Mela quiere volver a debatir sobre la represa de Corpus
El diputado neolibertario Javier Mela, presentó un proyecto de comunicación en la Cámara de Representantes de Misiones para que el Poder Ejecutivo convoque a un nuevo plebiscito sobre la construcción de la represa hidroeléctrica Corpus Christi, en su emplazamiento de Pindó-í. La propuesta, que busca reabrir el debate sobre un tema históricamente conflictivo, generó una inmediata reacción de rechazo por parte de la Mesa Provincial No a las Represas, que recordó que la voluntad popular ya fue expresada en 1996 mediante un referéndum y refrendada por ley.
En los fundamentos de su iniciativa, Mela, quien volvió a la Cámara en reemplazo de Germán Kiczka, expulsado de la Cámara por pedofilia, sostiene que “la situación energética de la provincia de Misiones es crítica”, y con una única conexión con el Sistema Interconectado Nacional. Según el legislador, esto genera cortes frecuentes, limitaciones al desarrollo industrial y altos costos para los usuarios. Propone, en ese marco, aprovechar los recursos hídricos del río Paraná para generar energía limpia, abundante y a bajo costo.
“El aprovechamiento de Corpus en Pindó-í tiene una potencia instalada de 2.880 MW y permitiría generar el 10% de la energía de la República Argentina a un precio de 31 USD/MWh”, señala el proyecto. Además, remarca que la represa traería aparejadas obras complementarias que mejorarían la infraestructura eléctrica, las redes de agua potable y el sistema vial, y generaría empleo directo e indirecto. También afirma que las regalías quedarían íntegramente en manos de la provincia, lo que permitiría financiar subsidios o inversiones.
Mela reconoce que el plebiscito de 1996 rechazó la construcción de la represa en el emplazamiento de Itacuá, pero considera que el contexto cambió: “La imagen negativa que entonces se proyectaba sobre Yacyretá ha desaparecido, y hoy sus beneficios son palpables. Solo un ultramontano puede negar los logros obtenidos”, afirma. Plantea que la obra debe encararse con planificación, control ciudadano y acuerdos claros para que Misiones obtenga compensaciones justas.
El rechazo ambientalista
Desde la Mesa Provincial No a las Represas respondieron con firmeza. En un comunicado, advirtieron que “el plebiscito ya se efectuó y el resultado fue un rotundo NO” a cualquier represa sobre el Paraná en Misiones, resultado que fue ratificado por la Ley XI-Nº5. Señalaron además que la consulta popular fue reiterada en 2014, lo que refuerza la legitimidad de ese mandato ciudadano.
Criticaron con dureza la propuesta de Mela, a quien acusaron de desconocer los impactos negativos de experiencias como Yacyretá: “Contaminación de arroyos, proliferación de enfermedades como el dengue, alteración de ecosistemas, desplazamiento de familias sin indemnización y promesas de empleo incumplidas”. Según la organización, “tener una represa en el patio de casa no garantiza energía barata ni calidad de vida”.
También remarcaron que Misiones ya paga la tarifa eléctrica más cara del país, pese a estar en una región rica en agua. Y advirtieron que detrás de este tipo de megaproyectos suele haber intereses de grandes empresas, endeudamiento y modelos de desarrollo que no contemplan la inclusión social ni la sustentabilidad ambiental.
Dos modelos en tensión
Mientras Mela plantea que “sin energía abundante y barata la vida será cada vez más dura” y que “la pobreza es la mayor amenaza ambiental”, la Mesa reafirma que el modelo de represas está agotado y que la provincia debe apostar a “energías limpias, descentralizadas y no destructivas”.
La iniciativa legislativa aún debe ser tratada en comisión, pero ya reabrió un debate que parecía cerrado. La propuesta divide aguas en la provincia entre quienes buscan reimpulsar la represa de Corpus como una oportunidad de desarrollo estratégico, y quienes ven en ello una amenaza a la integridad territorial, ambiental y social de Misiones. El futuro del proyecto dependerá, en última instancia, del acompañamiento político y de una nueva definición ciudadana.
