Cambiemos se alzó con el dictamen de mayoría del proyecto de reforma tributaria
Uno de los proyectos anhelados por el Gobierno nacional se encamina hacia el recinto la semana próxima. Se trata de la reforma tributaria, que logró dictamen de mayoría en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados este martes.
Tras negociaciones con el bloque Justicialista, el oficialismo aceptó una serie de modificaciones al proyecto original del Ejecutivo y logró el despacho con disidencias parciales de esta bancada y el líder de Evolución Radical, Martín Lousteau. Desde el massismo y el FpV-PJ se presentaron dictámenes de minoría. Por su parte, la santiagueña Norma Abdala de Matarazzo acompañó a Cambiemos.
En la ley de reforma del sistema tributario se incorporará la iniciativa de revalúo contable e impositivo, que había ingresado por separado pero estaba dentro del paquete enviado por el Gobierno.
Al comienzo de la reunión, el presidente de la comisión, Luciano Laspina (Pro), detalló los principales cambios que se realizaron y entre ellos mencionó que, a pedido de Diego Bossio (Justicialista), se establecerá la exención del impuesto a las Ganancias para los inversores no residentes, salvo en el caso de Lebacs.
Entre los legisladores que defendieron el proyecto, se destacó el misionero Luis Pastori, quién el lunes fue reelecto como Secretario de dicha Comisión por los próximos dos años.
Pastori destacó el proyecto de reforma tributaria, ya que “apunta a promover la inversión, el empleo de calidad, y la competitividad con medidas como; 1)- la reducción del impuesto a las ganancias corporativas no distribuidas, del 35 al 25%; 2)-la devolución anticipada de los saldos a favor de IVA, con un plazo por inversiones de hasta 6 meses; 3)-la implementación de un mínimo no imponible de 12.000$ para contribuciones patronales; y 4)-el incremento del pago a cuenta de ganancias generado en base del pago al impuesto al cheque”.
Pastori precisó que “esta reforma se propone seguir reduciendo drásticamente la evasión impositiva, cumplir con las metas fiscales del gobierno y avanzar hacia el desarrollo de la economía. La reforma va tener un costo para la Nación de 1.5% del PIB al cabo del quinto año, que se va sumar a los 2 puntos que ya se ha reducido la presión impositiva desde el año 2016, con la eliminación de retenciones, la ley pymes, entre otras medidas, y la baja del impuesto inflacionario. Gracias a la reforma bajará la evasión, crecerá más rápido la economía de manera estimada en un 0.5 puntos del PIB adicional por año por efecto de la reforma durante al menos 5 años, con lo cual, cuando se complete la reforma en su integralidad, el costo al tesoro rondará entre el 0.3 y 0.4 del producto, mientras que aumentarán los recursos coparticipados a las provincias. No será la reforma perfecta, en materia tributaria queda mucho por hacer, pero es un paso enorme el que estamos dando después de décadas que no se había nada”.
En lo que refiere a impuestos internos, si bien en un principio se iba a dar marcha atrás con el aumento a las cervezas, este martes se decidió mantener la propuesta original: se llevará la alícuota del 8% actual al 17%.
Respecto de las bebidas azucaradas, otro de los puntos novedosos del proyecto, se configuró un nuevo esquema para el gravamen. Habrá un mínimo no imponible de 40 gramos por litro para las bebidas azucaradas con cualquier tipo de endulzante; y una vez que el contenido supere los 40 gramos, se comenzará a pagar 3,4 centavos por gramo. En tanto, el mínimo no imponible será a partir de los 50 gramos para las bebidas que estén endulzadas en con un 20% con jugos naturales por litro.
Para el tabaco, se subió el impuesto mínimo que estaba originalmente en 22 pesos por atado de cigarrillos a 25 pesos -originalmente se quería llevar a 28-, y la alícuota se redujo del 75 al 73 por ciento -en el texto del Ejecutivo planteaba 70-. La reforma abrió una grieta entre las tabacaleras.
La propuesta inicial, que fijaba en 70% la alícuota de impuestos internos (el dictamen del Congreso la fijó en 73%) y establecía un impuesto mínimo de $ 28 por paquete de 20 unidades (luego llevado a $ 25 en el dictamen), abrió un enfrentamiento entre British American Tobacco (ex Nobleza Piccardo) y Massalin Particulares, acusada por la primera de ser beneficiada por el nuevo marco impositivo.
