Argentina vs. la región: ¿Por qué la ropa es hasta un 118% más cara en el país?
Un estudio privado revela que renovar el vestuario en Argentina es entre 40% y 118% más caro que hacerlo en Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.

El gobierno de Javier Milei anunció una reducción de aranceles para la importación de ropa, calzado y telas, con el objetivo de bajar los precios de la indumentaria en Argentina. La medida busca aumentar la competencia en el mercado local, donde, según el ministro de Economía, Luis Caputo, los precios son los más altos de la región.
Más allá de la apreciación del ministro, uninforme privado realizado por Focus Market respalda las afirmaciones del gobierno, revelando que renovar el guardarropa en Argentina puede ser entre un 40% y un 118% más costoso que en países vecinos como Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. En algunos casos, la misma prenda puede costar hasta seis veces más en Argentina que en Brasil.

- Brasil: Renovar el guardarropa es un 78% más barato que en Argentina: los nueve productos seleccionados en la canasta pueden conseguirse por US$591 en Brasil y US$1.054 en Argentina y todas las prendas presentan una diferencia de al menos un 50%, excepto las zapatillas, cuya brecha es del 27%.
- Chile: Turistas argentinos cruzan la cordillera para comprar ropa, aprovechando los precios más bajos. Ocurre que, en el país trasandino, refleja el sodeo de Focus Market, la mencionada canasta de nueve productos cuesta US$595 en Chile frente a US$1.054 en Argentina.
- Paraguay: Renovar el guardarropa es casi dos veces más económico que en Argentina. Con el mismo dinero con el que se pueden comprar un par de zapatillas en Argentina, en Paraguay pueden comprarse dos. Además, resumió la consultora que encabeza Damián Di Pace, los jeans y las bermudas en el mercado interno cuestan un 86% y un 73% más en el país.
- Uruguay: A pesar de ser el destino menos elegido, sigue siendo más barato que comprar en Argentina, resume Focus Market respecto de los precios en Uruguay. Las diferencias, precisó, alcanzan el 79% en jeans, 76% en shorts y bermudas, 72% en camisetas y 68% en sandalias.
Estos países tienen en común ciertas características:
Menor presión tributaria general:
- En comparación con Argentina, estos tres países tienden a tener una presión tributaria general menor en relación a su Producto Interno Bruto (PIB). Esto se traduce en una menor carga impositiva que incide en el precio final de los productos, incluyendo la indumentaria.
- Si bien los tres países tienen Impuesto al Valor Agregado (IVA), sus tasas y estructuras difieren de las de Argentina. En general, sus sistemas tributarios evitan la acumulación de impuestos en cascada, como ocurre con Ingresos Brutos en Argentina, lo que reduce el impacto en el precio final.
Competitividad fiscal:
- Los tres países buscan mantener una estructura fiscal que fomente la competitividad, lo que incluye tasas impositivas más bajas y una menor carga burocrática. Esto atrae inversiones y favorece la producción y el comercio, contribuyendo a precios más competitivos.

¿Por qué la ropa es tan cara en Argentina?
El gobierno atribuye los altos precios a los márgenes de ganancia de los empresarios, mientras que el sector textil señala otros factores:
- Alta presión tributaria: Los impuestos nacionales, provinciales y municipales representan el 50,3% del precio de una remera de marca premium.
- Costos financieros: El costo financiero, asociado a las compras en cuotas, representa el 12,2% del precio.
- Alquileres: El alquiler de los locales comerciales representa el 12,7% del precio.

Reacción del sector textil
La Federación Argentina de la Industria de la Indumentaria y la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria criticaron la medida del gobierno, advirtiendo que favorece la competencia desleal de productos importados y pone en riesgo el empleo formal en el sector. Recordaron que representan a un sector que emplea a más de 290.000 personas.

Además, criticaron la medida por considerar que favorece la competencia desleal de productos importados que entrarán al país a precios “irrisorios” debido al “dólar barato” y alertaron que el empleo formal será el más comprometido. Esto último, señalaron, “implicará una caída de la recaudación por cargas sociales”, lo que puede comprometer el ancla fiscal que tanto valora el Gobierno.
Detrás de esta última advertencia se esconde también un pedido que viene haciendo no solo el sector textil sino el empresariado en general: la reducción del alto costo argentino y la presión impositiva.
Al cierre del año pasado, cabe recordar, un informe de Fundación Pro Tejer aseguró que el 75% del ticket por una remera de marca premium en un shopping está vinculado a costos que nada tienen que ver con la producción nacional, el diseño y la rentabilidad de la industria.
Según detallaron, un 50,3% del precio se explicaba por impuestos nacionales, provinciales y municipales; 12,2% por el costo financiero, asociado a cuando el comprador paga en cuotas o aprovecha promociones; y 12,7% correspondía al alquiler del local donde se comercializa el producto.
Fuente: Bloomberg
