Los desafíos del mundo del trabajo hacia una economía verde
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 2,5 millones de puestos de trabajo podrían perderse en América Latina y el Caribe, solo a raíz del estrés térmico por calor hacia el año 2030, afectando particularmente a las personas que trabajan al aire libre en agricultura, construcción y ventas ambulantes.
Ante esta perspectiva, la Alianza para la Acción por una Economía Verde (PAGE, por sus siglas en inglés) impulsa la transición hacia una economía verde como un motor para el empleo decente, que permita ayudar a enfrentar estas crisis y construir sociedades más inclusivas y resilientes.
“Las empresas, trabajadores y trabajadoras son agentes de cambio que, en conjunto con los gobiernos, pueden promover la transición justa a través del desarrollo de nuevas modalidades laborales que generen trabajo decente sin dejar a nadie atrás”, afirmó Joaquín Etorena Hormaeche, coordinador nacional de PAGE.
En Argentina los esfuerzos para encaminarse hacia formas de producción más sostenibles ya han generado más de 730 mil empleos verdes y han llevado a la bioeconomía –la producción sustentable de bienes y servicios a través del uso o transformación de recursos biológicos– a cubrir el 16% del PBI nacional.
Además el país cuenta con una extensa tradición de organizaciones colectivas de trabajadores y trabajadoras, en proceso de diálogo social constante con los sectores empleadores y de gobierno.
El Frente Sindical de Acción Climática: incluir el cuidado del ambiente en la agenda gremial
“Los trabajadores somos uno de los principales actores sobre los cuales se asienta toda posibilidad de éxito de la transición ecológica hacia una economía verde”, sostiene Enrique Lorenzo, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Cervecerías Artesanales de la República Argentina (SITRACAR), organización afiliada a la Federación Argentina de Trabajadores Cerveceros y Afines (FATCA). La Federación fundó en 2019 –junto a otros tres sindicatos Confederados de la CGTRA–, el Frente Sindical de Acción Climática, entendiendo la necesidad de incluir contenido ambiental en la agenda gremial, impulsar la economía verde y la generación de este tipo de empleos en el sector productivo nacional, como respuesta a la crisis ambiental y climática.
De acuerdo con el secretario general de SITRACAR, la transición justa incluye un conjunto de principios (información, consulta, codecisión), sumado a un proceso de diálogo social (en particular, la herramienta de la negociación colectiva) y objetivos concretos: ningún trabajador solo, ningún trabajador atrás, ni un derecho menos; por lo cual los sindicatos deben preparar a sus dirigentes con información para la toma de decisiones, a sus afiliados con capacitación permanente y acompañar el proceso de diálogo social constante.
“Solo tendremos éxito en una alianza firme con la sociedad civil, pero insisto, sin los trabajadores organizados y capacitados, tampoco sería posible. El desafío es incorporar lo sostenible al mundo del trabajo, no como greenwashing, sino al mejorar el valor de lo que hacemos cuidando el ambiente. Esa es la razón de ser de nuestra participación en el Frente Sindical de Acción Climática: ser el puente entre estos mundos y construir una narrativa ambiental que se transforme en un paradigma inminente”, concluyó Lorenzo.