Daniela Cortés: “Argentina siempre está en crisis, no es el momento para frenarse”
En el brazo izquierdo tiene tatuada, apenas visible, la palabra Resilience. Y es una definición de su propia historia. Llegó a Posadas a fines de los 90 con la ilusión y los problemas de todo universitario del interior. Nacida en Oberá centro, pero con la adolescencia en Leandro N Alem, vino apenas con la mochila. Tuvo varios trabajos, fue niñera y una mamá la recomendó como secretaria en una inmobiliaria. Tenía 19 años.
La crisis, de época y de la propia empresa, obligaron a una reconversión y de pronto, Daniela Cortés se encontró con la posibilidad de convertirse en socia de su jefe, Alberto Solari, con una extensa trayectoria en el negocio inmobiliario. La osadía de la juventud combinada con el expertise de los años. No desaprovechó la oportunidad y comenzó una sociedad que rindió sus frutos: Solari Bienes Raíces es hoy una de las principales inmobiliarias de Misiones, con expansión en Paraguay y Brasil.
Hasta hoy, casi tres años después del fallecimiento de “Donso”, creen que Daniela era hija. Y en realidad, ningún parentesco, aunque el vínculo con la familia permanece intacto y la inmobiliaria conserva el apellido que la identifica desde hace más de 50 años. Pero es Daniela la que está al frente del equipo y la que lleva adelante los negocios que sumaron hace poco al imponente shopping que se está construyendo en Encarnación, con una millonaria inversión.
“Don Solari era un genio por su apertura mental, por su sabiduría. Siempre valoré que trató de aprender, todos los días de su vida. Fue una persona que supo mucho y nunca fue egoísta, ayudó a todos los colegas. Con “DonSo” se generó una relación más allá de una sociedad comercial, era una relación como de padre e hija y realmente siempre estuve muy integrada a la familia. Muchas veces me falta porque era mi sostén, yo por ahí iba adelante, cerraba, vendía, con la osadía también de la juventud”, recuerda Cortés sobre quien fue su mentor.
Daniela dejó la Licenciatura en Turismo y se abocó de lleno al rubro inmobiliario con una carrera en Corrientes que se coronó el jueves con la jura como matriculada en Misiones.
“Ahora estamos trabajando con Paraguay, Brasil, tratamos de unir al Mercosur y que se puedan concretar negocios. Argentina está pasando por un momento difícil, pero Argentina siempre está en crisis, entonces me parece que no es el momento para frenarse. Hay algo que aprendí hace mucho tiempo, cuando me compré mi primera casa, que me dijo don Solari: “No dudes en comprar porque Argentina siempre está en crisis”, y yo le decía que me daba miedo no poder pagar, y él me dijo, “lo vas a pagar”. Fue así, lo pagué con creces. No es que hay esperar un momento porque la vida pasa, entonces hay animarse, porque es así. Soy así para mis cosas personales, hay que animarse y no hay que arrepentirse de no haberlo hecho.
¿Cómo fue la expansión de Solari a Paraguay y Brasil?
Cuando nosotros empezamos a vincularnos con Paraguay y Brasil, la buena fusión de don Solari y mía, era que él podía ocuparse a todo lo que se refería a lo social. Él estaba con la cámara, con el colegio, podía viajar, tenía disponibilidad por todo, por su edad, por sus tiempos, y bueno, yo no, tenía, tengo una familia, una hija. También ser mujer empresaria te cuesta, porque no es que vas trabajás y volvés a tu casa, tenés hijos, una familia, tu mamá, tus hermanos, también querés vivir. Y también nuestro trabajo tiene que por ahí vas el fin de semana a un lugar, y te dicen quiero comprar un terreno, una casa, y sin darte cuenta, te pasas trabajando. Pero mi trabajo es divino, y creo que el secreto es que amo lo que hago, entonces no me cuesta, porque para mí generar negocios y trabajar para la gente, cumplir, poder darles satisfacción me parece sumamente importante. No vendés solamente una casa, vendés un proyecto de felicidad. Tener la casa propia es muy importante para nosotros los argentinos. Trato de hacer es hacer las cosas bien, no hacer las cosas a medias, no me interesa vender una casa que no está en condiciones. Yo digo: “Mirá, éstas son las condiciones. Si no te convencen, no avanzamos”.
Dijiste que ser mujer empresaria no es fácil, pero ¿cómo sos como jefa de un equipo donde hay mayoría de mujeres…?
