Francia reconoce el efecto devastador de la deuda impuesta a Haití por su libertad
Por Roger Cohen y Ségolène Le Stradic, reportando desde París, New York Times. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo el jueves que había llegado el momento de “reconocer la verdad de la historia”, 200 años después de que el rey Carlos X reconociera la independencia de Haití, pero exigiera que se pagara a sus antiguos colonos franceses una enorme suma por esa libertad.
Como resultado, Haití se convirtió en el único país del mundo en el que los descendientes de personas esclavizadas se vieron obligados durante generaciones a indemnizar a los descendientes de sus antiguos amos coloniales.
“Esta decisión puso precio a la libertad de una joven nación, que se enfrentó así, desde el momento de su constitución, a la fuerza injusta de la historia”, declaró el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
Macron, que llegó a la presidencia en 2017 y no había abordado antes en público el tema de la deuda, pidió la creación de una comisión conjunta franco-haitiana de historiadores para examinar “dos siglos de historia, incluido el impacto de la indemnización de 1825 en Haití”.
La comisión estará liderada por Yves Saint-Geours, historiador y diplomático francés, y Gusti-Klara Gaillard Pourchet, académica haitiana residente en Francia.
“Una vez concluido este trabajo necesario y esencial, la comisión presentará recomendaciones a ambos gobiernos con vistas a extraer lecciones y construir un futuro más pacífico”, dijo Macron.
No hubo indicios de que Francia fuera a ofrecer a Haití ninguna reparación económica.
El anuncio se produce casi tres años después de que The New York Times publicara “Recompensa”, resultado de una investigación de 14 meses sobre la deuda acumulada por Haití con Francia.
Esta serie de artículos calculaba en 560 millones de dólares de 2022 la cantidad pagada durante seis décadas a los bancos franceses que hicieron el primer préstamo. Si ese dinero se hubiera quedado en Haití, y hubiera circulado e invertido localmente en lugar de ir a Francia, habría aportado entre 21.000 y 115.000 millones de dólares al crecimiento económico haitiano.
Las autoridades francesas no respondieron en su momento a la investigación del Times. Pero la Fundación para el Recuerdo de la Esclavitud, órgano consultivo del gobierno financiado parcialmente por el Estado, puso en marcha un grupo de trabajo tras leer las conclusiones.
“En ausencia de una respuesta oficial, nuestro consejo asesor decidió ocuparse de este tema”, afirmó Pierre-Yves Bocquet, director de la fundación. Durante dos años y medio, el grupo trabajó en un informe publicado en vísperas del bicentenario del real decreto que fijó la cantidad que Haití debía a Francia.
“Sabíamos que 2025 iba a ser un año importante, y nos alegra que Francia no permanezca en silencio”, añadió Bocquet.
Haití lleva años luchando contra las consecuencias de dos terremotos devastadores, en 2010 y 2021, y una crisis política tras el asesinato de su presidente, Jovenel Moïse, en 2021. Hace aproximadamente un año, las bandas criminales unieron sus fuerzas para atacar al gobierno y tomar la capital. La violencia ha sido constante desde entonces.
Según la ONU, un millón de personas han sido desplazadas a causa de la violencia y alrededor del 20 por ciento de la población de Haití padece hambre aguda.
Leslie Voltaire, expresidente de transición de Haití, visitó Francia y se reunió con Macron en enero. Hablaron de la actual crisis política de Haití, pero Macron también sacó a relucir la deuda, dijo Voltaire.
“Me pidió mi opinión. Le dije que no podíamos borrar el pasado, que era un pasado doloroso”, declaró Voltaire al periódico francés Le Monde.
El predecesor de Macron, François Hollande, reconoció los pagos de Haití en 2015 durante una visita a Guadalupe, otra antigua colonia francesa. Conmocionó a la multitud en la inauguración de un centro conmemorativo sobre la trata de esclavos, cuando se refirió a los pagos como una “recompensa por la independencia”.
“Cuando venga a Haití”, dijo, “pagaré, por mi parte, la deuda que tenemos”.
Unas horas más tarde, cuando llegó a Puerto Príncipe, la capital haitiana, los ayudantes de Hollande dijeron a los medios de comunicación que solo hablaba de la “deuda moral” que Francia tenía con Haití, no de ninguna compensación económica.
En un artículo de opinión publicado el jueves por la mañana en Le Monde, los alcaldes de La Rochelle, Burdeos y Nantes, los principales antiguos puertos de trata de esclavos, dijeron que había llegado el momento de “iniciar el proceso de reparación al pueblo haitiano”.
Citando la investigación del Times, los tres alcaldes dijeron que Francia tenía una “responsabilidad histórica” en la tragedia actual de Haití. “Francia no puede darle la espalda a Haití como si no hubiera contribuido a esta situación”, escribieron.
La deuda es bien conocida en Haití. Ocupó un lugar destacado en la campaña en busca de reparaciones de otro expresidente, Jean-Bertrand Aristide, durante el 200 aniversario de la independencia de Haití, en 2004.
Pero en Francia, un país que se enorgullece de su historia, la existencia de la deuda sigue siendo casi desconocida. Un antiguo ministro francés de Educación, Pap Ndiaye, reconoció esa ignorancia hace dos años.
“Mientras que todos los estudiantes haitianos conocen la Revolución Francesa, pocos estudiantes franceses conocen la Revolución Haitiana”, dijo. “Esto tiene que cambiar”.