Gonzalo Sarasqueta sobre las campañas: “Estamos ante un fenómeno de mayorías cotidianas”

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Año de elecciones, últimos meses de Gobierno del autoproclamado “mejor equipo de los últimos 50 años”, mucha tela para cortar y nadie mejor para analizar  los contextos comunicacionales que Gonzalo Sarasqueta. Como el rompecabezas de una Argentina fragmentada, Sarasqueta abordó sin temor, los millennials, la grieta, la oposición, el discurso de Cambiemos, las redes, el posible Bolsonaro argentino y hasta nos dio algunos tips ¡Atentos candidatos!
 
Gonzalo es profesor coordinador del Posgrado Comunicación Política de la Universidad Católica Argentina. Está en Misiones como disertante del Primer Encuentro Binacional de Comunicación Política que se desarrollará en Posadas y Encarnación este jueves y viernes, respectivamente.

-Un tip para el candidato o candidata de esta época…
 
-Fácil: Es tiempo más de escucha que de habla. Si el político no entiende que el ego del ciudadano es otro, que quiere participar….entonces va a fracasar. Esta es una época, de lógica conversacional. Si no entendemos eso, escuchar… escuchar en serio; comprometerse con lo que plantea el vecino; en este contexto, el segundo paso es la interacción, que el vecino escriba tu historia política.
 
-En este contexto de inmediatez, de redes, de posverdad, ¿cómo se elabora un discurso?
 
-Tenemos un contexto marcado por la temporalidad fugaz; contexto marcado por la economía de la atención, cada vez prestamos menos atención; es un contexto con mucha competencia de mensajes. En este escenario, el mensaje debe ser simple, breve, contundente y a la vez creativo.  Son las cuatro características a la hora de construir un mensaje. Esto implica un esfuerzo importante. Es el desafío de decir mucho con poco. Nosotros trabajamos la estructura en un minuto (TEP) Título- Explicación- Propuesta.
Nos toca una época de brevedad.
 
-Millennials ¿Cómo comunicar un mensaje político a esa generación?
 
-Roberto Lavagna con medias. Esa foto anda bien para millennials porque es una foto espontánea. Los millennials valoran la espontaneidad. No piden tanto papeles. Tienen otro ego. Quieren participar, no quieren escucharte a vos. Está educado en el ida y vuelta. Si les vas a dar discursos, lo vas a perder a los 20 segundos. Tenés que hacerlos sentir parte. No se puede entender a la política con la figura del militante sino con la del activista; que es más laxo, menos comprometido, pero puede hacer un posteo, poner un like. Definitivamente hay que darle otro papel, uno con protagonismo.
 
-Las redes sociales, ¿realmente mueven una elección?
 
-Las campañas tienen tres arenas: mediática, territorial y de redes. Tenes que ganar las tres. La redes generan climas y los climas ganan o pierden elecciones.
 
La entrevista giró en torno al análisis de los discursos, cómo pensarlos en tiempos donde la verdad no pareciera ser tan importante; cómo interpretar el cambio postural del presidente Macri y cómo proponer una oposición en tiempos de grieta.
 
-¿Cómo comunicar en tiempos de Posverdad?
 
-Con las redes sociales, la diferencia entre ‘ciberdemocracia’ y ‘teledemocracia’, es el carácter de lo inmediato. Sin embargo la ‘teledemocracia’ continúa marcando la preponderancia de la imagen. Ahora existe más un idea de reciclaje constante que acelera los tiempos de la comunicación.
Ejemplo de que estamos frente a una agenda ‘líquida’; en vez de tener una portada de un diario, con un tema por día, hoy tenés cinco portadas por día. Es decir cinco temas importantes para debatir por día. Los tiempos se aceleran y tenemos mas temas para digerir.
 
Al ruido informativo de medios tradicionales, hay que agregarle el contenido de todos los individuos. Tenes ‘prosumidores’, productores y consumidores. Eso genera saturación.
 
El debate público ¿dónde se expresa? ¿En los Mass Media o en la redes?
 
