Saber elegir las batallas

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La retórica belicosa del Presidente no ayuda en momentos de tanta fragilidad económica y debilidad de su propia gestión. Basta decir que para conseguir su mejor arma, tuvo que recurrir al respaldo de la oposición, porque soldados propios huyeron para otras batallas.

Alimentar expectativas que después se diluyen en un discurso sin medidas concretas, termina por minar la confianza en que se pueda ganar siquiera alguna batalla. Si el comandante titubea y no hay un rumbo claro a seguir, la moral de la tropa cae en picada. Y lo que necesita hoy el país, más que nunca es certidumbre. Certidumbre para trabajar, para invertir y para creer. Ya hay demasiado estrés acumulado. “Previsibilidad”, prefiere decir el gobernador Oscar Herrera Ahuad, palabra que repitió en varias oportunidades mientras se negociaba el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y el Gobierno nacional andaba a la caza de respaldos.

La previsibilidad finalmente la aportaron los gobernadores y los legisladores de la oposición, que en un alarde de cinismo, se ufanan de su “responsabilidad” a la hora de aportar votos, eludiendo el pequeño detalle: si hubieran tenido esa misma responsabilidad cuando estaban en el Gobierno, la Argentina no tendría hoy que renegociar una deuda de casi 50 mil millones de dólares, cuyos vencimientos maniataban al país por casi una década.

No deja de sorprender la acumulación de errores no forzados en la comunicación, pero solo se trata de reflejos de un estado de situación. En lugar de capitalizar la aprobación del acuerdo con el FMI con el respaldo de la oposición, Alberto Fernández dilapidó su efecto en juegos de guerra para los que el país no está preparado. 

Que el Jefe de Estado prometa que “el viernes” iba a comenzar la guerra, lleva implícito que durante casi dos años se hizo poco y nada. Ponerle fecha de inicio no es, tampoco, un mérito. El reloj es inclemente. Vale decir que en la guerra, el derrotado termina muerto o expoliado

Mientras se escribe esta columna pasó más de un día de la hora cero y apenas hubo un par de declaraciones políticamente correctas -”tenemos que acumular reservas” y “vamos a aplicar la ley de abastecimiento si fuera necesario“- y un par de medidas de resultado incierto: la creación de un fideicomiso cuya finalidad será estabilizar el precio del cereal en niveles prebélicos, al mismo tiempo que se fijó un nuevo esquema de derechos de exportación para subproductos de la soja para poder financiarlo. 

Parece poco para contener el avance de una inflación que marcó 4,7 por ciento en febrero y que lleva un acumulado de más de 50 por ciento en los últimos doce meses. Suena escaso para frenar el avance de los aumentos en marzo, que comenzó con aumentos en los combustibles de entre 9 y 11 por ciento e incluso más en las provincias más alejadas de la Capital Federal, como Misiones, donde ahora está la nafta más cara del país.

Ahí radica otro motivo de impaciencia. El Presidente que prometió ser el más federal de los porteños, no deja de repetir lógicas del centralismo. Misiones es la provincia más castigada por la suba de las naftas, con precios enormes en comparación con la Capital subsidiada y pletórica de infraestructura: la diferencia es de hasta 27 pesos por un litro de nafta premium entre la ciudad de las Cataratas y el centro porteño. 

No sorprendió la reacción de Herrera Ahuad, quien llamó al CEO de YPF, Gustavo López, para quejarse de la “discriminación” en contra de Misiones. El funcionario nacional quiso exhibir documentos para justificar los aumentos asimétricos, pero el mandatario misionero insistió en el daño al bolsillo de miles de misioneros que no tienen porqué pagar el costo de los balances que tienen que cerrar. Este lunes se verán cara a cara para trabajar en algún tipo de compensación o precio diferencial.

Claro que hay pujas por la distribución de los ingresos. Pero el Estado debe velar por que la balanza se equilibre y no al revés. En Misiones por estas horas se vive una fuerte puja por la renta agraria. El Gobierno misionero hace años definió su posición: del lado del sector productivo no sólo para defender un valor alto de la yerba mate -(“Yo estoy soñando con 60 centavos de dólares, porque hay inflación en dólares, pero siempre a favor de nuestra economía”, marcó el conductor de la Renovación, Carlos Rovira). 

La posición misionera es permanente y contrasta con otros modelos productivos. Mientras los productores pedían 65 pesos por el kilo de hoja verde, con el respaldo del Gobierno, el representante correntino en el Instituto Nacional de la Yerba Mate, evitó pronunciarse por algún número, mientras que la industria ofreció 52 pesos, lo mismo que pedía la producción, pero… en diciembre. El mismo precio que “defendió” el gobernador correntino Gustavo Valdés cuando fracasó la concertación y después de que su representante jugara callado.

