RENOVABLES

Récord mundial en energías limpias, pero el avance aún es lento

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Inter Press Service – Aunque el mundo rompe récords en la instalación de energías limpias, todavía está lejos de cumplir los ambiciosos objetivos climáticos acordados hace dos años en Abu Dabi, advirtió un nuevo informe presentado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena).

Francesco La Camera, director general de Irena, dijo que “hemos roto récords, pero los récords no bastan. Las energías renovables no solo son la solución climática más rentable, también representan la mayor oportunidad económica de nuestro tiempo”.

El documento confirma que en 2024 se sumaron 582 gigavatios (GW) de capacidad renovable en el mundo. Un récord sin precedentes y que permitió llegar a 4448 GW o 4,448 teravatios (TW).

Sin embargo, para alcanzar la meta de triplicar las renovables hasta 11,2 TW en 2030, será necesario agregar al menos 1122 GW por año desde 2025. Lo que implica acelerar el crecimiento anual a 16,6 %.

Generación de energía limpia y eficiencia energética

Esa meta fue fijada en la 28 Conferencia de las Partes (COP28) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, realizada hace dos años en Dubái, otro de los Emiratos Árabes Unidos junto con Abu Dhabi,  y que se examinará en la COP30 prevista para el mes próximo en Belém, en Brasil.

La preocupación no se limita a la generación de energía limpia. La eficiencia energética también muestra signos de rezago: la intensidad energética global solo mejoró uno por ciento en 2024. Lejos del cuatro por ciento anual necesario para mantener vivo el objetivo de limitar el calentamiento del planeta a 1,5 °C.

Que la temperatura media del planeta no exceda, hacia el año 2050, de 1,5 grados centígrados (°C) sobre el promedio de la era preindustrial (1850-1900), se estableció en el Acuerdo de París de 2015, por la casi totalidad de los países del globo, como un objetivo que implica en gran medida descarbonizar la generación de electricidad.

Al respecto, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha planteado que “el auge de la energía limpia es imparable”. Aunque matizó que “la ventana para mantener el límite de 1,5 °C se está cerrando rápidamente”. Por lo que instó a “acelerar la transición energética justa, para todos, en todas partes”.

Tres frentes clave

El informe, elaborado por Irena junto a la Alianza Global de Renovables (del sector privado) y la presidencia de la COP30, llama a “una acción urgente” en tres frentes clave.

En primer lugar, integrar objetivos renovables en los planes climáticos nacionales (NDC en inglés) antes de la COP30 en Belém. Luego, doblar la ambición colectiva de los NDC para alinearse con las metas globales.

La tercera propuesta es escalar las inversiones en renovables a al menos 1,4 billones (millones de millones) de dólares anuales entre 2025 y 2030. Más del doble de los 624 000 millones de dólares invertidos en 2024.

Ben Backwell, presidente de la Alianza Global de Renovables, destacó que proviene de empresas privadas 75 % de la inversión en energías limpias, lideradas por la solar, la eólica y la hidroeléctrica.

“Necesitamos planes gubernamentales a largo plazo que se traduzcan en acciones concretas: redes eléctricas modernas, almacenamiento y cadenas de suministro robustas”, dijo Blackwell.

El informe llama a las principales economías a liderar el camino, especialmente los países del Grupo de los 20 (G20, economías industrializadas y emergentes).

Se espera que ese grupo de países represente más de 80 % de la capacidad renovable global en 2030. Los países del G7, en particular, deben aumentar su cuota hasta alcanzar cerca de 20 % de la capacidad global en esta década.

También se enfatiza la necesidad de cumplir con el financiamiento climático hacia los países en desarrollo: alcanzar un piso de 300 000 millones de dólares anuales. Y avanzar hacia el objetivo aspiracional de 1,3 billones, establecido en la COP29, que acogió Bakú en noviembre de 2024.

Finalmente, el estudio advierte que más allá de las energías renovables, es crucial invertir en redes eléctricas, cadenas de suministro y manufactura de tecnologías limpias.

Se estima que se requerirán 670 000 millones de dólares anuales solo para modernizar las redes, facilitar la integración de renovables y garantizar la estabilidad energética.

“La carrera hacia una energía renovable abundante ha comenzado. Pero si se quiere llegar a la meta de 2030, es hora de acelerar”, concluye la publicación.

