Carne argentina en la China Import Expo: precios al alza y nuevas oportunidades en un mercado clave

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Cerró la CIIE de Shanghái con mejores precios para la carne argentina. Optimismo exportador, la carne argentina despierta el interés del mercado premium en China

La séptima edición de la China International Import Expo (CIIE) concluyó en Shanghái este 10 de noviembre, dejando un balance alentador para la carne argentina. En el evento, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) participó junto a 14 empresas exportadoras, encontrando un mercado firme y demandante que registró subas de entre 200 y 300 dólares en promedio en comparación con los valores negociados en la Sial China de mayo.

El mercado chino, que sigue mostrando una fuerte demanda, proyecta un 2025 optimista para la carne argentina debido a factores favorables: el alza de precios en Brasil, una oferta más limitada en Estados Unidos y la disminución de la carne local en China luego de la gran liquidación de stocks realizada este año por los productores chinos.

Durante la feria, se confirmó el creciente interés por la carne grain feed, cada vez más demandada en un mercado sofisticado que otorga valores superiores a los cortes tradicionales de vaca. Algunos de los precios de referencia negociados en la CIIE fueron los siguientes:

  • Cuadrada, bola de nalga sin tapa: U$S 6.000 – U$S 6.100 (CIF)
  • Marucha y aguja: U$S 6.200 – U$S 6.400 (CIF)
  • Trimming 70 VL: U$S 3.300 (CIF)
  • Trimming 80 VL: U$S 3.600 (CIF)
  • Vacío: U$S 4.300 – U$S 4.500 (CIF)
  • Asado con hueso: U$S 3.500 – U$S 3.700 (CIF)

Para los cortes de grain feed, algunos valores de referencia fueron:

  • Bolar Blade: U$S 8.600 (CIF)
  • Chuck Tender: U$S 6.000 (CIF)
  • Chuck Roll: U$S 7.100 (CIF)
  • Brisket: U$S 5.300 (CIF)
  • Short Plate: U$S 6.300 (CIF)
  • Bolar Blade: U$S 5.600 (CIF)

La presencia argentina en la CIIE se destacó con el Pabellón Argentine Beef, un espacio de 500 metros cuadrados que incluyó un restaurante y boxes individuales para cada empresa, lo que facilitó la interacción directa con importadores y compradores.

Las empresas que acompañaron al IPCVA en esta edición fueron APEA, ArreBeef, Bustos Beltrán, Compañía Bernal, Compañía Central Pampeana, Ecocarnes, Frigorífico Forres Beltrán, Frigorífico Gorina, Rioplatense, Visom, Grupo Lequio, Offal Exp, Quickfood y Rafaela Alimentos.

Con la participación en este evento, el sector exportador de carne argentina consolida su posicionamiento en el mercado chino, que muestra no solo estabilidad en la demanda, sino también un interés creciente en cortes premium y productos grain feed.

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¿La carne vacuna está perdiendo terreno en Sudamérica?

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Por Natalie Alcoba, Paula Bianchi y Li Yedan en Dialogo Chino – La carne vacuna sigue dominando las dietas en la región, pero las alternativas vegetales aumentan en Argentina y Brasil en un contexto de cambio mundial.

Detrás de paredes verdes y mesas naranjas, una parrilla grasienta atrae al público. En una esquina, hay una máquina dispensadora de bebidas con todas las opciones clásicas y conocidas que suele haber en un local de comida rápida. En otra, las palabras #BeTheChange pintadas en estilo grafitti.

Al fondo, sobre una mesa de plástico reciclado, Agustín Amarilla muerde dos tiernas hamburguesas que sobresalen de un pan brioche con una cara sonriente en la parte superior. Parecen de ternera, incluso tienen un sabor y una textura familiares, pero no tienen ni un gramo de carne roja: es una receta especial a base de legumbres, con un alto contenido de proteínas.

Este desarrollador web de 24 años se crió con una dieta típica argentina a base de carne, en un suburbio de la capital, Buenos Aires. En su familia se seguía religiosamente la tradición del asado, que se celebra prácticamente todos los domingos.

