Celulosa Argentina propone reestructurar deuda por u$s128 millones tras caer en default
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La empresa Celulosa Argentina, una de las mayores productoras de pulpa y papel del país, presentó ante la CNV y la Bolsa de Comercio un plan integral de reestructuración de deuda por más de u$s128 millones, tras caer en default en mayo. La propuesta contempla la postergación de pagos por dos años, la consolidación de obligaciones negociables y un esquema de capitalización de intereses para ganar tiempo en medio de una aguda crisis operativa y financiera.
Celulosa busca reestructurar su deuda y evitar el colapso financiero
Presentó una propuesta para diferir vencimientos y ordenar el pago a acreedores
La reestructuración propuesta por Celulosa Argentina se da luego de que la firma cayera en cesación de pagos en mayo de 2025, al no poder afrontar compromisos con cheques diferidos y vencimientos de obligaciones negociables. Con el asesoramiento de la consultora Valo Columbus, la empresa presentó una estrategia orientada a lograr un acuerdo ordenado con acreedores financieros, evitando un default irreversible.
El paquete incluye deudas con bancos locales e internacionales, emisores de pagarés y cheques, y tenedores de siete clases de ON, con foco en extender plazos, unificar emisiones y reducir presiones financieras inmediatas.
Postergación de pagos por dos años y esquema de cash sweep
La propuesta se organiza como un préstamo sindicado en dos tramos, en pesos y dólares, cada uno con sub-tramos de corto y largo plazo. El repago del capital comenzaría 24 meses después del cierre del acuerdo (previsto para el 31 de julio de 2025), con cuotas semestrales crecientes.
- Tasa de interés nominal anual: 5 % en pesos y 3 % en dólares.
- Intereses pagaderos por semestre vencido.
Además, si la empresa no logra un EBITDA mínimo de u$s40 millones en los próximos 24 o 36 meses, los intereses se capitalizarán completamente (mecanismo PIK, por sus siglas en inglés), aplazando su pago. Si supera ese umbral, se activa un cash sweep: el 50 % del excedente de EBITDA se destinará a precancelar deuda mediante subastas entre acreedores.
¿Quiénes son los acreedores?
Un amplio abanico que incluye bancos, fondos y emisores de instrumentos bursátiles
La deuda total alcanza los u$s128 millones, entre capital e intereses impagos. El listado de acreedores incluye:
- Bancos internacionales y locales: Rabobank (u$s35 millones), Banco Nación, Provincia, Macro, Galicia, Santander, Ciudad y Córdoba.
- Entidades financieras y fondos: Banco de Valores, Adcap, Balanz, Aurum y Zofingen.
- Instrumentos vigentes:
- Préstamos: u$s61,7 millones y $8.255 millones.
- ON: u$s46,3 millones y $4.533 millones.
- Cheques: $5.375 millones.
- Pagarés: $500 millones.
Como gesto de buena fe, la empresa propuso que los créditos intercompany del accionista mayoritario, por u$s21 millones, queden subordinados al repago total de la deuda con terceros.
Obligaciones negociables: reestructuración y cláusulas colectivas
Celulosa busca consolidar emisiones y evitar litigios
La propuesta también contempla una reestructuración de las ON clases 13, 17, 18, 19, 20 y 21, que se unificarían en una nueva ON en dólares, con tasa del 3 % anual (o 5 % en pesos), esquema de capitalización y vencimientos alineados al préstamo sindicado.
El proceso se apoyará en cláusulas de acción colectiva (70 % de aprobación) y un Intercreditor Agreement, que busca garantizar igualdad de trato entre todos los acreedores. Durante el proceso rige una cláusula de espera legal, que impide el inicio de acciones judiciales por parte de los acreedores.
En caso de no alcanzar consenso, la empresa adelantó que avanzará con un Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE) bajo los mismos términos.
Ventas en caída, EBITDA negativo y presión sobre una industria clave para la región
El contexto operativo de Celulosa es crítico. Entre abril y junio enfrenta vencimientos por u$s25 millones, y en el primer trimestre del año generó un EBITDA de apenas u$s3,5 millones, muy por debajo de los u$s55 millones registrados en el mismo período de 2024. Las ventas internas cayeron más de 30 %, los costos en dólares subieron y el flujo operativo fue negativo.
La planta que la compañía posee en Misiones tiene una alta relevancia productiva para el sector forestoindustrial del NEA. La sostenibilidad de su operación está directamente ligada a cientos de empleos y al equilibrio de la cadena productiva regional. Por eso, el éxito o fracaso del plan de reestructuración tendrá consecuencias no solo financieras, sino también económicas y sociales para el entramado forestoindustrial argentino.
