La industria yerbatera de Corrientes afirma que con hoja verde cara y precios congelados “los números no cierran”
La industra yerbatera de la provincia de Corrientes, que alberga a las dos principales empresas del sector, salió a sentar su posición sobre dos temas candentes que preocupan mucho a las empresas del sector:
El control de precios en la góndola por parte del Gobierno Nacional y la limitación de las plantaciones, que buscan no generar un exceso de materia prima disponible en un par de años, como consecuencia no deseada de este “boom” de la hoja verde que ya se paga hasta 10 pesos por encima del valor oficial (actualmente en $20).
La combinación de estos dos fenómenos (materia prima cara y precios en góndola congelados o semicongelados) les está pegando fuerte a las empresas yerbateras.
Por eso el representante de la industria molinera por Corrientes en el INYM, Raúl Ayala Torales, dijo en una entrevista al diario Misiones Plural que van a bregar “por la libertad de precios y por la no limitación de cosecha”.
También aseguró que a la industria molinero no le están cerrando los números. Una consecuencia directa de la materia prima cara (hoja verde) y la no posibilidad de traslado a precios de este incremento del costo.
Incluso el sector de la industria yerbatera estuvo tratando de conversar esta cuestión directamente durante la visita de Alberto Fernández hace una semana a Posadas, aunque la brevedad del paso del Presidente por Misiones no lo hizo posible.
Ayala -que reemplazó a Claudio Anselmo en el INYM, quien asumió como ministro de la Producción en Corrientes- afirmó también que “hoy la rueda está a favor de los productores, pero como se está plantando seguramente en los próximos años volveremos a que la rueda esté en favor de los molineros”.
Sintetizando lo que la historia yerbatera demuestra con creces: a un corto período de bonanza para el productor pequeño, le sigue un período de sobreabundancia de materia prima (motivado por el período de prosperidad, que hace que todo el mundo quiera tener yerbales) que favorece a las industrias, con todos los problemas sociales que ello acarrea en Misiones.
A continuación, repasamos la entrevista realizada por Alejandro Spivak para Misiones Plural.
“Los números no cierran”
– Ante el pago de un 50 por ciento por encima del precio oficial por kilogramo de hoja verde (el valor estipulado por el Inym es de 20 pesos y están abonando entre 26 y 30 pesos) los molineros plantean que no les cierran los números a salida de molida y solicitan que el Gobierno les otorgue un incremento. De hecho, en los próximos días mantendrían una reunión virtual con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. ¿Cuál es el porcentaje de aumento que solicitarán?
– Aún no tengo la planilla de costos que me tienen que dar la Asociación de Molineros de Corrientes porque recién este jueves (por hoy) los representaré en el Instituto Nacional de la Yerba Mate” (Inym).
-¿Coincide con los molineros que dicen que no les cierran los números?
-Es cierto; los números no cierran y si bien no tengo las planillas de cálculo, mi apreciación personal es que se debería otorgar un aumento de entre el 12 y 15 por ciento a salida de molino. Este es un buen momento para el productor porque se está pagando la hoja verde por encima del valor oficial. También la canchada (estacionada) tiene un precio superior. Hoy hay faltante de stock y por consiguiente las empresas necesitan conseguir yerba para stockearse y satisfacer sobre todo el mercado interno. Hoy la rueda está a favor de los productores, pero como se está plantando seguramente en los próximos años volveremos a que la rueda esté en favor de los molineros. Esta es la dinámica yerbatera; lo que no es dinámico es la venta al público donde siempre, por un motivo u otro, el Gobierno nos controla el precio del paquete de yerba mate.
– ¿Usted está planteando que se libere el mercado de yerba mate?
– Sí. El Gobierno nacional nos controla el precio en góndola. Los molineros hacen mucha inversión para mantener la calidad de la yerba. También deben hacerse cargo del costo publicitario, de la punta de góndola que si bien está prohibido cobrar, los supermercadistas la cobran igual: por eso es un negocio medio raro. Insisto con que se debe liberar el precio de la yerba mate. Cada molinero sabe qué valor poner al paquete. Concretamente es un tema de oferta y demanda. El Gobierno nacional no quiere ese punto de equilibrio porque seguramente será más elevado que el actual. Hoy tanto los secaderos como los molineros deben hacer muchas inversiones que no las pueden hacer porque, reitero, no cierran los números. A toda la cadena yerbatera le conviene que se pague muy bien porque de esta forma se terminarían las discusiones por el tema precios tanto de la materia prima como elaborada. Los gobiernos deben preocuparse para que toda la cadena tenga buen precio.
– ¿Cómo se pude equilibrar para que, como dice usted, la rueda sea pareja, es decir que ganen todos y no que un año gane uno y al siguiente gane el otro sector?
-No hay forma de obligar a nadie. Es un derecho constitucional la libertad de industria y comercio. Si yo tengo un predio y se me ocurre plantar hoja verde de yerba mate nadie me lo puede prohibir.
– Usted insiste con que la rueda está a favor del productor, pero éste dice que vende la hoja verde en pesos y compra los insumos a valor dólar.
– No es cierto. Ningún insumo de la industria yerbatera está cotizado en dólares, salvo cuando el molinero compra una envasadora importada. El productor primario no consume nada en dólares, ni los repuestos para el tractor se cotizan en esa moneda. Respecto a nuestro reclamo de aumento del precio, insisto que para hacer un kilogramo de molida se necesitan 2,8 kilos de hoja verde. Esto significa que el productor primario se está quedando con la mitad de lo que cuesta el kilo de yerba mate en góndola. Esto demuestra, como dice el refrán, que los productores hoy “tienen la sartén por el mango”. La yerba es un producto más elaborado, por ejemplo, que las bebidas gaseosas y, encima más barato.
– A partir de la nueva conformación del directorio del Inym, el sector productivo contará con tres representantes. Este sector dice que ahora son ellos los que tienen una suerte de poderío en el directorio, inclusive aseguran que fueron quienes apoyaron fuertemente la designación del presidente Juan José Szychowski y que relegaron por ejemplo a la molinería. ¿Cuál es su opinión?
– ¿Ganaron en qué sentido? Son tres personas que merecen todo mi respeto que luchan por su sector con dignidad. Así como ellos yo llevaré mi representación en el Inym en forma vehemente, pero con mucho respeto. Ninguna industria olvida que el productor es el sector más débil de la cadena yerbatera y no debemos enojarnos cuando ese sector plantea exigencias, siempre luego hay alguien que equilibra la balanza.
– Concretamente los directores que asumen por la producción insisten que mientras ellos apoyan al pequeño y mediano productor, los molineros hacen lo propio en favor de los grandes empresarios.
– Personalmente estos directores me merecen todo mi respeto. Cada sector afortunadamente puede decir lo que desee. Ojalá que sea un triunfo para ellos, es decir que sus representados estén contentos con sus representantes en el Inym. Yo defenderé a los molineros quienes me dieron la representación en el Instituto.
– Los representantes de los productores plantearán en el seno del Inym que se limite la cosecha de yerba mate. ¿Cuál es su opinión al respecto?
– En absoluto estoy de acuerdo. Yo brego por la libertad de empresa. En general las industrias tienen plantaciones que no les alcanzan para cubrir sus necesidades de mercado, por consiguiente, compran hoja verde a los productores. No hay maldad de parte de los molineros, nadie puede ser exitoso sin el acompañamiento de su proveedor de materia prima que en este caso son los productores de yerba mate.