Pero Amarilla dice que hace tiempo que cuestiona la moralidad de una dieta basada en la matanza de animales, lo que le llevó a suprimir la carne de cerdo. Hace poco, a la hora de comer, acompañó a un amigo a Joy Burgers & Plants, la primera cadena de comida rápida vegana de Latinoamérica, para probar una de sus hamburguesas vegetales. Una salida así habría sido inaudita hace sólo unos años, dice.

un cartel con una gran planta verde al lado

“Felices las vacas”, dice un cartel en Joy Burgers & Plants en Buenos Aires, Argentina, la primera cadena de comida rápida vegana de Latinoamérica. Felices las vacas es el nombre de la marca que fabrica las hamburguesas vegetales que se venden en el restaurant, con una receta exclusiva (Imagen: Anita Pouchard Serra / Diálogo Chino)

una persona con una hamburguesa con papas fritas en la mesa

Un combo en Joy Burgers & Plants que incluye una falsa hamburguesa de pollo y nuggets veganos (Imagen: Anita Pouchard Serra / Diálogo Chino)

“Sandwichs de jamón, choripan [un sandwich de chorizo popular en Sudamérica]… Todo tenía carne”, dice Amarilla. “Un lugar vegano como éste es nuevo, como tantas otras cosas nuevas que se van incorporando poco a poco”.

El hecho de que Joy Burgers & Plants haya abierto en Argentina -un país cuya identidad está indisolublemente ligada a la carne vacuna- es un reflejo de la evolución de los hábitos alimentarios en el mundo a medida que convergen la volatilidad de las economías y las preocupaciones por el medioambiente, la salud y el bienestar de los animales. Los países de renta alta que tradicionalmente han impulsado el consumo de carne están viendo estancadas sus cifras, mientras que en lugares como Argentina y el vecino Brasil, donde la carne vacuna tiene un importante peso cultural y económico, las dietas basadas en plantas están en alza.

Una encuesta a 1.000 personas encargada por la Unión Vegana de Argentina reveló que, en 2019, el 9% de los argentinos se identificaba como vegano o vegetariano. Un año después, ese número era del 12%, el equivalente a más de 5 millones de personas, mientras que otro 12% se consideraba “flexitariano”, alguien que ha alterado drásticamente su consumo de carne, pero sin renunciar a ella por completo.

En 2018, se estimaba que el 14% de los brasileños eran vegetarianos, según la Sociedad Vegetariana Brasileña. Para 2022, el grupo informó de que hasta el 46% de las personas en el país estaban reduciendo su consumo de carne al menos un día a la semana.

una persona cocinando en una cocina con paredes azules

Filipe Catto, cantante, preparando una cena vegana con sus amigos en el centro de São Paulo (Imagen: Dan Agostini / Diálogo Chino)

la mano de una persona condimentando un plato de papas

Filipe Catto condimentando un plato de papas. Dejó de comer carne por su preocupación por el bienestar animal, pero también por el impacto medioambiental de la producción cárnica (Imagen: Dan Agostini / Diálogo Chino)

una persona que sostiene un trozo de pan y un cuchillo

Una mesa sólo con platos veganos. Filipe Catto cree que los brasileños deberían dejar atrás las tradiciones carnívoras y recurrir a las numerosas opciones veganas disponibles (Imagen: Dan Agostini / Diálogo Chino)

“El paradigma de la comida está cambiando”, dice Matías Cabrera, copropietario de Joy Burgers & Plants, que abrió cinco locales en Buenos Aires en el lapso de seis meses, y planea una expansión a Chile. “Creo que las nuevas generaciones nos están dando un llamado de atención en cuanto a lo que debemos consumir, y cómo debemos tratar al planeta”.

El papel de la carne vacuna

Sin embargo, en medio de estos cambios de comportamiento, está claro que la carne vacuna sigue dominando la dieta de grandes sectores del planeta. En 2022, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación pronosticó que la producción mundial de carne ascendería a 360 millones de toneladas, un 1,4% más que en 2021. Casi 74 millones de toneladas corresponderían a carne vacuna.

Mientras Norteamérica y Oceanía reducen el consumo de carne roja, China, segundo consumidor mundial de carne vacuna, ve aumentar su consumo gracias al crecimiento de la clase media. Países como India, Pakistán, Filipinas, Vietnam y la región subsahariana de África también impulsarán el volumen de carne, según la FAO, que lo vincula a un aumento tanto de la renta como de la población. En total, se espera que el consumo mundial de carne per cápita aumente un 2% en 2032, un ritmo similar al de la década anterior, señala la organización.

un hombre con un casco rojo comiendo fideos

Liao, un trabajador migrante, desayuna fideos con carne vacuna en una tienda de Xinping, provincia china de Sichuan. El consumo de carne vacuna ha aumentado en China con el crecimiento de la clase media, aunque la carne de cerdo sigue siendo más popular (Imagen: Xiao Ye / Diálogo Chino)

La FAO señala, sin embargo, que el impacto medioambiental de la producción de carne vacuna, junto con la deforestación necesaria para criar el ganado, ha llevado a un mayor número de consumidores a optar por el pollo u otras opciones. “A nivel mundial, existe una tendencia creciente entre los consumidores a ser cada vez más sensibles a las preocupaciones sobre el bienestar animal, el medioambiente y la salud, y las aves de corral son las que tienen una menor huella de carbono”, señala el informe Perspectivas agrícolas 2032.