La jugada se repite ahora con idéntico resultado: siete votos a favor de la posición misionera, pero el fracaso del acuerdo de precios, lo que deriva en un nuevo laudo de la Nación, que, previsiblemente, fijará un valor inferior en medio de la “guerra” contra la inflación. Falaz argumento que se repite desde hace años: a la luz de los resultados, la yerba sigue a “precios bajos”, pero la suba de precios es récord.

Misiones también tomó posición en una batalla clave en la que está en juego el modelo productivo. Nuevamente, enfrente está Corrientes. 

El INYM sacó el año pasado la resolución 170, que limitaba a cinco hectáreas por productor las nuevas plantaciones. Había un alerta de sobreproducción que podía hacer peligrar los precios. Ahora se confirmó que hay 209 mil hectáreas plantadas, muchas más de las que estaban declaradas, de las cuáles 187.060 ya están en producción y 22.216 estarán disponibles en futuras zafras en uno, dos, tres o cuatro años. Ahí radica el desequilibrio. Con la producción actual se alcanzaron 882 millones de kilos de hoja verde, suficiente para atender el mercado interno y externo. Con las nuevas plantaciones proyectadas, se agregarían 220 millones de kilos más, lo que elevaría la producción en 2026 a 1.102 millones de kilos de materia prima, bastante por encima del consumo interno, que no crece al mismo ritmo, y los envíos al exterior. 

El relevamiento también refleja el desatino que significa que las políticas productivas no se resuelvan en el seno del INYM y terminen dependiendo del humor de la Nación o la voluntad de un juez de Corrientes: en Misiones se concentran 181.890,02 hectáreas de yerba, contra solo 27.386,86 de la vecina provincia, en los departamentos de Santo Tomé e Ituzaingó. 

Sin embargo, el Poder Judicial correntino metió la cola, primero a pedido de La Cachuera y ahora a favor de la Asociación de Molineros de Corrientes, integrada por Las Marías, Playadito y Navar, que produce la yerba Primicia. Gustavo del Corazón Fresneda, el juez colombista de Paso de los Libres -bastante lejos de la zona productora- otorgó sendos amparos y anuló la resolución a favor de los demandantes. La Cachuera tenía intenciones de plantar mil hectáreas, Las Marías blanqueó que quiere plantar cinco mil y Navar reniega de comprar yerba en Misiones “con los costos que esto implica” estimados en “60 millones anuales”. 

Si el fallo del juez correntino prospera -hay una cuestión de competencia con Posadas que todavía no fue resuelta por la Corte-, se anulará la razón de ser del INYM: proteger el equilibrio de la cadena productiva. Sin esa herramienta, las grandes industrias podrán profundizar su política de autoabastecimiento, fijar precios y dejar en el camino a miles de productores pequeños. La misma crisis de concentración que ocurrió después de la supresión de la Comisión Reguladora de la Yerba Mate durante el reinado de Domingo Cavallo en los 90, que terminó en un caos de precios bajos y vales de alimentos a cambio del viejo oro verde. La misma concentración que hoy permite que cuatro o cinco empresas dominen el precio de los alimentos en la Argentina.

Los misioneros no nos podemos dar el lujo de otra crisis como la de 2001”, enfatizó Ricardo Maciel, el representante de Misiones en el directorio del Instituto Nacional de la Yerba Mate.

Ese fantasma es recurrente. Durante su paso por el gobierno, Mauricio Macri pretendió imponer la desregulación del mercado. Hace pocos meses, en campaña el entonces candidato a diputado nacional del radicalismo, Martín Arjol, hizo campaña con el gobernador correntino Gustavo Valdés, quien impulsó la movida judicial en contra de la regulación del INYM. Su ministro de Producción, Claudio Anselmo era el CEO de las Marías. 

El radicalismo misionero cuenta con la bendición de Valdés para pelear cargos en 2023. No será tarea sencilla, porque primero debe dirimir sus disputas internas, que abundan antes de cada elección. Es la misma búsqueda que las otras oposiciones. El ¿ex? Frente de Todos está en plena ebullición. La diputada nacional Cristina Britez fue una de las que votó en contra del acuerdo del Gobierno con el FMI.

En la Renovación miran esas disputas de lejos, con la gestión como premisa. Esta semana se cerraron acuerdos salariales con el UPCN y ATE, que se sumaron a los de la Policía y docentes. El acuerdo con los estatales busca que el impacto sea mayor para los empleados y empleadas de menores ingresos: las categorías 1 a 11 recibirán un aumento del 21% en el básico, con un adicional fijo de 5 mil pesos para las categorías hasta 21, y aquellos entre las categorías 22 y 24 un monto de 2.500, para que no se pierda poder adquisitivo.El mandato del presidente de la Legislatura, Carlos Rovira, de “apurar el tranco” para respaldar la gestión del Gobernador, cuya imagen está entre las mejor valoradas de la Argentina. “No hacer es imperdonable en estos tiempos”, definió el conductor renovador.

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“No me gustaría que Macri volviera a ser presidente”, resaltó Gerardo Morales

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(Por Damián Juárez).-El gobernador de Jujuy y líder de la UCR, Gerardo Morales, aseguró que no le gustaría que Mauricio Macri volviera a ser presidente de la Argentina en 2023 y consideró que el PRO “cometió errores” cuando gobernó.

