Lula prometió a empresarios un “retorno a la normalidad” de Brasil si vuelve a la presidencia
Luiz Inácio Lula da Silva prometió hoy al empresariado “el retorno a la normalidad” en Brasil en caso ser electo el 2 de octubre y fustigó al presidente Jair Bolsonaro por estar realizando el mayor reparto electoralista de dinero público en una época electoral en más de un siglo para intentar reelegirse.
Luiz Inácio Lula da Silva prometió hoy al empresariado “el retorno a la normalidad” en Brasil en caso ser electo el 2 de octubre y fustigó al presidente Jair Bolsonaro por estar realizando el mayor reparto electoralista de dinero público en una época electoral en más de un siglo para intentar reelegirse.
Lula habló ante empresarios de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp), el conglomerado empresarial más poderoso de América Latina en peso económico, en el cual presentó parte de sus directrices económicas y rumbo.
Lula recordó su gestión entre 2003 y 2010 y dijo que pretende “crear nuevamente un mercado interno” para que los empresarios puedan invertir y ganar dinero, a la vez que actualmente, sostuvo, será necesaria una contrarreforma laboral para proteger a los trabajadores precarizados e informales.
En ese marco, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) fustigó la decisión del oficialismo en el Congreso de liberar 7.700 millones de dólares hasta diciembre para aumentar el pago de los planes sociales a 120 dólares y entregarles mensualmente el equivalente a 200 dólares a camioneros y taxistas.
“Estamos compitiendo en una elección viendo al adversario realizar la mayor distribución electoral de dinero que se ha visto desde fin del Imperio (1889). Faltando 56 días para las elecciones, resuelve hacer una distribución de miles de millones de reales que dura hasta diciembre. Lo que hay que preguntarse es si el pueblo aceptará pacíficamente que le retiren un beneficio que fue apenas electoral”, advirtió Lula.
Lula instó a que el empresariado se sume a la “nueva normalidad” que proyecta su gobierno y prometió cambiar la agenda impuesta por Bolsonaro, sobre todo por el choque entre las instituciones y la gestión del presupuesto, dijo, controlada por los partidos que apoyan al oficialismo en el Congreso.
“Será un gobierno sin sorpresas, nadie se irá a dormir y al otro día ocurrirá algo malo para Brasil”, afirmó Lula, quien además criticó a Bolsonaro por poner en duda el sistema electrónico de votación para intentar poner a los militares en el escrutinio que hace la justicia electoral.
“Los militares deben cuidar las fronteras, no meterse con las urnas”, subrayó el líder del PT que marcha primero en las encuestas y tiene condiciones de vencer en primera vuelta el 2 de octubre.
Lula prometió también una reforma tributaria y otra administrativa en el sector público.
Sobre la administrativa, dijo que “poca gente está ganando mucho y mucha gente está ganando poco”.
El jefe de la Fiesp desde el año pasado es el empresario Josué Gomes da Silva, empresario textil con inversiones en Santiago del Estero e hijo del exvicepresidente de Lula, José Alencar.
El líder del PT estuvo acompañado de su candidato a vice, Geraldo Alckmin, exgobernador del estado de San Pablo.