La economía es otro factor. Tanto Brasil como Argentina han visto disminuir el consumo per cápita de carne vacuna en la última década. Los cambios en el comportamiento de los consumidores y los precios de la carne en Brasil, el mayor exportador de carne vacuna del mundo, están relacionados con los ciclos de producción de carne vacuna y el aumento de la demanda de China desde 2019, afirma Thiago Bernardino de Carvalho, investigador ganadero de Esalq, la escuela agrícola de la Universidad de São Paulo.

Entre 2016 y 2019, un aumento de la producción en Brasil hizo bajar el precio de la carne vacuna en el mercado interno y aumentar el consumo, según Carvalho. Con precios más bajos, los productores comenzaron a invertir menos en carne vacuna. A su vez, la disminución de la oferta provocó un aumento de los precios. Entre 2020 y 2022, el precio de la carne en general subió un 30% en Brasil, según el Índice de Precios al Consumidor Amplio, el indicador oficial de inflación de Brasil. En 2023, bajó casi un 6%.

“Los brasileños prefieren la carne vacuna, pero si no tienen ingresos, no la compran”, dice Carvalho. “Cuando hay un aumento del PIB y la renta, el consumidor vuelve a consumir proteínas [animales]. Esto es cierto en Brasil y en todo el mundo”.

un hombre con una camina negra sentad en una mesa con platos con carne y una copa de vino

Juan Francisco Moretti, profesor, come un rib-eye y un churrasco de carne vacuna madurada en Corte Comedor, un restaurante de carne gourmet de Buenos Aires. En general prefiere comer menos carne, por razones económicas y medioambientales, pero elige cortes de buena calidad cuando lo hace (Imagen: Anita Pouchard Serra / Diálogo Chino)

La tendencia es visible en Argentina, sumida en una crisis económica desde hace varios años y con uno de los niveles de inflación más elevados del mundo (124% en agosto). Aunque la cantidad de carne vacuna consumida ha vuelto a aumentar, con 53 kg per cápita en 2023, sigue estando muy por debajo de los 67 kg registrados durante el pico de 2007-2009. El Ministerio de Agricultura argentino informó de que las exportaciones de carne vacuna aumentaron un 13% en los cinco primeros meses de 2023, en comparación con el mismo periodo del año anterior, impulsadas por la demanda de China, que compra el 78% de la carne argentina.

Per cápita, los chinos consumen aproximadamente un tercio de la cantidad de carne vacuna que consumen los británicos, una sexta parte de lo que comen los estadounidenses y los brasileños, y una novena parte de la dieta promedio de los argentinos. El cerdo y las aves de corral han sido las carnes preferidas en China, y siguen siendo las más consumidas por una amplia diferencia. Pero el aumento de los ingresos y el cambio de los hábitos alimentarios, así como la escasa oferta interna, han influido en el aumento de las importaciones de carne vacuna, que han crecido alrededor de un 25% en solo 11 años, según la FAO, hasta superar los 4 kg per cápita en 2022.

una mujer comiendo una hamburguesa

Yang Lan, trabajadora autónoma, comiendo hamburguesas juntos a sus hermanas en un barrio de moda de Beijing (Imagen: Xiao Ye / Diálogo Chino)

una mujer sentada frente a una mesa con diversos platos

Xiao Qing, encargada de una librería en Songlin, provincia de Sichuan, China, muestra los platos veganos que acaba de cocinar, entre ellos fideos de arroz vietnamita con brotes de bambú agrio, arroz pegajoso al vapor en hojas de plátano, y pastel de plátano y cacao Hace seis años decidió volver a su pueblo natal y hacerse vegetariana (Imagen: Xiao Ye / Diálogo Chino)       

“Las vacas han tenido una gran importancia en la cultura china desde la antigüedad, ya que simbolizan el trabajo duro, la docilidad y la abundancia”, afirma Z*, una mujer de 44 años que vive en Beijing y es vegetariana desde hace 11 años. Mientras trabajaba en el campo del desarrollo sostenible, Z identificó un “cambio” en su “percepción de la vida”, y empezó a sentir que “adoptar una dieta vegetariana era una buena opción, especialmente evitar el consumo de seres vivos”.

