No funciona Whatsapp en todo el mundo

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El servicio de mensajería está caído; se desconocen los motivos. El mayor servicio de mensajería del mundo, WhatsApp, presenta este miércoles varios inconvenientes en el servicio. Los usuarios han reportado los problemas a través de las redes sociales y han recurrido a otras aplicaciones para comunicarse.

El mismo día en que Facebook confirmó que tiene 1940 millones de usuarios, el servicio de Whatsapp (propiedad de Facebook desde 2014) dejó de funcionar. Se desconocen los motivos; la compañía no dio razones por la interrupción del servicio.

Como siempre, los usuarios mostraron su frustración en las redes sociales, al tiempo que recuperaron la práctica del envío de SMS o del uso de plataformas alternativas, como Telegram, Hangouts u otras.

Por el momento, la compañía no se ha pronunciado oficialmente a través de sus cuentas oficiales en las redes sociales. Se desconocen las razones técnicas que llevaron a la caída del servicio.

Una de las mayores adquisiciones de la historia

La aplicación fue creada en 2009 por Brian Acton y Jan Koum, exempleados de Yahoo! como una alternativa al servicio de mensajería corta (SMS) y adquirió rápidamente una gran popularidad por parte de los usuarios de todo el mundo. En la actualidad, cuenta con más de 1.000 millones de usuarios en todo el mundo.

En febrero de 2014, Facebook anunció la adquisición de WhatsApp por 19.300 millones de dólares y desde entonces, la aplicación de mensajería más popular del mundo ha formado parte de los activos del gigante estadounidense.

Esta adquisición fue declarada como una de las mayor transacciones financieras en la historia.

No se trata de la primera falla masiva del servicio

El 22 de febrero de 2014, a pocos días de haber sido adquirido por Facebook, el servicio de WhatsApp experimentó una caída durante unas 4 horas. Jan Koum se disculpó públicamente por la interrupción y catalogó el corte como el “más largo y más grande” que ha experimentado la compañía.

Los representantes de la compañía argumentaron una falla en la red de datos y aseguraron que tomaran las medidas necesarias para que una caída de tal magnitud “no vuelva a suceder”.

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Para la Corte, debe tener prisión quien viole una cuenta de Facebook

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En una corrección y devolución al juez federal Julián Ercolini, la Corte Suprema de Justicia de la Nación equiparó la violación de una cuenta de la red social Facebook con la intromisión en la correspondencia privada por cualquier medio contemplada en el Código Penal. El artículo 153 del CP reprime con prisión de quince días a seis meses a quien “abriere o accediere indebidamente a una comunicación electrónica, una carta, un pliego cerrado, un despacho telegráfico, telefónico o de otra naturaleza, que no le esté dirigido; o se apoderare indebidamente de una comunicación electrónica, una carta, un pliego, un despacho u otro papel privado, aunque no esté cerrado; o indebidamente suprimiere o desviare de su destino una correspondencia o una comunicación electrónica que no le está dirigida”.

Según una declaración de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) donde se ordena al juez Julián Ercolini entender en la causa Carca, Gustavo Luis s/ denuncia violación de correspondencia, el ingresar ilegítimamente a una cuenta de Facebook encuadra en el delito de violación de correspondencia que el Código Penal reprime con prisión de hasta 6 meses.

El máximo tribunal entendió que una denuncia por esa conducta debe ser investigada por la justicia federal.

Se trata del expediente Carca, Gustavo Luis s/ denuncia violación de correspondencia (Cuestión de competencia – Uso ilegítimo de la cuenta de Facebook – Acceso ilegítimo a una comunicación electrónica – Conflicto entre la justicia federal y la local – Artículos 153 y 15 3 bis del Código Penal – Interés de la Nación – Procedencia del fuero federal).

La CSJN resolvió el reclamo de un particular que denunció que, reiteradamente, desconocidos accedieron a su cuenta de Facebook. El expediente tramitó inicialmente en la Justicia federal, pero el juez Julián Ercolini se declaró incompetente y la envió a un tribunal ordinario porque la intromisión “afecta intereses particulares que no habilitan su jurisdicción, por no haberse afectado el servicio postal“.

Pero los jueces Ricardo LorenzettiJuan Maqueda y Elena Higthon de Nolasco lo corrigieron y le devolvieron el caso al juez federal porque “se trata de un acceso ilegítimo a una comunicación electrónica o dato informático de acceso restringido, a los que sólo es posible ingresar a través de un medio que por sus características propias se encuentra dentro de los servicios de telecomunicaciones”.

