Obesidad y fertilidad: con al menos una reducción del peso inicial del 5 % se puede observar una mejoría en las tasas de ovulación
Dependiendo de cada caso, incorporar buenos hábitos nutricionales por lo menos 6 meses antes de iniciar la búsqueda del embarazo, puede ayudar a minimizar los riesgos obstétricos.
Dependiendo de cada caso, incorporar buenos hábitos nutricionales por lo menos 6 meses antes de iniciar la búsqueda del embarazo, puede ayudar a minimizar los riesgos obstétricos.
Existen diversas enfermedades que afectan la concepción. Una de ellas es la obesidad, que es considerada una de las causas posibles de infertilidad. Sin embargo, con al menos una reducción del peso inicial del 5 % se puede observar una mejoría en las tasas de ovulación y embarazo, y en sus complicaciones.
Las pacientes obesas tienen un mayor riesgo de menarca precoz, ciclos irregulares con oligomenorrea (ciclo menstrual con intervalos de 36-90 días) o amenorrea (ausencia de la menstruación) y de anovulación asociada al síndrome de ovario poliquístico (SOP). También tienen un alto riesgo de subfertilidad (mayor tiempo de búsqueda hasta conseguir un embarazo espontáneo) o infertilidad, siendo esta última 3 veces superior que en la mujer con un peso normal.
“Si bien es posible que mujeres que sufren con esta patología ovulen con normalidad, tendrán de todos modos mayor riesgo de infertilidad, por la implicación de otros factores, como la calidad ovocitaria-embrionaria o la receptividad endometrial”, sostiene el Dr. Fernando Neuspiller, Presidente de WeFIV.
Asimismo, está comprobado que la obesidad, en el varón, afecta a la calidad seminal y produce un aumento del riesgo de infertilidad. En ese sentido, es posible que se generen mayores problemas para concebir si ambos miembros de la pareja son obesos.
La obesidad de una gestante, ¿puede influir en el bebé?
La obesidad es la principal causa de muchos riesgos obstétricos tanto para la madre como para el bebé por nacer. Según Neuspiller, aumenta las tasas de aborto y duplica el riesgo de muerte fetal. El Presidente de WeFIV afirma que los niños nacidos de madres obesas tienen mayor riesgo de tener enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico, diabetes tipo 2 no solo en la adolescencia sino también durante la adultez, y tienen un 40 % más de probabilidad de padecer sobrepeso u obesidad.
“Los hijos de mujeres obesas también presentan con mayor frecuencia defectos congénitos del sistema nervioso central fetal, de la pared abdominal y el intestino. Esto podría tener su origen en una absorción o distribución insuficiente de nutrientes esenciales como el ácido fólico”, explica Neuspiller y agrega: “Además, la obesidad en ocasiones implica una peor visualización de los órganos fetales por ecografía, algo que puede llevar a errores en el diagnóstico ecográfico prenatal”.
Reproducción Asistida y hábitos saludables
Es importante buscar el embarazo en un peso normal para poder sobrellevarlo con menos riesgos y no incidir negativamente en la salud del niño por nacer. “Les recomendamos a los pacientes que consulten con un especialista en nutrición y que realicen ejercicio bajo la supervisión de un preparador físico, ya que el ejercicio moderado tanto en el varón como en la mujer mejora los resultados en tratamientos de Fecundación In Vitro. También sugerimos que consulten con un psicólogo para que pueda acompañarlos durante todo el proceso”, expone Neuspiller.
Dependiendo de cada caso, incorporar buenos hábitos nutricionales por lo menos 6 meses antes de iniciar la búsqueda del embarazo, puede ayudar a minimizar los riesgos obstétricos. Una dieta prudente puede mejorar la fertilidad en ambos miembros de la pareja.
El tratamiento multidisciplinario es la clave para reducir los riesgos que puede ocasionar la obesidad en quienes buscan concebir. Con acompañamiento profesional, es posible mejorar la calidad de vida y concretar el deseo de traer un niño sano al mundo.