Fracaso de las eólicas y solares en Europa, pero nos presionan para aceptarlas como grandes soluciones
Escribe MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ, Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
Más que evidente el fracaso de eólicas y solares, las que por sus intermitencias son impotentes por completo para suplantar a usinas Generadoras de Base, como las nucleares y las termoeléctricas grandes consumidoras de petróleo, gas, e incluso carbón, combustible que debieron volver a utilizar masivamente pese a haberlo “demonizado” antes.
Varios analistas energéticos, de sesgadas visiones, tampoco suelen aclarar que Europa no considera incrementar su generación hidroeléctrica, simplemente porque hace décadas que ya construyeron todas las posibles, y no por ser “tecnología obsoleta”, como mienten con alevosía los fundamentalistas de la ecología cavernaria.
El fracaso de eólicas y solares en Europa no es “solo” técnico (lo cual ya es esencial e irrefutable), sino que además, al ser energías mucho más costosas por kWh, ocasionaron fuertes incrementos tarifarios en naciones que -doblegadas ante las presiones del lobby “verde”-, aumentaron desmesuradamente las incidencias de esas costosas e ineficientes energías, en sus matrices eléctricas nacionales.
Alemania es uno de los países de la unión Europea más afectados por los altos costos de eólicas y solares, al perjudicar la competitividad de su poderoso sector industrial, frente a otras potencias que no hicieron caso de los “cantos de sirena” del lobby ultra ecologista y pro “renovables sesgadas”, de los cuales caben destacar a China, EEUU, Francia, India y Rusia, entre otros.
También España sufrió efectos adversos a consecuencia de los altos subsidios, obtenidos por las presiones que impusieron a esas energías en forma desmesurada, subsidios que impactaron negativamente en los presupuestos estatales.
Las presiones combinadas del ultraecologismo y de los promotores de eólicas y solares, también llevaron a cometer iniciativas desacertadas, o directamente incoherentes, como en España, donde alardearon de dinamitar una gran usina generadora a carbón, pues lo más lógico hubiese sido mantenerla como reserva fría del sistema eléctrico, para situaciones de crisis energética como la actual que padece toda Europa, continente en el cual en varios países se vieron obligados a volver a poner en servicio esas generadoras, pasando por sobre “mandatos” ultra conservacionistas.
Las muy fuertes y nada inocentes campañas para imponer -en los hechos al cómo sea- cuantiosas y crecientes inversiones en las “energías renovables sesgadas”, son presentadas en forma machacona como “grandes soluciones”, “económicas” y como “energías limpias”, pero muy clara y contundentemente no son nada de eso.
Pueden definirse como “renovables sesgadas”, pues contra toda lógica técnica, las leyes argentinas -bajo fuertes presiones del poderoso lobby del fundamentalismo ultra ecologista y los intereses creados de eólicas y solares-, excluyeron del concepto y de los múltiples beneficios económicos, a todas las hidroeléctricas de más de 60 MW, pese a que indudablemente, son renovables,
No son “grandes soluciones”, pues por sus insalvables limitaciones técnicas -son intermitentes-, se “prenden y apagan” o tienen fuertes fluctuaciones en el voltaje, siendo solo Energías Complementarias, y en consecuencia carecen de capacidad para reemplazar a las Energías de Base, las cuales son de tres tipos: hidroeléctrica, nuclear, y termoeléctrica.
Para una más precisa definición, las termoeléctricas pueden consumir hidrocarburos (petróleo, gas o carbón} o biocombustibles.
Las Energías de Base son programables, previsibles, y por lo tanto planificables; se pueden prever con certeza sus inclusiones dentro de las matrices de producción eléctrica diaria, semanal, mensual y anual, con alto grado de predictibilidad; además de lo cual generan en forma estable, sin intermitencias de voltaje y -salvo raras excepciones-, sin abruptas salidas de servicio.