Aunque dice no haber visto una fuerte tendencia hacia el veganismo o el vegetarianismo en China, tampoco ha sentido ningún tipo de reacción en contra. Los vegetarianos pueden encontrar restaurantes en las grandes ciudades que ofrecen platos de carne “falsa” basados principalmente en derivados de la soja, preparados con métodos de cocina tradicionales chinos, asegura. Lo que falta, dice Z, es una mejor comprensión de cómo el consumo de alimentos se relaciona con cuestiones como la conservación de los bosques y la ganadería.

Para Deng, dejar de comer carne nunca ha sido una opción. Esta mujer de 37 años dejó de comer carne vacuna durante tres años, pero volvió a hacerlo. Dice que las restricciones “aumentaron su deseo de comer carne”, mientras que los hábitos culinarios chinos también dificultaban su consumo: “En realidad, es posible consumirla accidentalmente, sobre todo cuando se sale a cenar fuera, algo muy habitual en la vida urbana”. Dice que hay menos platos exclusivamente vegetarianos en la cocina china, y que muchos restaurantes utilizan aceites de origen animal, lo que dificulta seguir una dieta estrictamente vegana.

un hombre sentado frente a una mesa, comiendo

Pu Jing, un monje budista, comiendo un plato de apio salteado con piel de tofu, en el templo de Wanfu, en la provincia china de Sichuan. El tofu es uno de los principales ingredientes de la cocina vegetariana tradicional china, muy vinculada al budismo (Imagen: Xiao Ye / Diálogo Chino)

“Creo que en China no se ha hablado mucho en serio del vegetarianismo. La mayoría de la gente piensa que es algo que sólo practican los monjes”, dice. “La vida es corta, así que como lo que quiero”, añade.

En las afueras de São Paulo, en el barrio de favelas de Paraisópolis, un pequeño puesto de comida instalado en un garaje resume la constante atracción de la carne. Aquí, Erbenes Alves, de 43 años, y Geanes Maria de Souza, de 46, venden cortes de ternera asada, así como pollo asado, su producto más popular. Cerca de allí, los carniceros anuncian sus precios a los transeúntes, y sus tiendas están repletas tanto de clientes como de productos.

En la favela, la relación entre precios y consumo es clara e inmediata. Alves puede medirla no sólo por las ventas, sino por el humo: cuando los precios son bajos, las estrechas calles están llenas de humo de las parrillas encendidas. Sin embargo, la carne vacuna, un alimento tradicional, es difícil de abandonar para algunos, incluso cuando suben los precios: “Nunca he pensado en dejar de comerla”, dice Cleiton Araújo, pintor, mientras mastica un churrasquinho.

un hombre que sujeta un pincho con un trozo de carne y saluda a otra persona

Geanes Maria de Souza, propietario de un puesto callejero que vende pollo y carne de ternera asados, junto a un cliente en la favela de Paraisópolis, São Paulo, Brasil. Los residentes han vuelto a comer carne -especialmente vacuna- como de costumbre, tras una caída de los precios en 2023 (Imagen: Dan Agostini / Diálogo Chino)      

una persona con un cuenco con papas en su mano

José Frazão da Silva con un plato de pollo asado con papas comprado en las calles de Paraisópolis, São Paulo (Imagen: Dan Agostini / Diálogo Chino) 

pollo y chorizos

Carne asada y salchichas en Paraisópolis, São Paulo. Entre 2020 y 2022 el precio de la carne subió un 30% en Brasil, y llevó a muchos consumidores a elegir pollo o incluso huevos como proteínas animales (Imagen: Dan Agostini / Diálogo Chino)

La tradición es un hueso duro de roer. En una casa de estilo neotudor del barrio de Villa Urquiza, en Buenos Aires, un grupo de amigos se reunió en torno a las brasas humeantes de un asado dominical en el que se degustaron diversos cortes de ternera, chorizo, pollo y verduras. No era sólo el amor por la carne lo que les unía, sino el placer de estar en comunidad, y hablar sobre política, economía y problemas familiares.