Sí, la mayoría somos mujeres. La verdad que soy flexible, me importan las personas, me importa mucho el ser humano, entonces trato de acompañar a todos, de resolver, trato de que la gente se dé cuenta que todo trabajo tiene su esfuerzo. Así como trato que la gente que trabaja conmigo entienda, que la gente de afuera viene con su problemática, con su historia, y poder tratar dentro de lo que está a nuestro alcance de resolverles lo mejor posible, porque la verdad que manejar gente hoy por hoy es difícil. La crisis es el peor momento para tratar con gente, porque saca lo peor que tiene, con los menos pensados, estallan en cualquier lado. Siempre les digo a mi gente, siempre tratamos de prepararnos, de buscar una contención para aguantar eso que a nosotros nos es difícil. Dar respuestas, que estamos, que no te vamos a dejar en banda.
Solari Bienes Raíces tiene un equipo grande que debe ser excepción a la regla: más -bastante- mujeres que hombres, incluso en los negocios fuera del país.
En Paraguay la inmobiliaria representa los negocios del shopping Costanera, que abrirá sus puertas el año que viene en lo que será el negocio de bienes raíces más relevante de la zona. Además, tiene propiedades en el country Agua Vista, casas, terrenos y edificios en en comercialización.
“En Paraguay está creciendo mucho el mercados estudiantil por la migración de Brasil. En Brasil está muy caro estudiar, entonces se viene a Paraguay. Tenemos un edificio en Ciudad del Este a la venta, que construye PAL, que también está construyendo un edificio acá que se llama San Rafael, más que nada está apuntado a ese mercado”, cuenta.
“En Brasil tenemos algo de playa, en Itapema, Meia Praia, algunos departamentos, pero es lo menos. Hoy por hoy, Paraguay es lo más cerca”, compara. “Brasil cuesta porque tenés que estar para vender un producto. Tengo que estar convencida yo para ofrecerte”.
¿Y qué recomendás a un inversor, o a alguien que quiera comprar una casa?
Hoy hay muchas alternativas. Siempre le digo al cliente cuando viene a comprarme, que a veces vos querés comprarte la primera vez la casa de tus sueños, y eso es difícil. Entonces lo que recomiendo es ver las alternativas, que podés empezar a pagar. Por ejemplo, yo en un primer paso, voy a comprar un monoambiente que es a lo que llego. Y vos decís: “No quiero vivir en un monoambiente”, no, vos podés vivir en uno de un dormitorio, si sos solo, pero comprate el monoambiente porque es el primer paso. Cuando terminas de pagar el monoambiente, lo vendemos, y ya no vas a tener para entregar 500, vas a tener para entregar 1.500.000 pesos, pagás la cuota y te vas al departamento que quizás es para vos. Y así es la forma de crecer en este país. En este país es muy difícil comprarte de una la casa que soñás. Hoy hay muchas empresas constructoras que financian hasta en 48 cuotas, que tienen financiación propia, y el ajuste del índice que tiene la cámara, con la financiación propia, es muy interesante porque es prácticamente sin requisitos.
¿Cuándo te compraste tu primera casa, a qué edad?
Mi primera casa me la compré a los 23, 24 años, nosotros vendimos un barrio, que hicieron unos españoles, el barrio Panambí. Que nos costó muchísimo venderlo porque hicieron un desarrollo con un concepto que no era para nuestra zona. Casas que estaban pegadas y lejos. Y acá tenemos la concepción que queremos la casa con el patio. Y si te vas lejos, que tenga un gran patio. Y ellos, vinieron, hicieron el proyecto y ahí nos vienen a ver a nosotros, entonces nos costó dos años vender ese proyecto. Después de esos dos años, ellos me ofrecen la opción de comprarme una casa, para que sea la primera persona que viva allí. Una vez que yo la compré, la gente empezó a comprar y ahí vendimos las 30 casas.
Ya no vive más allí y ahora alquila un departamento con con una inmensa vista al río Paraná, que suele cruzar por negocios cada día. “La vendí, me compré un terreno soñado, tuve la bendición y la suerte de hacerme la casa de mis sueños, la casa de revista, después la vida va cambiando, la vendí y ahora estoy esperando un departamento que está en construcción”.
“Me costó muchísimo cuando llegué a Posadas y agradezco a Dios, por tanto, porque realmente vinimos con una mano atrás y otra adelante. Mi mamá nos crió a los cuatro hermanos con muchísimo esfuerzo. Creo que me tocó una varita mágica de poder llegar a “DonSo””, cuenta.
A la suerte siempre hay que ayudarla…
Pero siempre hay que tener quién te de la posibilidad, por eso digo que creo mucho y apuesto mucho a la gente porque a veces podés tener todas las condiciones, pero si no te dan la posibilidad, es muy difícil llegar.
¿Cómo ves la economía del país y de la provincia?