“No hay sensatez y no hay razonabilidad en la reforma , que va a concentrar el mercado en la empresa líder”, sostuvo Santiago Pezzati, director de Asuntos Legales & Externos en de BAT Argentina. Según el ejecutivo, Massalin hoy concentra el 70% del mercado y el año que viene, de avanzar la reforma, crecerá al 75%. Según sostienen en BAT, al bajar la alícuota de impuestos internos en simultáneo a un incremento del impuesto mínimo, la reforma baja la presión impositiva total para los cigarrillos de precio medio y alto, mientras que la eleva para los segmentos de menor valor. “En el rango bajo ( sube del 80 al 90%, mientras que entre los de precio medio y alto (de $ 50 a $ 62) baja del 80 al 77%”, estimó Pezzati en referencia a la reforma.
Una de las modificaciones significativas fue la que compete a las carnes de pollo y cerdo, que tendrán una disminución de la alícuota del IVA: pasarán del 21% al 10,5%, equiparándose con la carne vacuna. Impulsor de esta propuesta, el radical Luis Borsani destacó el cambio.
Otra de las modificaciones son que el gas quedará exceptuado de impuesto; y que la AFIP va a tener las acciones de demanda penal, con montos que irán de 10 a 15 millones de pesos a la evasión agravada. Continuará sin modificarse el punto que establece que las empresas no pagarán aportes patronales hasta una remuneración bruta de 12 mil pesos para 2022, en una escala que comienza el año próximo; para 2018 será de 2.400 pesos, punto que es resistido por la Confederación Económica de Misiones y la Cámara Argentina de Comercio.
Por el FpV-PJ, Guillermo Carmona consideró que la reforma tributaria “es absolutamente regresiva”. En referencia a las bebidas azucaradas, planteó por qué no existía una diferencia entre las endulzadas con azúcar o mosto de las que son con jarabe de maíz. “Venimos advirtiendo que el tratamiento no puede ser el mismo; el jarabe de maíz ha sido calificado como un veneno”, dijo.
Sin embargo, Laspina le respondió que “estamos siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Salud”, que no alertó en este sentido. Por otro lado, el mendocino también cuestionó que las bebidas espumantes quedarían a tasa cero y “resulta ser que nos encontramos hoy con que siguen gravados”.
A continuación, Axel Kicillof manifestó el rechazo del kirchnerismo, diciendo que no sólo están en desacuerdo con el texto sino también “con el método”. Por eso, adelantó que presentarán un dictamen de minoría. Igual que lo hizo ante el ministro Nicolás Dujovne (Hacienda), el legislador enfatizó: “Desconocemos los efectos económicos de esta reforma, porque no tenemos evaluados los impactos, porque teníamos una versión provisoria”.
“Este Gobierno ha decidido cambiar los impuestos de la República a ciegas”, sostuvo el exministro de Economía y señaló que en los dos años de gestión de Cambiemos se bajó al presión tributaria porque “están bajando impuestos a los que más tienen”. “Subió el déficit porque quitaron impuestos a los sectores más privilegiados”, insistió y, por otro lado, apuntó que “es ilegal poner que las cooperativas tengan que pagar impuesto a las Ganancias”.
También en contra del proyecto, habló Nicolás del Caño (FIT-PTS), quien subrayó que las propuestas contenidas en la iniciativa, sobre todo la rebaja de las contribuciones patronales, tiene a “darle beneficios a los grandes empresarios”.
Desde el oficialismo, el radical Luis Borsani destacó que “hemos trabajado productivamente” en las modificaciones que se incorporarán al proyecto, mientras que su par Luis Pastori valoró: “No será la reforma perfecta, en materia tributaria queda mucho por hacer, pero en un gran paso después de décadas en que no se hizo nada”. “Hace más de 20 años que venimos con parches sobre parches”, añadió uno de los secretarios de la comisión.
A su turno, Diego Bossio (Justicialista) subrayó que en el país “hay un problema de estructura económica, no sólo de diseño tributario”, y aclaró que esta norma “no es una ley que va a cambiar estructuralmente los impuestos en la Argentina”. En referencia a la suba nuevamente para las cervezas, solicitó la posibilidad de que se incorpore un mínimo no imponible de incentivo a las cervezas artesanales, de moda actualmente.
Por el massimo, Alejandro Grandinetti alertó que a las PyMEs “se les va subir el aporte patronal” y que el Frente Renovador estará en contra de ese punto. Además, sobre la eliminación de la exención del impuesto a las Ganancias para cooperativas y mutuales, recalcó que aunque “hay cuevas en la Argentina” que “hay que perseguir”, no “son todas”. “No perjudiquemos una figura que tiene por esencia un movimiento de ayuda”, agregó.