Proyecciones del acuerdo con el FMI son peores que el mal escenario previo

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Tras firmar la revisión del acuerdo con la Argentina, junto con los comunicados de prensa, el memorándum de entendimiento y la carta de intención, el Fondo Monetario Internacional hizo público su staff report, en el que uno de los puntos que llaman la atención es el 32, en el que destaca que el actual escenario base para los próximos cinco años de la Argentina es peor que el “escenario adverso” contemplado en el acuerdo firmado hace apenas cuatro meses.
“Ese escenario –dice el reporte sobre las proyecciones que en junio parecían adversas- asumía (…) una depreciación del peso menor a que ya se registró y, concordantemente, más reservas y un ratio más bajo de deuda sobre PBI”.
“Al momento de la aprobación del programa se preveía que, en tales circunstancias, se necesitarían medidas fiscales adicionales y que la contrapartida interna al financiamiento del Fondo se pondría a disposición como apoyo presupuestario (como se propone ahora en los cambios al acuerdo stand by)”, agrega el documento.
Si bien se destaca que el escenario base actual es peor que el escenario adverso previo, el staff report también asienta los resultados fiscales del ajuste comprometido por el gobierno y, así como apunta la mayor inflación de este año y una mayor contracción de la economía tanto para 2018 como para 2019, también proyecta una desaceleración más pronunciada de la inflación y un mayor crecimiento desde 2020 en adelante que el previsto en el anterior “escenario adverso”.
El “escenario adverso” del acuerdo de junio preveía una contracción del 1,3% del PBI a precios constantes para este año y un crecimiento nulo para 2019, mientras que el nuevo “escenario base” prevé una contracción del 2,8% para este año y del 1,7%.
Sin embargo, el nuevo escenario base proyecta una recuperación más pronunciada (lo que los economistas llaman “en V”), con un crecimiento esperado del 2,7% en 2020, del 3,1% en 2021, del 3,4% en 2022 y del 3,6% en 2023.
En el acumulado de los seis años (incluidos 2018 y 2023), el “escenario adverso” del acuerdo de junio daba un crecimiento de punta a punta del 4,96%, mientras que, de cumplirse el nuevo “escenario base”, la economía habrá registrado en todo ese período un alza del 8,38%.
Inflación
El nuevo escenario base prevé un aumento de los precios minoristas (IPC) del 43,8% para este año, contra el 31,7% que preveía en el peor de los casos el acuerdo de junio.
Sin embargo, de ahí en adelante el sendero de desinflación previsto ahora se acelera (siempre con respecto al anterior “escenario adverso”) para bajar al 20,2% en 2019, al 13% en 2020, al 9% en 2021 y al 5% a partir de 2020.
De todos modos, en el acumulado de todo el período (incluidos los seis años), el escenario base actual implica que a fines de 2023 el índice de precios al consumidor estará un 134,7% por encima del de fines de 2017, mientras que el escenario adverso de junio esperaba que ese aumento fuera del 130,3%.
Resultado fiscal primario
El nuevo escenario base recoje el compromiso del Gobierno de alcanzar el equilibrio fiscal el año que viene, cuando el anterior escenario adverso preveía un ajuste mucho más gradual (todavía en 2021 proyectaba un rojo del 0,1%).
Deuda pública
El nuevo acuerdo es bastante más pesimista que el anterior en materia de deuda. De hecho, prevé que a fin de año esta representará el 81% del PBI (por efecto de la devaluación, entre otras cosas) contra el 68,6% que proyectaba el acuerdo de junio como algo “malo”.
Para fin de 2023, el nuevo escenario base prevé que ese ratio bajará al 59,3%, todavía más alto que el 57,9% del escenario adverso del acuerdo original.
Tipo de cambio
El staff report toma en cuenta el tipo de cambio real multilateral (TCRM), que compara la relación del peso contra una canasta de monedas y no sólo contra el dólar.
Justamente una de las cosas que señala el reporte es que la devaluación que ya se produjo este año supera a la que se esperaba como máximo en el acuerdo de junio.
La nueva proyección es que el peso cerrará 2018 con una depreciación del 30% y que en se apreciará un 6,2% en 2019, un 3,8% en 2020, un 2,3% en 2021, un 1,4% en 2022 y un 0,9% en 2023. Se debe señalar que se trata del tipo de cambio real, por lo que esto no quiere decir que el dólar va a bajar sino que, en todo caso, aumentaría a un ritmo menor que la inflación (y además se trata de un tipo de cambio multilateral, no solo contra la divisa norteamericana).
Al final del período (es decir, al cierre de 2023), el TCRM estaría casi un 20% por debajo del de fines de 2017 (el “escenario adverso” de junio lo ubicaba un 22,33% por debajo del de fines de 2017, aunque con un sendero de mucha mayor estabilidad).
Tasa de interés
La tasa de referencia es otra de las variables que se modificó sustancialmente, producto de la política monetaria más dura que encaró el Banco Central.
Para fin de año, el nuevo escenario base ve esa tasa en el 69,6% anual (cuando el “escenario adverso” de junio la proyectaba en el 43%).
El nuevo escenario base aún espera que la tasa termine el 2019 en el 32%, para bajar al 20% a fin de 2020 y que siga descendiendo lentamente para quedar en el 13,1% a fin de 2023 (para entonces, el anterior escenario negativo las veía en el 10,3%).

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