¡S.O.S tengo una entrevista laboral!
Ese momento de felicidad, luego del contacto telefónico o vía e-mail en el que te citan a una entrevista laboral, se termina cuando pensás que deberías prepararte para la ocasión. Sean cuales fueren los motivos de la búsqueda de empleo: primer trabajo, cambio de ambiente laboral, crecimiento personal/profesional, vivir en una nueva ciudad, haber egresado de alguna carrera; es difícil no sentir un poco de nervios e inseguridades. En la columna de hoy, te invito a repasar una serie de pequeños detalles que hacen una gran diferencia al momento de ser entrevistado.
Como nos pasa a muchos de nosotros, nadie nos enseñó cómo prepararnos para las entrevistas laborales. La experiencia en la búsqueda laboral, prueba-error, y mi formación como asesora de imagen me han permitido descubrir una serie de detalles que no deberíamos pasar por alto cuando nos embarcamos en la búsqueda de empleo porque tienen el poder de inclinar la balanza a nuestro favor.
La cita a una entrevista laboral suele concretarse a través de una llamada telefónica o un e-mail y es muy importante que en ese breve contacto podamos recabar la mayor cantidad de información posible de la organización interesada en nuestro perfil: ¿desde qué organización se contactan?, ¿quién llama y qué función cumple?, ¿para qué puesto es la entrevista? Y en este punto vale aclarar que no siempre somos convocados para el puesto al que pudimos habernos postulado, ¿el proceso de selección lo realiza la organización o se encuentra tercerizada a través de una consultora de recursos humanos?, entre otras.
Los datos que obtuvimos son el punto de partida, ahora debemos ampliar información: quién es la persona que nos contactó, a qué rubro pertenece la organización, es nueva o tiene años en el mercado, cantidad de integrantes; cuáles son sus valores, misión y visión; el puesto para el que me citan existe o se creará; cuentan o no con competencia en el mercado; nombre de sus fundadores o gerente local; etc.
Una vez realizada esta investigación de escritorio (desde la computadora o el celular) estaremos mucho más preparados para la entrevista porque contaremos con conocimientos que no teníamos antes y estaremos en condiciones de responder algunas preguntas del entrevistador. Entre las más comunes aparecen: ¿conoce a qué se dedica la organización?, ¿ya nos conocía o es la primera vez que está en contacto con nosotros?, ¿qué puede aportar a nuestra empresa?, ¿por qué le interesa el puesto?, entre otros.
Para que tomes nota
-Hacé uso de la “regla de oro de la puntualidad”: si estás cinco minutos antes quiere decir que llegaste a tiempo, si estás a tiempo es tarde, y si es tarde ya no estás. La puntualidad habla de tu responsabilidad, organización y la importancia que le otorgas a la entrevista.
-Mantené la calma y recordá que mentir en una entrevista laboral no es una buena idea. Te aseguro que los entrevistadores valoran a los postulantes que son sinceros y admiten que “eso no lo sé hacer” y mucho más cuando expresan “no lo sé hacer pero aprendo con facilidad”.
-Considerá que en el marco de la entrevista querrán conocer de vos, más allá de lo laboral: ¿Cuáles son tus fortalezas y debilidades?, ¿qué aprendiste en tu empleo anterior o por qué deseas cambiarlo? Pueden ser algunas de las preguntas que recibas, y además es muy importante que no realices comentarios negativos respecto a experiencias en otras organizaciones.
– Si no tenés certeza de cómo han llegado a vos para contactarte porque por ejemplo pudiste haber publicado tu búsqueda activa en sitios webs de empleos, LinkedIn, Facebook, bolsas de trabajo, etc; lo ideal es llevar impreso tu curriculum vitae. Esto demostrará que sos una persona que asiste preparada. Como reza el dicho popular “persona precavida vale por dos”.
-No te retires de la entrevista sin haber realizado tres cosas: dejar nuevamente tus datos de contacto y expresar tu interés, en segundo lugar haber conseguido los datos de contacto del entrevistador y por último consultar las condiciones de contratación (salario, carga horaria y responsabilidades del puesto), porque esto te permitirá conocer si te sentís preparado o te interesa la propuesta.
-Por último pero no menos importante: las prendas, accesorios y peinado que elijas deben estar vinculados al perfil y rubro de la organización. Por ejemplo: si te convocan para atender una juguetería, asistir vestido de traje puede no ser una buena idea; si te llaman de un restaurante debes asistir con el cabello prolijo, las manos cuidadas, preferentemente sin anillos o pulseras llamativas, evitando perfumes fuertes. Esto demostrará que conocés los códigos que se manejan en el sector.
Si te gustaría trabajar sobre objetivos o tenés inquietudes en relación a tu imagen profesional, ¡comunícate conmigo! Trataré de orientarte y brindarte las herramientas adecuadas para maximizar tu imagen y comunicación para el mundo laboral. ¡Conectémonos!, estoy en Instagram y Facebook como @imagenescomunicacion
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¡Excelente artículo!