En términos prácticos, Ervin Jesús, médico, dice que come carne vacuna porque es sabrosa, fácil de preparar y, según él, sigue siendo la opción más barata para una comida nutritiva. “Hay quien dice: ‘plantemos lechugas para no matar vacas’. Pero para plantar lechugas hay que transportarlas, lo que consume combustible y contamina”, afirma este hombre de 41 años. “Objetivamente hablando”, afirma, “no hay una realidad en la que vayamos a comer alimentos orgánicos y no contaminemos el país”.

una persona sosteniendo un cuchillo con un trozo de carne, y carne sobre una tabla de cortar

Leandro Meiners recibe a amigos y familiares para un asado tradicional en su casa de Buenos Aires. Cocinó diversos cortes de ternera, chorizo, pollo y verduras a la parrilla (Imagen: Anita Pouchard Serra / Diálogo Chino)

una mesa con diferentes platos con cortes de carne, verduras y bebidas

El asado es una tradición argentina que se celebra regularmente los domingos, y es una forma de reunirse con seres queridos, comer y hablar de política, economía y problemas familiares (Imagen: Anita Pouchard Serra / Diálogo Chino) 

A pesar de esta percepción, los estudios han demostrado que un trozo de 50 gramos de carne roja está asociado con al menos 20 veces más emisiones de gases de efecto invernadero que una ración de 100 gramos de verduras, y 100 veces más uso de la tierra.

De vuelta a Brasil, en Pompéia, barrio de clase media de São Paulo, Maria Pia Banchieri reflexionaba sentada con sus amigos, mientras muerde iscas de carne, tiras de carne roja que suelen comerse como entradas en los bares. “Al reducir el consumo de carne, he empezado a comer mejor”, dice esta publicista y profesora de 51 años, que aún come carne vacuna dos o tres veces por semana, ya que se crió consumiéndola a diario. “Hago viandas, y ahora son mucho más variadas [que con mi dieta anterior]. También siento que mi salud ha mejorado”.

mesa de madera con un plato ovalado con carne

Tiras de iscas de ternera, mandioca frita, varias salsas y cerveza en una mesa del bar Pompeu y Pompéia, en São Paulo. Actualmente, alrededor del 30% de sus clientes no consumen carne con su pedido, según el personal (Imagen: Dan Agostini / Diálogo Chino)          

una mujer sentada frente a una mesa con comida en un bar

Maria Pia Banchieri se reúne con amigos para tomar algo en un bar del barrio de Pompéia, São Paulo. Decidió reducir su consumo de carne y siente que su salud ha mejorado gracias a ello (Imagen: Dan Agostini / Diálogo Chino)   

Una realidad cambiante

Para Manual Martí, vegano desde hace 49 años, el cambio hacia una dieta más basada en plantas ya está en marcha. Fundó la Unión Vegana de Argentina hace 20 años, en una época en la que nadie sabía lo que significaba ser “vegano”. “Encontrar a otro vegetariano era como un acontecimiento”, dice, solemne.

Ahora, llama al veganismo “la mayor revolución de la historia de la humanidad, porque es algo global, pacifista, amoroso, basado en una posición ética”.

Cuando la gente empieza a entender las estadísticas relacionadas con el consumo de productos animales, dice, “toma conciencia, reflexiona y cambia sus hábitos. Y eso es incontrolable”.

Aunque es un cambio que se está produciendo desde la base, cree que sería mucho más fuerte si el Estado se implicara en la promoción de esas opciones. Pero la lucha sigue siendo ardua. Su organización ha intentado en repetidas ocasiones que el gobierno de Buenos Aires incorpore una opción vegana o vegetariana en los menús de los comedores escolares públicos, sin éxito. Mientras tanto, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA) ha convocado un concurso de “pasión por la carne argentina” para estudiantes, como forma de animarlos a estudiar la industria ganadera.

“Todos los días [los estudiantes] comen algún tipo de animal. A lo mejor lo acompañan con puré de papas, pero están comiendo ternera, o cerdo, o pescado, o pollo”, dijo Martí, prueba para él de que el veganismo es algo que sigue estando “discriminado”, a pesar de las advertencias de organizaciones internacionales y científicos del clima que identifican la producción ganadera como uno de los principales responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero. 

Sin embargo, la disponibilidad de información sobre opciones veganas y la transformación del comportamiento de los consumidores son evidentes, afirma Martí: “Hoy, después de dos décadas, todo el mundo tiene un vegano en su familia o en su círculo de amigos. Es increíble”.

