La habilitación se concretó en los papeles a principios de diciembre, pero aún falta la presencia del personal de control en el paso fronterizo.
Muchas son las consultas, e inquietudes de turistas que aguardan la habilitación en la práctica del paso Rosales, frontera con la localidad de San Pedro, que ahorraría 300 kilómetros ida y vuelta a las playas de Brasil.
El intendente de San Pedro, Miguel Dos Santos, aseguró que aún no tienen novedades. La burocracia de los trámites seguramente dilatan la presencia del personal, dijo y añadió en contacto con Radio República, que “se hizo lo que se pudo y por ahora quedó estancado ahí, esperemos que por el bien de todos, avance”.
La anhelada autorización llegó a principios de diciembre y generó expectativas porque descomprimirá además el tránsito fronterizo en otros puntos como Bernardo de Irigoyen, pero si bien se puso la firma del lado brasileño, aún resta la presencia de la Policía Federal, encargada del control.
Para llegar al puente por el Paso Rosales hay que tomar la ruta nacional 14 y al llegar a la localidad de San Pedro se debe tomar la ruta provincial 16 hasta el paraje “7 Estrellas”. Luego se debe seguir por la ruta provincial 27. El trayecto está totalmente asfaltado, las rutas (nacionales y provinciales) son nuevas y cuentan con toda la señalética necesaria. Además el último tramo tiene el plus de recorrer parte de la biosfera de Yabotí en lo mejor de la selva paranaense. Este trayecto permite acortar las distancias hasta las playas brasileñas hasta 150 kilómetros, ya que no sería necesario ir hasta Bernardo de Irigoyen – Dionisio Cerqueira.
Del lado argentino está el puesto de control de Migraciones y Aduana Argentina, instituciones que junto a Gendarmería Nacional controlan la cabecera. El puesto de control está habilitado las 24 horas todos los días y ahí se hacen todos los controles de salida del país. Resta el personal del lado brasileño.

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