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Uruguay expande la energía solar a medida que aumenta la demanda de electricidad

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Escribe Lucia Cuberos / Dialogue Earth – Con una matriz eléctrica alimentada en aproximadamente 94 % por fuentes renovables, Uruguay ya es pionero en la descarbonización. Sin embargo, mientras que 46 % de esas fuentes son hidroeléctricas, 27 % proviene de la energía eólica y 19 % de los biocombustibles, solo 2 % es aportado por el sol.

Para garantizar que esta matriz siga siendo lo más limpia posible ante la creciente demanda de electricidad, está a punto de comenzar la siguiente fase de la transición energética de Uruguay: una importante expansión de la energía solar.

Según la directora nacional de Energía del Ministerio de Transporte, Energía y Minería de Uruguay, Arianna Spinelli, “de los modelos desarrollados surge que las futuras expansiones de generación de energía eléctrica deberían ser principalmente a partir de solar fotovoltaica y eólica”.

Un informe de 2019 de la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena) afirma que las características geográficas y temporales de Uruguay hacen que la energía solar y la eólica sean muy complementarias: la generación de energía solar alcanza su pico máximo durante el día, mientras que la eólica lo hace durante la noche.

Spinelli afirma que esta es una combinación crucial para consolidar la resiliencia del sistema eléctrico de Uruguay.

Hoy Uruguay tiene instalados 1500megavatios (MW) de eólica y 300 MW de solar fotovoltaica. Spinelli afirma que el plan de expansión desarrollado por su departamento prevé la instalación de 1100 MW adicionales de capacidad solar para 2040.

Esta estrategia se refleja hoy en dos proyectos ya en marcha, que añadirán al menos 100 MW de nueva energía solar a la red para 2026: una planta solar de 25 MW prevista para Punta del Tigre, en la costa de San José, en el sur uruguayo, que comenzará a operar en julio de 2026; y un parque solar de 75 MW que se desarrollará en el este, en Melo, Cerro Largo y estará operativo en octubre.

El director de la Administración Nacional de Usinas y Transmisiones Eléctricas del Estado (UTE), Darío Castiglioni, explicó a Dialogue Earth que ambos proyectos implicarán 91 millones de dólares de inversión y responden a estudios que “sugieren la conveniencia de instalar nuevas centrales solares” debido a la disminución del costo de abastecimiento de la demanda que permite esta tecnología.

Sustentabilidad nacional

El ministro de Ambiente de Uruguay, Edgardo Ortuño, dijo a Dialogue Earth que el impulso de las energías renovables “es parte fundamental del proyecto de desarrollo sostenible” que busca promover; por eso, espera que la incorporación de renovables “continúe creciendo” con el objetivo de avanzar en la segunda transición energética hacia la descarbonización con horizonte al 2050.

En 2021, Uruguay estableció una Estrategia Climática de Largo Plazo para alcanzar su objetivo de ser carbono neutral para 2050. Esto requiere una transición energética, cuya primera fase se centró en la creación de una matriz eléctrica alimentada por energías renovables. La segunda fase tiene tres pilares: eficiencia energética, electromovilidad y electrificación de la demanda. Esto implica la descarbonización del transporte y la industria, el impulso del almacenamiento de energía y la conversión en un centro regional de hidrógeno verde, es decir, hidrógeno producido íntegramente a partir de energías renovables. Por lo tanto, Uruguay necesita más hidrógeno y está apostando por la energía solar.

“Nos planteamos avanzar significativamente en movilidad sostenible a nivel familiar y en el transporte público con movilidad eléctrica, pero también a nivel de transporte carretero de carga, del fluvial y aéreo, lo que supone avanzar en el desarrollo del hidrógeno verde, que también plantea un avance en expansión de la energía solar en el país”, comentó.

Ramón Méndez, director ejecutivo de Asociación Ivy y presidente de la red global Renewables 21, explicó a Dialogue Earth que la primera transición energética uruguaya fue impulsada inicialmente por razones climáticas y ambientales, pero hoy esto ocurre por motivos económicos. “Hoy las renovables son las fuentes más baratas y además te independizan de las fluctuaciones de los precios de los combustibles fósiles”, señaló.

