Biden promete U$S 500 millones para Fondo Amazonia y otros U$S 1.000 millones para cambio climático
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció hoy que pedirá al Congreso que apruebe un desembolso de 500 millones de dólares para el Fondo Amazonia, un mecanismo gestionado por Brasil para la lucha contra la deforestación, además de otros 1.000 millones para luchar contra el cambio climático en los países en desarrollo.
“Solicitaré los fondos para que podamos contribuir con 500 millones al Fondo Amazonía y otras actividades relacionadas con el clima durante los próximos cinco años para apoyar el esfuerzo renovado de Brasil para terminar con la deforestación para 2030”, expresó Biden en su discurso durante el Foro de las Principales Economías sobre energía y clima, organizado por la Casa Blanca, en el que también participaron Alberto Fernández y el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
Además, el mandatario estadounidense prometió 1.000 millones de dólares adicionales para el Fondo Verde para el Clima, un instrumento de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) “para conservar la Amazonia y otros ecosistemas críticos en América Latina”.
El anuncio de Biden llega después de que su antecesor. Donald Trump, negacionista del cambio climático, redujera a cero las contribuciones estadounidenses a ese programa.
La inyección financiera al Fondo Verde para el Clima eleva la contribución estadounidense a un total de 2.000 millones de dólares, todavía por debajo de la promesa inicial de 3.000 millones del expresidente Barack Obama, pero indica que la Casa Blanca está respondiendo a los pedidos de los países en desarrollo, los que menos contribuyen al cambio climático y los que más lo sufren.
“Los efectos del cambio climático los sentirán más quienes menos han contribuido al problema, entre ellos los países en desarrollo”, subrayó Biden en la reunión virtual, de la que también participaron el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador; el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el canciller alemán, Olaf Scholz, entre otros.
“Como grandes economías debemos apoyar a estas economías. El fondo es fundamental para ayudar a las naciones en desarrollo en aspectos que ahora no pueden hacer, pero no debe ser la única manera”, expresó Biden.
Pese a las promesas de financiación, activistas climáticos y científicos han criticado duramente a Estados Unidos y a otros países por responder a la escasez de petróleo y gas con un aumento de la producción y planes de expansión.
Los expertos subrayan que es imposible mantener el calentamiento global dentro de los límites esperados mientras se aumenta la perforación.
Estados Unidos ingresó al Fondo Amazonia, el fideicomiso global que tiene Brasil como compensación en caso de reducir la deforestación, y al que aportan también Noruega, Alemania, tras el regreso de Lula al poder.
Por su parte, el mandatario brasileño llamó hoy a una acción coordinada para hacer frente al cambio climático, que consideró el “mayor desafío” de esta generación. “Brasil está haciendo su parte y seguirá avanzando en los esfuerzos para mitigar los efectos del cambio climático”, aseguró durante su intervención.
“Contamos con la matriz energética más limpia del planeta. Más del 80% de nuestra electricidad proviene de fuentes renovables: hidroeléctrica, eólica, solar, etanol y biomasa. Y vamos a aumentar esta proporción, con la instalación de nuevos parques de generación de energía solar y eólica”, apuntó.
A la vez, se quejó de que los países desarrollados no se involucran lo suficiente.
“Desde que el compromiso fue asumido, en 2009, el financiamiento climático ofrecido por los países desarrollados se mantiene debajo de la promesa de 100.000 millones de dólares por año. Es preciso que todos hagan su parte”, dijo.
Además, prometió revertir “el daño al medio ambiente causado por el gobierno anterior” en la Amazonia y señaló que el objetivo de su gobierno es la “deforestación cero”.
“Los efectos del cambio climático agravan aún más la pobreza, el hambre y la desigualdad en el mundo, flagelos que Brasil combate con todas sus fuerzas. Somos también intransigentes defensores de la paz entre los pueblos. No hay sostenibilidad en un mundo en guerra”, consideró el mandatario brasileño, que se ha ofrecido como mediador para una solución negociada a la guerra en Ucrania.
En tanto, Fernández manifestó el “fuerte compromiso” de la Argentina con las metas ambientales dentro del “modelo de desarrollo sostenible e inclusivo” que impulsa el país, pero subrayó que el éxito depende de “la provisión de recursos financieros para los países en desarrollo”, una condición “fundamental” para la implementación de la acción climática.
“Desde el sur de las Américas vemos con preocupación la ausencia de vehículos financieros globales que ayuden a nuestros países a hacer frente a los desafíos que impone el cambio climático. Creemos firmemente que la arquitectura de financiamiento climático multilateral debe ser justa, transparente, equitativa y basada en el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas y capacidades respectivas”, apuntó.
Respecto de metas y desafíos, Fernández señaló que “la Argentina ha adoptado la acción climática como política de Estado y como un pilar indispensable del modelo de desarrollo sostenible e inclusivo” al que se aspira y, en ese sentido, señaló que se han dado “pasos contundentes”.
El Foro de las Principales Economías se puso en marcha por primera vez en 2009 de la mano de Obama como una forma de conseguir que los mayores contaminadores del mundo hablaran entre sí sobre la reducción de emisiones.
Los países más pobres han aumentado la presión sobre los ricos para que aporten más financiación a la lucha contra el cambio climático.