Morales concedió una entrevista telefónica a la agencia de noticias Télam desde Dubái, donde se encuentra para participar de una gira por Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Arabia Saudita, junto a funcionarios del Gobierno nacional y mandatarios de las provincias del denominado Norte Grande.

Morales también evaluó que la media sanción que obtuvo esta semana el proyecto de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la Cámara de Diputados “fue un triunfo del diálogo sobre la insensatez”. El gobernador jujeño fue uno de los que respaldó el acuerdo desde el minuto cero de las negociaciones.

¿Cree que la oposición debe sumar a más sectores políticos en caso de llegar al Gobierno en 2023?

Gerardo Morales: Hay que hablar con sectores del Frente de Todos (FdT). No hay margen ya en la política para la irrupción de facciones antidemocráticas por izquierda o derecha.

T: ¿Cómo vislumbra el futuro político del expresidente Mauricio Macri?

GM: No lo veo con ambición presidencial, pero todavía es un dirigente de peso del PRO y es líder de JxC, mas allá que no me gustaría que volviera a ser Presidente. Estas internas con el PRO las tenemos que resolver en las PASO. El próximo Presidente debe ser radical.

T: Como titular de la UCR, ¿cómo ve al partido en esta coyuntura política, luego de haber tenido un rol menor en Cambiemos durante el gobierno de Macri?

GM:-Eso que ocurrió no fue culpa del PRO, sino responsabilidad nuestra. El PRO obviamente marcaba la cancha y avanzaba y en todo caso los que teníamos que reaccionar éramos nosotros. Pero han cambiado las cosas. Ellos cometieron errores en el gobierno.

T: La UCR por un lado demuestra más visibilidad en los últimos tiempos, pero también exhibe retrocesos, como el quiebre del bloque en Diputados…

GM: La relación con (el senador nacional) Martín Lousteau es buena y estamos trabajando para la reunificación del bloque. Se van agotando los tiempos y espero que en las próximas semanas terminemos de resolver eso. La división en Diputados debilita a la UCR.

T:-¿Qué balance hace de las negociaciones que se llevaron adelante en el Congreso para que el acuerdo con el FMI obtuviera media sanción en Diputados?

GM: Me parece que fue la mejor expresión de que la grieta no le sirve a los argentinos. Es algo que vengo planteando desde hace años. Hay que dialogar. Eso fue lo que se hizo y terminó imponiéndose la sensatez, pese a que hubo ‘halcones’ que me saltaron a la yugular.

T: En Juntos por el Cambio (JxC) hubo diferencias internas antes de llegar a un consenso para votar el proyecto…

GM: Sí, llevó tiempo. Pero las diferencias se zanjaron. Al FMI le importa más el aval político a la refinanciación que la letra chica.

T:-¿Cómo observó a las distintas fuerzas políticas en este debate?

GM: Por una lado terminaron votando juntos los libertarios, la izquierda y un sector del kirchnerismo. Pero más allá de eso, terminó ganando el diálogo y en esto tuvo un rol importante Sergio Massa como titular de la Cámara de Diputados. También fue importante la actitud de JxC.

T: ¿Cómo cree que quedaron posicionados el FdT y JxC tras este debate?

GM: Creo que desde JxC hemos actuado sin que prevalezca el arrebato de una oposición con una actitud irracional. Cuando el bloque del PRO se levantó del recinto (durante la Asamblea Legislativa del pasado 1 de marzo) terminaron invisibilizando las diferencias en el FdT. A JxC lo veo bien, en la medida en que sigamos por ese camino y construyamos sobre la base de propuestas para llegar a 2023 con programas de Gobierno.

T: Hay varios referentes opositores rumbo a las presidenciales del año próximo. ¿Están trabajando en propuestas concretas? ¿Cree que debe haber autocrítica de la oposición sobre lo que fue el Gobierno de Mauricio Macri?

GM: Varios equipos técnicos ya están trabajando en propuestas. Del lado del radicalismo estamos impulsando y ordenando el trabajo de la Fundación Alem. Empezamos con los institutos de políticas públicas en todas las provincias y articulamos con la Fundación Pensar (PRO), la Fundación Hannah Arendt de la Coalición Cívica y el instituto que puso en marcha Miguel Ángel Pichetto. Respecto de la autocrítica, la sociedad no nos votó en 2019 porque hay cosas que hicimos mal. Terminamos defraudando al conjunto de la sociedad y no quiero que nos vuelva a pasar en 2023. Pero todos tenemos responsabilidades. Al PRO no le gusta que yo diga esto. El Gobierno, por su parte, tampoco puede tener una mirada unilateral. Ellos creen que no tienen responsabilidades y en lo que va de la gestión de Alberto (Fernández) la deuda ya alcanza los 65 mil millones de dólares.