Méndez dijo que si bien en su momento la energía eólica era la más rentable para el Uruguay, en los últimos años el costo de la tecnología solar se redujo drásticamente y “hoy es más barata la electricidad producida con paneles fotovoltaicos que con los molinos de viento”.

Los proyectos en marcha

El proyecto que prevé instalarse en Punta del Tigre fue adjudicado en octubre de 2024 al consorcio integrado por las empresas Prodiel Energy de España y Teyma de Uruguay, y sirvió como prueba piloto para evaluar la participación extranjera en el sector solar uruguayo.

El mismo consorcio fue anunciado como operador del proyecto Cerro Largo, más grande, con 138.000 paneles, a principios de este mes, tras ser seleccionado por el gobierno entre otras ocho propuestas. La estación de Melo atrajo a otros dos licitadores extranjeros: la peruana ABCD Trading y la Power Construction Corporation of China.

Según Rodrigo Alonso, director de la Asociación Uruguaya de Energías Renovables  (AUdER) y director general del Laboratorio de Energía Solar de la Universidad de la República (LES), el interés de China en el mercado solar uruguayo es puramente comercial. “Por un tema de costos, prácticamente todo lo que se instala en Uruguay proviene de China. Ese país domina por varios órdenes de magnitud el mercado solar tanto en producción de manufacturas como en instalaciones propias a nivel mundial”, comentó el académico.

Un árbol junto a un conjunto de paneles solares en un campo

En ese sentido, confirmó que los paneles solares que utilizarán los dos proyectos uruguayos serán de origen chino y afirmó que algunas compañías chinas ya estuvieron involucradas en obras de infraestructura en Uruguay vinculadas a la transmisión del sistema eléctrico.

Mendez, por otro lado, explicó que además de ofrecer insumos más baratos, China es capaz de brindar financiación con tasas muy favorables, lo que genera una mayor conveniencia de precio final para el consumidor. De todas maneras, eso no ha desencadenado polémicas importantes, opinó, ya que quienes se encargan de la instalación, la obra civil y el suministro posterior son empresas nacionales, y por tanto, existe un derrame sobre la economía local.

Castiglioni, en tanto, aseguró que la participación de firmas extranjeras “es algo habitual, ya que UTE por sí sola no puede hacerse cargo” de toda la inversión que requieren este tipo de iniciativas; y si bien dijo desconocer la existencia de ofertas de financiamiento directo de bancos chinos para estos proyectos, reconoció la influencia de las oficinas de inversión chinas en el desarrollo de las nuevas tecnologías. “A pesar de que Uruguay puede ser un mercado muy menor para China, el país es como una puerta de entrada a la región”, opinó.

Impactos ambientales

La instalación de estos parques solares podría tener diversos impactos ambientales en las zonas circundantes. Por ejemplo, dice Méndez, ocupan mucho terreno, especialmente en comparación con los parques eólicos. Por otro lado, Spinelli afirma que “la potencia actualmente instalada ocupa un área del 0,0033 % del territorio del Uruguay. Por lo cual, por más que se multiplique por varias veces la potencia instalada, no son áreas significativas para un país con una baja densidad de población”.

En cuanto a los parques eólicos, Méndez reconoce que las turbinas tienen un mayor impacto visual en el paisaje, generan ruido, producen la presencia de sombra estroboscópica al girar, y suponen un riesgo para las rutas migratorias de las aves.

Pero ambos expertos coinciden en que estos inconvenientes son infinitamente menores que los que generan otros tipos de tecnología, como los combustibles fósiles. En cuanto a los nuevos parques solares, Méndez afirma que “en general, la receptividad de los vecinos ha sido muy positiva”.

Mayor demanda

Las perspectivas de demanda eléctrica en Uruguay para la próxima década apuntan a un crecimiento significativo. Además de una tasa de crecimiento anual histórica del 2%, sectores como la electromovilidad, el incipiente desarrollo del hidrógeno verde y la instalación de nuevos centros de datos están impulsando cada vez más el consumo eléctrico local y haciendo que sea crucial encontrar nuevas alternativas de generación.

Según Noelia Medina, subsecretaria y coordinadora del programa Future Energy Leaders del Consejo Mundial de la Energía, y economista especializada en finanzas, economía energética y regulación, ya hay indicios de que en Uruguay aparecerán proyectos a gran escala relacionados con estos sectores, lo que podría suponer una gran demanda para la red eléctrica uruguaya.

