“Ciudad flotante” la pesca ilegal que amenaza el ecosistema marino argentino

Compartí esta noticia !

AIS apagados y luces encendidas: la doble cara de la pesca ilegal en el Atlántico Sur.

Un video recientemente viralizado de la Armada Argentina revela la alarmante presencia de una vasta flota pesquera, mayormente de bandera china, operando justo fuera de la zona económica exclusiva (ZEE) del país. Esta “ciudad flotante”, como la describen algunos, utiliza prácticas de pesca ilícitas que amenazan el ecosistema marino y los recursos pesqueros argentinos.

Las imágenes, capturadas por un avión de vigilancia P-3C “Orion”, muestran la magnitud de la flota, que se extiende por 150 millas náuticas y utiliza luces brillantes para atraer calamares. La Armada Argentina, junto con datos satelitales y de seguimiento de barcos, ha identificado un patrón de pesca ilegal y no regulada en la región.

De acuerdo a un informe realizado por el medio CNN, las embarcaciones chinas tienen antecedentes de apagar sus sistemas de identificación automática (AIS) para evitar ser detectadas. Además, siete de las embarcaciones identificadas operan bajo sanciones de EE.UU. por su participación en “graves abusos a los derechos humanos” y pesca ilegal.

La sobrepesca y las prácticas dañinas de estas embarcaciones tienen un impacto devastador en el ecosistema marino, especialmente en la población de calamar, una especie clave en la cadena alimentaria. El experto en pesca ilícita y conservacionista Milko Schvartzman afirmó: “Cualquier impacto en el calamar tiene un impacto en todo el ecosistema”.

Además, estas prácticas perjudican a los pescadores argentinos, que además de contar con una flota sumamente reducida, cumplen con las exigencias de cuidado del ecosistema.  

Las Fuerzas Armadas de Argentina están intensificando sus esfuerzos para combatir estas operaciones de pesca en una región que, según advierten los expertos, está al borde del colapso ambiental.

No hay ningún lugar en el mundo en el que en una pequeña franja de océano haya más de 550 barcos pescando sin ninguna regulación”, dijo Schvartzman. “Y el impacto ambiental se debe a esto”.

Incluso cuando las embarcaciones pesqueras se mantienen fuera de la zona económica exclusiva de Argentina, la sobrepesca y otras prácticas dañinas pueden dañar el ecosistema marino, explica Schvartzman. “Un pez no entiende [estas] fronteras imaginarias que inventamos”, dijo.

“Para las especies, para el ecosistema, no importa si la embarcación está un kilómetro más lejos o más cerca… el impacto es el mismo”.

Un problema global

La presencia de flotas pesqueras chinas involucradas en pesca ilegal y no regulada no se limita a Argentina. Este es un problema global, con avistamientos similares frente a las costas de África Occidental, en el mar de China Meridional y en otras partes de Sudamérica.

La creciente demanda de mariscos en China impulsa la expansión de su flota pesquera, que viaja miles de kilómetros en busca de recursos. El número de embarcaciones en la frontera de la ZEE argentina ha aumentado significativamente en los últimos años, creando una “ciudad flotante” que preocupa a expertos y autoridades.

La Armada Argentina ha intensificado sus esfuerzos de vigilancia y control, adquiriendo nuevos aviones y realizando operaciones conjuntas. El gobierno argentino ha expresado su preocupación por la amenaza a sus recursos naturales y ha llamado a la responsabilidad de las empresas pesqueras y del gobierno chino.

Fuente: CNN

Compartí esta noticia !

Taiana presentó el Comando Conjunto Marítimo para controlar las aguas territoriales de la Argentina

Compartí esta noticia !

El ministro de Defensa, Jorge Taiana, presentó hoy el Comando Conjunto Marítimo que se encargará de la protección de los espacios oceánicos y fluviales argentinos en una tarea coordinada que incluirá la participación de las tres Fuerzas Armadas y fuerzas de seguridad y que comenzará a operar a partir del 1 de enero de 2022.

“Este comando tendrá la misión de supervisar la presencia de buques y naves en la zona económica exclusiva de las 200 millas marítimas argentinas. Contará con la participación de las tres Fuerzas Armadas (Marina, Ejército y Fuerza Aérea) para vigilar nuestras aguas y evitar actividades con la depredación de nuestros mares”, señaló Taiana durante la presentación que se llevó a cabo en el edificio Libertad de la Marina.

Y en ese sentido, aclaró: “Las actividades de control que desarrollara este Comando no se limitaran al control de la pesca. Estamos ante un instrumento que formará parte de la estrategia de defensa de la Argentina”.

Taiana afirmó que el Comando Marítimo Conjunto responde a “una estrategia por capas, que le permite al Estado “anticiparse ante la presencia de amenazas” en las aguas territoriales del país.

“Es una forma de anticiparnos, ocupar el territorio y monitorear los espacios para contar con estrategias de intervención. Es parte de la política defensiva de Argentina”, apuntó el ministro.

