La nueva estrategia oficial para la yerba: que la hoja verde valga un porcentaje del precio en góndola
El Gobierno misionero definió una nueva estrategia para definir el valor de la materia prima yerbatera, como porcentaje fijo del precio del producto en góndola.
En la Provincia entienden que, a pesar del fallo de la Cámara Federal que suspendió el capítulo yerbatero del Decreto de Necesidad y Urgencia firmado por el presidente Javier Milei, no habrá cambios sustanciales en el nuevo status quo del sector, nuevamente desregulado, como en los 90. Es que el Instituto Nacional de la Yerba Mate está virtualmente acéfalo: sin presidente designado por la Nación, en la práctica no puede fijar precios, ya que la industria -buena parte de ella- y la provincia de Corrientes, desconocen sus facultades. En ese nuevo escenario, el Gobierno provincial determinó buscar una nueva estrategia para proteger al sector productivo: que el precio de la materia prima valga un porcentaje del precio del paquete en góndola.
El objetivo es que el kilo de hoja verde no cueste menos que un tercio o un quinto del paquete de un kilo en un supermercado. Así, si un paquete cuesta cuatro mil pesos en la góndola, el productor deberá recibir como mínimo 800 pesos por kilo de hoja verde -más del doble que el valor actual que paga el mercado-.
De esta manera se garantizará que la rentabilidad se distribuya entre todos los eslabones y no se obstaculiza el precio hacia arriba, alineándose a la política nacional de libre mercado.
Al mismo tiempo, la producción sostiene la puja legal para recuperar las facultades del INYM, pero el camino además de arduo, será largo.
En última instancia, queda el tratamiento del DNU en Diputados. Ya rechazado por el Senado, la Cámara baja está al borde de conseguir los votos para su definitiva caída. La Justicia fue desarmando varios capítulos de la norma y el último fue el dedicado a la desregulación del mercado yerbatero.
La Cámara Federal de Posadas ratificó un fallo en primera instancia de la jueza Adriana Fiori que suspendió el DNU por poner en riesgo la salud de los productores, al quitarle las facultades de recaudación que tenía el Instituto Nacional de la Yerba Mate, organismo que había firmado un acuerdo con el Instituto de Previsión Social de Misiones, para dar obra social a los chacreros.
La producción celebró el fallo de la Cámara, que en la práctica, repuso las facultades del INYM, pero la realidad es que no hay atisbo de que pueda ejercerlas. La fijación de precios encuentra un escollo firme: no hay representante del Ejecutivo que convoque a sesiones.
Además, renunció el presidente designado, Jonás Peterson, en medio de acusaciones al resto del directorio por no ir a fondo para recuperar el INYM. En ese contexto, nadie se anima a dar un paso en falso.
La Provincia tomó distancia de esa discusión jurídica y de representación, ya que incluso entre los productores, muchos votaron por Milei a pesar de los vaticinios de la desregulación. Por eso se decidió apostar por otra ecuación en la búsqueda de mejores precios para la materia prima.
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