Cuarentena, fase cinco

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Los primeros datos oficiales de la economía en cuarentena son contundentes: la actividad en Argentina se derrumbó en marzo 11,5 por ciento, la peor caída desde la crisis de 2009. La parálisis provocó también una baja mensual de 9,8%, la más dura que se tenga registro. Esos datos alimentaron los argumentos de quienes exigen volver a la “normalidad”, como si el coronavirus ya se hubiera despedido. 

Pero el drama de la economía argentina no es coyuntural. Viene de al menos dos años de arrastre, desde la última etapa de la alianza Cambiemos en el Gobierno. Y, pese a la “cuarentena más larga del mundo”, tampoco es exclusivo de la Argentina, sino que el coronavirus ha provocado un desplome global con consecuencias impredecibles y sólo comparable con la crisis de 1930 o el descalabro financiero tras la quiebra de Lehman Brothers.

En China, epicentro de la pandemia, la caída registrada es de 6.8% en el primer trimestre y por primera vez desde 1990, el Gobierno renunció a fijar metas anuales por la incertidumbre global. 

En Estados Unidos la caída fue de 4.8%, pero con una proyección anual de 11 por ciento en pleno año electoral. Por eso Donald Trump decidió poner al Estado como actor central del rescate económico, con una inversión estimada en tres mil billones de dólares. Casi 40 millones de personas solicitaron un seguro de desempleo en los últimos dos meses.

España e Italia, dos de los países más atacados en Europa, retrocedieron 4,7 y 4,1% respectivamente. Reino Unido, que apostó por “cuidar la economía”,  podría tener un retroceso del PIB del 12.8% y una caída en los empleos de más de 2 millones, la peor en los últimos 100 años, lo que incluye la etapa de la Segunda Guerra Mundial. 

En conjunto, Europa registra un colapso de su economía sin precedentes: el PIB se hunde un 7,5%, casi tres veces más que durante la crisis financiera y las economías de Alemania, Francia y Reino Unido son las más lastimadas. 

La caída en Brasil está estimada en 7,4%. Jair Bolsonaro despreció a la “gripezinha” y se negó a parar la economía. Hoy disputa con Rusia el segundo lugar del podio de países con mayor cantidad de contagios y tuvo en las últimas 24 horas, la tasa de letalidad más alta del planeta, para completar 21.115 fallecidos, a un promedio de 100 muertes cada millón de habitantes. El podio es encabezado por Estados Unidos, país que tampoco tomó demasiadas medidas para frenar el coronavirus. 

Está claro que aplicar medidas de prevención evita un tendal de muerte. No tomarlas, de ningún modo garantiza la inmunidad de la economía. Entonces ¿qué buscan quienes pretenden levantar todas las barreras? ¿Quieren ver en la Argentina la acumulación de casos y muertes? Pretender además que la cuarentena es igual en todos los lugares es desconocer la amplitud del país. Seguirá siendo estricta en Buenos Aires y Capital Federal, con retrocesos en Resistencia. Entre los tres distritos explican el 90 por ciento de los contagios. Pero el resto de las provincias ya tomaron medidas de flexibilización y en Misiones, casi toda la actividad económica ya recuperó el ritmo, con excepción lógica del turismo, una de las actividades más golpeadas.

La cuarentena es hoy simplemente una versión de la grieta, agitada en proporciones iguales por políticos y periodistas, según destacó un estudio de la consultora Zurbán-Córdoba. Por el contrario, la sociedad se muestra menos angustiada por el aislamiento social, según los datos de Poliarquía Consultores, que también muestra otro indicador político fuerte: en la primera semana de cuarentena, solo el 13 por ciento aprobaba el manejo de la pandemia de Alberto Fernández. Hoy lo hace el 80 por ciento. El nivel de valoración positiva coincide con otro relevamiento realizado por Directorio Legislativo, que ubica en 80 puntos el nivel de aprobación del Presidente, con apenas un 17 por ciento en contra. Bolsonaro, Lenin Moreno de Ecuador y Sebastián Piñera de Chile ostentan las peores imágenes. 

