Dánica cierra su histórica planta en Llavallol: 150 trabajadores en la incertidumbre
Dánica cierra su planta en Llavallol tras 85 años: incertidumbre laboral y conflicto con el gremio aceitero
La histórica planta de Dánica, ubicada en Llavallol, provincia de Buenos Aires, dejará de operar el próximo 1 de enero, marcando el fin de 85 años de actividad. La decisión fue confirmada por el Grupo Beltrán, propietario de la empresa desde 2018, y afectará a 150 trabajadores. La compañía argumenta problemas económicos y una disminución de la demanda, pero el cierre ha desatado un fuerte conflicto laboral y acusaciones de vaciamiento por parte del gremio.
El Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria del Aceite (SOEIA) denunció que el Grupo Beltrán dejó de abastecer la planta con insumos y repuestos esenciales, lo que derivó en la paralización de la producción. Según el gremio, la estrategia incluiría el traslado de mercadería y la centralización de operaciones en la planta de Córdoba, donde la empresa aplica un convenio laboral menos beneficioso.
Conflicto por indemnizaciones y reuniones clave
El clima de tensión escaló luego de que la empresa ofreciera indemnizaciones inferiores a las estipuladas por la ley, argumentando causas externas al empleador. Tras audiencias en el Ministerio de Trabajo bonaerense, el Grupo Beltrán accedió a pagar la totalidad de las indemnizaciones, aunque en cuotas, una solución que no conforma plenamente a los empleados.
Este jueves, el SOEIA participará en una nueva audiencia con la empresa, buscando revertir el cierre y reactivar las actividades. Sin embargo, desde el Grupo Beltrán aseguran que la decisión es definitiva.
Un patrón de ajustes y cierres
El Grupo Beltrán, reconocido por su liderazgo en el sector frigorífico, adquirió Dánica en 2018 prometiendo revitalizar la marca. Desde entonces, los trabajadores han denunciado múltiples conflictos laborales, incluyendo intentos de modificar el convenio colectivo aceitero por uno menos favorable, perteneciente al sector de alimentación.
Este tipo de maniobras ya se aplicaron en la planta de Córdoba, donde la empresa cerró y reabrió bajo nuevas condiciones laborales, y en San Luis, donde en noviembre del año pasado también se cerró otra planta de Dánica, atribuyendo la decisión a conflictos gremiales y falta de apoyo del gobierno provincial.
Un símbolo industrial en decadencia
El cierre de la planta de Llavallol representa un golpe para la comunidad y pone de relieve la difícil situación del sector industrial argentino. En un contexto de creciente presión económica, las empresas buscan reducir costos laborales mientras los trabajadores luchan por mantener derechos adquiridos.
La incertidumbre crece entre los empleados y la comunidad, que cuestionan las políticas industriales que no logran proteger fuentes de trabajo históricas y sostener el empleo en las regiones más afectadas por la crisis económica.