Montiel: “Tenemos que llevar el cordero al menú habitual de los misioneros”
Hablar de ganadería ovina comenzó a ser habitual en Misiones. Y los especialistas aseguran que la oveja misionera no tiene nada que envidiar a la promocionada carne patagónica. Por eso no extrañó el éxito del primer remate nocturno que llevaron adelante los productores ovinos, en un encuentro que mezcló disfrute con la actividad turística. “Queremos que vos vayas con tus hijos y que toda nuestra familia esté y participemos y pasemos un día de campo todos juntos para no perder esas tradiciones”, dice Gabriel Montiel, el presidente de la Sociedad Rural Ovina, Caprina, Equina y Porcina de Misiones. El empresario asegura que la actividad ovina crece y la carne es cada vez más buscada para la mesa de los misioneros.
“Hoy Misiones contaría con aproximadamente 23.000 cabezas en parque completo de ovinos. Hace doce o quince años había nueve mil cabezas. Eso quiere decir que va en aumento y va a seguir en aumento”, señala.
El empresario ganadero asegura que la actividad no sufrió la parálisis de la pandemia porque “no paró nunca”.
“La tierra, el campo tienen que producir, porque nosotros al mediodía nos tenemos que sentar a comer. En este trajín de pandemia, la angustia, de una situación global; pero en silencio el campo siguió produciendo , no paró, el campo no para. A nosotros esto no nos afectó, al contrario; ahí yo creo que todos nos empezamos a poner en valor desde el consumidor hasta el productor, sabiendo que tenemos que cuidar la tierra, cuidar lo que tenemos para seguir produciendo”, explica en una entrevista con en Open1017.com.
“Hay que tener en cuenta que en Misiones, la mayoría son pequeños productores. Estamos hablando que la media en Misiones no supera las 40 hectáreas. Yo tengo 450 hectáreas y en esa superficie, tengo 1.200 ovejas. La ventaja que la oveja le da al productor es incorporar la cría del ovino en su chacra. No debe cambiar ni sacar nada de lo que le permite vivir durante todo el año; al contrario es agregar más valor. Entonces en el ciclo que tiene el productor, puede hacer lo que tiene en la chacra, pero además, incorporar el desarrollo ovino”, detalló.
Montiel no solo fue un precursor en la ganadería ovina, sino que también se animó a abrir su establecimiento, La Armonía, al turismo interno, incluso antes de la pandemia, cuando explotó la búsqueda de lugares en contacto con la naturaleza.
“Para el que tiene una chacra, un campito es la nueva alternativa para el turismo rural. Esto le permite al productor generar otro espacio, porque hay nuevos consumidores de ese producto. Para el productor todo es una cuestión económica. En esto hay positivos y negativos. Nosotros como misioneros, en estos dos años conocimos la provincia hasta el último rincón, ya que al no poder salir se potenció el turismo interno. Tenemos tanto para mostrar y debemos ponerlo en valor”, sentenció.
Justamente, La Armonía sumó comodidades y pronto se convertirá en un pequeño hotel para recibir a turistas ávidos de naturaleza, campo y unas vistas inigualables de las sierras del sur misionero.
Entre lo que hay que poner en valor, Montiel pone a la producción ovina, para que la carne se incorpore al menú habitual de los misioneros. “El esfuerzo nuestro es en el desarrollo de la carne. Imponer el cordero de Misiones, para que la gente descubra y pueda ver cómo se puede comer otra carne. Que en el menú haya un plato de carne ovina y que se deje de pensar sólo en el asado. Hay milanesa, hay bifes, hay carne molida para un pastel. Si no, pasará como en la Patagonia, donde solo consumen tres kilos y medio per cápita. Hay que llevarlo más al plato”, explica.