El artículo 153 del Código reprime con prisión de quince días a seis meses “al que abriere o accediere indebidamente a una comunicación electrónica, una carta, un pliego cerrado, un despacho telegráfico, telefónico o de otra naturaleza, que no le esté dirigido; o se apoderare indebidamente de una comunicación electrónica, una carta, un pliego, un despacho u otro papel privado, aunque no esté cerrado; o indebidamente suprimiere o desviare de su destino una correspondencia o una comunicación electrónica que no le esté dirigida”.

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Padre Gerva, el sacerdote 3.0

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Con un look descontracturado, camisa remangada y atento al whatsapp, Gervacio Silva es la viva imagen de un “millennial” que se mezcla con la juventud, interactúa, se disfraza, juega con sus seguidores o hasta da una clase sobre como pelar una mandioca por video.  Su imagen, no es la de un acartonado sacerdote. El Padre Gerva, como se lo conoce a través de sus cuentas de Facebook, Twitter o Instagram, es de la nueva escuela en una Iglesia Católica que está en pleno aggiornamiento desde la llegada del Papa Francisco a Roma.

Con 35 años y siete como sacerdote, se sale del molde pero mantiene en alta la fe y trata de transmitirla de un modo que llegue a todos. Y para eso, la tecnología es una aliada.

En una entrevista con Economis, Gervacio habla de todo. Opinó del cambio en la Iglesia tras la llegada del Papa Francisco, de las nuevas tecnologías como lenguaje para llegar con el mensaje a los más jóvenes, de pobreza y de política, un tema por el que a veces es criticado al exponer públicamente sus ideas.

No sé si este fue el mejor cambio, pero el país necesitaba un cambio. Como lo va a necesitar dentro de tres años. La pobreza es innegable”, define.

El padre Gerva prefiere mantenerse lejos de la solemnidad y opta por usar las redes sociales para comunicarse con sus fieles. Admite que muchos le piden abiertamente que no opine de la realidad del país. Recordó sus años como estudiante de Bromatología y cuenta que la primera en enterarse de su decisión de servir a Dios fue su ex novia.

¿Qué cambios notó en estos siete años como sacerdote, en la Iglesia, en el comportamiento de los jóvenes?

La gente siente con la llegada del Papa Francisco, una Iglesia más cercana. Más madre que institución. La gente capta la imagen que quiere mostrar Francisco, al menos acá en la Argentina se escucha una persona que habla nuestro lenguaje, más identificado con Latinoamérica y uno lo siente más cercano, no es tan catedrático como era Benedicto VI, a quien respeto, porque para mí es un hombre santo. De hecho creo que su decisión de renunciar representó una revolución para la historia de la Iglesia.

Yo no puedo hablar con los jóvenes si no conozco la música que escuchan, si no conozco los términos que usan para comunicarse entre ellos

¿Y en los jóvenes, qué cambios observa en su relación con la Iglesia más en un mundo tan inmerso en la tecnología?

La tecnología es una manera de acercar la Iglesia a los jóvenes, aprovechar esas herramientas, las redes sociales, los medios de comunicación, pero también la posibilidad de hablar el mismo lenguaje, mostrarles la imagen de un Dios que no los condena, que no castiga. A mí me toca acompañar la Pastoral de la juventud y la universitaria, entonces tengo mucho contacto con ellos. Yo no puedo hablar con los jóvenes si no conozco la música que escuchan, si no conozco los términos que usan para comunicarse entre ellos, si no tengo una mirada comprensiva y sin juzgarlos. Hay que embarrarse, hay que ir al lugar donde se encuentra el otro y conocerlo.

¿Nota un mayor entusiasmo de los fieles hacia la Iglesia Católica?

Sí, se nota. El ser humano de por sí es un ser religioso que busca un contacto con un ser supremo porque está en la esencia del hombre. Ahora bien, a veces al buscarlo en algunas instituciones siente que esas instituciones no lo comprenden, los deja de lado y a veces en la Iglesia caímos en eso también. Pero en esta etapa se entiende que la Iglesia es la casa de todos. El otro día estaba dando misa en la Iglesia Cura Brochero de Itaembé Guazú y había como cinco perros adentro y una señora me pregunta, “¿Padre, corro a los perros? Y le dije, no, si no están haciendo nada. Y después en la misa le digo a la gente que a veces en la Iglesia tratamos al otro como a los perros. Si una persona logra entrar, estamos atentos a que no moleste, si se mueve demasiado ya queremos que se vaya, y mi deseo es que tengamos una Iglesia en la que ni a los perros se los corra.