Spinelli dijo que en 2024 la demanda de energía eléctrica del Sistema Interconectado Nacional significó 12,2 TWh en 2024, además de 1 TWh generado por la demanda de los autoproductores. Esto, sin incluir la demanda de data centers ni los proyectos de derivados de hidrógeno, que podrían llegar a significar instalaciones acumuladas de 1 GW de solar fotovoltaica al año 2030.

Un grupo de hombres delante de un panel solar

Estas proyecciones también se ven reflejadas en el Plan de Expansión del Parque de Generación Eléctrica 2024-2043 publicado en marzo. Entre sus principales hallazgos, el documento señala que la demanda llegará a 14 teravatios-hora al año a partir de 2035, por lo que se requerirá la instalación de 2.100 a 2.420 MW de nueva capacidad eólica y de 1.130 a 1.375 MW de solar hasta el año 2043 para mantener un adecuado suministro.

A pesar de estas proyecciones, la red nacional uruguaya está bien equipada para absorber la nueva capacidad solar, comenzó Spinelli. Se han planificado obras en la red de transmisión, muchas de las cuales ya empezaron a ejecutarse, por lo que en principio “no sería un problema conectar la generación eólica y solar fotovoltaica en los próximos años”, agregó. Castiglioni, por su parte, confirmó que UTE ha hecho un trabajo de inversión “muy fuerte” en la distribución de energía para asegurar que la generación pueda ser tomada y distribuida eficientemente.

Financiación internacional y exportación

Debido a que las herramientas locales pueden ser limitadas, la búsqueda de financiamiento internacional “está siempre en carpeta”, reconoció Castiglioni en relación a organismos como el Fondo Verde para el Clima (GCF) o el Banco Interamericano de Desarrollo. Es por eso, mencionó Spinelli, que el MIEM, junto a otros actores gubernamentales “están atentos a las oportunidades de financiamiento climático”, con proyectos ya en marcha de cooperación internacional.

Méndez, quien fue parte del directorio del GCF, señaló que estos proyectos son de interés para el organismo, pero aclaró que las escalas sobre las que trabaja el Fondo Verde suelen ser “mucho mayores”. Aún así, comentó, existen “múltiples opciones para Uruguay para poder obtener el financiamiento barato”, probablemente una combinación de fondos propios y préstamos.

Consultada respecto a cómo podrían contribuir estos proyectos a la integración energética regional y a las exportaciones, Spinelli destacó que Uruguay “ya se encuentra trabajando en los ámbitos regionales para promover una mayor integración energética y para gestionar mejor esa disponibilidad de energía eléctrica de bajo costo”, que tendrá cada uno de los países cercanos a medida que vayan tendiendo a una matriz eléctrica cada vez más renovable.

“En 2022 se llegó a exportar energía por casi US$ 400 millones, cerca del 1% del PBI, por lo que claramente hoy la energía es un producto no tradicional de exportación de Uruguay”, celebró Méndez.

Lucia Cuberos periodista con base en Uruguay. Escribe en el semanario Búsqueda

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Energía renovable: empresa brasileña abre planta de paneles solares en San Vicente

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La ciudad de San Vicente dio un paso histórico en materia energética y productiva con la inauguración de “La Nueva Energía Solar”, empresa del grupo brasileño Stel Soluciones Eléctricas, que instalará la primera planta privada de fabricación de paneles solares en Misiones.

La compañía, fundada en 2009 en Santa Catarina por el ingeniero electricista Odair Breier, cuenta con más de 15 años de experiencia en instalaciones eléctricas y energía solar, 5.000 clientes activos y más de 140 trabajadores entre empleos directos e indirectos en Brasil. Durante la pandemia, lejos de retraerse, la firma protagonizó su mayor expansión.

Breier eligió a San Vicente como base regional, convencido del potencial estratégico de Misiones: conectividad vial sobre la Ruta 14, proximidad con Brasil y Paraguay, mano de obra joven y tierras aptas para proyectos renovables. El empresario subrayó la rapidez del municipio para otorgar habilitaciones y destacó que en Argentina encontró “confianza y acompañamiento” por parte de las autoridades locales.

