El Gobierno redefinió la Defensa Nacional y habilita a actuar a las fuerzas armadas en “zonas de interior”

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El Gobierno Nacional redefinió el funcionamiento del Sistema de Defensa Nacional a través del decreto 1112/2024 que busca “modernizar” y ampliar las “capacidades” de las Fuerzas Armadas para responder a amenazas contemporáneas y proteger los intereses vitales del país.

El decreto actual deroga el Decreto 727/2006, que limitaba la intervención de las Fuerzas Armadas a agresiones externas perpetradas exclusivamente por fuerzas armadas de otros Estados. Esta regulación había sido criticada por restringir la capacidad de respuesta frente a amenazas no tradicionales como el terrorismo transnacional o los ciberataques.

Con el nuevo decreto, el Gobierno amplía el alcance de las competencias militares, incorporando escenarios modernos como el ciberespacio, el espectro electromagnético y el espacio exterior, y reconoce nuevas formas de agresión provenientes de organizaciones no estatales, como grupos terroristas y paramilitares.

El Decreto 1112/2024 introduce un concepto más amplio de amenaza, que incluye cualquier acción o intención que pueda dañar los intereses vitales de la Nación, incluso si no se materializa en un ataque directo. Además, redefine las agresiones externas para incluir no solo a otros Estados, sino también a actores no estatales con capacidad transnacional.

El uso de tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial, la robótica y los sistemas no tripulados, para reforzar la vigilancia y defensa en distintos ámbitos serán nuevas opciones en el trabajo militar.

En el artículo 17 del decreto se destaca que, según pudo saber la Agencia Noticias Argentinas, que “la Defensa Nacional coadyuva al sistema de vigilancia y control de fronteras. Para ello, en tiempos de paz, las Fuerzas Armadas podrán complementar el accionar de las Fuerzas de Seguridad en las zonas de seguridad de fronteras, definidas en el Decreto N° 253/18. En esos despliegues podrán llevar a cabo actividades de adiestramiento operacional, brindar apoyo logístico al sistema de seguridad interior, realizar acciones de apoyo a la comunidad y prestar asistencia ante catástrofes naturales o emergencias”.

A diferencia del decreto anterior, que separaba estrictamente las funciones de Defensa Nacional y Seguridad Interior, la nueva normativa promueve una coordinación estratégica entre las Fuerzas Armadas y las fuerzas de seguridad en áreas clave como las fronteras. Esta integración permitirá una respuesta más eficaz ante actividades ilícitas como el narcotráfico o el uso del espacio aéreo con fines terroristas.

Zonas de seguridad y vigilancia ampliada
El decreto también refuerza la importancia de las zonas de seguridad de fronteras, creadas en 1944, y las adapta a las necesidades actuales. Las Fuerzas Armadas podrán complementar las tareas de vigilancia y control, especialmente en áreas críticas o de difícil acceso, contribuyendo al resguardo de la soberanía nacional.

El plan contempla un nuevo Ciclo de Planeamiento de la Defensa Nacional, que prioriza la modernización de los recursos y establece directivas claras para la actuación conjunta de las Fuerzas Armadas. Además, se busca mejorar la interoperabilidad con países de la región y del ámbito internacional, fortaleciendo las capacidades operativas en escenarios multilaterales.

Las zonas interiores se determinarán a través del planeamiento estratégico militar cuando identifiquen los objetivos de valor estratégico a proteger y los criterios incluyen riesgos potenciales asociados a estas áreas.

Aunque no hay una lista pública detallada por razones de seguridad, históricamente estas zonas incluyen instalaciones militares como bases del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea e infraestructura crítica, como represas hidroeléctricas, centrales nucleares o hubs de telecomunicaciones.

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“Debemos apostar a la soberanía tecnológica”

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En una entrevista exclusiva con Economis, el director general de inversiones para la Defensa del Ministerio de Defensa, el ingeniero Cristian Desideri, enfatizó la importancia de apostar a la soberanía tecnológica en Argentina.

Desideri llegó a Posadas a participar de las jornadas científico tecnológicas de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Misiones. Indicó que su charla se basaba en la “disrupción tecnológica, la necesidad de contar con capital humano capacitado en el país y así lograr la autonomía tecnológica, para no depender de otros países”. Mencionó también “el cambio en la dinámica de guerra, el uso de tecnología en defensa y los desafíos de la ciberseguridad”; también planteó de cómo la pandemia ha acelerado la adopción de tecnología y transformado la forma de trabajar y realizar transacciones.