 

Yo no soy ni kirchnerista ni macrista ni nada, entiendo que políticamente nos hacía falta un cambio para cambiar de aire. Cuando el poder queda fijo en una sola persona, se complica.

El Padre Gerva observa que la sociedad muchas veces quiere “un cura que no sea  humano”, que solo hable de religión, que no hable de política, que no se involucre, que no salga a compartir con amigos. “Yo ocupo mucho las redes sociales, y a veces hago publicaciones del Evangelio y todo el mundo me dice “qué lindo Padre”. Pero cuando hago algún comentario político, porque también soy un hombre político, soy un ciudadano,  ahí aparecen los que me dicen, “callate, vos sos cura, no tenés que hablar de esas cosas, dedíquese al Evangelio, Padre”.

 

¿Y la realidad lo incomoda, lo que ocurre en el país?

Hay una pobreza que es innegable, hay gente que la está pasando muy mal, y eso está presente. A mí lo que me saca es la gente que hace bandera del pobre, que nunca se preocupó por el pobre y hoy lo usa. El oportunista. Con respecto a la realidad política, yo no soy de ningún partido, pero creo que hacía falta un cambio de gobierno como seguramente dentro de tres años hará falta otro cambio. La gente que se eterniza en el poder termina ejerciendo el despotismo. No digo que este sea el mejor cambio, pero es un cambio que necesitábamos como lo vamos a necesitar en un par de años.  Yo no soy ni kirchnerista ni macrista ni nada, entiendo que políticamente nos hacía falta un cambio para cambiar de aire. Cuando el poder queda fijo en una sola persona, se complica.

En redes sociales se lo puede ver en fiestas con amigos o su familia, en peñas porque disfruta del folklore. “Al boliche no voy pero no iba desde antes de ser sacerdote, sí a las peñas, me gusta mucho la música y tengo amigos que son folkloristas”, aclara.

¿Qué interrogantes le plantean los jóvenes?

Depende mucho de la edad. Los adolescentes no se plantean muchas cosas. Son como una juventud líquida que les cuesta proyectar, les cuesta preguntarse, casi no proyectan. Ahora, los que están en la facultad sí, ellos se preocupan mucho por el trabajo. Buscan estudiar algo que les posibilite tener un buen trabajo para asegurarse el futuro. Puede ser por la idea del consumo que hay, entonces buscan trabajar en algo que les posibilite responder a esa necesidad de consumo en lugar de algo que los haga feliz.

 

 

Yo tenía novia, toda mi vida proyectada, y un día empecé a sentir ganas de ser cura, un sentimiento con el que racionalmente no estaba de acuerdo y se lo decía a Jesús en mi oración: Aguántame, porque yo no quiero ser cura

 

¿Cómo elige ser sacerdote, cómo llega a esa decisión?

Creo que no elegí yo, y no es teórico lo que digo. Estaba estudiando una licenciatura en bromatología en Gualeguaychú y siempre que pasaba para ir a la facultad a medio camino estaba la Catedral y entraba. Todos los días. Yo tenía novia, toda mi vida proyectada, y un día empecé a sentir ganas de ser cura, un sentimiento con el que racionalmente no estaba de acuerdo y se lo decía a Jesús en mi oración: “Aguántame, porque yo no quiero ser cura”… y así estuve seis meses luchando con mi pensamiento. Hasta que un día no aguanté más y con la primera persona que hablé fue con la chica que era mi novia. “Me parece que esto no va, porque quiero ser cura le dije”. Y ella la pasó mal. Hoy somos grandes amigos. Después de eso me voy a hablar con un cura de Gauleguaychú y me daba vergüenza y le dije padre yo quiero… y me dice en principio no hagas nada, no tomes ninguna decisión. ¡Uhh, ya tomé una decisión le dije, ya dejé a mi novia!. Y me retó porque podía ser una confusión. Así es que vine a estudiar acá. Y entré convencido de que no sería feliz de otra manera, y no haría feliz a otro. Siempre bromeo con que yo siendo cura hice feliz a una mujer. A la que dejé.

Finalmente, asegura que en esta Semana Santa además del consumo, y el turismo hay un momento para la reflexión.

“Esta semana es especial para contemplar el amor que Dios nos tiene, independientemente de si creemos o no en él, o si rezamos o no rezamos, Dios te ama. Tenemos una posibilidad especial para contemplar ese amor infinito que no tiene límites, que es incondicional y que lo llevó a Jesús a dar la vida por vos”.