Capacidad, tecnología y garantías

El plan de Stel prevé la importación de células solares (principalmente de origen chino) y el ensamblado de módulos en Misiones. La planta tendrá capacidad inicial para producir alrededor de 3 megavatios de paneles por día, aunque se estima que necesitará al menos un año de pruebas antes de alcanzar su máxima producción.

Los equipos contarán con 12 años de garantía de fabricación y 25 años de generación asegurada, lo que garantiza que tras ese período seguirán produciendo al menos el 80 % de su capacidad original. Además, la empresa introducirá en el mercado baterías de litio con 10 años de cobertura, un diferencial en la región.

Según Breier, la tasa de degradación de los módulos es mínima: “Los paneles instalados en 2008 presentan apenas un 1,9 % de caída de eficiencia tras una década”.

Empleo, capacitación y desarrollo regional

La fábrica generará más de 100 puestos de trabajo directos antes de fin de año, según adelantó el empresario. Actualmente ya hay 8 argentinos trabajando en la firma y un grupo de 30 personas en capacitación. Los mejores desempeños serán incorporados de inmediato al plantel estable.

El intendente Fabián Rodríguez celebró la llegada de la inversión y la calificó como “una señal de confianza en la comunidad y una apuesta a la energía limpia y renovable”. La Legislatura provincial, a través de varios diputados, declaró de interés provincial la instalación de la empresa.

Para Misiones, la llegada de esta planta no solo representa nuevas fuentes de empleo calificado, sino también la posibilidad de consolidar a San Vicente como polo energético y tecnológico. La presencia de autoridades locales y legisladores en el acto inaugural refleja el fuerte acompañamiento político al proyecto.

El desarrollo de La Nueva Energía Solar coloca a Misiones en el mapa nacional de las energías renovables y abre la puerta a futuros proyectos de generación fotovoltaica conectados a la red.

En lo inmediato, la planta abastecerá a una empresa local mediante un parque solar ubicado en el ex km 1250 de la Ruta 14, actualmente en etapa final de instalación. En el mediano plazo, el objetivo es inocular energía a la red provincial y avanzar hacia la diversificación de la matriz energética argentina.

“Argentina tiene un enorme potencial para crecer en energía renovable. Si no hay una fábrica de paneles solares aquí, ¿por qué no instalarla en Misiones?”, concluyó Breier.

Fuente Municipalidad de San Vicente, San Vicente Informa y FM Los Lapachos

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Empresarios de la India ven a Paraguay como un hub regional para energías renovables

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El ministro de Industria y Comercio de Paraguay, Javier Giménez, recibió a una delegación empresarial de India que busca explorar oportunidades de inversión en energías alternativas en el vecino país.

Los integrantes de la comitiva expresaron su interés en posicionar al país como un “hub” de energías renovables en la región, con proyectos enfocados en biocombustibles, hidrógeno y energía solar. Evalúan inversiones que podrían impulsar la economía y fortalecer el liderazgo paraguayo en el sector energético. La delegación fue encabezada por el embajador de Paraguay en India, Fleming Duarte.

Al concluir la reunión, los empresarios resaltaron que Praj Industries, empresa reconocida en el ámbito de los biocombustibles, jugará un papel crucial en ayudar a pequeños productores a diversificar sus cultivos y mejorar sus ingresos.

Los inversionistas señalaron que Paraguay se perfila como un líder potencial en la producción de combustibles innovadores para la aviación sostenible, utilizando etanol para responder a la creciente demanda internacional.

Además, discutieron una posible colaboración con la Alianza Solar Internacional para desarrollar parques solares en el país.

Shishir Joshipura, CEO y Director General de Praj Industries, manifestó su entusiasmo por las oportunidades de cooperación entre India y Paraguay. Subrayó el potencial de Paraguay en el sector del hidrógeno y la energía solar, destacando la disponibilidad de grandes extensiones de tierra y los recursos agrícolas del país.

Joshipura destacó que Paraguay tiene “una oportunidad única para posicionarse como líder en soluciones de biocombustibles a nivel global”.

Por su parte, Rohan Pingale, gerente regional de Praj Industries, señaló que este es un momento clave para que el país aproveche sus recursos, especialmente en el Chaco. Afirmó que la empresa está en condiciones de suministrar los materiales necesarios para garantizar la sostenibilidad de los proyectos a largo plazo.