El Director General también resaltó los avances en tecnología de radar y sistemas aéreos no tripulados en Argentina, destacando el papel de la empresa pública INVAP en el diseño y fabricación de radares y satélites. Desideri concluyó que la industria de defensa es clave para garantizar la soberanía nacional y tiene un impacto significativo en la economía del país.

Desideri realizó una presentación sobre “Defensa nacional. Aportes al desarrollo científico Tecnológico” en la tarde del viernes 4 de noviembre. Más tarde disertó en la sede del partido Justicialista de Misiones sobre “Modelos de desarrollo y Soberanía nacional”.

En la charla con Economis, Desideri hizo hincapié en la disrupción tecnológica y la necesidad de contar con capital humano capacitado en el país para lograr la autonomía tecnológica y no depender de otros países. También destacó el cambio en la dinámica de guerra, el papel de la tecnología en la defensa y los desafíos de la ciberseguridad.

“La charla apunta fundamentalmente a plantear primero, la irrupción tecnológica. Segundo, dentro de esa disrupción tecnológica cómo nosotros podemos seguir generando soberanía y autonomía tecnológica para no depender del servicio de un tipo que está del otro lado del Atlántico. Y tercero es la formación de capital humano”.

Explicó que “si yo traigo computadora 4G, 5G, lo que sea y no tengo la gente formada es un problema. Puedo traer el mejor avión de Europa, de China, de todo el mundo; si no tengo el piloto formado con las horas correspondientes no voy a tener avión. Y en el mundo militar eso es una cuestión que está de alguna manera en constante análisis”.

“La guerra antes era con ejércitos, con la gente en el terreno, y hoy te cambió el paradigma. Hoy puede ser con personas desde un cuartel manejando una serie de drones. También puede ser en el espacio civil, en el que se está haciendo un hackeo de información, además como lo ocurrió al Estado Mayor Conjunto de Chile. O sea, hay un cambio grande en todas las áreas, porque defensa no va a ser eso. Digamos, no está ajena, es parte de la defensa de los intereses nacionales, pero va cambiando lo que significa la dinámica de guerra popularmente. Nadie quiere guerra, por supuesto”, indicó

Dio como ejemplo lo que sucede en Ucrania, “ya no mandan nada. No se usan los aviones de 50 millones de dólares más. Te mandan drones que tienen un costo de 10.000 dólares frente a un avión que vale 50 millones cada uno. Y si el avión te lo bajan, hay que pensar en lo que cuesta formar un piloto. Ya no digo la vida humana, que eso es infinito, estoy hablando de la formación. Aparte nadie tiene 5.000 pilotos aéreos de F-15, F-16, tenés tandas chicas de pilotos en el mundo, Y por varias cuestiones, son muy exigentes los ingresos para poder estar en aeronáutica para ese tipo de aviones, es muy costoso, a su vez, cada hora de vuelo de formación”. Aparte explicó que con las nuevas tecnologías “no hay posibilidad de pérdida de tecnología”.

Explicó que “la industria de la Defensa (Argentina) pudo sobrevivir de los avatares presupuestarios, entre otras cosas, por la buena formación del recurso humano, De técnicos y de profesionales. Y ese es el sello distintivo, reconocido en el mundo”.

FONDEF: El fondo nacional que impulsa la tecnología en la Defensa Nacional

Para Desideri el haber logrado la creación del Fondo Nacional para la Defensa (FONDEF) por Ley permite una previsibilidad de la Defensa Nacional. Explicó que la norma el Ministerio de Defensa de la Nación plantea las siguientes alternativas:

a) Recuperar el material fuera de servicio, cuando ello sea factible y aceptable y siempre que mantenga la aptitud necesaria para responder a las capacidades operativas a retener;

b) Modernizar el material disponible, cuando resulte apto, factible y aceptable para satisfacer las capacidades operativas previstas;

c) incorporar nuevo material.

A tratar la incorporación de nuevos equipos, se deberá dar prioridad a aquellos que potencien la capacidad disuasiva, favorezcan la normalización con los ya existentes a nivel conjunto y aporten nuevos desarrollos tecnológicos. Para la recuperación, modernización y/o incorporación de material deberá priorizarse el trabajo y la industria nacional, así como también el fomento y desarrollo de la industria para la defensa.