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Por qué Silicon Valley no funcionaría sin inmigrantes

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SAN FRANCISCO , New York Times— Quienes trabajan en Silicon Valley son unos revolucionarios atípicos. Como grupo, son relativamente acaudalados, cuentan con buena educación y están bien conectados.

Aunque la mayoría de personas en San Francisco apoyaban a Hillary Clinton en la campaña, los profesionales de la tecnología no son precisamente los menos proclives a apoyar las ideas políticas del presidente Donald Trump. Muchos de los empleados de las empresas tecnológicas más ricas del mundo no tendrán ningún problema si se deroga Obamacare. La mayoría no sufrirá personalmente por el muro fronterizo con México.

Bajo la administración de Trump, los empleados de esas empresas podrían disfrutar de beneficios inesperados. Podrían obtener créditos fiscales para costear el cuidado infantil, sus compañías podrían repatriar ganancias extranjeras y sus próximos recortes a los impuestos sobre la renta podrían ayudarles a disfrutar una que otra vacación de lujo.

Sin embargo, las grandes protestas de las últimas semanas en Silicon Valley y Seattle no fueron motivadas por las ganancias financieras a corto plazo. Si quieren entender por qué los empleados tecnológicos protestaron tan enérgicamente en contra del decreto ejecutivo de Trump que prohíbe la entrada de inmigrantes de siete países con poblaciones mayoritariamente musulmanas, primero hay que comprender el papel crucial que han tenido las políticas relativamente abiertas de Estados Unidos sobre inmigración en el negocio de la tecnología.

Y también es necesario entender por qué las personas que trabajan en la industria perciben la política migratoria de Trump como un fenómeno catastrófico: el fin de la era en que Estados Unidos fue un faro para los mejores inventores del mundo.

“Silicon Valley es un fenómeno poco común; no es el estándar del mundo”, opinó John Collison, un inmigrante irlandés y cofundador de Stripe, una empresa con sede en San Francisco.

Una razón importante por la cual existe Silicon Valley es que recibe a personas que provienen de más allá de sus fronteras, señaló Collison. “Viajo por todo el mundo y en todas partes me preguntan: ‘¿Cómo reproducimos Silicon Valley donde estamos?’, ya sea Londres, Paris, Singapur, Australia”.

Esas ciudades no han logrado crear sus propios centros tecnológicos porque todos quieren estar en Silicon Valley. “Estados Unidos absorbe todo el talento del resto del mundo”, indicó Collison. “Si observan a las empresas tecnológicas más destacadas, verán que Estados Unidos está sobrerepresentada. No es una situación normal. Es así porque hemos logrado crear un motor que atrae a los mejores del mundo a Silicon Valley”.

Sin embargo, Collison agregó: “Creo que es un poco frágil”. La administración de Trump podría cambiar la dinámica amigable hacia los inmigrantes… y podría traer consigo la ruina de la industria tecnológica estadounidense.

Para algunos esto puede sonar alarmista, y tal vez un poco moralista. Silicon Valley suele ser criticado porque presume de ser una meritocracia, pero no cumple con las medidas básicas de diversidad e inclusión. Las mujeres y las minorías no asiáticas son una fracción diminuta de los empleados de la industria, y una porción todavía más pequeña de sus cargos ejecutivos y de inversión. En resumen, la tecnología está tan dominada por los hombres blancos como cualquier otro negocio.

Sin embargo, si uno estudia rápidamente la mayoría de las historias de la industria tecnológica, es fácil llegar a la conclusión de que los inmigrantes jugaron un enorme papel.

El año pasado, los investigadores del National Foundation for American Policy, un centro de investigación independiente, estudiaron las 87 empresas nuevas del sector privado de Estados Unidos que por ese entonces tenían un valor igual o mayor a los mil millones de dólares. Descubrieron algo impresionante: más de la mitad habían sido fundadas por una o más personas que nacieron fuera de Estados Unidos. Y un 71 por ciento de esas compañías tenían a inmigrantes en cruciales cargos ejecutivos.

En conjunto, estas empresas con nombres tan familiares como Uber, Tesla y Palantir, habían creado miles de empleos y sumaron miles de millones de dólares a la economía estadounidense. Sus fundadores venían de todas partes del mundo: India, Reino Unido, Canadá, Israel y China, entre una gran cantidad de lugares de todo el mundo.

En 2011, un grupo dedicado a investigar las reformas migratorias, Partnership for a New American Economy, reveló que más del 40 por ciento de las empresas de la lista Fortune 500 habían sido fundadas por inmigrantes o hijos de inmigrantes. Dentro de los miembros más nuevos de la Fortune 500, en su mayoría compañías tecnológicas, el número de fundadores inmigrantes fue aún más alto, según indicó la organización.