T: ¿Cuál es la importancia que tiene esta gira para Argentina y las provincias del Norte del país?

GM: El objetivo es generar más inversiones para la Argentina. Los inversores plantean en algunos casos el problema de las normas argentinas en relación a la salida de divisas del país. Por otro lado, también hay interés en lo que el país pueda vender. La idea es instalar una oficina de comercialización de productos de las diez provincias del Norte Grande en Dubai, en los EAU. Venimos con funcionarios nacionales con la intención de tener reuniones con empresas de minería y extracción de litio. Es un interés compartido que tenemos con el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil (Frente de Todos).

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Prioridades y posibilidades

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¿Puede haber un mejor diálogo político que la conversación sincera con los vecinos al visitar un barrio y analizar las prioridades y posibilidades? La frase del intendente posadeño, Leonardo Stelatto, durante la lectura del mensaje de apertura de las sesiones del Concejo Deliberante, resume con simpleza la sustancia de la política. Escuchar, dialogar, evaluar, resolver. El concepto está en las antípodas de la grieta que domina la política argentina y que no distingue problemas ni soluciones. 

Los representantes del macrismo explícito exacerban ese polo opuesto. Casi como una confesión de parte, entre gritos e insultos, abandonaron la sesión de apertura del Congreso, cuando el presidente Alberto Fernández advirtió que el acuerdo con el FMI para renegociar la deuda tomada por Mauricio Macri, no obstaculiza el avance de la causa judicial para determinar las responsabilidades penales por endeudar a la Argentina por la friolera de 57 mil millones de dólares. Uno a uno, entre ellos el misionero Humberto Schiavoni, fueron dejando el recinto, ofuscados por recordárseles que fueron parte del gobierno responsable del mayor endeudamiento de la Argentina y del mayor préstamo en la historia del propio Fondo Monetario. 

En un esfuerzo de negación, se ofendieron por la sola mención de que la Justicia independiente puede investigar las responsabilidades de su Gobierno por un endeudamiento que condena (nuevamente) a la Argentina a la dependencia del FMI. No deberían preocuparse tanto. La Justicia suele ser lenta con algunos temas, como reflejó el Papa Francisco en un mensaje desde la cumbre de magistrados que sesionó en Misiones: pidió “reemplazar los discursos por las prácticas” frente al “drama de la injusticia estructural”. 

En un desparpajo a prueba de medios complacientes, ahora Cambiemos duda en respaldar el acuerdo porque es “una bomba de tiempo” para la Argentina. La renegociación, no la deuda de 57 mil millones de dólares, ni la deuda a cien años, ni los 19 mil millones de dólares que había que pagar este año o el monto similar que había que pagar el año que viene. La renegociación. 

“No podemos avalar con nuestro voto un acuerdo con el FMI que es perjudicial para los argentinos”, definió el diputado Luciano Laspina, uno de los principales referentes económicos de Pro. Frase seguida, culpó al FMI, al que fueron a pedirle auxilio hace apenas cuatro años, por darle “dos años de sobrevida a un modelo que está agotado”.

Paradójicamente, las críticas del macrismo extremo se confunden con las del ala dura del kirchnerismo, que también se opone a sellar el acuerdo con el FMI y juega a una guerra de desgaste interno con final incierto. 

El purismo lo lidera Máximo Kirchner. Parece olvidar lecciones de su propio padre, que en 2005 pagó toda la deuda del FMI, cuyos orígenes se remontaban a la dictadura o la cuestionada década de los 90. “Hay que desdramatizar y en ese momento histórico, en la acumulación de poder político que teníamos nosotros, en la relación de fuerza que teníamos, todavía no habíamos resuelto el tema del Fondo Monetario Internacional. Lo importante era no castrar un proceso”, decía Néstor Kirchner en referencia a Martín Redrado como parte del primer gobierno k. Cualquier parecido es pura coincidencia. 

Es momento de soluciones y no de dogmas que no ofrecen alternativas superadoras.

El problema no es el acuerdo, sino tener al Fondo dentro de la casa. El acuerdo tiene algunos elementos inéditos hasta para el propio FMI. 

El período de repago de cada desembolso es de 10 años, con un período de gracia de 4 años y medio, lo que implica comenzar a pagar la deuda a partir de 2026 y hasta 2034. Eso implica un ahorro para este año de 19 mil millones de dólares y otro tanto en 2023. 

También cambia el cómo enfrentar los problemas de la economía argentina. El principal, entender que la inflación es un fenómeno multicausal y no únicamente obedece a la emisión monetaria. 

Se apunta a fortalecer las reservas y hay un compromiso de estabilidad cambiaria, que evitará una devaluación en la que siempre pierden los de menores recursos. Por eso, las tarifas subirán de modo segmentado: para los usuarios residenciales se considerará como criterio objetivo el coeficiente de variación salarial y quienes pagan  tarifa social, el aumento será equivalente al 40% del CVS del año anterior,  mientras que para el resto de los usuarios el incremento total en la factura para cada año calendario será equivalente al 80% del CVS correspondiente al año anterior.