El carácter dual de la industria para la defensa supone una oportunidad para generar y desarrollar tanto capacidades científicas y tecnológicas como mayores encadenamientos productivos a lo largo y ancho de la matriz insumo producto nacional, morigerando por el lado estructural las tensiones asociadas a la restricción externa.

Esto último adquiere particular relevancia en el ámbito de tecnologías orientadas a garantizar la soberanía nacional y que abarcan desde transporte, telecomunicaciones y energía hasta los desarrollos en el área satelital, aeronáutica o espacial, ejes todos transversales al diseño e implementación de políticas para la defensa.

En cuanto a la constitución, integración y financiamiento del FONDEF explicó que la norma vigente prevé un esquema de incremento progresivo que contribuya a una mejora gradual pero sostenida en el tiempo, en el Presupuesto Anual Consolidado para el año 2023 se llegó al valor del 0,8% del presupuesto general, que debe ser el valor de afectación en los sucesivos ejercicios presupuestarios. La administración y ejecución del FONDEF estará a cargo del Ministerio de Defensa en tanto autoridad de aplicación del mismo.

La política de compra del FONDEF se basa en tres ejes: Sustitución de importaciones. Desarrollo de la producción industrial nacional con generación de empleo de calidad y fomento de la equidad de género. Desarrollo y promoción de nuevas tecnologías y energías renovables, principalmente incentivando la ciencia y tecnología nacional y federal.

Desideri explicó que el FONDEF (Fondo Nacional de la Defensa) es un fondo específico que tiene como objetivo modernizar capacidades militares, recuperar capacidades y sistemas de armas, e incorporar nuevas capacidades. Se financia con un porcentaje de los ingresos corrientes del Estado Nacional. Hay 116 proyectos de inversión en la cartera, que están vinculados a las Fuerzas Armadas y al Estado Mayor Conjunto. También se articula con tres empresas de defensa estatales: Fábrica Militar, Fábrica de Aviones y Astillero Tandanor.

Además, explicó que las Fuerzas Armadas son demandantes del equipamiento de INVAP, una empresa pública que diseña y fabrica radares y satélites. La industria de defensa tiene un efecto de derrame en las industrias militares y civiles, ya que se necesitan mantener aviones, barcos y proveer insumos para la fábrica militar, por ejemplo. También se ha incorporado la fabricación de chalecos antibalas de producción nacional.

Desideri destacó el plan de radarización en la Argentina. Valoró que la Argentina está entre los 10 países que diseña y fabrica radares y satélites. “Eso es una empresa pública INVAP, en la cual participan el Estado Nacional a través de la Comisión Nacional de Energía Atómica y la provincia de Río Negro. Las Fuerzas Armadas, las tres fuerzas, son demandantes de los radares que ahí se diseñan y se construyan”.

Otro de los sectores donde se está trabajando es en”sistemas aéreos no tripulados, lo que se llamaría en la carga de drones”.

Planteó que “el efecto de derrame que tiene la industria de la defensa en las industrias militares y en el sector civil, que es lo que vamos a tener en la charla, en el sector civil. ¿Por qué? Porque básicamente a los aviones hay que hacerle mantenimiento, a los barcos hay que hacerle mantenimiento, a la fábrica militar hay que proveerle insumos, por ejemplo chalecos antibalas. Digamos que se había dejado de fabricar chalecos antibalas de producción nacional, en la cual tela nacional con algunos elementos importados, pero de confección nacional”.

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Defensa: Argentina recibirá el cuarto Patrullero Oceánico Multipropósito y avanza la opción de comprar submarinos a Francia

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El último patrullero adquirido por Argentina a Naval Group zarpó rumbo a Mar del Plata. Además durante la reciente reunión del presidente Alberto Fernández con su par francés, Emmanuel Macron se avanzó en las negociaciones por la compra de cuatro submarinos tipo Scorpenes.

El patrullero oceánico ARA Contraalmirante Cordero (P-54), el último de las cuatro buques adquiridos por la Armada Argentina a la firma francesa Naval Group, zarpó desde Concarneau, Francia, con rumbo a su nuevo apostadero, la Base Naval Mar del Plata, donde desempeñará funciones en el Comando de la División Patrullado Marítimo.