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Omisiones, falsedades y tergiversaciones de las energías eólicas y solares

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Tuvo algo o bastante difusión, en un medio informativo económico y en publicaciones “especializadas” (más bien vinculadas a los intereses que fomentan las “renovables sesgadas” eólicas y solares), la opinión del Director del Consejo Global de Energía Eólica (GWEC, por sus siglas en inglés), Ramón Fiestas. 

Con cierta sutileza, la información que pretende instalarse, es la condicionada afirmación, según la cual la energía eólica “permitiría” a Argentina economizar 7.000 millones de dólares en cinco años. Comentario no fundamentado, pues nada dice de dónde saca esa cifra de supuestos “beneficios” para Argentina, pero con connotaciones fuertemente efectistas, como para que sea reproducido por otros operadores vinculados al tema, así como por las huestes de “progresías” embelezadas por el tema “energéticamente correcto”, pero que son militantes ultra ecologistas carentes de toda fundamentación técnica en el especializado tema de la Energía. 

Para comenzar un análisis serio y bien fundamentado, debe entenderse que esa no es una opinión neutra ni objetiva, pues la institución transnacional del opinante, así como su “vinculada por los mismos intereses”, la Cámara Eólica Argentina, son entes con fuertes motivaciones económicas y de políticas energéticas concretas en el tema que promocionan. O sea, cero de objetividad, pues lucran y sacan ventajas con la promoción a ultranza de ese tipo de energía “renovable sesgada”. Dicho en castizo popular, es como poner al zorro a cuidar el gallinero. 

¿De donde saca, el promotor “experto”, ese dato de “ahorro” de 7.000 millones de dólares? Porque si calcula el teórico reemplazo de hidrocarburos importados, supuestamente reemplazados por energía eólica, el dato “hace agua” ante elementales análisis. Para empezar, con el petróleo y/o el gas, utilizadas en usinas Termoeléctricas, se genera Energía Firme, de Base, libre de intermitencias, tal como sucede con las generadoras Hidroeléctricas y Nucleares. Pero la eólica y la solar, por sus insalvables intermitencias (pues el ser humano no controla los vientos ni el sol), son simples Energías Complementarias, que no reemplazan a las Energías de Base. 

Por otra parte, los rendimientos efectivos y concretos (más allá de los “versos” de sus promotores y los ultra ecologistas), de las energías eólica y solar, son muy bajos, mucho menores que las probadas y efectivas Generadoras de Base Hidroeléctricas, Nucleares y Termoeléctricas. 

El supuesto “experto” en eólicas, omite que gracias a Vaca Muerta y los nuevos y/o remozados gasoductos, en el año 2024 está previsto que de importadores crónicos de hidrocarburos y de electricidad, pasaremos a ser autosuficientes e incluso exportadores. O sea, cero ahorros de divisas, por la intermitente y de poca calidad energía eólica, que teóricamente se produciría. Más bien debería exponer cuantas divisas se gastarán en importar los costosos generadores eólicos, así como los paneles solares. ¡Pero como pasaba en “temas pecaminosos” entre “gente bien”, “de eso no se habla”! 

¿Y como llega a ese teórico monto de supuesto “ahorro”, si la intermitente energía eólica, de hecho debería valer mucho menos por kWh, que las energías firmes, aptas como Bases del sistema, como la termoeléctrica producida por el hoy abundante gas natural nacional? El citado y nada neutro promotor de eólicas, con ropaje de experto, nada dice acerca de la nula confiabilidad técnica de la energía eólica, que por sus intermitencias no garantiza en absoluto Potencia Firme, ni tampoco cita los costosos e imprescindibles apoyos de generadoras de Base, operando como Respaldos Operativos en Caliente (o sea generando, gastando y según el tipo de central, contaminando), para cubrir las oscilaciones en el voltaje y eventuales apagones, consecuencias de los impredecibles e inmanejables vientos, igual que sucede con las solares. 

Todos esos costos económicos y ambientales, consecuencias de las usinas de respaldo, deberían computarse como costos de las eólicas, y en su caso de las solares, pero no se los calcula como tales. 