-Estamos en una transición. Donde conviven elementos de la TV, radio, prensa y entran ingredientes de las herramientas 2.0.
Podemos ver el kirchnerismo en la imagen de Cristina en una atril en la plaza de Mayo; o a Cambiemos con el timbreo, su caballito de batalla comunicacional, que tiene la lógica inversa. El pueblo no tiene que ir al espacio público, sino el político va al espacio privado y el líder es horizontal que toma mate en la casa del ciudadano. Eso no es sin querer, Cambiemos tuvo olfato. Entre esos dos estilos conecta mejor con la ciberdemocracia, este donde se pierde la frontera con el representante y el representado.
 
La grieta ¿paga o no paga? ¿Hay posibilidad de una tercera vía?
 
-Una campaña es una batalla narrativa. Tenés un relato del oficialismo (Cambiemos) que tiene narrativa activa y adelante, un contrarrelato, el de los opositores que es más reactivo, crítico; y muchos microrelatos. Lo particular de este escenario es que hay contrarrelatos. El Gobierno actúa como oposición en lo comunicacional. La batalla comunicacional del Gobierno es contra la corrupción de un gobierno que terminó hace cuatro años. El clivaje, el eje del gobierno es transparencia vs. corrupción que me parece algo para parar las antenas, es muy curioso. Y el kirchnerismo, parado en la vereda de enfrente critica al Gobierno. Tiene argumentos para el contrarrelato. Ahora, ¿cómo responde la ciudadanía y si hay posibilidad de síntesis, es todo un tema.
Una tercera alternativa tiene que aprender que no se puede polarizar con dos al mismo tiempo. Porque el ciudadano, el que no lee los diarios todos los días, tiene un esquema de análisis más sencillo, que es el binario. Es Boca contra River. Ese es el esquema de interpretación. Esa tercera oferta, tendría que buscar la forma de polarizar contra el partido de la grieta. Terminemos con el negocio del partido de la grieta porque están llevando el país a la ruina. Mientras intentes triangular, va a ser difícil.
 
-En este escenario comunicacional y social particular, tenemos el candidato oficial: Macri ¿La oposición tiene tiempo de presentar un candidato presidenciable?
 
Depende del candidato. Los tres que veo, Cristina, Massa y Lavagna. Cristina y Massa, cuando hablan suben en imagen negativa. Cristina suma desde el silencio. Eso al Gobierno le pone nervioso, si no habla le sacan las escuchas. Lo que sea para tenerla en el escenario. Massa tiene un problema de credibilidad. Estuvo demasiado volátil,  no tiene un plan coherente. El tercer candidato, Lavagna, está jugando con el factor suspenso, generar expectativas y aparecer sobre el final.
Hay tiempo, en esa aceleración de la información. Estamos ante un fenómeno de mayorías cotidianas. No alcanza que tengas el carnet del radicalismo. Tenemos que formar mayoría todas las semanas y mantenerlas. Este 40 por ciento que quedó fuera (de la polarización Macrismo-Kirchnerismo) es el más volátil.
La oposición tiene tiempo, más si Cristina no se presenta. Puede magnetizar el voto peronista.
 
-¿Cuál sería un buen slogan para este candidato tercera posición?
 
Contra la grieta y a favor de la Argentina. Es necesario, sin caer en nacionalismo torpe. Es momento, de poner en un nivel superior a la Argentina. Las desigualdades son más profundas. Los índices macroeconomicos son negativos, hay más deuda, más inflación. Hay que conseguir consensos mínimos. Argentina tiene que construir esa autopista. La democracia no es solo conflicto, es también consenso.
 
-Analicemos el discurso de Macri. Este año hubo un cambio, está más enojado, ya no sólo confrontado con el kirchnerismo sino con los “70 años de populismo”…
 
-Activación, Refuerzo, Conversión: el esquema de una estrategia de campaña. En este caso, la situación económica es tan dura, que Cambiemos sólo puede aprovechar el refuerzo, que es cuidar su tercio. Es lo que se asocia al anti-peronismo en Argentina. Tuvo que ir a buscar una fractura más histórica, la de peronismo- antiperonismo. Ya no son los 12 años, sino los 70 años en que se robaron todo. Lo cual tiene un aroma medio épico mesiánico porque viene a arreglar un problema de siete décadas. Con lo cual no sólo necesita cuatro años, sino más tiempo. Ellos dicen que esa tragedia de 70 años se llama populismo.
(Ese discurso) Es la última herramienta que tiene.
 