De acuerdo al sitio Marine Traffic, la pasada noche el Contraalmirante Cordero ya había pasado por la península ibérica. La Armada Argentina estima que el buque arribará al país los primeros días de junio.

El astillero francés Naval Group había entregado el patrullero oceánico a la Fuerza hace un mes, en su momento. En aquella oportunidad, con autoridades argentinas y francesas, se había realizado la ceremonia de afirmación del pabellón nacional del buque.

La OPV ARA Contraalmirante Cordero (P-54)

Este navío pertenece a la nueva generación de OPV diseñadas por la compañía de defensa naval francesa Naval Group. Es una corbeta monocasco de 87 metros de eslora, 13,6 metros de manga y 3,8 metros de calado.

Este tipo de nave es propulsada por dos motores V16 diésel que le brindan una autonomía de 7.500 millas náuticas (13.890 kilómetros) navegando a 12 nudos y puede alcanzar una velocidad máxima de 21 nudos (aproximadamente 38 kilómetros por hora), con un casco especialmente reformado para la navegación en aguas próximas a la Antártida.

Su armamento es el propio para esta clase de embarcaciones: Un cañón de 30 mm marca Leonardo y dos ametralladoras M2 de 12,7 mm. Además, cuenta con una serie de sensores, radares y sistemas de guerra electrónica.

El buque cuenta con dos semirrígidos Zodiac Hurricane, uno de nueve metros y otro de 7,5 metros de largo; y uno extra de rescate, además tiene la capacidad de transportar un helicóptero de hasta diez toneladas.

Los submarinos Scorpenes

Argentina avanza en su plan de reconstruir su fuerza de submarinos adquiriendo 4 unidades en Francia. El contrato superaría los US$3.000 millones incluyendo logística, entrenamiento y sistemas de armas.

Recordemos que la Argentina se le perdió trágicamente en el océano el último submarino disponible. El ARA San Juan, con 44 submarinistas adentro. Además reparar el inutilizado ARA Santa Cruz, en Tandanor, nunca costaría menos de 200 millones de dólares.

Argentina cuenta curiosamente con excelentes submarinistas pero no tiene ningún submarino. Chile tiene 2, Brasil 4, Colombia 2 y Perú 6. En en Perú donde actualmente se forman los nuevos submarinistas argentinos.

“Todos sabemos que no hay un control real del espacio marítimo si no tienes un submarino. El submarino es una necesidad para que la Argentina haga valer sus derechos sobre su propio territorio”, dijo el ministro de Defensa Jorge Taiana en diciembre del año pasado. Por ello se avanza en esta compra de submarinos a Francia.

Se trata de proyecto de largo plazo que buscaría conformar una fuerza de cuatro submarinos convencionales clase Scorpene, desarrollados por la francesa Naval Group pero en la variante que actualmente fabrica Brasil en sus astilleros en Río de Janeiro.

Los clase Scorpène son submarinos de quinta generación empleados por las Armadas de Chile, Brasil, India y Malasia y cuentan con una potencia de maquinaria de 2.3 MW y una velocidad máxima de 21 nudos. En cuanto a sus dimensiones posee 66,4 m de eslora, 6,2 m de manga, 14,5 m de puntal, y 5,2 m de calado. A su vez cuenta con seis tubos lanzatorpedos de 21 pulgadas.

El costo de un submarino de estas características alcanzaría los 700 millones de dólares (US$ 2.800 millones por las 4 unidades, a lo que habría que sumar adicionalmente todo el aparataje anexo logístico, entrenamiento y sistemas de armas) por lo cual, y pese a que las Fuerzas Armadas cuentan con el Fondo Nacional para la Defensa (Fondef), una operación de esta envergadura requeriría de financiamiento internacional.

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El “Pampa III” suscita el interés de las Fuerzas Aéreas de la región en Chile

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Autoridades de las Fuerzas Aéreas de diversos países de la región demostraron interés en el avión de entrenamiento avanzado IA 60 “Pampa III” desarrollado y construido por la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA), cuya más reciente versión adquiere capacidades tácticas y la posibilidad de entrenar pilotos en combates virtualizados a través de sus sistemas electrónicos.

El “Pampa” fue diseñado en cooperación con una empresa alemana hace 4 décadas y hoy todavía es producido para la Fuerza Aérea Argentina (FAA) en la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA).

