La oportunidad del Norte Grande

Compartí esta noticia !

“Hoy más que nunca Argentina tiene un Norte: el Norte Grande Argentino. Por una Argentina unida, federal y con un norte en progreso. Es necesario cambiar nuestra realidad, juntos y trabajando como ahora” expresó el Gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, en la cumbre de gobernadores del Norte Grande realizada el pasado viernes en la ciudad de Resistencia, donde el mismo fue designado como Presidente pro tempore, por un período de seis meses.

¿Qué es Norte Grande? Es la conjunción de las cuatro provincias del noreste y las seis del noroeste argentino, que juntas forman el norte de nuestro país, un espacio geográfico históricamente postergado y donde se concentran los peores indicadores sociales del país.

El concepto de Norte Grande como bloque regional de acción conjunta nace a partir de la iniciativa del entonces gobernador de Salta Roberto Romero, allá por 1986, pero el primer acuerdo regional formal data recién de 1999. Con el correr de los años, por diferentes motivos y movidos particularmente por la falta de integración y voluntad política de hacerlo funcionar, el mismo quedó en la nada, hasta que Capitanich este año tomó la posta para volver a reflotarlo.

Las demandas y voluntades de trabajo conjunto al respecto tienen que ver con reducir asimetrías históricas del Norte argentino respecto a otras regionales menos postergadas, y particularmente, con el centro del país. En esta línea, hay algunas líneas específicas que se busca tratar, que tiene que ver con el precio del combustible, los subsidios al transporte público de pasajeros, el costo de la energía y la necesidad de inversión en infraestructura, entre otros.

¿Qué significa el Norte Grande? Para ver el peso específico de la región, tomaremos ciertos indicadores de tipo consumo, actividad, fiscal, empleo y comercio exterior.

Empecemos con lo relativo al consumo.

Si observamos las ventas de supermercados, medidas por el INDEC, notamos que el Norte Grande en su conjunto representan, en el período enero – septiembre 2020, el 11,3% del total de las ventas del país ($78.724,8 millones en ventas); considerando además que la estructura de precios no es la misma que, por ejemplo, la Patagonia, donde el costo de vida es más alto y ello dispara las ventas totales. En este punto (y como en todo los que analizaremos luego), la región Pampeana, que abarca a la provincia de Buenos Aires, la CABA, Córdoba, Entre Ríos, La Pampa y Santa Fe, concentra la mayor parte de las ventas, algo lógico desde dos puntos de vistas: demográficos (concentran más de la mitad de la población) y económico (mayores niveles de consumo).

Por supuesto que hacia dentro de las provincias del Norte Grande hay contrastes: si analizamos las ventas per cápita, cada jujeño gastó $13.134,3 en los primeros nueve meses del año; en el otro extremo, cada santiagueño gastó apenas $4.553,3 en todo lo que va del año. Misiones se ubica en torno a los $7.607,9 por habitante, el cuarto más bajo de un total de diez provincias. Siguiendo con la comparación en términos poblaciones, el Norte Grande participa del 11,3% del total de ventas en supermercados mientras que tiene el 21,7% de la población del país.

Veamos que pasa en términos de actividad, particularmente de la construcción. En primer lugar, el consumo de cemento. En el acumulado enero – octubre 2020, las provincias del Norte Grande tuvieron consumos de cemento por un total de 1.618.396 toneladas, equivalentes al 21,1% del total consumido en el país, siendo el bloque regional con mayor participación después de la Pampeana, que concentra el 62% del total. Pero, no debe dejar de mencionarse algo: el Norte Grande es la única región del país que muestra incrementos comparado con el período enero – octubre 2019: el bloque en su conjunto registra un alza del 3%; contra caídas de la región Pampeana (-24,3%), de Cuyo (-12,1%) y la Patagonia (-20%); misma situación ocurre, naturalmente, con el total nacional (-18,4%).

