La Federación de Industrias Textiles (FITA), entidad empresarial más representativa y con mayor trayectoria del sector, presentó su informe mensual con cifras que confirman la delicada coyuntura que atraviesa la actividad.

De acuerdo con estadísticas oficiales, en julio la producción textil retrocedió un 10,1% interanual, una contracción muy superior a la caída de la industria en general, que fue de apenas 1,1%.

El Índice de Precios al Consumidor Textil mostró en agosto una baja mensual de 0,3% y un alza interanual de 24,4%. Ambos registros quedaron muy por debajo de la inflación general (1,9% mensual y 33,5% anual). En la misma línea, los precios mayoristas textiles subieron 1,0% frente a julio y 18,7% interanual, también rezagados respecto del resto de la industria.

Inversión y capacidad instalada

En lo que va de 2025, la inversión en maquinaria importada trepó a USD 113 millones, superando el total invertido en todo 2024. Sin embargo, esa apuesta convive con un deterioro en la utilización de la capacidad instalada, que cayó en julio a 44,4%, frente al 50,4% de junio y al 49% del mismo mes de 2024. La merma interrumpió la incipiente recuperación que venía registrándose desde abril.

En el plano laboral, el primer trimestre del año cerró con 98.153 trabajadores formales, lo que implica 4.400 empleos menos que un año atrás.

“Considerando que el sector textil es una de las principales fuentes de empleo industrial en muchas de las provincias, el contexto actual genera gran preocupación por las consecuencias que implica sobre la generación de valor y la mano de obra en distintas regiones del país”, advirtió Luis Tendlarz, presidente de FITA.