El Comando funcionará en el piso 12 del edificio libertad de la Armada Argentina, donde se recibirá información proveniente de distintas fuentes y que se incorporan a una base de datos.

“Nuestra misión es conducir operaciones de vigilancia en los mares de forma permanente para contribuir a la preservación de los intereses de la Nación Argentina”, precisó e comodoro de Marina Norberto Pablo Varela.

En pantallas gigantes dispuestas en una sala de operaciones, se puede observar la presencia de buques pesqueros y petroleros que navegan el Mar Argentino y se encuentran más allá de las 200 millas, el límite territorial de las aguas marítimas argentinas.

En los monitores puede apreciarse la gran cantidad de buques que se estaciona en un banco ubicado a la altura del golfo San Jorge, donde entre los meses de noviembre y mayo, cuando se llevan a cabo las actividades de captura del calamar.

“En la actualidad, tenemos 267 buques en la zona de la milla 201, seis vieron desde el pacífico y 42 provienen desde el Océano Índico. Todos los barcos para salir al mar deben tener de forma obligatoria un sistema denominado AIS, que permite localizarlos de forma satelital”, explicó el capitán Alberto Cohen, uno de los oficiales a cargo del funcionamiento operativo del Comando.

Toda esa información que se recibe desde el AIS, es procesada mediante un sistema de la Armada denominado “Polus”, que permite que pueda monitorearse la ubicación de las naves.

¿Qué pasa cuando uno de los buques apaga el AIS para evitar ser detectado? La información que dispone el comando es comparada con imágenes satelitales nocturnas que son registradas por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE).

El sistema de rastreo y vigilancia incluye el despliegue de buques patrulleros de la Armada como el ARA Bouchard, ARA Storni, ARA Piedrabuena y ARA Cordero (que estará operativo en mayo de 2022).

También se coordinan acciones con naves de Prefectura Naval y aviones de la Armada que realizan tareas de vigilancia aérea, y puede sumarse aparatos de otras fuerzas.

“Vamos a trabajar de forma coordinada con efectivos de las tres fuerzas armadas. En este comando participarán oficiales y suboficiales el cuidado de nuestros recursos”, apuntó Varela.

El comando recibe además información de Armadas de otros países de la región para facilitar la información del tránsito de buques por los océanos.

“El trabajo con las fuerzas de seguridad está coordinado mediante convenios que limitan las competencias que cada institución posee en el contexto de la ley de defensa”, puntualizó Varela.

A partir del 1 de enero, el comando comenzará con sus operaciones y la información que se reciba será compartida con las bases navales de Puerto Belgrano, Mar del Plata y Ushuaia, según indicaron fuentes de la Armada.

Además de vigilar las áreas marítimas protegidas, el Comando supervisará actividades científicas, apoyará la gestión de catástrofes ambientales y sobre todo, controlar el tránsito marítimo desde y hacia las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, donde el gobierno ilegítimo que Gran Bretaña instaló en ese territorio reclamado por Argentina otorga licencias de pesca.

Fuente Télam

Compartí esta noticia !

Mitos y realidades de la Milla 201: Robo y pérdidas millonarias para el país por la pesca ilegal

Compartí esta noticia !

Por Sergio Almada* – Casi a diario, podemos leer o escuchar cómo la actividad de la flota extranjera más allá de las 200 millas náuticas genera millonarias pérdidas para nuestro país, además del robo sin control de nuestros recursos pesqueros más preciados. En vez de preguntarnos cómo es posible que no hagamos nada para evitarlo, tal vez, deberíamos indagar primero en la confiabilidad de esos datos, o bien, en la fuente de esa información o en cómo se realizan estos cálculos.

Para empezar, es necesaria una aclaración: la milla 201 no existe como un espacio marítimo en el derecho internacional ni en el derecho argentino. Este término, rechazado por algunos especialistas, es habitualmente utilizado para identificar al área adyacente más allá del límite exterior de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) y a su problemática en particular, y se corresponde con una porción de lo que el Derecho del Mar define como la alta mar, abierta a todos los Estados y de utilización exclusiva para fines pacíficos.

Los robos y pérdidas millonarias en esta zona como consecuencia de la pesca ilegal de la flota extranjera, no son afirmaciones difundidas solamente por los medios de comunicación, organizaciones ambientales o “especialistas” en temas pesqueros o del Atlántico Sur. Suelen formar parte también de la fundamentación de proyectos de ley o incluso del discurso de autoridades legislativas de nuestro país que toman apresuradamente las sugerencias de asesores, o bien, tras la aplicación del difundido “copie y pegue”, ya que como suelen decir los jóvenes, todo suma.

A continuación, discutiremos estas afirmaciones tantas veces escuchadas. Dado que incluyen dos conceptos bien diferentes, “robo” y “pérdida”,  los analizaremos de manera separada.

Los recursos de la columna de agua más allá de las 200 millas (alta mar) son libres de ser explotados por cualquier Estado. Con excepción, para el caso particular de la Argentina, de las especies sedentarias del lecho de nuestra Plataforma Continental (aquellas que viven o se desplazan en permanente contacto con el mismo), sobre las cuales nuestro país posee derechos de soberanía.

