Asalto en el Louvre: roban joyas históricas de valor incalculable
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Un hecho sin precedentes sacudió este domingo a París: cuatro delincuentes irrumpieron en el Museo del Louvre y robaron ocho joyas pertenecientes al tesoro de la Corona francesa, valuadas como “de valor patrimonial e histórico incalculable”, según confirmó el ministro del Interior de Francia, Laurent Nuñez.
El robo ocurrió alrededor de las 9:30 de la mañana, hora local, en el momento de apertura del museo ubicado en el corazón de la capital. Los asaltantes accedieron a la Galería de Apolo, una de las salas más emblemáticas, utilizando un camión equipado con un montacargas.
Con una amoladora, forzaron una ventana, rompieron las vitrinas que contenían las joyas —entre ellas piezas que pertenecieron a las reinas Marie-Amélie, Hortense y la emperatriz Eugenia— y se llevaron un total de ocho objetos.
Según detalló Le Figaro, los ladrones actuaron con precisión milimétrica y huyeron en dos potentes motocicletas tras apenas siete minutos de operación.
La policía recuperó herramientas utilizadas en el robo —dos amoladoras, un soplete, guantes, un walkie-talkie y una manta—, además de una joya dañada: la corona de la emperatriz Eugenia, engarzada con más de 1.300 diamantes y 56 esmeraldas, encontrada en la calle cerca del museo.
El Louvre fue cerrado de inmediato “por razones excepcionales”, y el caso quedó en manos de la Brigada de Represión del Bandidismo (BRB), con el apoyo de la Oficina Central de Lucha contra el Tráfico de Bienes Culturales (OCBC).
La fiscal de París, Laure Beccuaua, confirmó que más de 60 investigadores trabajan en el caso y aseguró la “determinación total” del gobierno para recuperar las piezas robadas.
“Se trata de un robo muy importante. Los autores hicieron un reconocimiento previo y parecen extremadamente experimentados”, declaró el ministro Nuñez.
“Atacar al Louvre es atacar nuestra historia y nuestro patrimonio”, añadió.
Reacciones políticas y críticas por la seguridad
El hecho generó conmoción política en Francia. La dirigente Marine Le Pen calificó el robo como “una herida al alma francesa” y cuestionó la falta de protección de los museos y monumentos históricos. En tanto, la ministra de Cultura, Rachida Dati, reconoció que “durante cuarenta años no se invirtió lo suficiente en seguridad”, y recordó que la presidenta del Louvre ya había solicitado una auditoría al prefecto de policía hace dos años.
El presidente Emmanuel Macron había anunciado en enero un proyecto de restauración del museo que incluía un refuerzo de la seguridad. Sin embargo, según Laurence des Cars, actual presidenta del Louvre, el robo “confirma que nuestros museos ya no son santuarios y se han convertido en blancos de organizaciones especializadas en el tráfico de arte”.
Una joya del patrimonio francés
La Galería de Apolo, construida en el siglo XVII y decorada por Charles Le Brun y Eugène Delacroix, es considerada una de las salas más majestuosas del Louvre. Allí se exhiben los Joyaux de la Corona de Francia, entre ellos el célebre diamante “Regente”, de 140 quilates, y la corona de Luis XV, con más de 280 diamantes.
El robo de este domingo recuerda otros ataques recientes, como el del Museo Cognacq-Jay en noviembre de 2024, cuando cuatro encapuchados armados con bates y hachas se llevaron tabacaleras de oro y diamantes.
Mientras continúa la investigación, las autoridades francesas advirtieron a los turistas y visitantes que el museo permanecerá cerrado hasta nuevo aviso.
El robo, ocurrido en uno de los sitios más custodiados del mundo, representa —como señaló Le Figaro— “una afrenta directa al corazón del patrimonio nacional francés”.
