El 12 de agosto se conmemora el Día de la Juventud para celebrar el papel de los jóvenes como agentes de cambio y para reflexionar sobre los desafíos y problemas que este grupo suele afrontar, así como para poner en valor su potencial como socios indispensables en la construcción de la sociedad mundial.

¿Pero qué se entiende por Juventud? Para la Licenciada en psicología Daniela Cardozo, de DIM CENTROS DE SALUD, es el período comprendido entre la niñez y la adultez.

La OMS define a los jóvenes como aquellas personas entre los 10 y 24 años, mientras que la ONU como aquellas entre los 15 y 24 años. Sin embargo, hay que tener en cuenta de que se trata de una clasificación meramente cronológica y que termina siendo insuficiente ya que el período de la juventud comprende diferentes aspectos relacionados con cuestiones de madurez física, psicológica y social. Incluso la noción de juventud puede variar de un país a otro.

Actualmente se observan diferentes problemas que afectan a los jóvenes. Los mismos pueden ser tanto de índole física como emocional. Entre estos últimos se puede situar: ansiedad, depresión, consumo de sustancias, distorsiones en la imagen corporal, desórdenes en el sueño, y dificultades en los vínculos sociales.

Según estudios realizados en el 2020 por la Organización Panamericana de la Salud, el 27% de los adolescentes y jóvenes encuestados en América Latina y el Caribe reportaron haber sentido ansiedad y un 15% depresión.

Cabe agregar, que el avance de las tecnologías también ha sido un factor que ha impactado en ellos. Si bien, la utilización de las redes les permitió comunicarse con otros, entretenerse y expresarse, su uso puede tener consecuencias negativas como alterar la higiene del sueño, el sedentarismo, la ansiedad, la falta de privacidad, el uso indebido de datos personales, las alteraciones en la imagen corporal, el ciberbullying, entre otros.  

Para Unicef no es posible entender a los adolescentes sin comprender su entorno e identidad digitales. El deseo de pertenecer, de contar con la aprobación y reconocimiento de pares (ya no de sus padres) es el mismo dentro y fuera de la red. Lo que cambia es la plataforma: hoy el reconocimiento se da en likes y las diversas formas de aprobación que reciben en las redes sociales. Esto explica por qué les cuesta tanto manejar sus tiempos de conexión y el miedo de estar perdiéndose algo si se desconectan.

Frente a algunas de estas problemáticas es importante realizar una consulta profesional. Para iniciar un proceso terapéutico es clave que el paciente esté de acuerdo. Muchas veces, las personas se resisten a recibir ayuda profesional. En estas situaciones, los padres deben mostrarse empáticos, preguntar sin invadir, buscar una distancia óptima e indicarles que estarán presentes para lo que necesitan, ofreciéndoles la posibilidad de realizar una consulta profesional adecuada. Además, los adultos responsables pueden optar por entrevistas de orientación para acompañar estos momentos difíciles que atraviesan los jóvenes.  

Con el asesoramiento de la Lic. en psicología Daniela Cardoso

(MN 63166 MP 84868) de DIM CENTROS DE SALUD

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