El largometraje “MITRA, Apaga la luz para poder ver”, ópera prima del director misionero Diego Bellocchio, tendrá su estreno mundial en la Sección Hora Cero del 40° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, con funciones el 11, 12 y 13 de noviembre. La presentación posiciona al cine de Misiones en un espacio de alto impacto cultural e institucional, en un contexto donde la producción audiovisual regional busca mayor visibilidad, financiamiento y fortalecimiento dentro del mapa cinematográfico argentino.

Un estreno estratégico para el cine misionero

El aterrizaje de Mitra en Mar del Plata no solo amplifica el alcance de una película realizada por equipos técnicos y creativos de Misiones, Buenos Aires y Mendoza. También reafirma la consolidación del ecosistema audiovisual misionero, que en los últimos años buscó profesionalizar su industria y generar contenidos con identidad territorial.

La obra —protagonizada por Desirée Salgueiro, Bárbara Hobecker, Martín Tchira, Sabrina Melgarejo y Ezequiel Rodríguez— exhibe una narrativa centrada en Misiones: el monte, la tacuara, el aire húmedo y las calles de Posadas se integran como un lenguaje sensorial y simbólico.

La producción estuvo a cargo de Yamila Barnasthpol y Javier Díaz, de MONTECINE (Misiones) y CORUYA CINE (Buenos Aires), en coproducción con MIMESIS (Mendoza). El equipo técnico incluyó a Gustavo Biazzi y Marcelo Lomuto en fotografía; Makarena Bordón en arte; Mónica Acuña en maquillaje; Emme Cantero y Fátima Barnasthpol en vestuario; y Gastón Dacosta en sonido y música original.
Completan el equipo Marcia Majcher (locaciones), Juan Ferreira (producción), Matías Juañuk (asistencia de dirección), Javier Fortuny (montaje) y la producción ejecutiva de Barnasthpol y Díaz. El guion fue escrito por Diego Bellocchio y Yamila Barnasthpol.

La presencia en Mar del Plata se convierte, por tanto, en una vitrina para sellos regionales que buscan financiamiento, circulación en festivales y distribución nacional e internacional.

Una narrativa que une violencia de género y herencia cultural

La historia de Mitra nace de un hecho real ocurrido en Misiones: el femicidio de una joven víctima de violencia de género. Ese suceso fue la base para construir un relato que fusiona terror social y terror sobrenatural, explorando tanto la violencia intrafamiliar como los imaginarios ancestrales latinoamericanos.

El director resume esa visión en una frase clave: “Nos pareció fundamental hablar de la violencia intrafamiliar desde el cine, porque eso también es terror: el terror de lo cotidiano, de lo real. A partir de ahí, decidimos entrelazarlo con lo místico y lo ancestral para mostrar que el mal adopta muchas formas”.

La película apela a una estética minimalista y sensorial, donde “apagar la luz para poder ver” simboliza una inmersión en lo oscuro, en lo que se esconde bajo la superficie de los vínculos y en la propia selva misionera. Con ello, se inscribe en una tendencia contemporánea del cine latinoamericano que combina crítica social con elementos míticos.

Impacto cultural y proyección regional

El estreno en un festival de clase A como Mar del Plata puede generar varios efectos:

• Mayor visibilidad nacional e internacional para producciones de Misiones.
• Potencial ampliación de circuitos comerciales, especialmente en plataformas que buscan cine latinoamericano con identidad territorial.
• Refuerzo institucional del sector audiovisual misionero, que sumaría un hito para impulsar nuevas líneas de financiamiento o coproducción.
• Incremento de interés en temáticas de violencia de género, desde una perspectiva narrativa innovadora que combina recursos del terror y del realismo social.

Además, el vínculo entre arte, territorio y memoria —un eje central del cine misionero reciente— se consolida con una obra que no solo expone un hecho traumático, sino que lo reinterpreta desde la sensibilidad estética y la tradición cultural.