Explosiva carta de Lorenzetti contra Rosatti
El ministro reprochó las similitudes de un discurso del presidente de la Corte con el de Sergio Massa.
Momentos de máxima tensión se viven por estas horas en la Corte Suprema de la Nacional y que resulta un coletazo del resultado de las elecciones presidenciales.
El ministro Ricardo Lorenzetti en duros térmimnos cruzó al presidente del máximo tribunal, Horacio Rosatti, al considerar que dio su tácito apoyo a Sergio Massa para el balotaje en el que el ministro de Economía deberá competir contra le libertario Javier Milei.
En una conferencia en la Universidad de Lomas de Zamora el martes, Rosatti manifestó su deseo de que el próximo gobierno “marque un camino de unidad y de unión nacional tan importante para poder poner el país en marcha”.
El presidente de la Corte utilizó conceptos que son parte del discurso proselititas de Massa, lo que encendió la mecha de una explosiva carta que Lorenzetti le envió a sus 3 colegas.
Lorenzetti, extitular del cuerpo de justicia, remarcó que las declaraciones de Rosatti “incluyeron el empleo de palabras textuales de uno de los candidatos presidenciales y criticando al otro candidato” y aseguró que esto “fue precedido de llamados a los medios y redes con el mismo mensaje, lo que evidencia una actitud deliberada de hacer saber su esa opinión, razón por la cual no puede haber dudas de la intención de mostrar una postura respecto del proceso electoral en curso“.
“Esa postura de inclinación hacia un sector, que va cambiando según los tiempos, se ha repetido y por eso estimo que ha llegado el momento de expresar un criterio, porque no se puede volver tolerable lo que según el derecho debiera ser intolerable. Por otra parte, la gobernabilidad política es extremadamente compleja en el mundo actual y no es un ejercicio que se pueda hacer en los ratos libres. Debemos respetar la política partidaria tanto como es exigible que se respete la independencia judicial”, sostuvo Lorenzetti en su carta.
De acuerdo al texto, las declaraciones de Rosatti “no fueron consensuadas por la Corte Suprema, y por lo tanto es necesario aclarar que, a pesar de que el presidente debería representar a la institución con acuerdo previo, no es el caso y no la representa”.
Selañó que “existen mensajes de mucha preocupación tanto desde el interior de esta Corte Suprema, como del resto del Poder Judicial, así como de diversos sectores de la población que han publicado sus opiniones”.
“En diarios se publicaron esas declaraciones entendiendo lo que se debe entender, tanto por el texto, el mensaje subliminal y el lugar en el que se produjeron. En medios radiales un periodista ha dicho que es ‘deplorable’ esa parcialidad y que sólo le faltó decir ‘viva Perón’ . Otro periodista dijo que no cae muy bien que un juez de la Corte haga un ‘guiño’ a un candidato. En debates periodísticos televisivos se reprodujeron opiniones, todas en el mismo sentido”, reflejó el funcionario.
“Estamos en un momento difícil, tanto en el país como en el mundo, y los poderes judiciales tienen un rol importantísimo en relación con las personas que sufren sin esperanza. en sociedades divididas. Hay varios ejemplos internacionales de Tribunales que, apartándose de su función, se inclinaron hacia un sector, y se desprestigiaron“, agrega la carta.
Lorenzetti habló de la necesidad de mantener “la imparcialidad respeto de las diferentes visiones e intereses” como “la principal garantía republicana que una Corte Suprema debe sostener”.
“Si la impresión de los ciudadanos es que la Corte tiene una inclinación partidaria, pierde totalmente su credibilidad”, señaló, y aseguró que “los jueces deben abstenerse de opinar, sugerir o dar la impresión de que hay alguna inclinación que afecta su imparcialidad”.
“Violar esta regla significa estar muy lejos del estándar mínimo de seriedad, independencia e imparcialidad que se requiere en la Corte Suprema. El ‘populismo judicial’, que es cambiar según sopla el viento, es inapropiado como modelo judicial”, sostuvo.
Por eso, propuso que la Corte asuma el Código de Ética Iberoamericano, que “exige imparcialidad, moderación y prohíbe participar en actividades políticas”.
“La Corte debe dictar una acordada que adopte el Código de Ética Iberoamericano con la finalidad de prevenir este tipo de conductas, y demostrar ejemplaridad en este aspecto, como una extensión de los deberes que impone la ley 25.188 de ética en la función pública”, concluyó.