Hoy siento mucho el parate, es una cosa que a mí me preocupa. Me preocupa ir al supermercado a las 12.15 y que las cajas estén vacías. Porque estoy convencida que la economía se mueve desde el eslabón más pequeño al más grande, porque cuando hay movimiento económico si el kiosko de barrio vende bien, el kiosko le compra más al mayorista, el mayorista más a la distribuidora, la distribuidora más a la fábrica, y esa gente invierte más en el resto. Este momento del país, hizo que nosotros nos organicemos más en dejar de pagar cosa… Tenías cuatro cuentas en un banco, ahora tenés una, te achicas en esas cosas. De la Provincia, te digo que hay que ayudar más en la predisposición, porque si bien estamos en un momento difícil, de crisis y donde la gente tiene un mal ánimo, todas son trabas. Vos alquilas un local, vas a pagar a la Municipalidad y nunca podés sacar un trámite en un día, nunca. Vas a la Municipalidad tenes un problema, Rentas, problemas, Samsa. Estamos haciendo una construcción con mi hermano, terminás la construcción, tenes que pagar el agua: 300 mil pesos. O sea, vos llegaste hasta acá, hiciste una obra linda, tratas de colaborar con la ciudad, porque yo soy una pro hacer las cosas bien y te generan más y más cargas. Tenemos, por ejemplo, inversores que se dedicaron a hacer locales comerciales, Itaembé Guazú hizo un proyecto de locales maravillosos, nosotros vendimos los lotes, se juntó a la gente y se pidió armar un proyecto pensado, que cuanto mejor estaba, más se valorizaba su propiedad, como para ayudarnos entre todos. Se les pidió que el proyecto sea acorde y que tratemos de hacer algo homogéneo, bien, lindo, que eso adquiera todos los días un mayor valor. Así se hizo y hoy los locales están absolutamente todos alquilados. A nuestra ciudad le falta más eso, el ayudar más al emprendedor, se hace muy pesado, porque en todos lados en vez de encontrar una solución, encontramos una traba.
¿Sos de ir al supermercado?
Trato de buscar precios, nosotras somos dos, mi hija y yo, aunque siempre tenemos gente acá. La realidad es que el supermercado te asusta, vos vas y de un día a tres la leche subió 3 pesos. Es una barbaridad. Es una cosa que me preocupa mucho. Porque se traslada a todo: Llamás al cliente para que pague el alquiler y te dice no tengo, aguantame, es una cadena. Porque si sos propietario, pusiste tu plata en un inmueble, también esperas tu plata para vivir. Y hoy los precios están muy desfasados, hoy el alquiler promedio de un departamento de un dormitorio, creo que te alcanza para dos idas al supermercado. Entonces está muy distorsionado el precio.
Cortés admite que, aunque conspire contra su propia actividad, será difícil bajar los precios de alquileres o terrenos. La inflación hace estragos y los valores se disparan. Eso, advierte, juega en contra incluso del desarrollo de otras actividades como el turismo. “Los paquetes turísticos de los misioneros son muy caros comparados a lo que es con los paquetes que tenés en Brasil. Proporcionalmente son muy caros. Por ahí hacer tres días acá, te sale lo mismo que irte 3 días, o 5 a Río de Janeiro, con aéreo incluido”, cuestiona.
“En Misiones los comercios, realmente la están pasando mal, creo que hoy por hoy acá en Posadas hay más alternativas de precios que en cualquier lugar, pero uno no recorre, o falta recorrer más. Porque los comerciantes están realmente preocupados, más los del rubro indumentaria, por ahí el rubro comidas, gastronómico, no tanto, porque la gente tiene que comer, es básico. Pero en otros rubros, ya lo pensás dos veces antes de gastar. La gente se está a poniendo a tono con la crisis”.
Estás ofreciendo acciones del shopping de Encarnación. ¿Ves posible crecer juntos con Posadas?
Sí, creo que sí. Porque ellos encuentran muchos beneficios acá. No debemos caer en una rivalidad innecesaria. Hoy no nos damos cuenta que necesitamos que ellos vengan y ellos necesitan que nosotros vayamos. Acá hay cosas que son más convenientes, y otras que son más convenientes allá.
¿El Shopping avanza?
Bien, ya avanzó la obra, ya empezó a construirse, eso va a ser un cambio. Encarnación está renaciendo y nosotros podemos ayudar con la experiencia. Ya se vendieron acciones a empresarios de Paraguay. Después se consulta mucho sobre los departamentos en Paraguay que es un negocio que está creciendo mucho.
Si el puente fuera más fluido…
Pasar tres horas arriba del puente es cruel.
¿Te pensaste en esos primeros años como inmobiliaria?
No, pero sí quería algo con la gente, porque me gusta resolver cosas, hacer negocios. Estar en contacto.