El comienzo de la campaña electoral de cara a las presidenciales de octubre, enfrenta a la sociedad argentina con tres dilemas. La economía es el problema central de la Argentina y ninguna de las ofertas políticas logra seducir con una propuesta que llame a la ilusión.

No es sencilla la ecuación. Por un lado el ministro de Economía que no logró aplacar la inflación, el talón de Aquiles del Gobierno y la agonía de buena parte de los argentinos. Podrá decir Sergio Massa que otros indicadores son positivos, como el empleo que sigue en alza -en el primer semestre se crearon 100.000 empleos formales asalariados en la Argentina y van 35 meses consecutivos de datos positivos- y proyectar que para fin de año la balanza comenzará a equilibrarse con el ingreso de dólares y la menor importación de combustible. Pero quizás el tiempo ya se le haya agotado. 

Enfrente, el candidato más votado propone una dolarización de dudosa efectividad y mirada con escepticismo aún entre los sectores afines. 

En el tercer ángulo, un propuesto ministro de Economía con una larga historia, desde la cancelación de la investigación de la deuda externa de la dictadura, que benefició a un pequeño y selecto grupo de empresarios en detrimento del país, candidato frustrado de un tercer menemismo y acreedor buitre contra la Argentina. 

Las opciones no son, como se ve, halagüeñas. Apostar a que el Presidente solucione los problemas que el ministro no logró, dinamitar todo o reciclar viejas recetas cuyos resultados ya se conocen. Cualquiera de las opciones genera interrogantes. No hay federalismo en los planes de Gobierno y las particularidades de las provincias son soslayadas o incluso desdeñadas como parte de un problema que no han generado. 

Javier Milei sigue marcando la agenda más radicalizada. Sus ideas en otro momento serían inconcebibles, pero ahora tienen la oportunidad de transformarse en un plan de acción. Al mismo tiempo, cuando habla, el anarcocapitalista, deja asomar la posibilidad de que sus propuestas terminen de dinamitar lo que queda en pie, dejando a buena parte de la sociedad -aún más si cabe-, a la intemperie. 

Cuando se repasan sus palabras, se advierte que van a contramano del rumbo que está tomando el mundo, desde la dolarización hasta el cuidado ambiental. Los países industrializados están alejándose del dólar como moneda comercial y los países que adoptaron la dolarización no son más que un puñado con escasos resultados que generen envidia. 

Pero Milei va por eso y más. En el cierre del Congreso Económico Argentino en La Rural, dijo que “en el caso de una empresa que contamina el río, lo que no está bien definido es el derecho de propiedad. Esa empresa puede contaminar el río todo lo que quiera”. Y se preguntó: “¿Adónde está el daño? ¿Dónde está el problema ahí? Eso, en realidad, habla de una sociedad a la que le sobra el agua, y el precio del agua es cero”.

“El problema en realidad radica en que no hay derechos de propiedad sobre el agua, cuando falte el agua, alguien va a ver un negocio ahí y va a reclamar los derechos de propiedad. Van a ver cómo ahí sí se termina la contaminación”, agregó el candidato de ultraderecha, que resultó el más votado en las PASO.

Contradice al mundo que cada vez de modo más acelerado adopta estrategias para mitigar el cambio climático. Pero también va a contramano de políticas públicas como las de Misiones, que no sólo custodia el 52 por ciento de la biodiversidad del país, sino que protege los afluentes de los principales ríos. En la última sesión de la Cámara de Diputados se declaró como reservas a los 26 arroyos que son afluentes del río Uruguay. Pronto, a instancias de otro proyecto del presidente de la Cámara, Carlos Rovira, se hará lo mismo con los afluentes del Paraná, mientras que ya están en marcha la preservación de otras cuencas. Misiones desde hace tiempo custodia el agua y le puso un valor, que es reconocido por cerca de 400 empresas que pagan por su uso industrial. 

Milei está lejos de poner en su ecuación a las provincias. Pero lejos de ponerle fin a “la casta”, amenaza con prácticas de la más rancia política. Marcela Pagano, la periodista que dio el salto a la política como candidata a diputada por Buenos Aires aseguró que en un eventual gobierno, Milei no tendría problemas para asegurarse el respaldo del Congreso: “Yo creo que Javier ha dado en la tecla en una cosa: los gobernadores se sirven de algo que son las transferencias discrecionales. Al fin y al cabo, plata (…). La van a necesitar. Y esa plata que van a necesitar la firma Javier Milei. Entonces no se crean que no hay acá una suma de equilibrios de fuerza y de poder”.

Fuerza y poder a base de “platita”. Ni la Banelco fue tan obvia. 

Así y todo, Milei aparece más fresco que Cambiemos. La candidata Patricia Bullrich, quien dio sus primeros pasos en la política como montonera, pasó por la otra alianza y fue figura del macrismo, presentó como su as bajo la manga a Carlos Melconian, eventual ministro de Economía si llegara a ser elegida. El economista que diseñó un plan de Gobierno “apartidario”, bajo el paraguas de la Fundación Mediterránea, también tiene una larga trayectoria. 

En los 80 trabajó en la gerencia de Investigaciones Económicas y la subgerencia del Área Externa del Banco Central. En 1986 firmó y envió al directorio de la entidad el informe 480/161, donde se pedía anular la investigación de la deuda privada contraída en el exterior a fines de la última dictadura cívico-militar. Esa decisión benefició a un puñado de poderosos, entre los que estaba el grupo Macri, liderado por Franco. 

