouzo participó como experta por la Sociedad Argentina de Pediatría. El estudio reveló que el 95 por ciento posee un teléfono celular propio con acceso a Internet, el 94 por ciento utiliza plataformas para ver videos, películas o series, y el 79 por ciento juega a videojuegos diariamente o casi todos los días.
Respecto de las apuestas en línea, una de las conclusiones fue que uno de cada cuatro niños, niñas y adolescentes (24 por ciento) ha apostado dinero en línea al menos una vez, con un incremento de esta práctica a medida que avanza la edad, siendo más frecuente entre adolescentes de 12 a 17 años, y con mayor prevalencia en varones.
El relevamiento mostró además que el 46 por ciento de los jóvenes percibe tener algún uso problemático relacionado con Internet, teléfonos celulares o videojuegos, afectando especialmente el rendimiento escolar por el excesivo tiempo en estos dispositivos o plataformas, y por los intentos fallidos por reducir ese uso.
“La diferencia entre uso, abuso y dependencia es clave”, explicó la doctora Alejandra Ariovich, médica pediatra especialista en salud integral en la adolescencia y secretaria del Comité Nacional de Adolescencia de la Sociedad Argentina de Pediatría. “El uso se refiere al juego ocasional, aislado o episódico, que no causa dependencia ni problemas de salud o sociales y donde el individuo puede interrumpir la actividad sin problemas. El abuso implica un patrón de consumo desadaptativo, con consecuencias negativas, y se caracteriza por el aumento de la frecuencia, la dedicación excesiva de tiempo a esta actividad y su repercusión en todos los ámbitos: sociales, familiares, laborales y legales. El patrón de consumo es compulsivo y perjudicial, pero no hay dependencia”.
“Mientras que la dependencia —completó la doctora Ariovich— también llamada adicción, es un trastorno progresivo en el que el individuo desarrolla una necesidad compulsiva de realizar el comportamiento. Incluye una pérdida de control y la presencia de tolerancia, que es la necesidad de aumentar el tiempo y la frecuencia para lograr el mismo efecto, así como síntomas de abstinencia al intentar reducir o suspender el consumo y la preferencia de esta actividad frente a otras. La persona no puede discontinuar el consumo, a pesar de ser consciente de los daños psicológicos o sociales que le ocasiona”.
En la Argentina, las apuestas en línea son legales a partir de los 18 años. Sin embargo, muchos adolescentes acceden falseando sus datos personales y utilizando documentación de adultos. El documento señala que actualmente no existe una ley nacional que regule específicamente esta actividad ni un sistema de verificación efectiva para el acceso a las plataformas. Además, recuerda que en el año 2022 la Organización Mundial de la Salud reconoció la adicción a los videojuegos como una enfermedad y utilizó el término “uso problemático” en relación con Internet y las redes sociales.
“Este fenómeno aumentó durante la pandemia y continúa en ascenso debido a la publicidad en medios de comunicación, la promoción en redes sociales a través de celebridades e influencias, y el patrocinio de equipos de fútbol. Estas plataformas representan un gran riesgo para los jóvenes, potenciado por la accesibilidad a través de dispositivos móviles vinculados a billeteras virtuales y al incentivo mediante bonificaciones y recompensas”, advirtió la doctora Carolina Aznar, prosecretaria del Comité Nacional de Pediatría General Ambulatoria.
El informe concluye que es fundamental que el abordaje de estas problemáticas forme parte integral de las consultas pediátricas. El pediatra, como profesional de referencia para niños, niñas, adolescentes y sus familias, cumple un rol esencial en la detección temprana, prevención y orientación respecto a los riesgos asociados al uso excesivo de tecnologías digitales y a los consumos problemáticos.
Señales de alerta
- Irritabilidad, ansiedad o nerviosismo ante la imposibilidad de jugar o frente a los límites.
- Cambios de humor frecuentes, tristeza, angustia o agresividad.
- Mentiras sobre el tiempo y el dinero destinados al juego.
- Incapacidad de detenerse o controlar el impulso de jugar.
- Uso del juego como vía de escape a problemas personales, escolares o familiares.
- Ocultamiento o negación del comportamiento.
- Bajo rendimiento académico, falta de concentración y desinterés en las tareas escolares.
- Pérdida de interés en actividades extracurriculares o relaciones sociales.
- Aislamiento progresivo de su entorno.
- Pedidos de dinero a familiares o amigos, incluso hurtos o robos.
- Desobediencia frente a los límites.
- Minimización o justificación del tiempo y dinero invertidos en el juego.
- Ideación suicida, síntomas depresivos, ansiedad, irritabilidad.
- Alteraciones del sueño, apetito, memoria y atención.
- Interés atípico por resultados deportivos.
- Ingresos y egresos inexplicables en billeteras virtuales.
Recomendaciones para las familias
- Fomentar el diálogo abierto y sincero con niños y adolescentes.
- Establecer límites claros y supervisar el uso de dispositivos.
- Utilizar controles parentales y ubicar dispositivos en espacios comunes.
- Educar sobre los riesgos del juego y las apuestas en línea.
- Promover actividades saludables (deportes, arte, tiempo en familia).
- Estar atentos a señales de alarma y buscar ayuda profesional si es necesario.
- Dar el ejemplo con un uso responsable de la tecnología.
- Consultar recursos oficiales como la Ley N° 26.934 y programas de prevención específicos.
Líneas de ayuda
- Línea 141 (Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina): Gratuita, anónima y disponible las 24 horas.
- Línea 0800-666-6006 (Programa Saber Jugar): De lunes a viernes de 9 a 17 horas.
- Línea 0800-222-5462 (Provincia de Buenos Aires): De lunes a viernes de 8 a 24 y fines de semana de 10 a 22.
- Línea 108 (Ciudad Autónoma de Buenos Aires): Asistencia las 24 horas. WhatsApp: 11 5050-0147.
- Programa de Prevención y Asistencia al Juego Compulsivo de la Provincia de Buenos Aires: Atención pública y gratuita. Correo electrónico: juegoresponsable@loteria.gba.gov.ar
- Jugadores Anónimos: Grupos presenciales y virtuales. Línea de vida: 11 4412-6745. Correo electrónico: info@jugadoresanonimos.org.ar
- Recursos digitales y guías de UNICEF y otras entidades para la prevención y el bienestar digital.




