Meraxes, el gran devorador de dinosaurios

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Su nombre, Meraxes está inspirado en uno de los tres dragones de Juego de Tronos (Game of Thrones) de los hermanos Targaryen.

Es uno de los dinosaurios carnívoros de mayor tamaño registrado. Fue descubierto en la Barda Atravesada de las Campanas, a unos 20 kilómetros de Villa El Chocón, Neuquén.

El trabajo científico fue liderado por investigadores argentinos y publicado en el último número de la prestigiosa revista científica Current Biology.

El estudio estuvo a cargo del Museo Bachmann de Villa El Chocón, la Fundación Azara (Universidad Maimónides), CONICET, la Sección de Ciencias de la Tierra del Field Museum of Natural History de Chicago y la Universidad de Minnesota (Estados Unidos).

Meraxes es uno de los dinosaurios carnívoros de mayor tamaño registrado y su nombre está inspirado en un dragón de los libros “Canción de Hielo y Fuego” del escritor George R.R. Martin, recreados en la serie ”Game of Thrones” (Juego de Tronos). El nombre de la especie, gigas (gigante, en griego) se refiere al enorme tamaño de esta especie. Aunque unos 2 metros menor que Giganotosaurus carolinii, el más grande de los terópodos conocidos,

El espécimen hallado por investigadores del Museo “Ernesto Bachmann” de Villa El Chocón, el Área de Paleontología de la Fundación Azara, el CONICET y The Field Museum de Chicago, (EEUU), es el esqueleto más completo conocido para un carcarodontosáurido sudamericano y uno de los más completos carcarodontosáuridos del mundo.

El individuo, que murió con alrededor de 45 años de edad (entre 39 y 53) alcanzaba unos 11 metros de longitud, e incluye un cráneo casi completo (el más completo para cualquier miembro conocido de este grupo) aunque sin las mandíbulas, vértebras fragmentarias del cuello y la espalda, el sacro completo, varias vértebras de la parte primera y media de la cola, la cintura pectoral (el omóplato o escápula y el coracoides) con los brazos y la cintura pélvica con las patas posteriores. Su peso se ha calculado en más de cuatro toneladas (4200 kg).

Sus características anatómicas muestran que este dinosaurio tenía algunas particularidades. Su cabeza era enorme, con huesos muy ornamentados con protuberancias, crestas y surcos, y sus dientes del tamaño de cuchillos. Sus brazos eran sorprendentemente cortos, del tamaño de los de una persona; su sacro tiene una forma curiosa, como de silla de montar, sus patas eran poderosas y su segundo dedo era rematado por una poderosa garra, que recuerda vagamente a la de los velociraptores o la de las chuñas, aves cazadoras que viven en el norte argentino.

Cabezas gigantes

Uno de los aspectos interesantes de los carcarodontosáuridos es que sus cabezas son muy grandes, a tal punto que la del gran carcarodontosáurido Giganotosaurus carolinii supera ampliamente en longitud a la del T. rex. Sin embargo, mientras que de T.rex se conocen varios cráneos completos, esto no era así para los carcarodontosáuridos cuyo adalid, Giganotosaurus, posee un cráneo enorme pero incompleto. Aquí es donde juega Meraxes; pues lo completo del cráneo, con sus 127 cm permite, por primera vez, tomar medidas detalladas de un cráneo de carcarodontosáurido y extrapolarlas el gran Giganotosaurus. Aunque el cráneo de Meraxes es proporcionalmente más angosto, permitió estimar la longitud total del cráneo de Giganotosaurus, el más grande de los carcarodontosáuridos y uno de los más largos en terópodos en 163 cm.