-Pasando a un fenómeno reciente en la región ¿Puede gestarse un “Bolsonaro” en Argentina?
-(Jair) Bolsonaro (Presidente de Brasil), como muchos creen, no es un ‘outsider’ de la política. Conoce muy bien las escaleras del poder. Muchos años fue diputado. Más allá de eso, en Argentina, veo difícil la aparición de un personaje así. Argentina tiene una población muy politizada. Tiene que haber una gran crisis de representación para erosionar las identidades del 60 por ciento, que a veces son conscientes y otras no, de su identidad política. Tiene que haber una crisis muy fuerte. No puedo hacer ‘futurología’, pero no veo lugar para alguien como Bolsonaro que hace apología de sentido común. El argentino tiene un filtro.

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Radicales “rebeldes” exigen un nuevo Pacto Social

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Las políticas equivocadas del gobierno nacional que perjudican el bolsillo de los argentinos, la falta de educación y la injusticia social, motivaron que dirigentes radicales de distintos puntos del País, crearan en Tucumán el Movimiento Nacional por la Democracia Social.
El Encuentro comenzó con un acto multitudinario al que asistieron más de 6000 personas en el Club Central Córdoba de la capital provincial y finalizó con un plenario en el que se definió la conformación del Movimiento. En ese espacio confluirán desde ahora, junto al radicalismo, diferentes sectores políticos, organizaciones sociales, del trabajo y la producción.
Las conclusiones expresadas en el documento final, establecen la necesidad de superar la grieta actual para unir a los argentinos, recuperar el diálogo, la capacidad de pensar y diseñar políticas en el corto, mediano y largo plazo, para subsanar las carencias que soportan desde hace décadas los argentinos.
En consonancia con las preocupaciones económico-sociales que afectan a millones de de personas, se impulsará la constitución de un consejo económico y social que de manera urgente impulse medidas para aliviar la situación de los sectores más postergados,la clase media trabajadora y profesional junto a pequeños empresarios que son los sectores más desprotegidos por la presente administración.
También se señaló la necesidad de llegar a acuerdos que definan políticas de Estado.
Los desafíos y prioridades que se fijaron como metas prioritarias son las de implementar medidas urgentes que tiendan a superar la pobreza, reformar el Estado y erradicar la corrupción con el fin de revertir los actuales niveles de pobreza y desigualdad.
El encuentro contó con la presencia de importantes referentes políticos y sociales de todo el País entre los que se destacaron Ricardo Alfonsín (Buenos Aires),Juan Manuel Casella (Buenos Aires), Ariel García (Tucumán),María Losada (Misiones), Dante Rossi (Córdoba),Alejandro Vidal (Neuquén), Erasmo Herrera (La Rioja), Silvia Romero (Catamarca) y Gustavo Grinspun (CABA), entre otros.

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Alfonsín mano a mano con Economis: “El Gobierno debe convocar a los partidos políticos para resolver esto que nos queda hasta el 2019”

