Caña de Azúcar: un sustituto renovable y nacional para la fabricación de papel
La caña de azúcar es un cultivo reconocido mundialmente por su potencial para la generación de bioetanol, que reduce las emisiones de dióxido de carbono, además de ser un recurso natural utilizado para el desarrollo de diferentes materiales en el mundo y un pilar muy importante en el norte de nuestro país. En Misiones la producción se concentra en la cuenca cañera de San Javier, en el bajo Uruguay. La fabricación de cemento, los abonos, el alimento para animales y las bebidas alcohólicas son sólo algunos de los productos que se desarrollan a partir de esta planta que se renueva anualmente y se aprovecha por completo. Tal es así que desde el 2018 en la provincia de Jujuy, más precisamente en las Yungas, se cultivan para el papel natural del siglo 21.
Marcos Uribelarrea, director de Negocios Papel de Ledesma explica que “sin usar blanqueadores químicos y preservando la biodiversidad, somos la única empresa Argentina que fabrica papel a partir de la caña de azúcar, creando productos para lo que es la impresión, copias y escritura, con el 100% de fibra de caña, siendo una de las 5 empresas en el mundo que hacen esto.”
El proceso empieza con el cultivo de la caña de azúcar, el cual vuelve a crecer una vez cosechado y se renueva cada cinco o seis años, convirtiéndose en un producto sustentable. Tiene un ciclo de 12 meses y la zafra (cosecha) dura aproximadamente ocho meses.
Una vez que la cosecha es trasladada a la planta, se realiza en el «trapiche» el proceso de molienda de la caña de azúcar para que luego en el digestor, se elimine la lignina y se obtenga la pasta celulosa. Dicha pasta se convierte en una hoja en la máquina y se transforma para la impresión de revistas, cuadernos y repuestos escolares. El papel producido en la planta cuenta con certificaciones que están dentro de los estándares mundiales requeridos por la industria gráfica y de escritura, y posee excelentes prestaciones.
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