Te puede Interesar  Presentaron la nueva edición de la fiesta nacional e internacional de la Yerba Mate

De hecho, si desagregamos el bloque por NEA y NOA, también ambas muestran incrementos: 7,6% y 0,1% respectivamente, por lo cual el Noreste fue el gran impulsor de la suba en los consumos de cementos en la región. Catamarca, Corrientes, Chaco y Misiones se posicionan como las provincias con mayores aumentos, en un año marcado por restricciones y notables caídas de todos los indicadores de actividad.

Siguiendo con la construcción, éste es uno de los sectores que más dinamiza la economía, pero también es uno donde hay altos niveles de informalidad. Si tomamos solo a los trabajadores registrados de la construcción, el Norte Grande concentra el 14,8% del total nacional y es la región que mejor soportó los embates de la pandemia (y el arrastre de la crisis): si tomamos el período febrero – septiembre, de modo tal de medir la evolución al momento inmediatamente anterior de la irrupción del coronavirus, el norte argentino fue el que menos puestos de trabajo registrados en la construcción perdió: -8,2%, aunque en esto hay que diferenciar una cuestión: desagregando el dato, en el NEA crece 1,5% y en el NOA cae 14,4%. Volviendo al dato consolidado del Norte Grande, es la región con la menor caída del empleo registrado en la construcción, dato importante considerando que este sector en el norte argentino tiene un peso preponderante.

Lo mismo ocurre al analizar la cantidad de empresas de la construcción activas: si bien cayó en todas las regiones, lo hizo en menor medida en el Norte (-19%).

Sin embargo, un punto a considerar: los salarios están muy por debajo. De hecho, tomando el último dato disponible (septiembre) el salario promedio de la construcción en las provincias del norte argentino equivale al 91,9% del promedio nacional, y tiene en promedio, el menor salario del país. Santiago del Estero, La Rioja y Misiones son las provincias del Norte que tienen los sueldos más altos, pero solo uno supera los 40 mil pesos (Santiago).

Analizamos ahora los datos de comercio exterior

Las exportaciones, fundamentales para el ingreso de divisas al país, tan necesarias particularmente en el contexto actual. De cada 100 dólares que ingresaron al país en el primer semestre de este año, 8 fueron en el Norte Grande, totalizando USD 2.168,2 millones de exportaciones con origen en las provinciales del NEA y NOA. Aquí el NOA tiene una importancia fundamental, ya que, del total de exportaciones del Norte Grande, el 74% provino de esta región, quedando el NEA mucho más relegado.

Si bien en términos generales la participación de la región no es muy alta, la realidad es que es una zona clave para la exportación de determinados productos. Por ejemplo, el Norte Grande representa el 50% de las exportaciones del complejo arrocero, el 100% de las exportaciones del complejo litio, el 50% de plomo, el 97,7% de limón, el 56% de cítricos (excepto limón), el 100% de porotos, el 50% de garbanzos, el 64,9% del complejo forestal, el 97,1% del complejo tabacalero, el 62% del complejo azucarero, el 100% del complejo té y el 94,6% del complejo yerba mate.

Esto le da una importante estratégica fundamental al Norte que debe ser acompañada de mecanismos de incentivos para mayores exportaciones, y en este marco, el área aduanera especial impulsado por Misiones y que se prevé beneficie a más provincias a partir de lo establecido en el artículo 123 del Presupuesto Nacional 2021 será fundamental.

De los últimos 10 años, la participación promedio de las provincias del Norte Grande en las exportaciones totales rondó al 8,3%, con picos de 9,9% en 2016 y pisos de del 7% en 2013. El promedio histórico de la región de Cuyo, por ejemplo, es de 5,7%; de la Patagonia un 8,3% y de la Pampeana un 73,6%.