Brazos diminutos

Las alometrías son los cambios en las proporciones del cuerpo a lo largo del crecimiento, el caso más icónico es el conocido T. rex donde sus brazos son ridículamente pequeños en proporción con el resto del cuerpo, pero no es el único. Otros grupos de dinosaurios terópodos, como los abelisáuridos y los alvarezsaurios poseen proporciones similares de sus brazos con respecto al cuerpo.
El sitio, la época y las rocas

La Barda Atravesada de las Campanas, cortada por el cañadón del mismo nombre, es un sitio árido de rocas rojizas que dista unos 20 kilómetros de Villa El Chocón, provincia de Neuquén. En la zona afloran rocas conocidas como Formación Huincul, depositadas a principios del Cretácico Superior (de unos 96 a 93 millones de años de antigüedad), de una época en la que convivían los mayores de todos los dinosaurios herbívoros del mundo, incluyendo a cuello-largos como el titanosaurio Argentinosaurus, junto a rebaquisáuridos de tamaño mediano y largas colas, y veloces iguanodontes que escapaban de carnívoros de todo tipo, desde aquellos pequeños y emplumados emparentados con las aves a terópodos medianos como el abelisáurido Skorpiovenator y los colosales carcarodontosáuridos, los más grandes dinosaurios carnívoros de todos los tiempos.

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Búsqueda y hallazgo

En el año 2012, un convenio entre el equipo paleontológico del Museo “Ernesto Bachmann” de Villa El Chocón, el Área de Paleontología de la Fundación de Historia Natural Félix de Azara y The Field Museum, con financiamientos de The National Geographic Society, la Municipalidad de Villa El Chocón, la Fundación Azara y The Field Museum (Chicago, EEUU), resultó en el hallazgo de numerosos huesos de dinosaurios en un campo situado a poca distancia de la costa norte del embalse Ezequiel Ramos Mexía, en la provincia de Neuquén.

La tumba de arenisca

El dinosaurio carnívoro murió en una zona barrosa cercana a un río y sus restos se descompusieron en ese mismo lugar. Luego, algún carroñero se llevó uno que otro hueso. Alguna crecida de agua parece haber arrastrado algunos huesos más y desarmado parte del esqueleto…pero no todo. Los huesos que quedaron de este dinosaurio carnívoro se hallaban en parcial articulación. Es decir, que muchos huesos se hallaban en conexión anatómica, como ocurrió por ejemplo con los huesos de sus patas o algunas vértebras. Otros, en cambio, se hallaban sueltos en la roca, pero en su sitio esperado, dejando en claro que sufrieron algún leve movimiento o transporte por el agua antes de quedar enterrados en su posición definitiva. Aunque los huesos de este dinosaurio quedaron enterrados en un suave lodo, el curso del río cercano cambió y trajo arena, depositando encima del nivel barroso de los huesos una gruesa capa, que se ve hoy compactada como dos metros de roca arenisca, y que debió ser perforada con mucho trabajo para extraer los huesos. La extracción de los grandes huesos de este animal tomó 4 campañas anuales de 2 a 4 semanas cada una y contó con la participación de numerosas personas.

El estudio y equipo de trabajo

El trabajo científico fue publicado en el último número de la prestigiosa revista científica Current Biology. El título del trabajo en inglés es “New giant carnivorous dinosaur reveals convergent evolutionary trends in theropod arm reduction”. El fósil fue estudiado por el Dr. Juan I. Canale, quien lideró el estudio del Museo “Ernesto Bachmann” de Villa El Chocón, junto al Dr. Sebastián Apesteguía (Fundación Azara – CONICET), el Dr. Pablo A. Gallina, (Fundación Azara – CONICET) y los doctores Jonathan Mitchell (West Virginia University Institute of Technology (EEUU), Nathan Smith (Los Angeles County Museum, EEUU), Thomas Cullen (Field Museum (Chicago, EEUU) y Carleton University (Ottawa, Canada).

También fueron parte del estudio la técnica japonesa Akiko Shinya, el Lic. Alejandro Haluza (Laboratorio de Paleontología de Villa El Chocón, el Dr. Federico Gianechini (Instituto Multidisciplinario de Investigaciones Biológicas de la Universidad de San Luis (Argentina) y el Dr. Peter J. Makovicky (Departamento de Ciencias Ambientales y de la Tierra en la University of Minnesota y en el Field Museum de Chicago (EEUU).