 En esa línea, se pretende anclar expectativas en pos de una desinflación gradual junto a una continuidad de la recuperación de los ingresos reales. Se proyecta un déficit primario del 2,5% del PIB en 2022, cayendo al 1,9% del PIB en 2023 y al 0,9% del PIB para el 2024. 

Finalmente, el FMI no exige ni reforma laboral ni previsional, aunque se revisarán dos regímenes en particular: jueces y diplomáticos. 

No es menor ese compromiso público. En Cambiemos insisten en imponer ambas reformas. El mediático economista devenido en diputado, Martín Tetaz vino a Posadas a hacer campaña con el radicalismo y promocionar sus intenciones de reformas impositivas y laborales. A su lado, el diputado provincial Ariel Pianesi asentía sonriente, mientras algunos empresarios escucharon azorados una de las respuestas del diputado porteño. Cuando le preguntaron por la reglamentación del artículo 10 de la ley Pymes, contestó lo mismo que Mauricio Macri en Puerto Iguazú: “Desconozco el tema“.

Sin ponerse colorado, desde Twitter contó que “visitamos misiones (sic) para fortalecer la UCR, en el marco de un Juntos por el Cambio cada vez más competitivo, con el objetivo de traer dos senadores en 2023; clave para avanzar en el programa de reformas que le conté a empresarios y comerciantes”, disparó como señal de largada de su campaña.

Al igual que Laspina, Tetaz anticipó a los empresarios reunidos en la Confederación Económica de Misiones, que “con las opiniones divididas se puede presumir la negativa” de Cambiemos a aprobar en el Congreso la renegociación de la deuda tomada por Macri. 

Lejos de la grieta está la previsibilidad. El gobernador Oscar Herrera Ahuad ratificó durante la visita del ministro de Economía, Martín Guzmán, la primera oficial a Misiones, que los diputados del misionerismo iban a respaldar el acuerdo con el FMI. 

Durante la visita del ministro de Economía, quien vino a firmar un acuerdo de financiamiento por dos mil millones para obras hídricas y de infraestructura, el Gobernador reiteró la palabra “previsibilidad” que es marca registrada de la Renovación en las últimas dos décadas. Esa previsibilidad es la que permite construir políticas de transformación. Misiones dejó atrás el endeudamiento y concentró esfuerzos en mejorar infraestructura sanitaria y educativa como nunca antes. Los resultados están a la vista: es una de las provincias con menor cantidad de contagios durante la pandemia, lo mismo que el número da fallecidos. Al mismo tiempo, la vuelta a clases encontró a Misiones con las escuelas abiertas y presencialidad plena, con un acuerdo salarial que terminó siendo mejor al firmado por la Nación con los gremios docentes. 

Un ejercicio de memoria es necesario. Tanto la salud como la educación eran manchas negras de la política misionera hasta fines del siglo pasado. Hoy la infraestructura sanitaria es un espejo en el que se miran otras provincias, con más recursos económicos, pero menos hospitales y mal equipados. 

Solo este mes se inaugurarán 24 escuelas. Hace 19 años que Misiones inicia las clases con normalidad y ahora con un salario inicial mejor que en muchas otras provincias. Por normalidad se entiende la enorme mayoría de docentes en las aulas, mientras que un grupo de escasa representatividad sindical tiene como única bandera el paro, dejando sin clases a quien es la razón de ser de la educación. No es casual que entre los huelguistas estén quienes durante el Gobierno de Cambiemos no hicieron ninguna protesta. 

Lo cierto es que de los 24 mil docentes del sector público, apenas 3.175 con cargos con menos de quince horas o menos de 30 días, ganan por debajo del mínimo de 54 mil pesos (la Nación ofreció 50 mil) o menos si tienen menos horas. El resto, más de 21 mil, cobran entre 54 y hasta 300 mil pesos por cargo, aunque el 45 por ciento de los docentes tiene dos en Misiones. 

En los últimos dos años hubo una fuerte recomposición del salario básico, lo que mejoró las condiciones de los activos, pero también de los jubilados, una vieja lucha de la Unión de Docentes de la Provincia de Misiones. 

Esa evolución fue posible por la continuidad de las políticas trazadas, incólumes más allá de las coyunturas, lo que se valora en términos políticos. No es casual que Herrera Ahuad tenga la mejor imagen del país entre los gobernadores.

También se traduce en una economía robusta con un rol activo del Estado que no se corre en las malas, sino que ahí es cuando más presente está. En la crisis de los incendios, Misiones no sólo combatió los fuegos internos, sino que asistió a Corrientes, que dejó en evidencia todas sus flaquezas. Ahora, a pedido de los madereros misioneros, la Agencia Tributaria de Misiones acordó flexibilizar condiciones hasta que haya una estabilidad. El sector forestal no la está pasando mal, con un fuerte salto en las exportaciones, pero algunos pequeños productores que fueron afectados por los incendios. 