Para Cabrera, propietario de Joy Burgers & Plants, sus restaurantes son innovación, no activismo. Él no es vegano; uno de sus dos socios sí lo es. Pero lo que más les interesa es atraer al consumidor no vegano -ese consumidor experimental dispuesto a probar algo nuevo- y ver adónde los lleva. Su objetivo es romper con la idea de que la comida vegana no es sabrosa, y lo hacen con honestidad. “No somos una cadena de comida sana, pero recreamos los sabores, las texturas y las experiencias de las grandes cadenas que conocimos cuando éramos chicos”, dice.

“Sentimos que nadie nació vegano, sino que se hizo vegano por una cuestión de ideales, y porque la era de la información es mucho más inmediata, efímera y constante”, dice Cabrera. “Buscamos una revolución alimentaria e invitamos a todo el mundo”.

*La entrevistada pidió que no se mencionara su nombre.

Natalie Alcoba, 

Paula Bianchi, 

Li Yedan

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Habilitan el troceo y la descarga mecánica para la comercialización de carne vacuna

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La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca acordó la implementación del troceo de carne con las provincias integrantes en la Mesa Técnica Consultiva, que establece un límite de hasta 32 kilogramos por pieza para poder cargar por parte de los trabajadores y del uso de medios mecánicos y rieleras para medias reses, informó hoy la cartera nacional.

De esta manera, “el gobierno cumple con el compromiso asumido de tomar una medida que contemple la opinión de las provincias en la comercialización de carne”, indicó Agricultura en un comunicado en el que también aseguró que “la medida ya está vigente y corriendo”.

Para las medias reses bovinas, la normativa establece que sólo se podrán cargar o descargar desde el medio de transporte hasta el interior del establecimiento o viceversa, por medio del acople de la rielera del transporte con la rielera del establecimiento.

La nueva resolución también establece la conformación de una mesa técnica consultiva permanente integrada por Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), las provincias y otros organismos públicos considerados pertinentes.

Según lo acordado para el reemplazo de las Resoluciones 04/2022, 10/2022 y 91/2022, que marcaban la obligatoriedad de aplicar como único medio de comercialización la modalidad del troceo, la cual debía empezar en el día de la fecha, “la Mesa Técnica Consultiva tiene la tarea de trabajar en un plan de implementación sistemático para readecuar a la industria frigorífica a la nueva normativa”.

“Además se establece para ponderar las diferentes situaciones de comercialización o la adaptación a las diferentes características regionales del país”, agregaron.

Según las autoridades, “se espera que la implementación total de la norma sea en forma sistemática y paulatina hasta lograr la transformación y modernización total del sistema de comercialización de carne acorde al siglo XXI.

Asimismo, “se establece en esta etapa una escala de apercibimientos y sanciones en consideración según el avance de la readecuación de los establecimientos frigoríficos”. Las mismas se realizarán en conjunto entre nación y cada una de las provincias.

Participaron por parte de Agricultura estuvo el jefe de Gabinete de Asesores, Juan Manuel Fernández Arocena; el subsecretario de Ganadería y Producción Animal, José María Romero; el subsecretario de Mercados Agropecuarios, Luciano Zarich; y el coordina del Fondo Fiduciario Nacional de Agroindustria (Fondagro), José Portillo.

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El precio de la carne vacuna, estable en diciembre y por debajo de la inflación anual

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Según Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), el precio de la carne no ha aumentado respecto a la inflación.

Muchas veces se sostiene desde el desconocimiento que la carne vacuna es la causante de la inflación y se culpa a la cadena de ganados y carnes de agitar las aguas de mercados de por sí bastante turbulentos. A pesar de ello, la realidad siempre prevalece sobre las percepciones o la desinformación.

En un contexto económico complejo, el precio de la carne no ha aumentado respecto a la inflación.

A su vez, la hacienda en pie retrotrajo sus precios nominales que descendieron con respecto a la inflación. La actividad también se vio afectada por un enfriamiento de la economía de los principales países compradores, por el deterioro de las condiciones internas (inflación, tipo de cambio y tasa de interés) e intervenciones que distorsionaron el mercado.

El precio de la carne ha quedado por debajo de la inflación anual y el precio que recibe el productor está visiblemente atrasado.

La hacienda en pie ha vuelto a caer. Solo en el mes de noviembre se depreció un 3,73% y cada vez pierde mayor terreno respecto de la inflación que no deja de crecer.