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Ricardo Alfonsín volvió al centro de la escena política después de reunirse con Eduardo Duhalde y mencionar a Roberto Lavagna como el hombre dispuesto a hacer un “esfuerzo patriótico” como candidato del consenso en una eventual disputa en 2019. Pero lejos de promocionar un pacto de La Moncloa, el radical “disidente”, quiere que sea el Gobierno de Mauricio Macri el que convoque a un diálogo a sectores políticos que no coinciden con el rumbo del país.
En diálogo con Economis, el hijo del ex presidente reclamó mayor protagonismo de su partido para inyectar más conceptos del ideario radical en la alianza Cambiemos.
“”He sido crítico, pero no yo personalmente, sólo reproduje las ideas de mi partido, que muchos se hayan callado la boca es otra cosa. Y creo que, si la Unión Cívica Radical hubiera sido más consecuente con las ideas de su partido, hubiéramos evitado muchos de los errores que se han cometido y no digo que deberían estar todos resueltos, pero seguramente la situación podría estar mejor hoy, y las expectativas podrían ser otras, de la sociedad. De todas maneras, lo que siento en estos momentos es una gran preocupación como el conjunto de los argentinos, pero más que preocuparnos tendríamos que ocuparnos. Y qué es lo que vengo haciendo yo, ojalá lo hiciera mi partido, ojalá mi partido entendiera que la principal responsabilidad que tiene en este momento es lograr ciertas condiciones políticas que nos permitan el diálogo entre las fuerzas políticas más representativas. El que no lo quiera hacer que no lo haga, la sociedad juzgará.  No solo entre las fuerzas políticas más representativas, sino también, entre la política, el capital y el trabajo, para ver si nos podemos poner de acuerdo en algunos instrumentos y podamos transitar con más tranquilidad este año y medio que nos queda hasta el 2019. No digo para resolver los problemas, porque sería demagógico, tal vez para mejorar un poco los problemas, pero sobre todo para evitar que se produzcan problemas mayores, es nuestra principal responsabilidad tratar de llevarle tranquilidad a la sociedad. La política estaría a la altura de las circunstancias si fuera capaz de lograr junto con el capital y el trabajo acuerdos fundamentales para recuperar ciertos niveles de confianza en la sociedad, en eso estoy trabajando”, dispara sin pausa el heredero del legado alfonsinista.
¿Lo plantea como una especie de coalición, una especie de gabinete ampliado?
No, yo digo que se abra una etapa de diálogo, que llame el gobierno. Si yo fuera el presidente del partido, trataría de persuadir a todos los del PRO, y a todos los del gobierno de Cambiemos, que es necesario convocar al diálogo al resto de las fuerzas políticas de la Argentina, por lo menos a las más representativas. El que no quiere que no vaya. ¿Para qué? Para poder acordar algunas cuestiones centrales, sobre todo algunos instrumentos de cómo vamos a ir resolviendo esto que nos queda hasta el 2019. Pero además hay que conversar con el capital y el trabajo, porque va a ser necesaria que haya también cierta comprensión de la situación, por sobre todo de parte del capital para que acompañe las decisiones que desde la política se proponga, estoy seguro que esto es lo que podría llevarle tranquilidad, ayudar al gobierno, y ayudar al resto de los argentinos. Ojalá lo hiciera mi partido, por eso yo me reúno con distintas fuerzas políticas, me reúno con el Socialismo, con gente del GEN, con otra gente de partidos de izquierda, me reúno con dirigentes sindicales y hasta con empresarios para ver si puedo persuadir, aún desde mi acción individual porque yo no represento al partido, acerca de la necesidad de hacer algunos sacrificios ahora, porque si no, se vienen sacrificios mayores más adelante.
¿Se viene un ajuste mayor, luego de este acuerdo con el fondo?
