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Mitos, modas y riesgos: alertan sobre las dietas restrictivas desde la infancia

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Las dietas restrictivas en la infancia se han multiplicado en los últimos años, instalándose tanto desde las recomendaciones médicas como desde tendencias culturales y decisiones familiares. Este fenómeno plantea un desafío creciente para los equipos de salud: ¿cómo acompañar a niños y adolescentes cuando las prácticas alimentarias responden a creencias, modas o información sin suficiente evidencia científica?

La exclusión de lácteos, la eliminación de gluten y caseína en el contexto del trastorno del espectro autista o la elección de una alimentación vegana en etapas críticas del desarrollo son ejemplos de decisiones que, aunque bien intencionadas, pueden derivar en déficits nutricionales, alteraciones del crecimiento, trastornos en el vínculo con la comida y pérdida del derecho a una alimentación suficiente, segura, diversa y placentera.

En el marco del Vigésimo Tercer Congreso Argentino de Nutrición, que está teniendo lugar en Buenos Aires, PROFENI —un grupo interdisciplinario de profesionales dedicado a mejorar el perfil nutricional de los niños y a promover infancias saludables— organizó el simposio “Dietas restrictivas en la infancia: entre la clínica, las creencias y el derecho a la alimentación”. Este espacio propuso un análisis interdisciplinario sobre la evidencia científica disponible, las implicancias clínicas y sociales, y el rol de los profesionales de la salud frente a estas prácticas. El objetivo fue fortalecer la capacidad de acompañar a las familias con información clara, estrategias empáticas y un enfoque centrado en el bienestar integral de la infancia.

La doctora Ana María Tamagnone, pediatra, diplomada en neurodesarrollo e intervención temprana en niños pequeños e integrante de PROFENI, advirtió que el aumento de las dietas restrictivas está muchas veces impulsado por tendencias culturales o mensajes que circulan a través de las redes sociales. “Los niños quedan como receptores pasivos de decisiones que pueden marcar su salud de por vida. Nuestro deber como profesionales es diferenciar lo que surge de la evidencia de lo que responde a creencias sin sustento, y acompañar a las familias con información clara y empática”, señaló.

Entre los alimentos cuestionados, en ocasiones aparecen los lácteos. Para el doctor Christian Boggio Marzet, médico pediatra y gastroenterólogo, integrante de PROFENI y director de la Maestría en Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica de la Universidad del Salvador, la eliminación de este grupo de la dieta “se sostiene en mitos sin base científica. El yogur, por ejemplo, es un alimento completo que aporta calcio, proteínas, vitaminas y microorganismos vivos —y en algunos casos con agregado de probióticos específicos— que favorecen el equilibrio intestinal y el desarrollo del sistema inmunológico durante toda la vida. Su consumo diario puede ser una herramienta concreta para cerrar la brecha de nutrientes en esa etapa de la vida”.

Las dietas de exclusión también ganaron terreno entre niños con trastorno del espectro autista. La doctora Ingrid Gerold, médica pediatra del Grupo Médico Lomas de San Isidro e integrante de PROFENI, advirtió que, sin indicación profesional y acompañamiento nutricional adecuado, “estas prácticas profundizan la selectividad alimentaria y pueden generar déficits graves; mientras que el equilibrio nutricional es determinante para el neurodesarrollo y la calidad de vida”.

Por su parte, Sandra Nora Blasi, licenciada en Nutrición, integrante de PROFENI, especialista en Nutrición Pediátrica de la Universidad de Buenos Aires y jefa del Área de Alimentación del Hospital Garrahan, se enfocó en los desafíos de las dietas basadas en plantas y el veganismo en niños: “Estas elecciones son viables siempre que se cubran los requerimientos nutricionales en cada etapa y planificadas y acompañadas por especialistas. Se debe garantizar la ingesta de determinados nutrientes, tales como vitamina D y B12, calcio, ácidos grasos omega 3, proteínas, fibra y energía”.

“El desafío es compatibilizar convicciones familiares con el derecho del niño a una alimentación suficiente y segura, pero es un camino que recomendamos recorrer juntos en el contexto del consultorio”, sugirió María Elena Torresani, licenciada en Nutrición, doctora en esa área, directora de la Especialización en Nutrición con orientación a Obesidad de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino de Tucumán e integrante de PROFENI.

Los déficits nutricionales de la población infantil vuelven urgente este debate entre profesionales de la salud, pero es importante -señalaron desde PROFENI- llegar a la comunidad con esta información. “No se trata de demonizar elecciones ni de imponer un único modelo, sino de promover decisiones informadas, libres de prejuicios y basadas en ciencia, que garanticen el derecho de cada niño a crecer con salud, placer y diversidad en su alimentación”, concluyeron.

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Mano-Pie-Boca y herpangina son algunas de las enfermedades que “volvieron” en pediatría

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(Por Natalia Concina).- Mano-pie-boca, herpangina y resfrío son algunas de las enfermedades que resurgieron con el retorno a la presencialidad plena en las escuelas originadas por virus que se suman a la circulación adelantada de la influenza, y que, además, junto a las bajas temperaturas favorecen las exacerbaciones en niñas, niños y adolescentes con asma, señalaron especialistas al dar un panorama de los cuadros respiratorios que se ven este año.

