Datos internacionales dan cuenta del tamaño de este mercado. Además, el rol de Personal Pay en Latinoamérica.

El ecosistema de los pagos vive tiempos de gran transformación tanto en América Latina como en todo el mundo. Las billeteras digitales suman cada vez más volumen de operaciones y se instalan en los hábitos cotidianos de las personas. Además de aportar nuevos servicios y simplificar diferentes operaciones, estas herramientas favorecen la inclusión financiera de todo un segmento de la población que no estaba bancarizado.

Un estudio internacional espera que en 2023 el valor total de las transacciones canalizadas por esta vía en todo el planeta se sitúe en U$S 9 mil millones; y estima queen 2028 superará los U$S 16 mil millones, con lo cual experimentará un crecimiento del 77% en cinco años.  Según el reporte, el avance estará empujado por la mayor adopción de servicios avanzados como BNPL (compre ahora, pague después), los micropréstamos y la gestión financiera personal, que impulsan la participación del usuario final. La investigación también identificó que a medida que las billeteras digitales se vuelvan más amplias, incluyendo elementos de identidad digital, “la conveniencia desempeñará un papel más importante; permitiendo que los servicios de billetera actúen como una aplicación más integral para el bienestar financiero”.

 

Soluciones emergentes

Según otra encuesta, durante 2021 el 86% de los consumidores de América Latina utilizó al menos un método de pago emergente (aplicaciones para transferir dinero entre cuentas, código QR, billeteras digitales y pagos con criptomonedas). Y el 95% de los consultados planeaba usar un método de pago digital el año siguiente. Los resultados de esta investigación indican que el pago de cuentas se digitalizó: 74% de los latinoamericanos reconoció que abonaba sus cuentas digitalmente y el 19% planeaba hacerlo en el futuro. De acuerdo con este relevamiento casi la mitad de los latinoamericanos recurre a la tecnología para cumplir diferentes objetivos financieros, como realizar operaciones bancarias, enviar de dinero, obtener una calificación crediticia o acceder a financiación.

Aunque en Brasil el impacto se ve con mayor nitidez, los pagos virtuales “también están logrando un progreso sin precedentes en otros mercados de la región en donde el efectivo dominaba, como la Argentina, Colombia, Perú y América Central“.

 

Tendencias que avanzan

El aumento de los pagos sin contacto, facilitado por el soporte que brindan las tecnologías móviles, se encuentra entre las tendencias más destacadas en Latinoamérica; por ejemplo, según un análisis esta tecnología ya se utiliza en más del 50% de las transacciones presenciales en Colombia, Perú y Chile.

Por otra parte, en la región las aplicaciones P2P se utilizan cada vez más como opción de pago instantáneo.

En Telecom desarrollamos la billetera virtual Personal Pay que está teniendo una importante expansión en la Argentina y en Latinoamérica. Esta solución ya tiene más de 1 millón de usuarios registrados y busca promover la inclusión financiera de los argentinos con una propuesta de servicios diferenciales que incluye a más de 50 socios de negocios. Convierte el celular en un centro de operaciones y permite transferir dinero a una cuenta, recargar el celular, pagar con código QR, realizar recargas a las tarjetas de transporte, abonar servicios y accederá una amplia gama de descuentos y beneficios incrementales por consumo.

Por otra parte recientemente Telecom adquirió participación en la fintech OpenPass, lo que consolidará la evolución de Personal Pay a nivel local y potenciará su expansión en la región latinoamericana, donde pondrá  especial foco en las soluciones tecnológico-financieras para empresas.

Dado que en Latinoamérica se espera que la cantidad de personas que participen en el comercio digital alcance los 268 millones en 2025 (contra 225 millones en 2021), es importante que el sector de los pagos digitales siga creciendo porque no solo resultan esenciales para que se realicen intercambios comerciales en la web, sino que actualmente también influyen en la forma en que las empresas interactúan con los clientes en un entorno analógico.

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