
Lula presenta un plan de 60.000 millones para impulsar la industria brasileña
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha presentado un plan de 60.000 millones de dólares para impulsar la industria del país. El plan incluye créditos blandos, subsidios y subvenciones, así como la prioridad a los bienes de producción nacional en las compras gubernamentales.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha presentado un plan de 60.000 millones de dólares para impulsar la industria del país. El plan incluye créditos blandos, subsidios y subvenciones, así como la prioridad a los bienes de producción nacional en las compras gubernamentales.
“Ahora somos la novena economía del mundo, pero no porque creció mucho, sino porque otros cayeron. No es para estar orgulloso”, ha advertido durante la presentación en el palacio de Planalto, en Brasilia.
Lula, que fue metalúrgico antes de entrar en política, ha convertido la reindustrialización en una de sus principales prioridades. El país, que fue la sexta economía del mundo en 2011, ha caído al noveno puesto en la actualidad.
El plan del Gobierno incluye una serie de medidas para reducir los costes de producción de las empresas industriales, así como para fomentar la innovación y la digitalización.
“Es muy importante volver a tener una política industrial innovadora y digitalizada”, ha proclamado el mandatario, que ha insistido en que habrá colaboración entre el poder público y la iniciativa privada.
El presidente”confía en este plan para estimular a la industria y el de inversiones en obra pública, que presentó en julio, para que “Brasil dé un salto de calidad” y “entre de una vez por todas en la categoría de país desarrollado”. “Porque siempre nos quedamos ahí, a las puertas”, ha lamentado el mandatario. También ha recordado que en los últimos años su país llegó a colocarse como la sexta economía del planeta, pero también cayó al decimosegundo puesto.
Sin embargo, el plan ha sido recibido con cierto recelo por parte de los mercados financieros. El real brasileño se depreció un 1,2% tras la presentación, y la bolsa de valores de São Paulo cerró con un descenso del 0,8%.
Algunos analistas temen que el plan sea demasiado ambicioso y que pueda provocar un aumento de la inflación y del déficit público.
Los editorialistas de los principales diarios, y algunos de sus columnistas, se han mostrado estos días temerosos de que Lula y el Partido de los Trabajadores se embarquen en un gasto público exagerado.
Una visita oficial que el presidente hizo el viernes ha resucitado viejos fantasmas. Lula acudió a la refinería Abreu e Lima, de Petrobras, ubicada en Pernambuco, que en los buenos tiempos del PT fue emblema del potencial de Brasil y que en poco tiempo acabó en el centro del mayor escándalo de corrupción del continente, investigado en la Lava Jato.
Lula ha asegurado que el plan se financiará con fondos públicos y privados, y que no supondrá un aumento del déficit.
Durante la última década el PIB ha crecido una media del 0,5%. Y la buena noticia de que cerrará el año pasado con un aumento de en torno al 3% (el triple de lo previsto hace un año) viene acompañada de la predicción de que este año no será tan favorable. Pero para 2024 Reuters estima que se quedará en un 1,2%.
Para Lula es necesario ampliar y reforzar la industria para que Brasil sea menos dependiente del agronegocio que ahora es el principal sector económico y mayoritariamente prefiere a Jair Bolsonaro y de las exportaciones. Las espectaculares cosechas de 2023 han llevado las exportaciones brasileñas a un récord, con ventas por 300.000 millones de dólares, y un superávit de unos 85.000 millones.
Fuente: El País