“El hospital está atendiendo entre 500 y 700 personas como demanda espontánea sumado a la atención programada y en el último tiempo vimos números más altos incluso que los de pre-pandemia”, indicó a Télam Nicolás Affranchino, médico del Hospital pediátrico Garrahan, centro de salud de referencia ubicado en la Ciudad de Buenos Aires.

Affranchino explicó que “esto se vincula con el regreso de enfermedades infecciosas que comenzaron a incrementarse a partir de una mayor circulación de las personas, y con una demanda contenida de situaciones que no se atendieron durante la pandemia”.

“Lo más prevalente en este momento son los virus estacionales como el rinovirus (que causa resfrío común) e influenza (el de la gripe), pero también estamos teniendo muchas consultas de pacientes con obesidad, trastornos de desarrollo, de conducta y enfermedades crónicas”, describió.

Otras enfermedades virósicas que mencionó el especialista son la denominada Mano-Pie-Boca y la herpangina. “Se trata de enfermedades causadas por virus de la familia de los enterovirus, el más común es el coxsackie, que generan cuadros con ampollas sólo en la garganta o en partes del cuerpo como las manos, pies y boca, de ahí el nombre”, señaló.

El médico indicó que por lo general son cuadros autolimitados (los resuelve el propio organismo mediante el desarrollo de defensas específicas), benignos y que, a lo sumo, generan complicaciones en la alimentación por el compromiso de la boca.

En el mismo sentido, la médica infectóloga pediatra Gabriela Tapponnier, señaló que “en este momento estamos teniendo una alta circulación del virus de la gripe que afecta también a los niños generando cuadros respiratorios con tos, fiebre, congestión nasal y dolor de cabeza”.

“También se están viendo cuadros producidos por otros virus que se transmiten por la vía respiratoria que tienen que ver con la época del año como el coxsackie que genera la enfermedad mano-pie-boca”, indicó Tapponnier, secretaria del Comité de Infectología de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).

La especialista explicó que estas enfermedades virales son leves y se autolimitan por lo general en una semana, pero advirtió que es necesario estar alerta frente a situaciones como sensación de falta de aire, fiebre muy elevada y en el caso de los lactantes más pequeños el rechazo al alimento, lo que debe derivar en una consulta al médico de cabecera o a una guardia.

“En esta época del año donde aumentan las infecciones de la vía respiratoria tanto superior como inferior por gripes o resfríos los pacientes con asma pueden tener exacerbaciones; otros desencadenantes pueden ser los cambios de temperatura y de clima; por eso es importante la consulta previa para estar preparado”, indicó por su parte Anahí Yañez médica especialista en Alergia e Inmunología Clínica.

Yañez explicó que el asma es un proceso inflamatorio crónico de la mucosa de los bronquios, lo que da origen a la sintomatología.

“La forma de presentación clínica del asma es diversa y depende de cada persona: hay pacientes que tienen como único síntoma la tos mientras que otros pueden tener sensación de falta de aire, chillido, tos y hasta secreciones”, apuntó.

En relación a los tipos de asma, sostuvo que las causas que los originan son múltiples. “Hay factores ambientales, genéticos e incluso el hábito de fumar puede hacer que los pacientes desarrollen asma a lo largo de su vida”, señaló.

“Hoy sabemos que un diagnóstico en etapa temprana del inicio de los síntomas y ser proactivo en el tratamiento hace que el asma sea controlada y esto es importante porque hay que evitar las crisis o exacerbaciones debido a que éstas se tratan con el uso de corticoides orales y su sobreuso produce numerosos efectos colaterales”, detalló.

La especialista señaló que se considera que el asma está controlado cuando el paciente puede llevar una vida normal, es decir, hacer las actividades que quiera de acuerdo a su edad y deseos.

Con respecto al tratamiento para su control, dijo que consiste en “la indicación de corticoides inhalados para administrar en forma diaria que disminuyen la inflamación y que pueden ser asociados a los broncodilatadores de larga duración”.

Sobre las enfermedades infecciosas causadas por virus, Tapponnier recordó que “para la prevención es muy importante mantener los cuidados que aprendimos con Covid-19 que tienen que ver con el lavado de manos, la ventilación de los ambientes, la limpieza de las superficies y mantener el esquema de vacunación completo”.

En Argentina, a partir de diciembre de 2021 se ha detectado un aumento progresivo en el número de casos gripe por el virus influenza A, en particular el subtipo H3N2, que llevó al Ministerio de Salud a adelantar la campaña de vacunación antigripal.

La vacuna antigripal es obligatoria y gratuita para niñas y niños de 6 a 24 meses y de 2 a 3 años con factores de riesgo; embarazadas y puérperas hasta 10 días posparto; personas mayores de 65 años y quienes presenten factores de riesgo entre los 3 y los 64 años.

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