La modernización de los tanques del Ejército tracciona la producción nacional
El programa de modernización de los tanques del Ejército Argentino para actualizar los blindados con sensores y sistemas electrónicos de última generación impulsa el desarrollo de nuevas capacidades tecnológicas y metalmecánicas en empresas nacionales que se integran como proveedoras de la iniciativa.
Mientras que todo el proceso de modernización de la torreta del Tanque Argentino Mediano (TAM) es llevado adelante con equipos y tecnologías provistos por la empresa Israelí Elbit, la recuperación de capacidades de cada uno de los 74 vehículos que serán sometidos a este proceso es llevada adelante por el Batallón de Arsenales 602 del Ejército Argentino que para esto impulsó el crecimiento de una red de proveedores locales entre los que se destaca la empresa metalmecánica mendocina IMPSA, estatizada en 2021.
Mario Goldfryd, gerente del proyecto por parte de Elbit, afirmó en diálogo con Télam que “el TAM incorpora en esta modernización, entre otras cosas, sistemas electrónicos de tiro de última generación, cámaras que le permiten operar de noche o con baja visibilidad, sensores que le advierten si está bajo la mira de otra unidad, una unidad de potencia auxiliar que le permite operar gran parte de sus equipos sin encender el motor y también cambia el mecanismo hidráulico que hacía girar su torreta por uno eléctrico que es más veloz y preciso”, deatalló.
“El equipo que llegó desde Israel para este proyecto trabaja ahora en el desarrollo del nuevo prototipo y va a estar a cargo del ensamblado de las primeras cinco unidades de la preserie, en las que vamos a explicarles a los técnicos argentinos todo el proceso, las siguientes cinco unidades van a ser ensambladas por los argentinos bajo nuestra supervisión y a partir de ahí va a ser el personal del Ejército el que complete la modernización del resto de las unidades previstas”, completó.
El jefe del Batallón de Arsenales 602, teniente coronel Marcelo Gallardo, dijo a Télam que “el TAM es un blindado con más de 40 años de servicio y en ese tránsito el Ejército fue impulsando algunos proveedores locales, pero hay muchas cosas que en Alemania ya no se consiguen tan fácil o se volvieron muy costosas, por lo que en este proceso fuimos alentando a empresas argentinas a sustituir a proveedores extranjeros”, indicó.
El militar contó: “IMPSA se sumó al proyecto inicialmente para hacer los mecanizados del nuevo mecanismo eléctrico que hace girar la torre, pero ahora está trabajando en ingeniería para fabricar ruedas y tanques de combustible del vehículo entre otros componentes que vamos a necesitar reemplazar; y además de eso hace tiempo que trabajamos con tres empresas argentinas que nos proveen todos los elementos de caucho que son los que más necesitamos recambiar, tanto en el sistema de rodamientos como las mangueras del motor y sistemas hidráulicos”.
El responsable del proyecto TAM por parte del Ejército Argentino, teniente Coronel Matías Peleitay Pinto, dijo a Télam que “para las tripulaciones que van a operar el nuevo TAM el cambio va a ser realmente significativo porque se van a encontrar con un tanque en el que van a tener mucha más información de su entorno, un mecanismo mucho más veloz de puntería y tiro y herramientas que van a advertirle se posibles amenazas”.
Roberto Adaro, subsecretario de Investigación Científica y Política Industrial para la Defensa, afirmó en diálogo con Télam que “el TAM es el sistema de armas central y punta de lanza de la Caballería Mecanizada, por la cantidad de años en servicio y el retraso tecnológico en comparación con unidades similares de generaciones más modernas se llegó a un punto en el que era necesario analizar si debía ser reemplazado o podía actualizarse”.
“Todos los análisis coincidieron en que el TAM como plataforma todavía es capaz de hacer frente a los objetivos para los que fue diseñado, con el valor especial de que es un tanque concebido para las particularidades del territorio argentino y que cualquier otro tanque que saliésemos a comprar no iba a tener el mismo rendimiento que el TAM que es capaz de operar desde Ushuaia hasta La Quiaca sin mayores inconvenientes”, ponderó.
El funcionario remarcó que “a partir de este tipo de proyectos el ministerio de Defensa busca darle carnadura a eso que a veces suena a una entelequia que es la Industria para la Defensa, primero conservando las capacidades que quedaron en pie pero trabajando para ampliarlas y diversificarlas en nuevos proveedores; IMPSA que hace medio siglo había participado de la génesis del proyecto TAM a través del desarrollo de parte de los tanques de combustible hoy vuelve para sumar su calidad y prestigio”.
“En ese sentido hay también un aprendizaje que nuestros proveedores tienen que hacer y que es importante que lo hagan de la mano de un socio experimentado en la materia como es la israelí Elbit, y trabajar para ir integrando en cada paso segmentos de mayor valor agregado; esto no se puede hacer de la noche a la mañana en el marco de una industria que viene de varios años castigada”, completó.