El Gobierno misionero juega fuerte en defensa de sus producciones. En el caso del tabaco presiona a la Nación para que se bajen o quiten retenciones, dinero que bien podría quedarse en manos de los productores. En la yerba mate, impulsa un aumento del precio de la materia prima y que se flexibilicen los precios en góndola para aliviar a la industria. Este lunes habrá una nueva sesión de precios y el informe de la consultora Nielsen reveló un aumento del 26,08 por ciento en todas las marcas en góndola, lo que concuerda con las proyecciones de un precio por encima de los 50 pesos, como pedían los productores. ¿Respetará sus palabras el gobernador correntino Gustavo Valdés? Después del laudo de Nación que fijó el precio de la materia prima en 36,83 pesos, el correntino había dicho que “el valor por kilogramo no debería ser menor a los 52 pesos para el productor yerbatero”. Es un buen momento para que sus directores en el Instituto Nacional de la Yerba Mate, acompañen la moción. 

Los indicadores inéditos de producción y consumo sientan a Misiones en la misma mesa que las “grandes provincias” tradicionales. Misiones supera con creces a las economías del NEA y por primera vez en la historia, tuvo un volumen de ventas de combustible (en valores absolutos, es decir, medido en metros cúbicos) superior a provincias como Mendoza y Entre Ríos, y se convirtió así en la quinta provincia del país con el mayor volumen vendido al público de combustible, solo debajo de las grandes jurisdicciones (Buenos Aires, CABA, Córdoba y Santa Fe). 

Esos datos se transforman en argumentos clave para insistir con una de las demandas centrales de Misiones a la Nación: la creación de una Zona Aduanera Especial para potenciar una economía que hoy muestra todo su potencial. Pese al voto negativo de Cambiemos .con los misioneros Martín Arjol, Alfredo Schiavoni y Florencia Klipauka- que frustró el Presupuesto que contenía un artículo con ese objetivo, en ningún momento se dejó de insistir. Ahora trascendió que el presidente Alberto Fernández ordenó al ministro de Producción, Matías Kulfas, que encuentre un atajo formal para que se establezca un beneficio en base al proyecto Misiones, que pueda salir por decreto.

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Rovira: “Se le hizo un daño irreparable a la República”

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El presidente de la Cámara de Representantes de Misiones, Carlos Rovira, analizó la situación de crisis institucional que atraviesa el país luego de que los diputados de la alianza Juntos por el Cambio hayan votado en contra del presupuesto nacional para el año 2022.

Se le hizo un daño irreparable a la República negándole un presupuesto que es la herramienta de vital importancia para desarrollar un Gobierno y brindar soluciones al pueblo”, consideró el conductor del Frente Renovador.

En referencia a los legisladores que votaron negativamente, sostuvo que “desde el Congreso no se gobierna, se ayuda a gobernar a quien está en el Ejecutivo porque el lugar que tiene cada uno lo decidió la gente”.

“Es un antecedente muy nocivo para la República” enfatizó Rovira y desde su rol de diputado y conociendo el trabajo legislativo agregó: “Si no hay coincidencia se debe presentar un proyecto superador, pero no se le niega el presupuesto al país”.

Por último, trajo a la memoria la frase del histórico dirigente radical, Ricardo Balbín, quien hizo referencia al rol que debe tener el oficialismo y la oposición, cuando dijo: “El que gana Gobierna y el que pierde ayuda o acompaña”.

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El mate identidad

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Sin querer, la yerba mate tocó fibras sensibles en Misiones y abrió un debate que sirve para actualizar conceptos políticos. El disparador fue la resolución del Instituto Nacional de la Yerba Mate que limitó las futuras plantaciones a cinco hectáreas por productor para evitar una sobreproducción que tire abajo los precios. Es un fantasma que en forma cíclica sobrevuela el mercado yerbatero. A fines del siglo pasado, en la era de la desregulación, una crisis de sobreoferta y bajos precios le dio vida al mismo INYM al calor de un tractorazo que hace poco cumplió dos décadas. Es el mismo fantasma que hace poco obligó al INYM a prohibir las plantaciones durante 2017, 2018 y 2019, una medida mucho más drástica que nunca llegó a cumplirse durante el gobierno de Cambiemos. 

Ahora la limitación de plantaciones abrió un litigio que deja expuestos los modelos y las políticas productivas de Misiones y Corrientes. 

Por estas horas será la Corte Suprema la que dirima dónde finalmente se debe discutir la potestad del INYM de poder regular los mercados. La yerbatera La Cachuera cuestionó esa potestad ante el juez Gustavo Fresneda, un juez federal de Paso de los Libres muy cercano al radical Ricardo Colombi y que llegó ocupar ese cargo en los últimos meses del gobierno de Cambiemos. El magistrado siquiera escuchó los argumentos del INYM o de Misiones en defensa de la regulación de plantaciones y falló a favor de los intereses de la empresa que, coincidentemente, son los mismos que los exhibidos por el gobierno correntino y la principal yerbatera de la provincia vecina, Las Marías. 