Eso es lo que hay que evitar hacer, en todo caso. Esfuerzos y reacomodamientos, reajustes, hay que hacer, eso es inevitable, el asunto es ¿quién lo paga? Tenemos que discutir quién hace el esfuerzo, porque nadie duda que esfuerzos hay que hacer frente a una situación complicada. Lo que sí se discute es quién va a hacer el esfuerzo y cómo se distribuye ese esfuerzo, en qué proporciones se distribuye ese esfuerzo. Es obvio que no tienen la misma idea un partido liberal, que un partido de centro izquierda, es obvio que no tienen la misma idea los sectores del capital, que los sectores del trabajo.
¿Y qué se debe corregir?
Tenemos que discutir cómo administramos el comercio interior en este tiempo, tenemos que discutir algunos impuestos en este tiempo, tenemos que discutir algunos acuerdos de precios en este tiempo, tenemos que discutir precios cuidados, pero en serio, que sean cuidados en serio. Tenemos que discutir ciertos controles sobre el mercado  cambiario. En algunas de esas cosas nos podríamos poner de acuerdo, porque ponerse a discutir ahora, o hacer cosas pensando en 2019 es no comprender lo que está pasando.
¿Este rol tan pasivo que usted observa es porque no le dejan o es porque no le interesa al radicalismo meterse en este momento?
No, el PRO no tiene ninguna responsabilidad. Esa fue una decisión de la conducción nacional del partido, de la conducción que existía en el 2015 cuando el PRO asumió la presidencia y, la siguiente conducción también, más allá que en algún momento pareció que iba a manejarse con un poco más de autonomía. Esa no es la mejor manera de ayudar, ni al gobierno, ni a los argentinos, puede que sea una manera de ayudar a los que tenían que hacerse cargo de la conducción con respecto a su carrera política, pero a los argentinos no.
O sea que debían tener mayor presencia…
Eso es lo que dijimos, pero a veces algunos radicales se hacen los zonzos cuando yo le reclamo al partido, entonces me responden que yo cuestiono algunas decisiones del partido porque no estoy de acuerdo con que la Unión Cívica Radical esté en Cambiemos. En realidad eso es algo que se discutió hace más de dos años y no es algo que se haya vuelto a tratar en el partido y discutir eso ahora, es como discutir el sexo de los ángeles, porque la Unión Cívica Radical está en Cambiemos. Quiero hacer hincapié en esto, póngalo si quiere en cursiva: Está en Cambiemos, pero hay distintas maneras de estar en Cambiemos. Se puede estar de la forma que eligió el partido, como si fuéramos convidados de piedra, de manera apocada, como si no tuviéramos diferencias, o como si no nos animáramos a plantear las diferencias, como si gobernara la Unión Cívica Radical. Ni siquiera cuando gobernaba la Unión Cívica Radical el partido fue tan acrítico. O se puede estar como dijimos que íbamos a estar cuando celebramos este acuerdo, haciéndonos cargo de las diferencias, procurando influir en las decisiones, evitando que se cometan errores, tratando de influir en el rumbo de la gestión y neutralizando en la medida de lo posible el sesgo liberal que podía tener una gestión del PRO. Dijimos también que no íbamos a tener que acompañar decisiones si no estábamos de acuerdo con que no eran buenas para el país, pero nada de esto hicimos. No es culpa del PRO, es responsabilidad de la Unión Cívica Radical. Probablemente creyeron, más allá de algunos vivos que se preocuparon más por ellos que por lo que le hacía mejor al país, que esa era la mejor manera de ayudar. A mí nunca me convencieron de eso y por eso cada vez que el gobierno tomó una decisión que nosotros creíamos que no era buena, que el partido había dicho hasta el 2015 que creía que no era buena, frente al silencio de la conducción y frente al aval que daba la Unión Cívica Radical, con sus posturas a nivel político institucional, muchos radicales, entre otros yo, salimos a decir que esas no eran las posiciones del partido.
¿Usted lo está promoviendo a Lavagna como candidato?