En diciembre, con todo lo que suele significar habitualmente el último mes del año, el precio minorista de la carne vacuna en los principales centros de consumo del país estuvo estable o se movió levemente con respecto a noviembre. Esto concretamente significa que no se dieron aumentos en las cotizaciones o que estos no superaron el 1,5% mensual según la ciudad que se analice.

Es bueno resaltar que en el marco de un ritmo inflacionario de nuestra economía cercano al 100% anual, la carne vacuna ha aumentado alrededor de un 42% entre diciembre de 2022 y el mismo mes del 2021.

En algún momento de este año se culpaba a la carne del aumento de la inflación, y por eso se prohibió la exportación de los siete cortes. Aun así, en este contexto inflacionario y a pesar del estancamiento de su precio, el consumo de carne sigue cayendo. El problema era y es la pérdida del poder adquisitivo de nuestra moneda. Y una vez más, resaltar que el productor no es formador de precio.

La carne es noticia cuando sube o cuando aumenta por encima de otros alimentos, pero también está bueno que la sociedad tome conciencia que esto no siempre es así. No es una constante. Por ello, es necesario dar a conocer y explicar la dinámica de los mercados, porque, así como se resalta una vez más que la carne no es la mala de la película, también es imperioso destacar que la actividad ganadera necesita de estímulos económicos para poder producir.

Asimismo, este combo de bajos precios internacionales, sumado al escaso poder de compra por bajos salarios y alta inflación; y la sequía pueden terminar con el precio del gordo y provocar el lógico reordenamiento de precio, cuando este se retrasa y la oferta disminuye.

De esta manera, el panorama para el 2023 es muy complicado para la producción ganadera y podría haber escasez en la oferta.

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Ganadería argentina: producir más con políticas a largo plazo en Misiones

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Escribe Eugenia Galarza – Tras conocerse el informe de existencias de stock bovino, donde Misiones está en el puesto 13 del ranking. Cuáles son las medidas que debe tomar la provincia para lograr la soberanía alimentaria en cuanto a carne vacuna, “necesitamos producir más”, lograr “más productividad y eficiencia del stock” afirman los referentes del sector.

El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca dio a conocer el informe de existencias de stock bovino al 31 de diciembre de 2021. El stock se ubicó en 53.416.435 cabezas, lo que significó una reducción interanual del 0,19%, equivalentes a 101.000 animales.

Otro dato destacable del informe sobre existencias, que se obtiene a partir de la vacunación de animales relevada por el Servicio Nacionales de Seguridad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), fue el crecimiento en el nacimiento de terneros.

Romero informó que durante el año pasado se produjeron 150.000 partos más que en 2020, al sumar 14.457.000 animales. “Esto quiere decir que crecimos el 1% e indica que el stock y el recurso ganadero se está mostrando saludable”, dijo el funcionario nacional. Así, la tasa de destete pasó del 62,2% al 63,1%.

Éstas cifras estaban previstas ya el año pasado, cuando se hacían los análisis de cuántas cabezas tendría el país este 2022. y las proyecciones fueron las esperadas. La ganadería argentina enfrenta hoy un problema que ocupa al sector productivo, que es la ausencia de políticas de aplicación a largo plazo dentro del sector. Es decir, necesitamos políticas estables donde se pueda producir y mejorar la producción.

En el mapa nacional, Misiones se ubica en el puesto trece en cuanto a cantidad de cabezas. En Misiones, según el informe oficial hay 365.430 cabezas de ganado, con una caída de 1.956 bovinos en comparación con 2020. Hay 333 menos vacas pero un fuerte crecimiento en terneros, con 2.393 más que en 2020, un aumento de 3,2 por ciento. Sin embargo, en el ministerio del Agro de Misiones estiman que el número de cabezas aumentó en los últimos meses y que hay cerca de 400 mil bovinos en total. 

Hoy el mundo demanda proteína, demanda carne y allí donde se debe poner el foco si se quiere dar un paso al frente, con grandes oportunidades de hacer crecer el stock bovino; pero también de liberar el el mercado. Para los referentes del sector el problema que enfrenta Argentina, es de falta de productividad.

Hoy el país produce entre 2.8 y 3.2 de millones de toneladas de carne. Dato que esta estancado desde hace mucho. Según plantean los referentes. De este promedio de 3 millones de toneladas que se producen por año, se exporta que es alrededor de 700.000 mil toneladas lo que queda se distribuye en el mercado interno.