En estos casi 40 años algunos de los fabricantes de los componentes originales desaparecieron, varios de los sistemas y tecnologías con las que fue concebido quedaron obsoletas y eso hizo necesario el desarrollo de una red de pymes tecnológicas nacionales que pudiesen producir esos componentes o versiones actualizadas de los mismos.

El proceso de sustitución de componentes y sistemas obsoletos e importados del avión de entrenamiento avanzado IA-63 “Pampa” fortaleció el crecimiento de una red de pymes tecnológicas, cuyo desarrollo consolida el futuro un avión cuyo primer vuelo fue en 1984.

El vicepresidente del directorio y gerente general de FAdeA, Franco Giuggioloni, afirmó en diálogo con Télam: “Desde que asumimos la gestión de la fábrica ya pudimos certificar cuatro elementos nuevos en el ‘Pampa’, el sistema de provisión de oxígeno que ya se venía desarrollando, el fatigómetro que hizo Veng, y sistemas de medición de combustible que realizó Redimec; son todas piezas que dejamos de importar y que pasan a ser responsabilidad de proveedores que sabemos que van a poder responder a nuestra demanda cuando sea necesario”.

“Otro punto importante es que pudimos certificar el pod para un cañón de 20 milímetros y los pilones para bombas que desarrollamos de manera local; la Fuerza Aérea Argentina dispone de muy pocos juegos de pilones en relación a la cantidad de ‘Pampas’ y poder hacerlos en el país va a facilitar que todos los aviones que salgan de fábrica los traigan equipados y también ir construyendo juegos para los que todavía no los tienen; mostrar que además del avión también tenemos el desarrollo local de los pilones y el pod del cañón es otro factor que lo vuelve más atractivo en el mercado internacional”, añadió.

Giuggioloni estimó que “a fin de año podríamos tener el primer juego de pilones de fabricación nacional que va a contener componentes desarrollados por algunas de las PyMEs de base tecnológica que forman parte de la Cámara Argentina Aeronáutica y Espacial Producción para la Defensa (CArAE); también queremos avanzar con ellos en la sustitución de conectores y cajas eléctricas entre otras piezas”.

El funcionario resaltó que “participar de una feria internacional de estas características con dos aviones que hacen demostraciones de vuelo todos los días es un diferencial enorme; su presencia ha tenido un impacto concreto y produjo consultas con mucho interés de potenciales clientes que quizás no teníamos en el radar más inmediato; este miércoles en el segundo día de la feria recibimos a las máximas autoridades de las fuerzas aéreas de Chile y Brasil, que si bien no habían estado cerca del Pampa con anterioridad en esta oportunidad demostraron mucho interés”.

En ese sentido consideró que “el ‘Pampa’ es un avión que de acuerdo a la configuración que elija el cliente puede estar entre los 13 y los 15 millones de dólares y que su operación puede tener un costo de hora de vuelo de entre 2.500 y 3.000 dólares; comparado con aviones de similares prestaciones es uno de los más económicos y calza justo en las necesidades de las fuerzas aéreas de la región porque además es un producto en permanente evolución tecnológica a lo que se suma que como proveedores venimos demostrando que estamos resolviendo los desafíos logísticos que se pueden presentar”.

Durante la pandemia FAdeA presentó el “Pampa III” a la Fuerza Aérea Uruguaya y estableció contactos con las de Perú, México y Paraguay con las que se busca delinear propuestas concretas, además hubo diálogo con las autoridades militares de Bolivia, Etiopía y Nigeria.

El Pampa III bloque II es la más reciente modernización del entrenador avanzado IA-63 Pampa, cuyo diseño comenzó en 1979 y su prototipo original voló en 1984; y que luego de la reestatización de la fábrica en 2009 recibiera una actualización denominada “Pampa II” en la que su motor original fue reemplazado por uno de mayores prestaciones.

Esta nueva actualización tecnológica incorpora tres pantallas de cristal líquido que le permiten a los pilotos una mejor visualización de todos los datos del vuelo y la misión; un sistema electrónico para simular distintas situaciones de combate; y también integra un nuevo equipo que le permite a todos los aviones de la flota intercomunicarse entre sí y con los centros de mando en tierra para compartir información en tiempo real.

El IA-63 Pampa es un avión de entrenamiento avanzado que comenzó a ser diseñado a fines de los setenta en la entonces Fábrica Militar de Aviones (FMA) con la colaboración de la alemana Dornier, y muchos de sus proveedores originales discontinuaron los componentes con los que se equipó originalmente la aeronave.