Lo anterior no debería sorprender, en especial si se consideran los orígenes de las empresas más icónicas de las últimas décadas. Uno de los fundadores de Google es un inmigrante ruso y su actual director ejecutivo nació en India. El director ejecutivo de Microsoft también es de India. EBay y Yahoo arrancaron gracias a inmigrantes. Las subsidiarias más grandes de Facebook —Instagram y WhatsApp— fueron cofundadas por inmigrantes. Apple comenzó con un hijo de inmigrantes.

Hay muchas teorías que explican el gran éxito de los extranjeros en la industria de la tecnología. Muchos trabajadores tecnológicos que nacieron en Estados Unidos señalan que no hay una escasez de empleados nacidos en ese país capaces de trabajar en las grandes empresas tecnológicas. Los investigadores han descubierto que hay más que suficientes estudiantes recién graduados de las universidades estadounidenses que podrían realizar los trabajos disponibles en la industria tecnológica.

Aquellos que critican la facilidad con que la industria atrae a inmigrantes argumentan que es un problema de dinero: señalan que las empresas tecnológicas se aprovechan de los programas de visas, como el sistema H-1B, para obtener trabajadores extranjeros por salarios más bajos de los que podrían pagar a los estadounidenses.

No obstante, aunque esas críticas sean verdaderas en algunas partes de la industria, no toman en cuenta la situación de las empresas más importantes de Silicon Valley. Una de las apreciaciones erróneas más comunes sobre Silicon Valley es que todo funciona como una fábrica; según esta visión, las compañías pueden contratar prácticamente a cualquier persona proveniente de cualquier parte del mundo para realizar una función particular.

Sin embargo, las compañías tecnológicas más ambiciosas de la actualidad no trabajan como fábricas; se parecen más a equipos deportivos. Buscan a los LeBron y a los Brady: los mejores del mundo que puedan crear un dispositivo nuevo que nadie haya visto y que sea capaz de cambiar completamente el paradigma existente.

“No se trata de agregar cientos o miles de personas a las plantas manufactureras”, señaló Aaron Levie, cofundador y director ejecutivo de Box, una empresa que maneja almacenamiento en la nube. “Se trata de tener un par de ideas que cambien todo el panorama”.

¿Por qué los líderes creen que los inmigrantes son los mejores para crear estos inventos? En parte tiene que ver con los números. Como lo indicó Paul Graham, un inversionista de capital de riesgo de la industria tecnológica, Estados Unidos solo tiene el 5 por ciento de la población mundial: suena razonable que la mayoría de las mejores y más novedosas ideas del mundo provengan de gente que no nació en ese país.

Si se analizan algunas de las ideas más relevantes del mundo de la tecnología, se puede notar que los inmigrantes desarrollaron buena parte de ellas. Por ejemplo, el negocio de publicidad de Google —es decir, la base de la gran mayoría de los ingresos y las ganancias de la empresa y el motor que permite que miles de personas en Estados Unidos encuentren trabajo— lo crearon tres inmigrantes: Salar Kamangar y Omid Kordestani, de Irán, y Eric Veach, de Canadá.

Pero no solo se trata de los números. A los inmigrantes les va bien en esta industria porque tienen nuevas perspectivas y generan nuevas ideas.

Mike Krieger, un inmigrante de Brasil que cofundó Instagram, dijo que una de las razones por las que su producto tuvo un éxito instantáneo a nivel internacional fue porque eliminó casi todo el texto de la aplicación. Al ser brasileño, sabía que el inglés entorpecería la adopción en muchas partes del mundo. “En cada paso del proceso creativo de la aplicación pensábamos: ¿se puede crear algo con atractivo internacional?”, comentó.

Collison, de Stripe, señaló que le era imposible imaginar la creación de su empresa sin inmigrantes. “En las primeras etapas de una empresa nueva, normalmente hay una serie de procesos muy específicos que se deben realizar y hay una lista muy pequeña de gente que puede hacerlos”, agregó.

En sus primeros años, Stripe requería ingenieros y ejecutivos capaces de construir el sistema para mover dinero alrededor del mundo, necesitaba crear un sistema innovador de aprendizaje automático para detectar fraudes y debía convencer a los reguladores y a otros negocios de que procesar pagos por medio de Stripe era seguro y legal. Las personas que encontró para realizar estas funciones resultaron ser inmigrantes.

“Que podamos hacer eso en Silicon Valley, que el talento esté aquí o que podamos traerlo, es lo que hace que todo funcione”, opinó Collison.

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