El INYM apeló y consiguió un primer guiño. La misma Cámara Federal de Corrientes elevó la causa a la Corte para que dirima dónde debe discutirse el tema: la Justicia federal misionera reclamó la causa, ya que tanto el INYM como La Cachuera tienen domicilio aquí. En Paso de los Libres siquiera se planta yerba.

Pero es una causa que va más allá del deseo de La Cachuera de expandir sus yerbales. Está en juego mucho más. Está en juego la misma existencia del INYM, cuya razón de ser es el poder regular los precios y mercados para garantizar una sustentabilidad de la cadena. Sin esa facultad, es volver a los 90.

La política productiva de Misiones también se pone sobre el tamiz. Se trata de la definición de un modelo productivo que Misiones y que forma parte de su misma identidad: pequeñas parcelas con miles de familias de productores que viven de la yerba, el tabaco u otros productos. La provincia de Corrientes es antagonista. Tiene otro modelo, que, depende de la óptica, es mejor o peor, pero, en esencia, distinto. 

Incluso, el debate va más allá de la yerba. Supongamos que La Cachuera, o cualquier otra marca, quisiera plantar mil hectáreas de soja. ¿Debería el Estado mirar al costado? ¿Ceder su capacidad regulatoria? ¿No intervenir? 

Hace no mucho tiempo la alianza Cambiemos quiso experimentar con Misiones, y ampliar la frontera agrícola en sociedad con la corporación Maizar. La propuesta era plantar 200 mil hectáreas de maíz transgénico para exportar a Brasil. Nada se decía del impacto ambiental. Sólo la férrea oposición del Gobierno provincial y el grito en el cielo de cientos de productores, frenó el entusiasmo de algunos dirigentes rurales y los funcionarios locales del gobierno de Mauricio Macri. 

La discusión sobre el rol del Estado divide aguas entre Misiones y Corrientes. La diferencia sustancial radica en el modelo fiscal y su trascendencia en la economía. Mientras algunos sectores políticos y empresarios cuestionan el modelo tributario misionero, lo cierto es que la economía local tiene cimientos mucho más sólidos para mostrar que del otro lado del Chimiray. En el sector forestal, por caso, el empleo aquí es más del doble que en Corrientes, que se muestra como potencia y es citada por representantes de la oposición como modelo a seguir. La diferencia se amplía cuando se miden otros parámetros del empleo privado: desde el inicio de la pandemia, el crecimiento misionero del empleo  privado formal fue del 4,4%, creando 4.340 puestos de trabajo. Misiones se ubica como la provincia de mayor generación del empleo del NEA y la  segunda a nivel país, sólo superada por Tierra del Fuego, con una plantilla mucho menor.. 

En términos absolutos, Misiones  creó más puestos de trabajo que todo el resto de las provincias del NEA en conjunto (3.164 entre Chaco, Corrientes y Formosa). Es también, la misionera, la economía con mayor empleo registrado de la región, con 102.057 puestos, mientras que Corrientes tiene solo 76.720.

La discusión disparada por la yerba mate es de tanta relevancia que la primera plana de la política misionera salió en defensa de la limitación de plantaciones y de la producción primaria. 

Inicialmente fue el gobernador Oscar Herrera Ahuad el que ratificó la posición de Misiones, “porque acá están los tareferos, acá están los yerbales y no queremos que la sobreoferta del producto, tire para abajo el precio de la yerba y disminuya nuestra capacidad productiva”.

Nosotros dijimos claramente, antes de las elecciones legislativas. La provincia de Corrientes apoya y acompaña esta medida dictada por un juez de Paso de los Libres. Misiones apoya y acompaña la decisión del INYM que es una decisión de protección y cuidado a nuestros productores y a nuestra cadena productiva”, recordó Herrera Ahuad.

“Voy a ser tajante y contundente. El gobierno de Misiones se pone al frente, acompañando a nuestros productores y acompañando la decisión del Instituto Nacional de la Yerba Mate”, subrayó Herrera Ahuad.

Después, el presidente de la Legislatura y conductor político de la Renovación, Carlos Rovira se expresó en coincidencia con la “muy acertada y firme decisión del Juez José Luis Casals de declararse competente para poner orden a un atropello de la autoridad judicial de Jurisdicción de Corrientes en lo referente a un pedido de una empresa para plantar cientos de hectáreas de yerba”.

En el mismo sentido, Rovira elogió el “coraje y trascendencia” del presidente del INYM, Juan José Szychowski “en defensa de los pequeños productores y en el camino de la lucha por un precio justo para nuestro producto madre: la yerba mate”. 

Szychowski había dicho que “la decisión judicial afecta a la sociedad en su conjunto, porque si la Resolución no puede implementarse vamos camino a una sobreoferta de hoja verde llevando a la caída de precios y a una crisis en el sector yerbatero”.

