Vivimos en un mundo donde el cambio es cada vez más dinámico y la velocidad con la que ocurren las transformaciones impactan en los diferentes modelos de negocios, procesos y, sobre todo, en la cultura organizacional. Esto pone a prueba los paradigmas de las pequeñas y medianas empresas. El coaching emerge entonces como una competencia clave para crear nuevas perspectivas y permitir a los líderes de las pymes gestionar los cambios de manera más efectiva.

El Msc. Roberto Brenes, coach certificado por ICF y coach Organizacional, señala que “el coaching es una de las herramientas más poderosas para ampliar nuestra perspectiva y encontrar nuevos recursos para gestionar situaciones complejas y crear en nuestra empresa una conducta resiliente que podemos aprender, entrenar y dominar para lograr potenciar nuestra capacidad de enfrentar las situaciones adversas que enfrentamos en nuestro día a día.”

Una persona técnicamente capacitada pero con una débil competencia para enfrentar la adversidad no tomará las mejores decisiones. Su preparación técnica quedará en segundo plano debido a bloqueos, miedos e incluso explosiones emocionales que impactarán negativamente en su vida personal, familiar, la relación con sus compañeros de trabajo y los clientes.

Brenes enumera una guía básica sobre qué pueden hacer emprendedores y empresarios para enfrentar aquellos cambios que impactan en su compañía y colaboradores:

1. Definir el punto de partida: Hacer preguntas sobre los cambios actuales permite comprender cuál es el contexto que nos rodea y definir hacia dónde queremos llegar. 
2. Elevar el nivel de consciencia: El análisis de las preguntas anteriores eleva el nivel de autoconciencia y ayuda a entender cómo enfrentar los cambios.
3. Identificar los recursos internos: Conocer e identificar los recursos disponibles es fundamental para gestionar cambios y adversidades.
4. Reencuadrar las situaciones: Fortalecer la capacidad de gestionar el cambio implica abordar hechos desfavorables desde diferentes perspectivas.

Una vez realizado el ejercicio anterior, es crucial pasar de la intención a la acción. Identificar conductas clave y convertir reflexiones en hábitos medibles permitirá incidir positivamente en tus metas.

“Como todo en la vida, aquí es donde aparece el factor diferenciador: convertir las reflexiones en acción. Al tomar acción es cuando aprendemos, crecemos y es donde la magia ocurre. El coaching te regala esa posibilidad de abrirte a las posibilidades, ampliar tus perspectivas y crecer acompañado de un coach es una de las mejores inversiones”, concluyó el coach Msc. Roberto Brenes.

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