Es una cuestión mediática, necesitan títulos muchas veces para vender, yo me reúno con Miguel Lifschitz del socialismo, o sea en un momento decían que estábamos buscando una fórmula Alfonsín- Lifschitz, Lifschitz con Alfonsín, después con Margarita Stolbizer decían lo mismo, después Felipe Solá- Alfonsín. Ahora me reúno con Eduardo Duhalde y me hablan de Lavagna. Yo estoy tratando de generar condiciones, al igual que Duhalde para ver si podemos transitar esto que nos queda hasta el 2019 con ciertos acuerdos y actitudes sensatas de los principales actores políticos. Después lo del 2019 lo vamos a discutir del partido hacia dentro. Creo que es necesario mejorar la calidad de la oferta electoral, respecto de la del 2015. Para mí el 2019 tiene que tener una mejor oferta electoral, y otra cosa digo, que seguro no le va a gustar a muchos amigos correligionarios, si la Unión Cívica Radical toma una decisión que desde mi punto de vista le hace daño al país, no me voy a ver obligado a acompañarla. Ya soy grande y veré qué es lo que hago, me iré hasta mi casa, a decir lo que crea que es necesario decir. No voy a acompañar decisiones que no creo que sean buenas para el país.
¿Cómo se arregla esto, cambio de gabinete, cambio de rumbo?
No, eso que lo decida el Presidente. Creo que poniéndose de acuerdo, yo creo que hay que cambiar las políticas, pero el gobierno puede insistir 100% con su ideología, porque es ideología lo del gobierno. No hay ciencia en la política, es ideología. Tiene que cambiar, tiene que estar dispuesto a hacer concesiones y la oposición también, sino, no hay acuerdo, sino es imposible el acuerdo, y el acuerdo se busca cuando las situaciones son muy complejas, cuando no la puede resolver un solo partido, cuando la relación de fuerzas está bastante complicada, los acuerdos son necesarios. Yo creo que la oposición debe dejar de pensar en 2019 y concentrarse exclusivamente, casi obsesivamente en llevarle tranquilidad a la sociedad ahora y el gobierno debe hacer exactamente lo mismo, convocando a todos. A ver si logramos ponernos de acuerdo, con respecto a los instrumentos y que cada uno pueda hacer una concesión, sin que cada uno pueda hacer totalmente lo que quiere.
¿Esta crisis tiene paralelismos con la de 2001?
Creo que no es lo mismo, en todo caso lo que puede evocar un poco aquellos momentos es la intranquilidad de la sociedad, la angustia, pero desde el punto de vista económico, desde el punto de vista de las principales variables macroeconómicas no. No hay Convertibilidad. La Convertibilidad era una bomba, de la que no se podía salir de una manera incruenta, una bomba de la que no se atrevía salir el justicialismo, dejó esa bomba al gobierno que le sucedía y había que salir. Finalmente como el gobierno que le sucedió tampoco se atrevió a desactivar esa bomba, la bomba estalló, salió el mercado de la Convertibilidad y salió de una manera cruenta. Pero hoy no hay una Convertibilidad, ni se dan muchísimos aspectos que existían en esos momentos, por ejemplo, los productos primarios no valían absolutamente nada, comparado incluso con hoy, que ya bajaron, valían muchísimo menos de lo que valían hoy, en fin, hay muchas cosas que hacen que la situación sea distinta. Ahora cierto es que la sociedad está angustiada y quiere que la política le de tranquilidad si no para qué está la política para darles el espectáculo de la discusión. La gente quiere que la política le dé las soluciones, y sabe la sociedad cada vez más que no hay una sola solución, y que los problemas como los que tenemos nosotros, los problemas de los países subdesarrollados, no los resuelve un solo partido.
¿Qué le dice hoy al radical, el radical que está adentro y al radical que es crítico como usted?
Yo les digo a los radicales, a los que pueden influir en sus dirigentes, a los que tienen alguna posibilidad de influir en la conducción nacional, que reclamen, que el partido asuma esta tarea como propia, porque cuando uno no está gobernando puede dedicarse a otras cosas, que pueden ayudar mucho a la gobernabilidad, como es buscar acuerdos, terminar con la grieta, generar condiciones para el diálogo que no se sume a la grieta, a la idea de que la culpa de todo la tiene el otro y uno no tiene nada más, ninguna responsabilidad, solamente es víctima. Que le reclame al partido eso, que dialogue, que persuada a Cambiemos que es necesario dialogar y que persuada también a los partidos de la oposición a dialogar, eso es lo que yo les pediría. Eso es lo que podemos hacer porque la UCR no gobierna, gobierna el PRO, no gobierna la Unión Cívica Radical.