Eólicas y solares no son “económicas”, por lo que se ocultan sus altos costos reales por kWh, disimulados bajo múltiples subsidios y ventajas de tipo prebendario, sin los cuales no podrían incluirse en la matriz eléctrica casi por completo, incidiendo esos onerosos subsidios y exenciones impositivas, muy negativamente en el presupuesto nacional.
Pero eso se oculta con subsidios y otras facilidades impresentables, bajo una maraña de palabrerías y presiones semi encubiertas, que hacen que sea “energéticamente incorrecto” mencionar y menos aun profundizar, en esas enojosas realidades. Y esas ventajas prebendarias inciden negativamente en el presupuesto nacional, pero nadie parece percatarse.
No son “limpias” las eólicas y solares, pues adolecen de múltiples costos ambientales, cuidadosamente ocultados o camuflados por sus promotores, siendo incluso sus ecuaciones de costos ambientales muy superiores a las de hidroeléctricas y nucleares, tal como se explicó en artículos precedentes y en algunos de mis libros, basados en bibliografía especializada y congresos técnicos.
Tal es el poder de presión sobre los medios periodísticos, que distintas manifestaciones de pueblos que se oponen a esas instalaciones de eólicas y solares, por las molestias y perjuicios que ocasionan, es muy raro que tengan cabida alguna entre las noticias.
Pese a los evidentes y contundentes bemoles, de negatividades semi encubiertas que adolecen esas energéticas “ renovables sesgadas”, las grandes potencias del Atlantismo, insisten en imponer al mundo subdesarrollado, como supuesto “mandato ineludible”, que se enfaticen las inversiones en eólicas y solares, más allá de su rol complementario, a la vez que nos presionan para impedir que desarrollemos nuevas inversiones en Energías de Base hidroeléctricas y nucleares…pero aplican la usual doble vara de las potencias colonialistas, pues ellos sí, “por urgencias internas” de sus propios mercados eléctricos, transgreden lo que nos imponen a los subdesarrollados excluidos del jaqueado pero sin duda poderoso Bloque Atlantista.
Así operan el Acuerdo de París; grupos de influencia ultra ecologista de las Naciones Unidas en las reuniones del cambio climático denominadas COP; y para las presiones violentas tienen a las varias y muy bien financiadas ONGs transnacionales y sus ramificaciones locales, de corte ecológico fundamentalista.
En síntesis, priorizando los Intereses Nacionales, cabe definir lo siguiente.
1 – Definir y hacer públicos los costos reales de generación de las distintas clases de generadoras, y en particular de las “muy promocionadas” eólicas y solares.
2 – Vinculado con lo anterior, hacer públicos todos los subsidios y otras marañas de casi totalmente ocultas ventajas con lo que se disimulan los costos e ineficiencias de las eólicas y solares, entre ellos la prioridad para el despacho (venta), sin importar que existan otras generadoras más económicas.
3 – Terminar con esos subsidios y otras ventajas prebendarias en nuevos contratos de instalaciones de más parques eólicos y solares, pues solo se están encubriendo altos costos de generadoras solamente complementarias.
4 – Definir con precisión los límites técnicos de porcentaje de la matriz eléctrica nacional en el que puedan tolerarse generadoras intermitentes, y por ello Energías Complementarias, impidiendo irracionalidades como pretenden imponer sus promotores -con sutiles apoyos Atlantistas-, que incluso llegan a promocionar una matriz eléctrica centrada en “renovables sesgadas”, lo cual provocaría el caos técnico por las intermitencias, o altísimos costos reales, si se buscara almacenar energía en muy caros y contaminantes sistemas de acumuladores (baterías) para enormes volúmenes como los que demanda el Sistema Interconectado Nacional.
5 – Definir y concretar nuevas grandes usinas hidroeléctricas y nucleares, las que junto con las previsibles nuevas grandes usinas basadas en el abundante gas natural, brinden energía muy abundante, confiable, de calidad (Energía de Base), para poder sustentar el desarrollo socio económico que podemos y debemos concretar.
Todo esto también se vincula con la necesaria Soberanía Nacional, que debemos promover y defender.