Analicemos otro aspecto clave para la región que tiene que ver con el empleo privado formal: a septiembre de este año, el Norte Grande participada del 12,6% del total de los trabajadores privados registrados en el país, la segunda proporción más alta después de la Pampeana, pero si desagregamos vemos que el NOA se ubica segunda y el NEA última. Esto se da, en parte, por la lógica poblacional, pero analicemos más a fondo la situación.

Te puede Interesar  Yacyretá firma convenio de cooperación mutua con la Asociación Civil “Lomas Rugby Club”

Si tomamos la población de entre 20 y 64 años que tienen un empleo formal en el sector privado, notamos que en el Norte Grande la proporción alcanza al 12,7% de esa población: es la región con menos personas en edad laboral que tienen un trabajo de esas características; en la Pampeana alcanza al 25,9%, en Cuyo al 18,8% y en la Patagonia al 25,8%. El promedio nacional nos da que el 22,6% de las personas de entre 20 y 64 años trabajan formalmente en el sector privado. Esto marca una enorme falencia del Norte Grande en términos de oportunidad de empleo, que tiene detrás
otros motivos: fuerte empleo público y falta de inversión privada y desarrollo industrial.

Lo mismo puede verificarse al observador las tasas de actividad laboral que mide el INDEC: el NEA y el NOA tiene las más bajas en términos regionales (37,1% y 36,8% respectivamente), lo que se traduce en más personas que están directamente fuera del mercado laboral por no tener trabajo y no buscarlo activamente.

¿Consecuencias de esta situación? Lo que pasó con el IFE es la muestra más clara.

Midiendo la cantidad de beneficiarios sobre la población total, en el Norte Grande el 25,4% de sus habitantes accedió al IFE, cuando en otras regiones no llega a los veinte puntos: en Cuyo es del 19,9%, en la Pampeana de 17,5% y en la Patagonia de 14,1%.

La situación se agrava al medir la cantidad de beneficiarios sobre la población económicamente activa de las regiones: en el Norte Grande llega al 61,1%; cuando en Cuyo es del 45,1%, en la región Pampeana es del 39,6% y en la Patagonia del 33,5%.

Así podemos seguir con muchos indicadores más para graficar la situación del Norte Grande, pero para no extendernos más, queremos volver a enfatizar en la importancia de un trabajo conjunto en bloque para resolver problemas estructurales de la región, principalmente la que tienen como foco la creación del empleo, que repercute necesariamente en la calidad de vida, el nivel de actividad, las tasas de pobreza, los niveles de consumo y su consecuente impacto positivo en la recaudación para fortalecer el desarrollo de políticas públicas.

¿Qué se requiere? A lo ya manifestado en la cumbre de gobernadores respecto a tarifas eléctricas, subsidios al transporte, precio de combustibles e inversión en infraestructura, se le debe sumar incentivos fiscales (en los tres niveles de gobierno), discutir una estructura tributaria diferencial, impulsar un debate profundo de la estructura, alcances y límites de gasto público provincial, y un fortalecimiento de la estructura de los recursos.

Un punto importante aquí tiene que ver con la coparticipación federal y las transferencias automáticas del estado nacional a las provincias: hay un clarísimo desfasaje hacia dentro de la región que también debe discutirse. Si tomamos los datos acumulados del período enero-noviembre 2020 de transferencias automáticas recibidas por las diez provincias del norte argentino, y la medimos per cápita, notamos que en un extremo se destinó $118.763,8 por catamarqueño, pero solo $49.641,6 por misionero.

¿Recuerdan la cantidad de veces que desde esta columna insistimos en el claro perjuicio para Misiones del actual esquema de reparto? Bueno, acá hay una muestra más.

Celebramos la conformación del bloque de trabajo y consideramos es una gran herramienta para el trabajo conjunto en pos del necesario y urgente desarrollo de la región. Es una enorme oportunidad de dar saltos de calidad y potenciar las propias virtudes provinciales.

About The Author

Compartí esta noticia !

Categorías

Solverwp- WordPress Theme and Plugin