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Alfonsín: “El radicalismo en Argentina tiene que pelear por las ideas, no por los cargos”

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Respecto al futuro de la Unión Cívica Radical el ex diputado nacional resaltó: “depende de nosotros, si decimos cosas que nada tienen que ver con el partido no tenemos futuro”.
Ricardo Alfonsín, visitó Misiones en el homenaje que se realizó en honor al político Mario Losada, opinó al respecto de la situación actual en la que se encuentra el país y la importancia de que los radicales sepan representar bien al partido
Consideró que era “lógico, elemental”, terminar en el país con las grietas. Para agregar que lo que se necesita “para resolver los problemas es alcanzar un consenso socialdemócrata”.
Alfonsín asistió al acto en homenaje al ex senador Mario Losada, en el que se descubrió una placa en su memoria, en la Costanera de Posadas. Al término de la ceremonia en memoria de quien en vida fuera un dirigente cercano a su padre el ex presidente Raúl Alfonsín, el dirigente radical valoró que “el pensamiento político de Mario estaba para mí siempre asociado orientado a la importancia de los consensos en política”.
Remarcó que habría que tomar de ejemplo aquellos consensos que han buscado países que enfrentaron crisis inclusive como el consenso buscado en Europa después de la Segunda Guerra Mundial, cuando destruida necesita reconstruirse. “Un consenso, un acuerdo entre la derecha, la izquierda, el capital y el trabajo, cuando se buscaba una Europa mejor, ordenada. Y esto es válido para el mundo y para la Argentina”.
En cuanto a los dichos de Elisa ‘Lilita’ Carrió, Alfonsín señaló que los políticos militantes de la UCR “tienen que poner la misma pasión que tienen para reclamar los cargos pero para proponer ideas. Al radicalismo le hace más daño la conducción del partido a lo largo de los años que cualquier dicho”.
Señaló además que el radicalismo “a nivel nacional no existe, existe la suma de los distritos” y dejó claro el mensaje de que “es elemental terminar con las grietas”.
Otro de los temas que tocó Alfonsín fue la situación actual del país y la visión a futuro “tenemos que resolver en consenso para tratar de llegar tranquilidad a la sociedad respecto de lo que puede venir sino que también tenemos que enfrentar en mediano y largo plazo a través de los consensos, si somos capaces de hacer eso estaremos a la altura de las circunstancias y la gente volverá a confiar en la política, porque la gente está muy escéptica con la política”.
En cuanto a la participación política de la Unión Cívica Radical (UCR), Alfonsín aseguró que no se necesitan obtener visibilidad en la cúpula del gobierno porque no se trata de espacios sino de que se defendían las ideas “les pido a los radicales que pongan la misma pasión en defender los espacios en defender las ideas, si nosotros hubiéramos puesto esa pasión en defender las ideas de la Unión Cívica Radical que son muy distintas a las del PRO y lo digo con mucho respeto seguramente la situación seria mucho mejor”.
Por otro lado, el militante radical, se refirió a la grieta y afirmó que el reclamo no solamente hay que hacérselo al gobierno y a los políticos, sino también a los empresarios y al campo sindical, exigir más diálogo y acuerdos. Reconoció que deben hacerse ajustes, pero aclaró que “hay que discutir, quien debe hacer el esfuerzo, porque no está escrito por la naturaleza que deben hacerlo los trabajadores y los jubilados. porque no van a hacer un esfuerzo el sector del empresariado que está en mejores condiciones para hacerlo”
Para Alfonsin, el Gobierno debe pensar y actual de acuerdo a lo que beneficia a todos los argentinos por igual “tenemos que discutir qué tipo de crecimiento queremos o lo va hacer el mercado, en función de los capitales piensan que es lo mejor, nosotros desde la política tenemos que hacer que la economía funcione de acuerdo al interés general”, declaró.
Por último, dejó muy en claro que su objetivo es pelear para que las ideas del pueblo radical y que el PRO entienda que hay que llevar adelante un consenso para poder mejorar un país que se encuentra en crisis.

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Ricardo Alfonsín: “Le hace falta radicalismo a Cambiemos”

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El diputado nacional dijo que está “seguro que muchos errores que después se enmendaron no se hubieran cometido”.

El diputado nacional Ricardo Alfonsín sostuvo que a la coalición gobernante Cambiemos “le hace falta radicalismo” y dijo que está “seguro que muchos errores que después se enmendaron no se hubieran cometido”.

Alfonsín, encuadrado en el sector crítico de la UCR, señaló que no se debe perder de vista que Cambiemos “ganó por la UCR” pero, a la vez, reivindicó que el espacio que lidera el presidente Mauricio Macri “es un frente que reúne fuerzas que piensan distinto”.

“Si no le va bien a Cambiemos, podemos pagar un costo político del que sería muy difícil recuperarse”, alertó el dirigente bonaerense, en la previa de la doble jornada de debate que mantendrá un sector del radicalismo en Villa Giardino, provincia de Córdoba.

Reclamó “mayor participación” radical en temas como “tarifas, minería, inflación o dólar futuro”, y se quejó porque aseguró que hubo decisiones gubernamentales trascendentes que el radicalismo en su conjunto se enteró “a través de los diarios”.

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