Con recortes de hasta el 80%, las provincias ajustan sus cuentas mientras CABA recibe más fondos discrecionales

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El Gobierno recortó casi 80% los fondos discrecionales a las provincias, y los gobernadores aceleraron el ajuste.
La Ciudad de Buenos Aires es la única jurisdicción que, en lo que va del año, recibió más transferencias no automáticas que en 2023 debido al fallo de la Corte Suprema por la coparticipación. Ante esta situación, las provincias se vieron forzadas a recortar gastos, en especial en obra pública, para compensar la falta de recursos nacionales.

La administración central ha reducido casi 80% las transferencias no automáticas a las provincias, y los envíos en concepto de coparticipación también disminuyeron un 12% en términos reales durante los primeros diez meses del año. Los mandatarios provinciales, entonces, han recurrido a fuertes ajustes en sus presupuestos locales, alcanzando una baja del gasto cercana al 20%, según estimaciones del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).

Dos informes presentados este lunes muestran la magnitud del ajuste. Por un lado, un análisis del economista Nadin Argañaraz evidenció una caída del 64% en las transferencias no automáticas durante octubre, reflejando la línea de recortes impuesta por la administración libertaria. La Ciudad de Buenos Aires fue la excepción, con un incremento del 334,9% en los envíos discrecionales gracias al fallo que incrementó su coparticipación.

Por su parte, un estudio de Politikón Chaco destacó que las transferencias no automáticas sumaron $1,1 billones entre enero y octubre, representando un recorte del 76% respecto al mismo período de 2023. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires lidera la recepción de estos fondos, concentrando el 41% del total, seguida por la provincia de Buenos Aires con un 31,3% y Neuquén, con el 3%.

Los recortes obligaron a las provincias a frenar programas y proyectos clave, en especial los relacionados con la obra pública y el financiamiento de programas nacionales hoy extinguidos, como el FONID, que dependía del Tesoro Nacional. Esto provocó ajustes adicionales en otras áreas, generando tensiones políticas y económicas a nivel subnacional.

Argañaraz advirtió que esta significativa caída en las transferencias no automáticas, que en 2023 equivalían a un punto del PBI, sumada a la baja en la coparticipación automática derivada de la disminución en la recaudación de IVA y Ganancias, ha tenido un impacto directo en las finanzas provinciales. “Este año se proyecta un recorte real en el gasto público nacional, provincial y municipal de aproximadamente 7 puntos porcentuales del PBI, lo cual reduciría el gasto consolidado del 40,5% en 2023 a un estimado del 33,5% en 2024”, afirmó el economista.

Las transferencias automáticas también mostraron un descenso real del 12% en lo que va del año para todas las provincias, debido a la caída en la recaudación impositiva asociada a la desaceleración económica. CABA es la jurisdicción con menor pérdida (11%), mientras que la provincia de Buenos Aires figura en el extremo opuesto, con una caída del 12,6%.

Para Alejandro Pegoraro, director de Politikón Chaco, “las provincias enfrentan un ajuste histórico en su flujo de ingresos no automáticos, que en 2023 representaban en promedio un 10% del total y hoy no alcanzan el 3%”. Este contexto impulsó a los gobernadores a revisar sus presupuestos para afrontar el impacto en áreas sensibles, profundizando así el déficit local en medio de un panorama de restricciones fiscales.

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