Acerca del dinosaurio

Patas poderosas

Una de las partes mejor preservadas de Meraxes son sus pies. Casi todos los huesos de sus dedos estaban en posición, mostrándonos con claridad su ubicación. Estos huesos robustos y con fuertes uniones ligamentosas entre sí, estaban preparados para sostener el elevado peso de estos enormes dinosaurios carnívoros. Una de las características más llamativas que mostraron estos materiales es la garra del dedo interno del pie, bastante más grande que las otras dos (casi el doble de larga que la del dedo externo) y con un borde ventral un poco más afilado. Si bien en formas más primitivas de estos terópodos, como Allosaurus esta característica está presente, nunca con el nivel de desarrollo que presenta Meraxes, por lo que resulta una característica hasta ahora propia de esta nueva especie.

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¿Cuál es el significado de esta garra crecida en Meraxes? Las actuales chuñas utilizan su garra sobrecrecida para cazar, aferrando o clavando alguna presa más pequeña contra el piso. Aunque no nos es posible saberlo, esta es una inquietante posibilidad en un coloso carnívoro de 11 metros de largo.

La silla de montar de la reina Rhaenys Targaryen.

Una de las particularidades de Meraxes es que en las vértebras que están por encima de su cintura pélvica (las vértebras sacras), las espinas dibujan un contorno semejante al de una silla de montar. Esta particularidad, que ya hemos visto en otros carcarodontosáuridos precede, por ejemplo, en el ibérico Concavenator, a una pequeña cresta o joroba, de función desconocida. ¿Tenía Meraxes una joroba al final de la espalda, antes del sacro? Es bastante posible, pero no tenemos suficientes vértebras de la espalda como para saberlo.

Datos sobre cómo vivió. En los fósiles donde se preserva bien el interior del hueso fósil es posible realizar cortes delgados y analizar la estructura del hueso al microscopio, para saber cómo vivió ese animal. El espécimen de Meraxes estudiado murió hacia los 45 años de edad (entre 39 y 53) a lo largo de los cuales alcanzó unos 11 metros de longitud. Algo interesante es que, aunque sería bueno contar con algún espécimen de menor edad para comparar, tejido óseo de su fémur muestra el doble de anillos de crecimiento que el individuo más viejo conocido de Tyrannosaurus rex (aunque el fémur del dinosaurio norteamericano es un 10 a 20% más largo). Aunque no podemos decir la edad exacta de Meraxes al morir, concluimos que había alcanzado la madurez tardíamente, bastante después de lo que lo hacía T. rex. Así, nuestro individuo de Meraxes se halla entre los dinosaurios carnívoros más ancianos que conocemos. Una comparación del modo de crecer de los dinosaurios carnívoros sugiere que Meraxes gigas alcanzaba su enorme tamaño alargando el tiempo de crecimiento (hipermorfosis) respecto a lo que sería normal para otros terópodos emparentados (como Allosaurus, del Jurásico de EEUU); es decir, continuaba su crecimiento por un mayor periodo de tiempo (como si los humanos, en lugar de dejar de crecer en altura a los 20 años ¡creciéramos hasta los 40! ¡Tendríamos alrededor de tres metros de altura!).

La guarida del dragón
Los materiales fósiles originales de Meraxes gigas, con la numeración MMCh-PV 65, así como el resto de los fósiles procedentes de la zona se hallan depositados en el Museo Municipal de Villa El Chocón ‘Ernesto Bachmann’, Neuquén.

¿Por qué es importante?
Meraxes gigas incrementa la diversidad de terópodos conocidos para la Formación Huincul y agrega una nueva especie de depredador gigante para el Cretácico de América del Sur. Representa también el primer carcarodontosáurido con cráneo, brazos y pies muy completos, y el más anciano de los dinosaurios que conocemos, con alrededor de 45 años de edad. Además, Meraxes nos brinda información acerca de la relación entre los cráneos enormes y los brazos diminutos en los mayores dinosaurios carnívoros del mundo.

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