El Gobierno nacional efectuó este miércoles un pago de más de u$s780 millones en concepto de intereses al Fondo Monetario Internacional (FMI), en el marco del programa vigente con el organismo multilateral, que ya lleva desembolsados u$s14.000 millones de los u$s20.000 millones acordados en abril. Pese a la fuerte erogación, las reservas brutas internacionales del Banco Central (BCRA) cayeron en menor medida, descendiendo u$s576 millones, y se mantuvieron por encima de los u$s42.000 millones, un nivel clave para la estrategia de estabilización cambiaria.

El pago al organismo se da pocos días después del giro de u$s2.000 millones del FMI el lunes, que permitió que las reservas alcanzaran su máximo desde el 13 de enero de 2023, al ubicarse por encima de los u$s42.700 millones. Actualmente, el stock se ubica en u$s42.141 millones, según datos oficiales.

La reciente revisión del programa incluyó cambios sustanciales: el FMI relajó las metas de acumulación de reservas netas y pasó a revisiones semestrales, en lugar de trimestrales, para dar mayor margen al Ejecutivo en el cumplimiento de objetivos en un contexto de alta volatilidad cambiaria.

El Gobierno, a cambio, abandonó el crawling-peg del 1% mensual, liberó parcialmente el cepo cambiario para personas humanas y adoptó un sistema de flotación entre bandas, lo que permite al Banco Central intervenir en el mercado dentro de límites preestablecidos.

Detalle técnico del pago y el impacto en reservas

El desembolso de u$s780 millones correspondió al pago de intereses de la deuda con el FMI, parte del programa de facilidades extendidas (EFF) acordado en 2022 y modificado este año.

Fuentes del BCRA indicaron que la caída de reservas fue menor a la esperada debido a una “suba de cotizaciones” que compensó parcialmente el egreso. En las últimas dos ruedas, las reservas brutas acumularon una baja de u$s882 millones, aunque se mantienen sólidas en términos relativos respecto a los meses previos a los desembolsos.

Con los nuevos objetivos acordados, el BCRA deberá incrementar las reservas netas en u$s3.500 millones hasta diciembre. De acuerdo con la consultora 1816, esto implicaría que el Gobierno concrete compras diarias de divisas, tome nueva deuda o avance en privatizaciones por al menos u$s6.000 millones.

“El Fondo abrió la puerta para que el Central realice compras sistemáticas de divisas dentro de la banda de flotación. Si el Gobierno buscara conseguir la mitad de esos u$s6.000 millones de esta manera, alcanzaría con compras en el orden de u$s30 millones diarios durante los 101 días hábiles que restan del año”, destacó el informe.

El diagnóstico del FMI: Argentina, entre las reservas más bajas de la región

El organismo multilateral advirtió que Argentina se encuentra entre los países emergentes con menores niveles de reservas internacionales, por lo que recomendó que el Banco Central adopte un rol más activo en la acumulación anticipada de divisas, siguiendo los ejemplos de Chile, Colombia y México, que cuentan con programas regulares de intervención en el mercado para fortalecer sus posiciones externas.

El pago al FMI se inscribe en la estrategia oficial de consolidar el superávit fiscal y reducir la tensión cambiaria, luego de un mes de julio marcado por la suba del dólar mayorista a $1.380, que forzó ajustes en tasas y controles.

En el mercado financiero, el cumplimiento de los compromisos con el FMI fue leído como una señal de compromiso del Gobierno con el programa, lo que podría aliviar la presión cambiaria y dar espacio a futuras intervenciones del BCRA para sostener la estabilidad.

Con los u$s14.000 millones ya girados, restan u$s6.000 millones que el FMI desembolsará hacia fin de año, siempre que el Gobierno cumpla con las nuevas metas.

El próximo desafío será acumular reservas netas y mantener la estabilidad del tipo de cambio, mientras se busca consolidar un esquema fiscal de equilibrio y contener la inflación en torno al 2% mensual, tal como prevé el plan económico del Ejecutivo.