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Está claro que la pandemia encontró a la Argentina en desventaja económica. Pero es una desventaja previa y no consecuencia. El brutal endeudamiento que condiciona el presente fue generado en los cuatro años previos. Pero el cierre de empresas, la caída del empleo y el crecimiento desmesurado de la pobreza, también son herencias de la alianza. 

El Gobierno ha tenido que batallar más con la deuda que con alguna idea de reactivación. La pandemia multiplicó los problemas que no son de ahora. Durante la semana se contaron los minutos faltantes para incumplir un vencimiento de deuda -en medio de negociaciones con acreedores que se estiraron hasta junio-, pero en realidad, el default viene siendo arrastrado desde agosto del año pasado, cuando se presentó en sociedad el “reperfilamiento”. 

La forma en que las provincias han enfrentado la crisis sanitaria también permite marcar diferencias. Gran Buenos Aires y Capital Federal tienen una situación agravada por la densidad de población. El Chaco nunca pudo contener la explosión de casos, concentrada la mayoría en Resistencia, donde podría volverse a endurecer la cuarentena. 

Misiones tomó medidas drásticas y antes que la Nación, lo que permitió minimizar los riesgos, tener pocos casos y cumplir este domingo, 21 días sin contagios -técnicamente uno más, ya que la muestra de la última paciente fue tomada un día antes de que sea oficializada-. Por supuesto que también hay problemas económicos, pero en buena medida, la responsabilidad social también fue asumida por el sector empresario que acompañó el aislamiento desde el minuto cero. Claro que hay excepciones y con ellas tienen que lidiar ahora quienes conducen las cámaras hoteleras y gastronómica. Hay algunos empresarios que reclaman por lo bajo la apertura de sus locales y presionan para una liberación inmediata de las restricciones. En cambio, la dirigencia, mucho más mesurada, mantiene diálogo permanente con el gobernador Oscar Herrera Ahuad, los ministros involucrados en la seguridad y la salud y con el intendente Leonardo Stelatto. 

El Gobernador, médico al fin, es quien lleva las riendas y explica al detalle los pro y contras de una apertura indiscriminada. En el caso de hoteles y restaurantes, a mediados de junio podrían reabrir, pero nadie proyecta un retorno masivo a las mesas y habitaciones. Por el contrario, algunos gastronómicos piensan abrir unos diez días después de que sean autorizados, porque consideran que los primeros días no habrá clientes y sí gastos, además de una innecesaria exposición de los trabajadores. 

La biodiversidad es un elemento diferenciador que permite tener esperanzas de que la reactivación, una vez que empiece, sea rápida. Misiones es cuna de naturaleza y eso es un commodity invaluable. 

“Cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales que ya no podremos conocer, que nuestros hijos ya no podrán ver. Por nuestra causa, ya no darán gloria a Dios con su existencia. No tenemos derecho”, expuso el Papa Francisco en un mensaje. Pensamiento idéntico al que expresa Herrera Ahuad como valor misionero. 

Y en la práctica, es la naturaleza la que atrae. La página web ViajaPorMisiones que diseñó el ministerio de Turismo para promocionar el destino, recibe cientos de visitas diarias y ya hay reservas especialmente en El Soberbio y la ciudad de las Cataratas del Iguazú, donde reina el verde monte. 

El comercio es el primero que retomó una relativa normalidad. Pocas ventas en los primeros días, pero al menos ya hay un poco de movimiento en las ciudades y en las cajas. La pandemia impuso el debate en Posadas sobre el horario de corrido -que funciona ipso facto- y muchos consideran que llegó para quedarse. De corrido o extendido, como se revela en un reportaje de Economis, pero de alguna forma, necesario para atender nuevas demandas y aprovechar el cierre de fronteras con Encarnación. La idea es que si la administración pública también tiene horario corrido, se disminuirá sustancialmente el cruce del Paraná. 