Después del período en que la fábrica estuvo privatizada en manos de la norteamericana Lockheed Martin, la planta fue reestatizada en 2009 cómo Fábrica Argentina de Aviones (Fadea) con el relanzamiento del Pampa cómo uno de sus principales iniciativas.

Esto motivó la revinculación con los proveedores originales y sobre todo el estímulo a decenas de PyMEs nacionales de base tecnológica para completar la red logística del Pampa III y garantizar la sustentabilidad de la línea de mantenimiento.

En el pabellón argentino de la edición 2022 de Fidae también participan la rionegrina Invap, MBA, DTA, Redimec, FixView y Aero Transport Engineering Consulting SA.

Este jueves el ministro de Defensa, Jorge Taiana, visitará la feria internacional que se realiza en Chile para participar de la presentación del avión de entrenamiento básico IA 100B “Malvina” desarrollado por FAdeA.

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Además de drones, Misiones producirá sensores para Defensa subacuática

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Agencia Tecnología Sur Sur – La semana pasada, la empresa FANIOT, de Misiones, entregó el primero de una serie de dispositivos que se instalarán en las estaciones de tierra desde las que se controlan los vehículos aéreos no tripulados. Se trata de sensores que miden la calidad del ambiente para detectar problemas que puedan afectar a los operadores de estos equipamientos de las Fuerzas Armadas (FFAA). No será el único avance made in Misiones que se destinará al soporte de las fuerzas: también se producirán sensores subacuáticos.

Una de las encargadas de recibir estos sensores fue la secretaria de Investigación, Política Industrial y Producción para la Defensa, Daniela Castro (36), quien previamente había sido diputada nacional por la provincia de San Juan y presidenta de la comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados. La secretaría que Castro tiene a su cargo es la encargada de centralizar las actividades de investigación de las FFAA, así como de gestionar los proyectos de producción para la defensa. En una entrevista con TSS, La funcionaria se refirió a los proyectos que llevan a cabo a partir de la sanción del Fondo Nacional de la Defensa argentino (FONDEF), la reactivación de programas que habían estado frenados durante la gestión anterior y las posibilidades de exportación de bienes de alto valor agregado.

¿En qué consisten los sensores que han adquirido a FANIOT?

Son sensores que permiten tomar la medición de variables ambientales para las estaciones terrenas desde las que se operan los sistemas no tripulados, los UAV. Es un desarrollo que viene llevando adelante la dirección de Investigación y Desarrollo de la Fuerza Aérea junto con FANIOT, como parte de las vinculaciones de distintos actores del sistema científico-tecnológico que venimos apoyando y, en el caso de FANIOT, venimos hablando hace mucho tiempo. Es una empresa mayoritariamente estatal de una provincia (Misiones), por lo que el acuerdo tiene un componente federal. Es el primer dispositivo que se entregó de una serie de 20 que están destinados a la Fuerza Aérea. Los sistemas no tripulados, a partir de la implementación del FONDEF, empiezan a convertirse en una política central del Ministerio de Defensa.

¿En qué otros proyectos están pensando con ellos?

FANIOT está trabajando en poder desarrollar un sistema no tripulado subacuático a partir de una propuesta de la Armada. Estamos en las etapas iniciales, con los requerimientos operativos que la Armada ha ido elaborando y serán para vigilancia. El año pasado hicimos un relevamiento de todos los desarrollos que las fuerzas han ido llevando a cabo, no solo en las áreas de investigación y desarrollo, ya que también hay un proyecto que desarrolló el área de Inteligencia de la Armada para vigilancia aérea del espacio marítimo. Tenemos pendiente el Sistema Nacional de Vigilancia y Control del Espacio Marítimo (SINVICEM), así como se está aplicando el SINVICA (el Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial), porque tenemos que hacer la vigilancia y control del espacio marítimo, que es muy extenso. Debemos complementar todos los dispositivos navales con otros tipos de tecnologías.

¿Es posible una reactivación del proyecto SARA?