Se trata de un espacio marítimo donde la libertad es una regla de oro, especialmente la libertad de navegación y de pesca. Libertad de pesca que no es absoluta, ya que debe ejercerse con sujeción a otras normas del derecho internacional relativas a la conservación y administración de los recursos vivos, pero en modo alguno constituyen un marco regulatorio que permita calificarlas de ilegales o disciplinar el ejercicio de tal libertad.

La ilegalidad sólo se configuraría si alguno de estos buques, operando sus artes de pesca, ingresara a nuestra ZEE sin autorización, pero mientras lo haga en la columna de agua de la alta mar, aquello no ocurre. En este sentido, si la pesca que realiza esta flota no es ilegal, no podemos hablar de robo y por lo tanto esta afirmación no merece un mayor análisis para ser considerada incorrecta.

Ahora bien, desarticular las afirmaciones acerca de las pérdidas millonarias de nuestro país, no resulta igual de sencillo. Nos obliga a considerar otros factores, como por ejemplo, de dónde provienen los datos o cómo se calculan estos valores.

Diversas organizaciones internacionales y fundamentalmente ONGs con fines ambientales, manejan con mayor o menor exactitud datos de capturas estimadas de la flota extranjera en la Milla 201, especialmente aquellas vinculadas a la especie calamar illex argentinus. Ahora bien, lo importante es conocer cómo finalmente se interpreta y traduce esa estimación de captura, en una pérdida millonaria para nuestro país.

Indagando en el tema, resulta que dichos datos estimativos de captura son generalmente multiplicados por el precio en el mercado internacional de la especie capturada y esos montos, millonarios por cierto, son atribuidos a pérdidas de nuestro país por la acción de la flota extranjera.

Frente a esto, nos preguntamos si en caso de que esa flota extranjera no existiera en la Milla 201 ¿nuestra flota pesquera nacional (especialmente la dedicada a la captura del calamar, con aproximadamente 50 buques poteros) estaría en condiciones de hacer propia esa captura? Seguramente la respuesta sea que no. Entonces, ¿por qué atribuir el valor de la captura de la flota extranjera directamente a una pérdida de nuestro país, sobredimensionando con ello el verdadero daño?

Pensemos, en cambio, cuáles podrían ser las maneras correctas de hacerlo. Tal vez, resulte más apropiado, por ejemplo, determinar científicamente cómo la pesca indiscriminada en alta mar afecta la biomasa o stock del recurso calamar y, cómo esta afectación, reduce la captura de esta especie o de otras del ecosistema por parte de la flota pesquera nacional. Esta reducción, multiplicada por el valor comercial internacional, nos daría una cifra más real. 

Reconocemos que no sería tarea fácil, ya que se trata de una especie que además de tener un ciclo de vida muy corto (anual), su abundancia está sumamente condicionada a variables ambientales como la temperatura del agua, salinidad, corrientes marinas, entre otros factores, de tal modo que la abundancia de una temporada no significa necesariamente una recuperación de la especie, ni su escasez en otra, su sobreexplotación.

Otra manera, podría ser calcular el impacto que la mayor o menor pesca de calamar de esta flota extranjera, tiene sobre los precios del mercado internacional y en consecuencia, su repercusión sobre las ganancias producto de las exportaciones de nuestro país. Seguramente ello también, se aproximaría más a un verdadero cálculo de pérdida.

Desvirtuar la realidad de lo que sucede en la Milla 201, tal vez contribuya a colocar esta problemática ambiental en las agendas pública y política, sin embargo, su efecto podría ser muy negativo a la hora de diseñar políticas para ofrecer soluciones y alcanzar la conservación y uso sostenible pretendidos, así como la tan deseada gobernanza y orden en el mar.   

* Licenciado y Profesor en Geografía. Licenciado en Seguridad Marítima. Coordinador Equipo Interdisciplinario para el control de los Espacios marítimos y sus recursos (EICEMAR). Oficial Superior retirado de la Prefectura Naval Argentina.

Compartí esta noticia !

Ecología incautó elementos de pesca en dos operativos de control

Compartí esta noticia !

 

El personal de control del Ministerio de Ecología conjuntamente con la Policía lacustre realizó operativos de control en el lago Urugua-i y en el arroyo Yacu-i, incautando elementos de pesca y sancionando a los infractores.

Los operativos de control en el lago Urugua-i dieron como resultado de los recorridos en distintos sectores del lago y Perilago en la zona denominada La Pochocha el secuestro de elementos varios: 3 redes, un gomon,y campamentos.

En tanto en el arroyo Yacu-i se secuestraron: 1 bote de madera y 80 metros de redes. En total los infractores eran once adultos y un menor, parte de ellos domiciliados en la localidad de Iguazú y otros en Wanda. Se levantaron las actas respectivas y se procedió al secuestro de los elementos mencionados.

Compartí esta noticia !

Categorías

Solverwp- WordPress Theme and Plugin