Señal de alerta
No cabe ninguna duda que Misiones ha sido una de las provincias (sino la más) que mejor “aguantó” los impactos más fuertes de la pandemia, y que logró en un escenario totalmente adverso, salir bien parada.
La gran mayoría de los indicadores así lo demuestran, no solo con un boom de recaudación (de la mano de mayor consumo interno), sino también con datos relativos a construcción, demanda energética, actividad comercial, y otros. De hecho, el propio Ministerio de Producción, a través del CEP XXI, afirmó que Misiones es una de las dos provincias donde los niveles de crecimiento de actividad comercial ya estaban por encima del año anterior, marcando así un notable crecimiento mientras que la mayoría de las provincias mostraban todavía escenarios más adversos.
Sin embargo, entre todo ello, hay un indicador que es relevante a seguir y que empezó a mostrar señales de alerta: el empleo privado formal. En este punto hay dos análisis que hacer: la foto y la película, esas dos herramientas frecuentemente usadas para evaluar escenarios.
El Ministerio de Trabajo de la Nación publicó los datos de empleo registrado en el sector privado correspondiente al mes de noviembre de 2020: este indicador, que nace a partir de los datos que las empresas informan a la AFIP, nos permite evaluar el comportamiento del mercado de trabajo privado formal y así analizas la situación provincial al respecto.
En primer lugar, la foto: en noviembre Misiones tuvo una nueva caída del empleo privado formal en la serie desestacionalizada, esa que nos permite analizar la evolución en términos mensuales. Ese descenso fue del 0,1% (equivalente a la desaparición de solo 96 puestos de trabajo; pero decimos “nueva” porque en octubre también Misiones había mostrado un descenso, que fue del 0,4% contra septiembre, y que representaba un total de 392 empleos menos.
Si bien el descenso de noviembre fue notoriamente menor, la alarma se prende al observar que es el segundo mes consecutivo de caída y que, en esos dos meses, se perdieron 488 empleos privados formales.
Esas caídas habían cortado una racha sumamente positiva que mostró Misiones de tres meses seguido de alza, entre julio y septiembre, donde se habían creado 1.318 empleos privados formales. De aquí viene el otro criterio de análisis, que es la “película”.
En el mes de abril de 2020, la pandemia derrumbó el mercado de trabajo en todo el país. Solo entre abril y junio, Misiones perdió 3.034 empleos privados registrados, y lo mismo sucedía en todo el país. pero a partir de allí, Misiones comenzó un proceso de crecimiento sostenido, que hizo que en septiembre ya haya superado los niveles prepandemia: es decir, en ese mes los trabajadores formales privados ya eran más que en febrero.
Por ello, y a pesar de las caídas de octubre y noviembre, se mantiene todavía como una de las únicas tres provincias del país cuyo mercado laboral formal privado está por encima de los niveles prepandemia. Dato positivo en todas sus dimensiones y que demostró a todo el país las fortalezas de la economía misionera, junta a tantas otras variables que fuimos analizando en estos meses.
Pero volviendo a la foto, no deja de preocupar que ya son dos meses seguidos los que muestran bajas. Un personaje de la TV española repetía siempre que “algo que ocurre una vez es un hecho; si ocurre dos veces, es coincidencia; pero si ocurre tres veces, es un patrón”. Aunque apunte más a lo simbólico que literal, los resultados del mes de diciembre van a marcar una verdadera temperatura en la provincia en relación a este tema. Si se repite la caída, entonces deberemos a empezar a pensar en una tendencia; si se revierte, entonces fue una alerta.
Pese a esto, y aun considerando el gran desfasaje de los datos, se debe destacar el papel del gobierno provincial al respecto: la consolidación de los programas de fomento al consumo y el éxito de los programas Ahora, junto a los nuevos anuncios de incrementos salariales para los agentes públicos, necesariamente impactan en la cadena económica y generan beneficios en el empleo en el mediano y largo plazo.
Lejos de ser un observador pasivo, la administración provincial dio respuestas a una situación que justamente requiere de lo que escuchamos como Estado presente, apuntando justamente a fortalecer a los actores que son generadores de empleo.


