El SARA es un antecedente que va a ser tomado para el programa de sistemas no tripulados que ya hemos elaborado. Está en análisis y es uno de los proyectos que se van a financiar con el FONDEF este año. Pensamos en un nuevo programa para poder sistematizar los desarrollos que se venían llevando adelante e hicimos un relevamiento en todas la áreas que tenían desarrollos en esta temática dentro de las fuerzas. A principio de este año hicimos unas jornadas internas de trabajo en las que vimos los alcances técnicos, las complementariedades, y qué había ido quedado obsoleto, porque los saltos tecnológicos son tan rápidos que en cinco años una tecnología puede quedar en desuso.

Eso será dirigido desde el Ministerio de Defensa, no desde cada fuerza…

Claro, va a tener una planificación centralizada y después las ejecuciones van a ser descentralizadas en términos operativos porque hay especificaciones técnicas y propias de las misiones y funciones de cada fuerza. Hace un mes que venimos teniendo una mesa de trabajo los días lunes con las cuatro áreas de las FFAA, porque se suma el Estado Mayor Conjunto como instancia de trabajo, en las que, por la mañana, trabajamos en todos los temas vinculados a radares y, por la tarde, en sistemas no tripulados. Ya nos acompañó INVAP y se ha sumado la presidenta de FADEA. Es un tema de la agenda de Defensa y está previsto dentro del FONDEF. A la vez, son tecnologías en las que la Argentina puede tomar todavía un posicionamiento de liderazgo. Va a exigir la integración hacia adentro del sector de defensa y hacia afuera con empresas estratégicas, como INVAP, FANIOT y también las universidades. Creo que es una gran oportunidad porque el FONDEF nos permite tener un financiamiento programado, sostenido en el tiempo, que va a permitir que se logren resultados.

También están las aplicaciones en industria y agro, ¿no?

Hoy está el RUAS, que es un proyecto de la Armada que puede tener aplicaciones civiles, que lo viene llevando adelante con INVAP, adonde hay avances muy sustantivos, en el que también han contribuido pymes y los resultados los vamos a tener muy pronto, está bastante avanzado y también tiene financiamiento del FONDEF.

¿Cómo viene la ejecución del FONDEF este año?

Tenemos 65 proyectos y se sigue sistemáticamente su ejecución. Algunos ya tienen resultados operativos físicos, como SWATH, un buque mediano para estudios hidrográficos del Servicio de Hidrografía Naval que se está desarrollando en Tandanor. Es un proyecto que se había iniciado en 2015 y se canceló durante los cuatro años del gobierno anterior. También están los puentes para trenes y el mantenimiento de buques. Las fuerzas no estaban haciendo mantenimiento en las empresas de la defensa. En las áreas productivas un año de parate es muy complicado, y se perdieron cuatro.

¿También se perdieron recursos humanos?

Sí, en ese período Tandanor perdió 30 ingenieros. Después es muy difícil recuperarlos porque un recurso humano tan especializado es difícil que vuelva y ni hablar del que se termina yendo del país. En su momento hubo que generar el programa RAICES y así y todo nos han quedado miles de científicos fuera del país. Ahora hay una agenda de trabajo. Se ha constituido el equipo del nuevo buque polar y hemos dado inicio a los procesos administrativos que eso implica. Ahí tenemos una expectativa con mucho trabajo por delante porque es un proyecto de cinco o seis años. Otro proyecto grande es el de los remolcadores de Tandanor, que ya está el prototipo. Van a ser 12 iguales y podría ser un producto exportable. También tenemos el proyecto Pampa, en el que el macrismo anualizó los contratos con FADEA. El año pasado, cuando retomamos la gestión, hicimos los últimos contratos anuales y este año ya comenzamos con contratos plurianuales que también están garantizados por el FONDEF hasta 2023. Ese contrato incluye tres Pampa nuevos y la reconversión de tres Pampa bloque 2 a bloque 3, lo que implica mejoras en sus sistemas.

¿Qué cantidad de Pampas se podrían llegar a fabricar?

Estos contratos son un avance pero todavía se puede elevar el número en la medida de la disponibilidad del FONDEF. Tres por año es un número interesante para producir. En caso de exportarse podría ser mucho más. Hay línea productiva disponible para poder trabajar en eso. De hecho, venimos trabajando con el Ministerio de Producción y hemos presentado algunas cotizaciones a Uruguay. Estamos trabajando en el financiamiento porque la competitividad del Pampa es muy buena pero lo que el país todavía tiene que ofrecer es la posibilidad de financiar y eso es lo que va a terminar de agregarle competitividad a una propuesta para exportar.