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El sector productivo ya retomó ritmo habitual. El té celebra de Misiones al mundo, la manufactura de tabaco volvió a la acción y la yerba mate disfruta de un intenso veranillo con precios de la materia prima 50 por ciento por encima de los oficiales. La hoja verde ya acaricia los 30 pesos y eso redunda en miles de millones de pesos volcados a la chacra. De todos modos, eso implica una enorme presión para el sector industrial que pidió formalmente a Alberto Fernández el aumento del precio de salida de molino, hoy congelado en 76 pesos. Los valores de mercado de la materia prima empujan el valor de la canchada, que, encuentra su punto de equilibrio en por lo menos 90, lo que implica un incremento de al menos 30 por ciento. Por ahora, varias marcas que elevaron listas de precios, fueron rechazadas. 

La cuarentena encontró a Misiones con bases sólidas. Pudo presentar su propio programa económico para asistir en forma complementaria la ayuda económica de Nación que no llegó a todos. Las líneas de créditos, de entre 100 mil y 600 mil pesos fueron intensamente requeridas desde que fueron presentadas. En apenas cuatro días eran más de 500 los pedidos -requisito indispensable es haberse anotado pero no calificado a la ayuda nacional- y la demanda apuntó al fondo para recuperar capital de trabajo o reabastecer el stock. 

Un plan similar, con tasas cero o muy bajas, se presentará especialmente para el turismo, apuntado al pago de salarios y la reactivación de los alojamientos para cuando vuelva la actividad. También se reeditarán versiones de los programas Ahora para combatir la anemia del consumo.

Con la educación se marca el camino. La plataforma Guacurarí, diseñada hace cinco años y hoy más necesaria que nunca, suma aliados y contenido para alcanzar a la mayor cantidad de estudiantes. La página ya suma 2,5 millones de visitas y 520 mil usuarios, lo que revela un uso extra Misiones, ya que en la provincia hay 401 mil estudiantes y 35 mil docentes. 

El ministro de Educación, Miguel Sedoff ratificó que se sostendrá el calendario del ciclo lectivo y que Misiones no renunciará a la evaluación para la promoción anual. Cambian los modos, pero el sistema educativo sigue activo, aclaró el titular de la cartera educativa. Los desafíos que surgen de la cuarentena, implican mayor presupuesto para infraestructura, tecnología e higiene, además del acceso tecnológico de los docentes. 

El modo dual es por donde va a ir el sistema. Tenemos condicionantes estructurales, pero se avanzó mucho”, indicó el titular de la cartera educativa ante una pregunta de Economis sobre el universo de estudiantes con acceso a la virtualidad, sobre todo en las áreas rurales. 

Allí juega un rol clave Marandú, que ya garantiza conectividad a 1500 escuelas y ahora está trabajando con 70 proveedores locales para establecer la conexión de última milla y cubrir todo el territorio.

El liderazgo en la virtualidad es simbólico. No hace mucho tiempo, a fines del siglo pasado, Misiones ostentaba los peores indicadores educativos. Hoy no tiene nada que envidiar a modelos educativos de otros puntos geográficos. 

El desarrollo tecnológico también llegó a la política. El jueves se dio un hecho curioso en la sesión online de la Legislatura. El diputado radical Gustavo González reclamó a viva voz que el Gobierno garantice la transmisión de las sesiones por el canal estatal y vía streaming de la Cámara. Lo hizo… en el canal de youtube de la propia Cámara. En el mismo recinto y a la misma hora, los senadores y diputados por Misiones participaban de la sesión virtual en el Congreso nacional. El senador Humberto Schiavoni y la senadora Maggie Solari votaron desde la Legislatura. “Por primera vez en la vida de nuestro país, aprobamos diferentes proyectos de ley para el beneficio de todos los argentinos, en forma cien por ciento online”, explicó Solari.

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