Otros costos, muy significativos y voluminosos, que los “expertos” en eólicas y solares, nunca computan como costos vinculados directamente con esas “renovables sesgadas”, son los que resultan de las onerosas ampliaciones de los Sistemas de Transmisión, adicionales a los existentes, que deben reforzarse para permitir las interconexiones de los parques eólicos y solares, que en muchos casos están muy alejados de los grandes nodos de consumo. 

Claro que, si ya con sus costos directos de instalaciones, operaciones y desguaces finales, las eólicas y solares no son nada competitivas, menos aun lo son, al agregarse los descomunales costos en costosas infraestructuras adicionales de Transmisión. Sistemas de Transmisión que deben sobredimensionarse, para soportar eventuales picos de generación, que no compensan los frecuentes “baches” que las intermitencias crónicas de eólicas y solares provocan. 

Claramente, por ser “inconvenientes” esos costos asociados a eólicas y solares, se omiten y se forza computarlos a otros tipos de usinas. También, otros datos que parecen guardados bajo siete llaves, son los reales costos por kWh, de eólicas y solares, pues con esos datos, claramente se “desinflaría” el entusiasmo de ultra ecologistas y de decisores políticos no expertos en el tema y muy mal informados. 

El concepto que es la piedra basal del engaño masivo sobre el cual se presionan a ultranza las masivas instalaciones de eólicas y solares, es que resulta harto discutible que sean “energías limpias”, pues sus costos ambientales -que llegan a ser considerables- se omiten cuidadosamente que se divulguen. 

Las fuertes protestas de pobladores -en Gran Bretaña y España, entre otros- , oponiéndose a las instalaciones de gigantescos molinos eólicos, por los múltiples y serios problemas que ocasionan en sus entornos, nunca son registrados por los grandes medios de comunicación, ni mucho menos, considerados por los “expertos” que operan como promotores de esas energías…y de sus negocios conexos. 

Los molinos eólicos, literalmente destrozan el valor de las propiedades en que se asientan, no solo a consecuencia de ruidos molestos, sino por las amplias zonas de terrenos contiguos, en los que se debe restringir toda actividad humana y animal, por los riesgos que implican potenciales accidentes (que ocurrieron), ante desprendimientos de piezas o de bloques de hielo, transformados en peligrosos proyectiles que suelen caer en sus entornos. También están los riesgos muy concretos, ante periódicas operaciones de mantenimiento y reparaciones, que deben hacerse a grandes alturas, lo que provocó siniestros, que “se omiten” en los grandes medios de comunicación. 

Los paneles solares, cuando se instalan en zonas de mucha vegetación natural (como en el NEA de Argentina, y en especial en Misiones), obligan a tareas de desmonte y destrucción de vegetación autóctona, lo cual es la antítesis del “conservacionismo ambiental” que predican… Y, casi como una obviedad, los promotores de “ventiladores” eólicos y de “espejitos de colores” solares, omiten toda consideración acerca de como y a costa de quien, se dispondrá de los equipos, que al cabo de sus cortas vidas útiles, deberán desguazarse para evitar que se transformen en costosas y molestas chatarras de lujo. 

Repitamos el concepto ya expuesto y fundamentado en varios precedentes artículos. La pretendida “obligatoriedad” de instalar las falsas “grandes soluciones” energéticas y ambientales eólicas y solares, es en los hechos una herramienta del neocolonialismo, impulsado desde el núcleo del Bloque Atlantista, para impedir el necesario desarrollo socio económico de Íbero América y de África, en cuyo contexto seguiríamos siendo dóciles proveedores de materias primas, con nuestros pueblos sumidos en la miseria y el subdesarrollo crónicos. 

Ese contexto de energías caras y de baja calidad, más el agregado de neoliberalismo extremo (de Estado enanizado o destrozado, falta total de protecciones aduaneras para nuestra industria, destrucción de entes tecnológicos nacionales, y desprotección social extrema) propuestos por sectores ultra conservadores y apátridas), forman el combo perfecto para mantenernos atados al subdesarrollo crónico. Para desarrollarnos, necesitamos contar con abundante y económica energía de calidad, en particular Energía Eléctrica de Base, para lo cual es imprescindible ampliar nuestro parque de generación con usinas hidroeléctricas, nucleares y termoeléctricas, las dos primeras de conocidos muy bajos o nulos impactos ambientales, realidad que los promotores a ultranza de eólicas y solares, ocultan cuidadosamente. 

MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ, Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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