Tania y Gustavo, a punto de recibirse como Ingenieros Agrónomos tras estudiar con becas del INYM

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Orgullosos. Esperanzados en un buen porvenir.  Así se sienten Tania y Gustavo, los jóvenes provenientes de zonas rurales yerbateras mientras transitan los últimos meses de  la Universidad, de cara  a recibirse  como  Ingenieros  Agrónomos,  solventando  las  exigencias  económicas  con  respaldo  del  Instituto  Nacional  de la  Yerba Mate  (INYM).  Oriundos de lugares diferentes, el sueño de profesionalizarse en temáticas agrarias, entre otras cosas, los unió como pareja en la Facultad de Ciencias Forestales de la UNaM, y hoy proyectan continuar capacitándose, destacando la importancia de las becas de formación técnica  y profesional del INYM.

Tania Marina Jungblut Schuh tiene 24 años. Su niñez estuvo siempre ligada a la tierra, a la yerba mate, al monte, en una chacra ubicada en Colonia Cuña Pirú, en Ruiz de Montoya. Su padre es productor y su madre trabaja en la Cooperativa Agrícola Ruiz de Montoya Limitada.

En el año 2012 ingresó a estudiar en el Instituto Línea Cuchilla, y solicitó la beca Estudiando con el Mate que otorga el INYM, beneficio que se extendió por ese año y hasta culminar el Nivel  Secundario, dado que cumplió sobradamente con la exigencias previstas  para mantener vigente el respaldo económico. Luego, en 2019, eligió cursar Ingeniería Agronómica en la Facultad de Ciencias Forestales de la UNaM, donde se encuentra finalizando la carrera y aquí, nuevamente, como becaria de la institución yerbatera.

“Recibir la beca del INYM, además de ser una ayuda económica importante para los estudiantes, me permitió poder estar participando en proyectos de investigación”, cuenta la futura egresada de la UNaM. “Son oportunidades de aprendizaje realmente excelentes; permiten poder conocer mejor a otros estudiantes que tienen las mismas aspiraciones y además profesores que ya tienen una trayectoria extraordinaria, y poder trabajar en equipo con ambas partes”, especificó.

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Tania expresó que sus aspiraciones personales y profesionales más próximas son, además de  obtener el título de Ingeniera agrónoma,  “poder ejercer esta hermosa profesión, y ya para un futuro un poco más lejano, aplicar a becas de maestría o doctorados”.

Gustavo Ariel Maslowski tiene 27 años.  “Mi familia, en Campo Grande, siempre se dedicó a la producción yerbatera, y a pesar de los altos y bajos que tuvo el sector, esa siempre fue nuestra principal actividad”,  contó.

Ingresó a la carrera de Ingeniería Agronómica en 2019, luego de haber culminado el Profesorado Universitario en Ciencias Agrarias en la localidad de San Vicente.” Desde la secundaria mi aspiración era llegar a ser ingeniero agrónomo, y actualmente estoy a un examen final y la tesis de recibirme de ingeniero agrónomo en la Facultad de Ciencias Forestales de la UNaM”, manifestó orgulloso.

“Soy beneficiario de la beca Estudiando con el Mate desde el primer año de la Universidad y ese respaldo me acompañó a lo largo de toda mi trayectoria, siendo de muchísima utilidad para principalmente alivianar el esfuerzo que significa para mi familia solventar los estudios fuera de casa”, destacó Gustavo.  “La verdad es que aún no he pensado demasiado en lo que me espera en el futuro, aspiraciones tengo muchas, me considero una persona inconformista, por lo que quisiera desenvolverme profesionalmente en un ambiente que me permita crecer y evolucionar constantemente”, evaluó.

Mucho  más que  apoyo  económico

Además del aspecto económico, los estudiantes avanzados de la  UNaM destacan otras  virtudes  del programa  del INYM.

La beca “fue un gran impulso para continuar, ya que fomenta a esforzarse lo máximo posible para superar los requisitos que proponen para su renovación”, expresó Tania.  “Me ayudó a crecer como persona, como estudiante y al mismo tiempo como profesional, ya que me incentivó a participar de proyectos de investigación y desarrollo donde no solamente se generan nuevos conocimientos, sino que se establecen vínculos entre los docentes y directores de investigación para con los estudiantes, y desde mi punto de vista, eso es algo invaluable a lo que tal vez no hubiera podido acceder sin la beca”, subrayó, por su parte, Gustavo.

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En esa línea, ponderaron la importancia de la continuidad de las becas en beneficio de otros  jóvenes:   “Queremos  agradecer al Instituto Nacional de la Yerba Mate por el apoyo durante estos años. Esperamos que esta oportunidad siga vigente para todos aquellos ingresantes ligados al sector yerbatero que llegan a la Universidad con muchos sueños por cumplir”.

Becas  INYM

Las becas Estudiando con el Mate se enmarcan en el programa de   formación y profesionalización de recursos humanos para el sector yerbatero, incentivando el acceso o continuidad de estudios ligados a la actividad agropecuaria en escuelas secundarias vinculadas a la temática y en carreras universitarias afines, como Ingeniería Agronómica, Ingeniería en Alimentos, e Ingeniería Electromecánica. 

El año pasado, el beneficio alcanzó a 500 alumnos de nivel secundario, y a 60 estudiantes universitarios, todos hijos de productores y trabajadores del sector. En este 2024, la Institución abrió la convocatoria de becas para alumnos de escuelas secundarias y habilitó continuidad de becas para universitarios que han cumplido el rendimiento académico solicitado para su renovación.

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