Para Rovira, el debate es mucho más profundo que el conflicto puntual por la resolución 170, que fue cuestionado por La Cachuera. Se trata nada menos que del equilibrio de una de las principales cadenas productivas de Misiones, de la que dependen miles de productores y sus familias. “Acá no se trata solo de las tierras, sino del precio, la producción, la economía en su conjunto”, analizó.

Al mismo tiempo, el conductor de la Renovación recordó que se trata de defender un precio de referencia para la yerba en torno a los 50 centavos de dólar -idea que ya había expuesto hace algunos años-. Ese es el precio promedio que hoy está pagando el mercado, pero que rápidamente puede caer si los grandes jugadores del mercado tienen cada vez más materia prima y dejan de comprar al pequeño productor.

Rovira entiende que la resolución del organismo yerbatero es un “acto de defensa en contra de grandes actores sectoriales que buscan quedarse con plantaciones e influir en el precio”. 

Las respuestas no son meras descripciones. El gobernador correntino -de Cambiemos- Gustavo Valdés, había cuestionado el límite de plantaciones y amenazado con ir a la Justicia. 

El juez Fresneda, de Paso de los Libres, donde no se planta yerba, en definitiva, defiende un modelo productivo, que tiene del otro lado de la frontera, a Las Marías como principal exponente. Esa firma en Corrientes y La Cachuera en Misiones, son el uno y dos del mercado yerbatero. 

“Nos acompañamos mutua y permanentemente, porque queremos sumar más legisladores para plantear nuevos debates en el Congreso de la Nación”, señaló Valdés durante su visita a Misiones para explicar su vínculo con Martín Arjol, el ganador de la interna en la alianza Cambiemos. Lejos de la agenda misionerista, el diputado electo por Cambiemos responde a su padrino político y salió en coro a repetir el mensaje pour la galérie del gobernador correntino: casi dos semanas tardó Valdés en cuestionar el laudo de la Nación que fijó un precio para la yerba mate muy por debajo de lo que pedían los productores misioneros. “Consideramos que el valor mínimo por kilogramo no debería ser menor a los $52 para el productor yerbatero. Nos hubiese gustado un acuerdo de precios entre todos los sectores. Pese a nuestro esfuerzo no se pudo llegar a un acuerdo en la mesa del Instituto Nacional de Yerba Mate. Debemos revalorizar la producción y la industria de manera conjunta, con estrategias en común para abastecer al mercado interno y afianzar las exportaciones”, dijo Valdés.

Sin embargo, durante toda la discusión de precios, en el seno del INYM, los representantes correntinos no movieron una sola ficha a favor de un precio como el que proponían los productores. Los directores correntinos apelaron al “consenso” entre lo que pedía la producción y lo que ofrecía la industria -35 pesos ofreció la industria correntina y a ese valor se plegó la misionera-. Misión imposible, ya que el valor propuesto por la industria no cubre los costos de producción, según la grilla del propio INYM y porque la producción se resiste a cobrar menos de 50 pesos, el equivalente a unos 50 centavos de dólar que, el sector productivo y el Gobierno de Misiones, consideran debería ser el valor promedio permanente. 

Vale preguntarse cuál es la posición formal del radicalismo, que se mantiene ajeno al debate. Hace unos días la diputada Anita Minder -que perdió ante Arjol-, recordó en tono nostálgico a Raúl Solmoirago como uno de los mentores de la ley del INYM: “En palabras propias decía que ‘esta política yerbatera contempla como eje en su diseño a la familia rural, la equidad y el desarrollo regional. Procura implementar políticas de desarrollo sustentable, dentro del marco de economía de mercado, apuntando a la incorporación del productor al complejo productivo social. Es la única alternativa para poder preservar a la actividad y compartir entre todos, productores y molineros, el negocio yerbatero dentro de un marco de desarrollo rural socialmente aceptable. De no ser así, asistiremos a la desaparición del productor”. ¿Es aquel radicalismo o éste, identificado con Valdés?

Pero el radicalismo, así como el partido Justicialista, mantienen un llamativo silencio ante los debates estructurales de la provincia. Cada cual atiende su juego. La UCR está en medio de su interna para definir autoridades parlamentarias y que rol jugará ante el PRO, el socio mayor en la alianza al que desdeñan por lo bajo, pero con el que se emparentan desde hace tiempo: a 20 años de la caída de la alianza, la entonces ministra Patricia Bullrich era ministra, hoy es jefa política.

En el peronismo tampoco hay reacción. El partido Justicialista sigue sin poder definir su situación interna. A falta de votos, Gonzalo Costa de Arguibel insiste en acceder a la conducción partidaria por la vía rápida. Esta semana presentó un petitorio ante la Secretaría Electoral para que proclame su lista, Convergencia Justicialista. como nueva autoridad y conducción partidaria.  La Cámara Nacional Electoral, que había avalado las facultades del partido para formar coaliciones electorales en Misiones, advirtió que no presentó ningún elemento nuevo al reclamo, por lo que resulta inadmisible.

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