Argentina produce

“La proyecciones estiman que de no mejorar la producción de carne, dentro de 15 o 20 años sera natural que falte carne en una población que crece en 1,5 2% anual. Así que solo exportando y sin hacer crecer la producción tengamos menos carne. Es un producto que a mediano o largo plazo va a tender a ser mas caro”, sostiene el ganadero Gabriel Muzzachioddi.

A su vez explicó a Economis, que se debe producir más y se deben implementar políticas de largo plazo. El ganadero aseguró que en realidad el problema es de productividad y de eficiencia de stock, “lo que se debe hacer es aplicar políticas de estado, acordar un sendero dónde participen todos los eslabones. Aplicar una política de la carne, dónde se pueda producir y vender más”, aseguró.

“Hoy el país por cada 100 vacas se producen 62 terneros son indices de productividad, en todos los países del mundo estos números son mas altos, Otros países producen hoy entre 75 80 terneros por cada 100 vacas. En tanto en Misiones tenemos 44 terneros por cada 100 vacas, ni cerca del promedio nacional”, dijo el ganadero.

Comentó que en Corrientes ese indice es 50 terneros por cada 100 vacas y en la pampa húmeda da 55 terneros por cada 100 vacas. Indices atrasados hace 40 años. Estamos estancados en producción y faena, si aumentáramos los terneros y faenáramos animales más pesados, tendríamos más carne”, aseguró

Plan ganadero

El Gobierno nacional dio a conocer el plan ganadero propuesto por dos años, donde se ofrece un financiamiento crediticio por 100.000 millones de pesos, vigente a partir del 1 de Febrero de 2022. se busca así aumentar la productividad y la competitividad en carnes, leches y subproductos.

Las vías de crédito para el sector contarán con un beneficio de 7 puntos porcentuales. Los créditos serán otorgados, por el Banco de la Nación Argentina; el Banco de la Provincia de Buenos Aires; y los bancos provinciales que adhieran al mismo. El acceso al crédito es Federal e Inclusivo, según se expresa desde Nación. Está destinado a productores ganaderos; Cooperativas agropecuarias; frigoríficos con tránsito; federal provincial y municipal.

Las inversiones prevén, sanidad y biotecnología y reproductiva; instalaciones para manejo adecuado de la hacienda; infraestructura predial; entre otros.

¿Aplica a Misiones el plan ganadero?

Desde el sector ganadero sostienen que en realidad en la provincia, incluso a nivel nacional, este “plan ganadero” no sienta las bases de una nueva ganadería.

Muzzachiodi consideró que “el problema es histórico, tenemos problemas de productividad en todo el territorio nacional. El problema va mas allá del financiamiento, y ver cuantos productores pueden llegar a ser beneficiados. Tenemos muchos productores ganaderos y mucha industria. La oferta y la demanda están atomizadas”.

En tanto el consultor ganadero, Fernando Canosa se refirió a que las provincias deben fortalecer la producción. La ganadería necesita mucha gente, expresó. “Si tuviésemos liberado el mercado, habría más carne y más barata para todos. A más producción, más oferta a mejor precio”, destacó. Así mismo, manifestó que “necesitamos más producción de alimentos. Más pasturas y forrajes, esto es esencial para la producción”.

En tanto, desde el Ministerio del Agro y la Producción de Misiones, resaltan que el plan ganadero tiene una visión federal, y es una herramienta de desarrollo, para el sector ganadero que sin dudas potencia las acciones que se vienen llevando adelante desde el Gobierno de la provincia, en conjunto con las organizaciones. Como lo mencionó el ministro de agricultura de la nación Julián Dominguez en su análisis del contexto nacional, también en Misiones es de extrema importancia, el fortalecimiento del mercado interno. Generando una fuerte tracción, de la producción primaria, lo que demanda inversiones, no solo para fortalecer la producción primaria, sino que también para el sector industrial.

“Misiones es una provincia, con un gran nivel de industrialización, en el sector agropecuario, en el cual encontramos a la industria, de la carne como protagonista. Por lo tanto vemos vemos y consideramos que las líneas anunciadas, por el ministro Domínguez, serán de mucho provecho para nuestros productores”, explicó Sebastián Rodríguez, sub secretario de sanidad animal del Agro en Misiones. Y añadió “que así, se suman a los ejes de trabajo, relacionados a la producción, de forrajes, acopio y almacenamiento de granos, formalización de la comercialización, conservación del estatus sanitario, y demás acciones que venimos ejecutando en nuestra gestión”.

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