Había un proyecto que se había pensado de forma escalable y con componentes nacionales, el IA-100 Malvina. ¿En qué estado está?

Tuvo su demostrador tecnológico en 2015, se detuvo en 2016 y fue lo primero que retomó Mirta Iriondo al frente de FADEA. Hoy el IA-100 se encuentra en proceso para preparar la línea para el prototipo y, entre el primer y segundo trimestre del año próximo, lo vamos a tener listo para luego comenzar su producción, inicialmente de 10 a 12 aviones. Cuando se retomó este programa todavía no se había sancionado la ley del FONDEF y por entonces logramos el financiamiento con el IAF (Instituto de Ayuda Financiera de Defensa). En la gestión pasada, el IAF invertía en el sistema financiero, no en la producción. Ahora la serie inicial del IA-100 va a financiarse con el FONDEF, tiene su asignación y es un programa de trabajo que va a durar hasta 2023 o 2024. Luego puede continuarse con otros pedidos y pensarse en la exportación. Los componentes del IA-100 van a ser desarrollados por pymes de Córdoba y para mí es uno de los proyectos que mejor refleja la articulación entre público, privado, desarrollo tecnológico y producción, entre un requerimiento de las fuerzas y una empresa de la defensa como FADEA.

El año pasado se había avanzado con el proyecto SEON (Seguimiento y Estabilización de Observación y Puntería Naval), que tenía toda la parte técnica lista pero no tenía los fondos para poder usarlo embarcado. ¿Cómo está ese proyecto hoy?

Los tiene porque son del FONDEF pero, además de eso, se hicieron las pruebas en el mes de junio y julio. Es uno de los 65 proyectos del FONDEF y necesitaba 45 millones de pesos en total. Las pruebas salieron muy bien y Pablo Bolcatto, el presidente de CITEDEF, nos estuvo mandando las fotos de los resultados.

Son proyectos que no necesitaban tantos fondos pero igual estuvieron frenados cuatro años.

Ese proyecto quedará concluido a fin de año. Es algo que faltó mucho, lo de empezar un proyecto y llegar a sus resultados. Por eso el impulso de FONDEF es tan importante, porque da previsibilidad a lo largo de los años y tiene doble control parlamentario, porque en marzo se mandan los proyectos, se hace un informe de medio término y otro en noviembre de cada año, eso es importante y lo digo también como exlegisladora y expresidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, donde también logramos la Ley de Financiamiento de la Ciencia. ¡Cómo peleamos por esa ley! La Comisión de Ciencia es la sexta del reglamento del Congreso, es de las principales y, sin embargo, había un desconocimiento general sobre el rol de esa comisión.

En el pasado existió el Grupo de Trabajo Conjunto con Brasil, que había dado lugar a proyectos interesantes como el vehículo Gaucho. ¿Qué tipo de cooperación hay con Brasil actualmente?

Tuvimos una reunión bilateral a principios de año y estamos trabajando en acuerdos para que podamos tener sistemas conjuntos de homologación de productos y procesos. Estamos trabajando, en el marco del FONDEF, en los vehículos blindados a rueda. El ministro Rossi fue a Brasil y nuestra subsecretaría siempre acompaña en este tipo de proyectos para lograr offset, transferencia de tecnología, así que allí hubo algunos avances para poder comprar los vehículos a rueda. También es importante que estos dos países puedan tener algunos medios militares semejantes. FADEA también continúa con su programa de trabajo de seis piezas que produce para EMBRAER. A pesar de las visiones diferentes que imperan en los gobiernos de los dos países existe la posibilidad de trabajar en conjunto en muchas cosas.

¿Qué acciones hay para solucionar el problema de la pesca ilegal en el Mar Argentino?

Hay un trabajo coordinado entre los ministerios de Defensa, Seguridad y Agricultura, hay diversos niveles de responsabilidades y de capacidad de acción en función de la misión de cada uno. Se ha podido trabajar con mayor coordinación entre las tres ministerios y se ha podido detectar y operar sobre casos de pesca ilegal. Hay toda una tarea por delante que tiene que ver con disponer de medios y acciones de coordinación de las tres jurisdicciones en esta enorme extensión marítima. Se ha avanzado en ese sentido pero hay que profundizar los esfuerzos en la adquisición de medios de vigilancia del espacio marítimo.

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