Fue el candidato de Carlos Menem para el mismo ministerio de Economía, aunque se frustró su llegada por la decisión del riojano de no presentarse en el ballotage ante Néstor Kirchner en 2003. Después fue presidente del Banco Nación con Macri y uno de los tenedores de deuda argentina que demandó al país ante el juez neoyorquino Thomas Griesa 2015 junto a Paul Singer y Blackrock. Experiencia no le falta. 

No es de extrañar que la sociedad no sea “seducida”. Está dividida literalmente en tres tercios. De acuerdo con los datos oficiales del escrutinio definitivo Milei no llegó al 30 por ciento de los votos y está seguido por Juntos por el Cambio que obtuvo el 28 por ciento de los votos, y luego por Unión por la Patria, que alcanzó en conjunto el 27,28 por ciento de los sufragios. 

Así, los principales espacios políticos quedaron tras las PASO separados por solo 2,58 por ciento, lo que presenta un escenario de gran paridad con miras a los comicios de octubre, en las que podría definirse quién asumirá la presidencia del país a partir del 10 de diciembre próximo. Según el escrutinio definitivo, Milei consiguió en las primarias 7.352.244 de votos, mientras que Juntos por el Cambio, sumadas las fórmulas que lideraron Bullrich y Rodríguez Larreta, sumó 6.895.941 adhesiones. Por su parte, los candidatos Massa y Juan Grabois, que compitieron en la interna de UxP, alcanzaron los 6.719.042 votos.

En comparación con las cifras del escrutinio provisorio, Milei retrocedió 0,18 por ciento; JxC bajó 0,27 por ciento; y UxP, 0,1 por ciento. Sobre la base de estos resultados, Unión por la Patria recortó unos 22.000 votos a Milei entre el escrutinio provisorio y el definitivo y quedó a 630.000 sufragios de diferencia. Con relación a JxC, la distancia es algo superior a los 170.000 votos luego de reducir la ventaja en 60.000 adhesiones.

Serán determinantes los días de campaña. Hay un universo por convencer entre los que no fueron a votar en las PASO y los votos en blanco. 

En Misiones los primeros sondeos advierten una consolidación del voto hacia la Renovación, incluso de sectores que participaron en las primarias y ahora se inclinarán por el oficialismo como representación de los intereses locales, ante espacios que obedecen otros mandatos o que directamente, como los Libertarios, no tienen representación misionera. Los votantes de Milei no tendrán lista para el Congreso en octubre, por lo que las listas lideradas por Carlos Arce y Daniel Vanscik sumarán más adhesiones. 

El crecimiento de la Renovación también empuja la boleta de Sergio Massa, mientras que Cambiemos es una incógnita por las heridas que dejó la interna y la reticencia del radicalismo a acompañar a Bullrich, quien los ningunea a cada paso. El radicalismo podría perder una docena de bancas en el Congreso y en Misiones quedó muy debilitado tras la doble derrota de Martín Arjol en mayo y la de Ariel Pianesi como candidato a senador del larretismo en las PASO, que apenas cosechó un puñado de votos. Pero la lista de Bullrich tampoco genera entusiasmo. Este sábado, en el primer mitin de campaña, Luis Petri, el candidato a vice puesto por el radicalismo, apenas juntó un puñado de militantes en Capioví. Petri se vio obligado a hablar del proyecto de ley que presentó Cambiemos para desregular la economía y eliminar el Instituto Nacional de la Yerba Mate. Aunque el proyecto firmado por Alfredo Schiavoni todavía sigue en el Congreso, el candidato a vicepresidente dijo que la idea no es “eliminar” el organismo regulador, sino “mejorar” su funcionamiento.

La yerba es un elemento central de la economía y también tema de campaña. En la feria Matear, el presidente del INYM, Juan José Szychowski le pidió a Jorge Macri que Cambiemos retire el proyecto del Congreso y aseguró hoy que la eliminación del financiamiento para el INYM “afectaría directamente a los pequeños productores y a toda la cadena de producción de la yerba mate”.

“A pesar de nuestros esfuerzos, hay algunos sectores como Juntos por el Cambio que buscan eliminar la financiación del Instituto, lo que afectaría directamente a los pequeños productores y a toda la cadena de producción de la yerba mate”, explicó Szychowski quien contrapuso la iniciativa de la oposición con el éxito de la feria MateAr, un evento destinado a celebrar la tradición y el trabajo detrás de la producción de yerba mate, que reunió a más de 100.000 asistentes, 60 molinos y 40 expositores relacionados con la actividad.

Szychowski afirmó que “nuestro objetivo es darle a los pequeños molinos el reconocimiento y el apoyo que merecen”, al explicar que en el marco de la iniciativa Puente al Empleo, “hemos trabajado en conjunto con diferentes organismos para garantizar que los trabajadores puedan desempeñarse sin preocupaciones y que los productores puedan contar con personal confiable y comprometido”.La yerba es clave para Misiones, desde la producción hasta el sector industrial. Aporta empleo. Lo mismo que la agricultura familiar, el turismo y ahora la economía del conocimiento. La diversificación económica permite entender el volumen del empleo registrado que tiene Misiones: en junio quedó a tiro de récord, apenas 43 puestos de trabajo menos que en el pico histórico de septiembre de 2015. En total, Misiones tiene 109.082 puestos de trabajo registrados -114,275 con estacionalidad- y es, por lejos, líder en el NEA. En los últimos cuatro años, el empleo en Misiones creció 11,88 por ciento. En la vecina Corrientes, que alcanzó un récord en junio con 81,442 empleos, apenas 6,82 por ciento.

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