Brasil se ajusta: ¿Había que esperar el dólar a R$ 5,91 para corte fiscal?
Demasiado tiempo demoró Lula da Silva en definir un ineludible recorte del gasto público. El dólar lo obligó. Y ahora habrá que esperar al Congreso.
Luiz Inácio Lula da Silva padece el problema de los ‘progres’: cuando el gasto público se encuentra totalmente fuera de control, sin embargo, dudan qué hacer cuando lo obvio es recortarlo de inmediato. Sucede que, si los agentes económicos perciben el desequilibrio, irán sobre el dólar como la herramienta para hacer trascender su preocupación por la inflación venidera. El gobierno ‘popular’ afirma casi siempre que no puede cortar el gasto porque impactará en los más necesitados. Pero he aquí el dilema: ¿Qué perjudica más a los pobres, las consecuencias de la disparada del dólar o seguir evaluando qué gasto recortar? Luego, Lula da Silva se aferra a su edecán Fernando Haddad como ministro de Economía. Todo indica que ahí tiene otro problema.
Le cuesta demasiado al ‘progresismo’ gastar lo que recauda y no excederse. La noche en que el dólar comercial se disparó a un récord de R$ 5,91, el ministro de Finanzas, Fernando Haddad, anunció finalmente, en la televisión nacional, el tamaño del hiper demorado ‘paquete’ de recorte de gastos que el gobierno pretende implementar en los próximos 2 años, de R$ 70.000 millones. En su discurso, de poco más de 7 minutos, el ministro -debilitado por el dólar y por la falta de autoridad del gobernante PT para imponer rápidamente en el Legislativo un ajuste importante y confiable- evitó utilizar la expresión “recortes de gastos” y afirmó que las medidas deberían generar “ahorros” en el Presupuesto de la Unión.
Entre las principales medidas se encuentran limitar el ajuste del salario mínimo a la regla del nuevo marco fiscal; bonificación salarial para quienes reciben hasta R$ 2.640 (hoy, R$ 2.824), que luego convergerá a 1,5 salario mínimo; imponer una edad mínima de jubilación para el personal militar y limitar las pensiones; asignar el 50% de las enmiendas (fondos extrapresupuestarios) de la Comisión a Salud; modificar el rango de exención del Impuesto sobre la Renta para quienes ganan un salario mensual de R$ 5.000 mediante una compensación para quienes ganan más de R$ 50.000 mensuales; y hacer cumplir el tope salarial para los funcionarios públicos, poniendo fin a los ‘supersalarios’.
Según él, el cambio es la “mayor reforma de ingresos” en la historia del país.
En caso de déficit primario en las cuentas públicas, el ministro destacó que se prohibirá la creación, ampliación o extensión de beneficios fiscales. Respecto a los cambios que considera “justos y necesarios” en las jubilaciones militares, Haddad dijo que “promoverán una mayor igualdad, con el establecimiento de una edad mínima para la reserva y la limitación de las transferencias de pensiones”.Dudas
Aunque el paquete es resultado de la presión del mercado financiero para recortar el gasto, el gobierno también terminó anunciando un aumento en el rango de exención del Impuesto sobre la Renta para quienes ganan hasta R$ 5.000 por mes, lo que reduce los ingresos del Fisco y, en teoría, empeoraría las cuentas públicas. La promesa es que habrá compensación con mayores impuestos a los más ricos, pero aun así la iniciativa generó críticas en el mercado.
Haddad también afirmó en el programa que el personal militar tendrá una edad mínima de jubilación de 55 años, que las enmiendas parlamentarias crecerán por debajo del límite de las reglas fiscales y que, en caso de déficit primario, se prohibirá la creación o ampliación de beneficios fiscales.
El paquete fiscal de Haddad requiere en gran medida la aprobación del Congreso Nacional y, por lo tanto, aún será objeto de negociación con los parlamentarios hasta la votación.
Alexandre Espírito Santo, economista de Way Investimentos, le anticipó a Folha de S. Paulo más presión del mercado: “Había dudas en mi cabeza y es necesario comprender y medir cómo la exención del Impuesto a la Renta impactará el neto del paquete. ¿Será aprobada por el Congreso la tributación de quienes ganan más de R$ 50.000? ¿Serán efectivos los R$ 70.000 millones? El mercado trabajará duro para conseguir estas respuestas”.
Daniel Cunha, estratega jefe de BGC Liquidez, explicó que estuvo mal abordar en un mismo comunicado la iniciativa de ampliar la exención del Impuesto a la Renta para quienes tienen ingresos mensuales de hasta R$ 5.000 (o sea menos ingresos del Fisco) y el impacto fiscal con ahorros de R$ 70.000 millones.
“Para el mercado, ahora es importante conocer los detalles de las medidas y profundizar en los textos legislativos que se enviarán. El momento debía estar enfocado y dirigido hacia una agenda de disciplina fiscal y contención de costos”, dice Cunha .
Según Marcos Moreira, socio de WMS Capital, lo que queda ahora son dudas sobre la ejecución del plan presentado. “No vemos cambios estructurales que puedan situar la deuda pública en una trayectoria más sostenible a largo plazo”.Las medidas
- Aumento de la exención del Impuesto sobre la Renta para quienes ganan hasta R$ 5.000 mensuales. Hoy en día, cualquier persona que gane hasta dos salarios mínimos (o R$ 2.824) está exenta;
- Más tributación del Impuesto sobre la Renta para quienes ganan más de R$ 50 mil;
- Restricción del pago del bono salarial a trabajadores que ganen hasta 1,5 salarios mínimos, con un período de transición. Hoy en día, cualquier persona que gane hasta dos pisos tiene derecho a recibir el beneficio (hasta un salario mínimo);
- Cambios en las normas para el personal militar, como crear una edad mínima de jubilación en 55 años (actualmente sólo se exigen 35 años de servicio) y limitar la transferencia de pensiones;
- En caso de déficit primario, se prohibirá la creación, ampliación o extensión de beneficios fiscales;
- Corregir excesos y garantizar que todos los agentes públicos estén sujetos al techo constitucional al servicio civil;
- Mejorar los mecanismos de control contra el fraude y las distorsiones en los beneficios;
- El total de enmiendas parlamentarias crecerá por debajo del límite de las reglas fiscales,
- El salario mínimo seguirá aumentando por encima de la inflación (la nueva regla no ha sido anunciada oficialmente).